Elisabeth, emperatriz de Austria-Hungría

francisco jose en la época en que conoció a elisabeth. la verdad es que era muy guapo

ESTÁ CLARO QUE EN LOS CUADROS LA SACABAN MAS GUAPA DE LO QUE ERA EN REALIDAD

EN ESTE ESTÁ GUAPÍSIMA

El vestido que llevaba el día en que la asesinaron. se ve la marca del estilete

uno de sus vestidos

El de la coronación húngara.

andromeda escribió:si, ya me he descargado el que me comentas. pero quiero imprimirlo por que leer mucho en el pc me cansa mucho la vista ¿ son muchas páginas?

Andro, si, son bastantes páginas. Yo si lo imprimí (acabé con el toner de la impresora, pero ya estaba por acabarse). Es que para mi, no es lo mismo leer un libro (en hojas, impreso) que por medio de la pantalla de la computadora.

Es bueno, muy detallado. Hoy lo he terminado de leer, bueno, de leer de corrido. Ahora empiezo a leer de poco a poco, para ir analizando las partes sustanciales.

Ya pondré algunas cosas en este tema, las que más me han gustado y me parecen importantes para colocarlas y conversar de esas.

Saludos.

El vestido que has colocado (el último) lo usó para su coronación como Reina de Hungría. Está basado en el traje típico de la región, aunque notablemente más estilizado, elegante y lujoso. No se podía esperar menos del vestuario de la emperatriz.

yo tb lo voy a imprimir , por que leer en el pc es muy cansado y ademas no es lo mismo

ale! ya está imprimiéndose! son unas 300 hojas!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

El libro de la Hamann es muy bueno y ella es una excelente investigadora. Aporta datos imprescindibles sobre el Imperio, la familia y la época, sin lo cual no se entiende a Elizabeth. Aunque no siempre estoy de acuerdo en todos sus juicios sobre la Emperatriz, porque son un tanto ideologizados, defecto que no me gusta en los historiadores, pero que muchos tienen. Considero que todo lo que Isabel haya podido decir sobre asuntos políticos, su trayectoria de vida lo desmiente. Elizabeth era una aristócrata de su tiempo y de haber llegado anciana a nuestros días, hoy sería una ultramontana que no hubiera querido perder uno solo de sus privilegios. Con su pobre hermana Sophie no fue muy liberal que digamos. Hay otros trabajos sobre Elizabeth que me gustan más, publicados en inglés y francés, pero éste de la Hamman es buenísimo, fidedigno y es el que tenemos a mano. Hay que leerlo a fondo, como todo libro.

Andro, todos coinciden en decir que Elizabeth era mucho más guapa de lo que muestran las fotografías, ya que no era fotogénica, aunque parte de su mayor encanto estaba en su personalidad, la gracia de sus movimientos y una innata elegancia que poseía.

El vestido que llevo el día de la coronación en Hungría es precioso, decían que parecía un vestido de novia… Fijaros que es cierto que lo parece

Siempre me fascino Elizabeth, su sentido de la libertad individual, su cultura, su particular manera de ver el mundo, su búsqueda interior de lo profundo. Comprendo que esas no son las mejores cualidades para reina, no al menos en un mundo tan pragmático y convencional como el surgido después de la revolución francesa. Lo bueno de la modernidad es que la tecnología nos permite andar los pasos de Elizabeth, pero con cautela, que hoy también está muy mal visto, aunque digan que no...

El libro de Brigitte Hamann es bueno. Tiene una cantidad de detalles que en mi vida pensaba que habían. Mira a Elizabeth de todos los ángulos posibles. Realmente me ha gustado la lectura.

impresionante en este cuadro

Andro hoy seguimos con Elizabeth y la Hamann, en un rato esto por aquí.

Una pequeña biografia de brigitte hamman, traducida automáticamente de wiki:


Brigitte Hamann (* 26 de julio 1940 en Essen, nació Brigitte Deitert) es una Viena que viven historiador y autor. Ella tiene la nacionalidad austriaca desde 1966 .


Vida

Brigitte Hamann estudiado alemán e historia en Münster, y Viena. 1963 colocó en el Münster Realschullehrer examen, completó una pasantía en la Deutsche Presse-Agentur en Essen en 1964 y redactor de la Neue Ruhr Zeitung. 1965 se casó con el historiador y la Universidad de Viena Profesor Günther Hamann (* 1924, † 1994), recibió además de su ciudadanía alemana y austríaca privada y trabajó como asistente de su marido en 1978 completó su tesis doctoral sobre la vida del príncipe heredero Rudolf .
En el mismo año publicó una biografía bajo el título: "
Rudolf, Príncipe de la Corona y los rebeldes."
El libro fue un gran éxito. .

Brigitte Hamann es madre de tres hijos: Sibylle (* 1966), Bettina (* 1968) y George (* 1972).


Trabajo
Hamann exquisito austriaco temas históricos son la historia y biografía. Su atención se centra en especial en la historia de los Habsburgo, la historia del nacional-socialismo y la historia de importantes familias.


Publicaciones :

Rudolf, Príncipe de la Corona y los rebeldes, Viena 1978
Elisabeth, emperatriz dispuestos, Viena 1981
Con Max Kaiser en Mexico, Viena 1983
La emperatriz Elisabeth. La poética diarios, Academia de Ciencias, Viena 1984
Bertha von Suttner. Una vida para la paz, Munich 1986
Nada más que la música en su cabeza. La vida de Wolfgang Amadeus Mozart, Viena 1990 (para niños)
Hitler Viena. Aprendizaje de un dictador, Piper Verlag, Munich, 1996, 8 Auflage 1998, ISBN 3492226531 .
Winifred Wagner o la de Hitler en Bayreuth, Munich 2002
La Primera Guerra Mundial. La verdad y la falsedad en las imágenes y textos, Munich 2004
La familia Wagner, Reinbek bei Hamburgo 2005 .
El príncipe heredero Rudolf. Una Vida, Viena, 2005
Mozart.Su vida y su tiempo. Viena 2006.
Hitlers Edeljude. La vida de un pobre médico Eduard Bloch, München 2008

Premios

1978 Heinrich-Drimmel-Preis
1982 Premio Comisso
1986 Donauland-Sachbuchpreis
1995 Wildgans-Preis
1998 Kreisky-Preis
2002 "
Buch des Jahres 2002"
für Winifred Wagner oder Hitlers Bayreuth , verliehen von der Zeitschrift Opernwelt

2002 "
Historisches Buch des Jahres 2002"
ebenfalls für Winifred Wagner oder Hitlers Bayreuth , verliehen von der Zeitschrift Damals 2002
2002 Ehrenpreis des Presseclubs Concordia 2002 Premio de Honor del Club de Prensa de la Concordia
2004 Preis der Stadt Wien für Publizistik

No sé si estáis ya leyendo a la Hamann, pero quería comentaros dos cosas que saltan a la vista en las primeras páginas del libro.

Viendo como funcionaban las monarquías en aquel entonces, nos percatamos con mayor lucidez que la monarquía en nuestros tiempos no pinta ya nada, que es una institución sin el menor sentido en la actualidad. La otra es la pena que uno siente por una joven Elizabeth asustada, lejos de su familia, metida en un protocolo y un mundo que no conocía y la asustaba. Ya se vislumbra el personaje en que la Emperatriz evolucionará unos años más tarde. Su amor adolescente por su marido empieza a palidecer desde el principio, opacado por los sufrimientos que la joven emperatriz empezaba a padecer.

Sissi, impératrice d'Autriche de Jean des Cars es muy bueno también, pero no está traducido al español.

arggggggggggggggggg!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

estoy imprimidendolo todavía. ayer me se me atascó la impresora, hoy me he quedado sin tinta negra, estoy imprimiendo en color azul....................... son 400 páginas!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


si, la verdad es que la elizabeth de possenhofen con su familia, no tiene que ver nada con lo que llegó a ser, aunque nunca olvidó y siempre añoró sus años de libertad allí en el campo. la frialdad de los castillos y la rigidez de la corte la hicieron muy desdichada;
el que su esposo estuviese siempre tan pendiente de los asuntos de estado no ayudó mucho, pues ella en los primeros tiempos de su matrimonio aún pensaba en llevar una vida idílica con su marido e hijos..................... nada que ver con lo que en realidad fue.

tambien es cierto que el emperador vivió por y para su patria, algo muy encombiable por su parte (poco frecuente en nuestros días), pero dejó a elisabeth libertad para sus viajes y cuando ella se ponía en su sitio, él cedía.
las circunstancias que les toco vivir, por su cargo, no les dejó llevar la vida que en relaidad les hubiese gustado, por que conforme voy leyendo mas sobre ellos, mas convencida estoy de que si se amaron de verdad.


como tu dices helena, nada que ver esta monarquia con las actuales: no hace falta tanta rigidez, pero tampoco es lógica la vida que llevan hoy en día los reyes y principes: quieren lo bueno de la realeza y lo bueno del pueblo.... mira que listos! como dijo el otro día alguien en televisión: "
El cargo lleva cargas"
( era refiriendose a felipe y a su errónea boda con letizia) y es una gran verdad. Si quieres casarte con quien te de la gana, renuncias y punto y si no te casas con quien debes. bueno, bueno, que me voy del tema......................................................................

Con rodolfo y gisela. en la pared cuadro de la pequeña sofía

aunque no hubiesen ocurrido todos esos acontecimientos, ella hubiese sido igual;
su forma de ser no hubiese cambiado, quizás hubiese sido mas feliz con sus hijos, pero tampoco se desvivió por ellos (excepto por valeria), buscaba lo que a ella le hacia sentir bien, no diré feliz, pero tenía otras inquietudes.................................... su vida en un palacio, en una ciudad, no estaba hecha para ella.

Niñas, vamos por parte.

Cierto que el papel jugado por Sofía no fue el más apropiado para un temperamento sensible como el de Elizabeth, pero la Archiduquesa lo hacía por el bien de su nuera: creía que tenía que educarla y que cumplía con su papel. Recordad que Sofía había sido educada en esos preceptos y hay que situarse en su piel. Era un mundo distinto con otros valores y no podemos juzgar desde los nuestros.

Andro, tienes razón: Elizabeth era así y hubiese actuado de igual manera fuera como fuera, no había nacido para emperatriz.

Mantua, también me caen mal esas imágenes falsas de reinas edulcoradas, la “melosería” con las princesas y todas esas ensoñaciones burguesas. Creo que la leyenda de la “dulce Sisi”, surgió de los primeros años de su vida como emperatriz, donde era muy joven y proyectaba una imagen dulce y cándida por timidez y miedo. En honor a la verdad también vamos a decir que Elizabeth en su juventud se acongojaba al ver las penas de los más desafortunados, sin embargo, con los años evolucionó hasta ser una mujer solo preocupada por su persona que pudiendo hacer mucho desde su posición, nunca hizo nada por los más desfavorecidos. Lo de Hungría fue una cuestión meramente personal y ya llegaremos a ella, según Andro vaya avanzando en el foro.

Vaya, vaya.

Helena ha tenido tiempito. Que bueno.

Les diré que estoy reyelendot el libro, hay datos interesantes. Me gustaría saber un poco más del matrimonio de los padres de Elizabeth, Max y Ludovica. Por ahí también se podría entender mejor el temperamento y comportamiento de la jóven emperatriz que fue.

Ya continuaré el lunes, hoy no alcanzo a nada más que saludarlos a todos.

Andro, cometí el error de imprimir el libro de una sola cara, no de ambas. Sale un fajo de hojas bien grueso. Pero ameno leerlo, eso de seguro.

jajjajaj rosy, yo tambien. 400 hojas!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


luego comentamos sobre los padres

Max y Ludovica fueron un matrimonio arreglado, como la mayoría de su época, nada para escandalizarnos. Ambos era muy guapos y sus hijos heredaron esa belleza. Fue un matrimonio de categoría menor, tomando en cuenta que ella era hija del rey bávaro, y que sus hermanas realizaron mejores matrimonios, lo cual hizo que Ludovica siempre fuera sumisa ante éstas.

El duque Max era duque en Baviera y no “de” Baviera (esas sutilizas de los títulos alemanes entre de o en), pertenecía a una rama colateral de la familia real bávara y era un hombre fascinante, a mi modo de ver, pero no el mejor ejemplar para fundar una familia. El matrimonio no se amaría, pero su prole fue numerosa... Ludovica llevaba el peso de la educación de sus hijos, mientras Max recorría los circos, cafés-cantantes y “casas alegres” de Baviera. Su hija Isabel heredó su personalidad heterodoxa, amante de la libertad y el amor a la naturaleza. La familia formada por los Duques en Baviera podría tener una vida turbulenta, pero llena de cariño y afecto entre los hermanos y los padres con sus hijos. El duque tuvo dos hijas extramatrimoniales a las que quería entrañablemente.

Considero que más que la desenfadada educación en el idílico paisaje del castillo de Possenhofen, lejos de las cortes europeas, o la falta de amor entre sus padres (nada raro en la época), lo que más determinó en el carácter de Elizabeth fueron los genes heredados de su padre. Pensemos en su hermana Elena que habiendo tenido una educación parecida a la de la Emperatriz, aunque más cuidada, era muy distinta a Isabel. A pesar de ser distintas y que Sisi le birló el novio a Nené, siempre se quisieron muchísimo.

El nuevo Palacio de Max en la Ludgwigstrasse, donde vino precisamente al mundo la perqueña Elizabeth, poseía, como atracción, un café chantant al estilo de París y un salón de baile con un enorme "
friso de Baco"
de 44 metros de largo y muy libre, obra de Schwanthealer. En el patio del palacio había un circo con palcos y butacas de platea, desde donde la sociedad muniquesa admiraba la habilidad ecuestre del duque, que éste gustaba demostrar con orgullo en medio de pantomimas, tumultosas intervenciones de payasos y alborotos soldadescos.

Sisi, emperatriz contra su voluntad (Elisabeth, Kaiserin wider willem). Brigitte Hamann. Editorial Juventud S.A. 1982.

Los padres de Elizabeth:


Ludivica (1808-1892).


Maximiliano José (1808-1888). Duque en Baviera: 1837-1888. Padre: Pío Augusto, duque en Baviera (sobrino del rey Maximiliano José I de Baviera). Madre: Ana Luisa de Arenberg.

La suegra de Elizabeth:


Sofía (1805-1872). Casada con Francisco Carlos, Archiduque de Austria.

Elizabeth.

Francisco José.

Retratos de Elizabeth muy jovencita:

Durante su matrimonio con el Emperador Francisco José:

Durante uno de sus viajes:

Durante el tiempo del compromiso matrimonial en Ischl:

Compromiso Matrimonial en Ischl.

El día 18 de agosto de 1853, domingo y cumpleaños del emperador, entraba en la historia de Austria una muchacha de 15 años, nacida en el bárvaro palacio de possenhofen: el emperador Francisco José I pidió la mano de su prima la duquesa Elizabeth de Baviera, y, como era de esperarse, le fue concedida.

Elisabeth, Kaiserin wider willem. Brigitte Hamann, 1982.