Carlos de Inglaterra y Camilla, Duquesa de Cornualles

Madame: Cuando venga a Quito, pues tiene su hospedaje listo en mi casa: en las afueras de la ciudad. Y desde hoy, pues tendrá el frutero a disposición: frutas de clima tropical. Y la grata compañía de su "
nieto postizo"
;
).

Si alguien más se anima, pues encantada de que vengan acá. La Gran Duquesa recibe a cualquier miembro de la nobleza (ojo, no confundir con la Gran Duquesa María). Y si es del Castillo Chambord, pues con lujo y distinción. En hora buena a todos. (Ya les tocará el turno, cuando decida iros a verlos).

Me encantaría estrechar la mano de Carlos de Inglaterra, yo creo que de tonto tiene solamente la cara, en cuanto al viaje a Ecuador, no pienso dejar este mundo sin probar todas las variedades de mangos que se cultivan allí.

Rosy ¡iré!!!!!!!!!!!!!!!

Seis kilos de mango diario per moi y mucho malcriar a mi nieto postizo ¡que te voy a dejar a un niño indisciplinado!!!

Helena escribió:Rosy ¡iré!!!!!!!!!!!!!!!

Seis kilos de mango diario per moi y mucho malcriar a mi nieto postizo ¡que te voy a dejar a un niño indisciplinado!!!

6 KILOGRAMOS DE MANGO.... Vaya Gula. Lo bueno es que acá son baratos. Ya llegará el día que nos veamos frente a frente y pasaremos gratamente en buena compañía.

Pasando al tema... Si me animo y puedo, trataré de ir al aeropuerto el domingo, cuando lleguen Carlos y Camila. Veré si dejan tomar fotografías y si lo logro, pues las tendrán aquí en el castillo. A esta hora deben estar cenando y descanzando.

Las encontré. Fotografías de Carlos y Camila en Río de Janeiro. 12 de marzo de 2009.

(Gracias a Dios que hay periódicos brasileros que siguen a esta pareja... ;
)).

Carlos, Camila, Ignacio Lula y su esposa.

Bajando del avión:

andromeda escribió:jajajajaja Rosy, veo que de verdad les estás siguiendo la pista. Pareces Sherlock Holmes!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Toca Andro, toca. Y lo hago con mucho gusto. No ves que la Archiduquesa me nombró la Fotógrafa Oficial del Castillo?

:sign_coolpics:

Se lo ve muy bien, con aplomo y con elegancia.

Ayer, en el Jardín Botánico.

(Fotografías: hellomagazine.com).

Qué maravilla de árboles!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Me encantan las frutas tropicales!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!








Se me hace la boca agua sólo de verlas. Me comería ahora mismo una fuente enterita!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Juan, esta es la chirimoya que yo conozco y como a menudo:

Rosy

Esa es la primera de las variedades que te puse.

Entonces estaba confundida. Esa es la que se cultiva mucho en el Valle de Guayllabamba, a 40 minutos de Quito. Son riquísimas.

Veo muy correcta a Camila, además ellos siempre se quisieron, lamento todo lo malo que le sucedió a Diana, pero creo que no tenía una mentalidad práctica.

Diana no imaginaba ni por un minuto, que sería parte de la familia real británica?????????. no imaginaba que con esta gente no sería todo color de rosa, creo que ella no pudo no supo defenderse, sus problemas de infancia con la separación de sus padres, no tendría una personalidad segura, etc.

Las apreciaciones de Helena en la página 3, sobre Diana y Camila me parecen correctas.

El Príncipe Carlos y Camila en Manaos - Brasil. 14 de marzo de 2009.

Lindo el collar de perlas.

Si, Rosy, lindo collar de perlas y que mal le queda a Camila, jejejeje

No Tinito, le va muy bien (el collar). No ha estado mal su vestimenta en estos días.

Todavía no hay fotografías de su llegada a Quito. Las encuentro y las pongo.

Encontré algo:

Príncipe Carlos de Inglaterra y su esposa Camila llegaron a Quito.

3/15/2009


Foto:AFP.

Elcomercio.com y AP.

El príncipe Carlos de Inglaterra y su esposa Camila comenzaron hoy en Ecuador una visita de tres días que incluye un recorrido por las islas Galápagos.

La pareja real llegó a la Base Aérea en Quito y luego se trasladó al Palacio de Carondelet en el centro de la capital donde fue recibida por el vicepresidente Lenin Moreno.

Allí, Moreno presentó al heredero de la corona inglesa el proyecto ecuatoriano conocido como “Iniciativa Yasuní-ITT”.

El proyecto consiste en buscar ayuda internacional a fin de conservar el Parque Nacional Yasuní, una reserva natural en la Amazonia, a cambio de no extraer petróleo.
De esa forma, se evita expulsar enormes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera y se conserva la biodiversidad de la reserva. La reunión duró casi 50 minutos.

Luego el príncipe se disponía a salir del Palacio para dirigirse a la Iglesia de la Compañía de la comunidad jesuita, una de las construcciones de estilo barroco más hermosas de la ciudad.

Alrededor de 300 personas se ubicaron en la calle García Moreno, en las afueras del Palacio, para saludar al heredero.

Su visita a Ecuador, su tercera escala en Latinoamérica, se realiza en el marco de la conmemoración del bicentenario del nacimiento del científico inglés Charles Darwin, quien exploró las islas Galápagos que propiciaron la creación de su teoría de la evolución de las especies.

Carlos y Camila visitaron antes Chile y Brasil.

Tras la corta visita a Quito, el príncipe y su esposa viajarán a las islas Galápagos donde tienen previsto visitar el centro de crianza de tortugas gigantes y conocer sitios turísticos de las islas.

El archipiélago designado 1978 Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco, se encuentra a 1 000 kilómetros del continente.

A su llegada al Palacio de Carondelet (Palacio Presidencial), en el Centro Histórico de Quito.


A la derecha, el Ministro de Relaciones Exteriores, Pfander Falconí.


La calle de honor está conformada por los Granaderos de Tarqui (militares). Su nombre de la famosa Batalla de Tarqui (27 de febrero - Día del Ejército Ecuatoriano).

A la derecha, el Vicepresidente del Ecuador, Lenin Moreno. Ni idea del por qué el presidente Rafael Correa no les recibió personalmente (debió estar de viaje, en algún rincón del Ecuador, con su Gabinete de Ministros Itinerante).

Cuando salían del Palacio de Carondelet camino a la Iglesia de La Compañía de Jesús:



Vi las imágenes por televisión (mi estado de salud no me permitió ir al centro de la ciudad) y quedé impresionada por la cantidad de gente que estaba esperándolos. Fueron muy bien recibidos (destaco la inasistencia de Rafael Correa): por los funcionarios del gobierno como por la gente de Quito. Conocieron de cerca la Iglesia de la Compañía de Jesus: una de las más impresionantes obras del siglo 17 (recubierta en pan de oro por dentro), los trabajos de restauración y varias obras de la Escuela Quiteña (pinturas y esculturas).

El Alcalde de la ciudad, Andrés Vallejo, les regaló sombreros de fina paja toquilla. Sonreían Carlos y Camila.

Pues, buena impresión espero que se hayan llevado. Mañana espero fotografías de su visita a las Islas Galápagos.

Príncipe Carlos llega a Galápagos en su gira medioambiental por Sudamérica.

Baltra, EFE.

El príncipe Carlos de Inglaterra y su esposa Camila Parker llegaron hoy a la isla de Baltra, en Galápagos, para conocer durante los próximos dos días los trabajos de conservación ambiental de la Fundación Charles Darwin.

En la que supone su última parada en una gira con marcado carácter ecológico, que le llevó por Chile, Brasil y Ecuador, el heredero de la corona británica aterrizó en el aeropuerto de la isla de Baltra, desde el que se trasladó a la cercana Santa Cruz, donde se hospedará durante su visita oficial.

Al bajar del avión, desde el que ondeaban las banderas de Ecuador y del Reino Unido, la comitiva real fue recibida por la ministra de Medio Ambiente ecuatoriana, Marcela Aguiñaga, y el cónsul británico en Galápagos, David Balfour.

Según afirmó Aguiñaga a la prensa momentos antes de recibir al príncipe, Carlos de Inglaterra visita Ecuador en el marco de "
su campaña en la lucha contra el cambio climático"
. "
El Gobierno de Ecuador está encantado de recibirlos en este patrimonio"
natural, declaró la ministra.

"
Nuestro pedido al príncipe va a ser que se sume a esta lucha que está haciendo el Gobierno ecuatoriano con la sociedad civil y organizaciones públicas para sacar a Galápagos de la lista de patrimonios en peligro"
, indicó Aguiñaga.

En junio de 2007 el archipiélago de Galapágos fue declarado patrimonio de la humanidad en peligro por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) debido, fundamentalmente, a los efectos nocivos para el ecosistema endémico que produjo el incremento del turismo y la inmigración.

Para Aguiñaga, "
han habido esfuerzos significativos, compromisos de diferentes instancias"
para paliar esa situación de peligro y eso es, precisamente, lo que le va a dar a conocer al príncipe en la reunión protocolaria que mantendrán ambos mañana.

Según la funcionaria, el Gobierno quiere aprovechar la visita del príncipe británico para que, "
más allá"
de la posibilidad de obtener recursos económicos para apoyar la conservación, se consiga un "
apoyo significativo (del príncipe Carlos) como vocero internacional"
en los proyectos de Ecuador.

Entre las iniciativas que nombró la ministra está la que hoy mismo, el canciller ecuatoriano, Fander Falconí, le ha presentado al príncipe en su breve estadía en Quito, el proyecto ITT que persigue "
mantener el crudo represado en tierra para evitar contaminación y emisión de gases de efecto invernadero"
, en una zona de la selva amazónica, dijo Aguiñaga.

La visita del heredero británico coincide con los actos conmemorativos que se realizan en el archipiélago y en la Fundación Charles Darwin con motivo del bicentenario del científico inglés, para el que observar la naturaleza de estas islas, supuso un empuje definitivo a su teoría de la evolución de las especies.

Este 2009, además del bicentenario del nacimiento del científico, también se celebra el 150 aniversario de la publicación de su obra emblemática y los 50 años de la creación de la Fundación que lleva su nombre. Con motivo de un año tan señalado para la biología británica, el príncipe Carlos emprendió una gira medioambiental que le llevó a participar, desde el pasado 8 de marzo, en el lanzamiento de una campaña energética en Chile y a proponer ante el Gobierno y empresarios brasileños una estrategia para reducir la deforestación.

http://www.adn.es/tecnologia/20090316/NWS-0113-Sudamerica-Galapagos-Principe-Carlos-medioambiental.html

Creo que encontré el motivo del por qué Rafael Correa no recibió a Carlos y a Camila:

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha delegado a su vicepresidente, Lenín Moreno, para que reciba al príncipe Carlos y a su comitiva, que arriban a Quito este domingo, de paso hacia las islas Galápagos, a 1.000 kilómetros de las costas ecuatorianas.

No existe una explicación oficial por la que Correa no reciba al heredero de la corona inglesa, aunque algunos medios de comunicación locales han especulado en el sentido de que es el único día de la semana que el mandatario ecuatoriano reserva para actividades privadas con su familia.

http://www.elmundo.es/elmundo/2009/03/14/internacional/1237047182.html

No opino de Correa por 3 razones:

* Este es foro de Carlos y Camila, no de Rafael Correa.
* Sobre política ecuatoriana estoy harta: tanta propaganda electoral aburre.
* Las actitudes del presidente ya no son nuevas para mi.

Me parece muy acertada la ropa que usa Camila, aparte apropiada para cada lugar que visita. Las telas frescas y claras para climas cálidos, los accesorios también sencillos. Para mí está muy bien.

Tatty, que bueno verte por acá.

Camila va bien, está sobria en su vestimenta. El collar de perlas una belleza.

... La Iglesia de la Compañía de Jesus: una de las más impresionantes obras del siglo 17 (recubierta en pan de oro por dentro), los trabajos de restauración y varias obras de la Escuela Quiteña (pinturas y esculturas).

Un poco largo el artículo, lo reconozco, pero lo escribe un periodista de unos 38 años y que en las partes que destaco, coincide conmigo que el cuento de la buena y la mala no se sostenía por si mismo, porque ni la buena lo era tanto (pero si atractiva) y la mala tampoco respondía al estereotipo. En verde lo que destaco del periodista y en rojo dos acotaciones mías. Tino y Andro.... no me acuchillen!!!

30 segundos con la malvada Camilla (next)

Vino. Brilló. Se fue. Bastaron unas horas para que Camilla –la flamante mujer del príncipe Carlos– dejara en claro por qué cosechó la fama que tiene. Y por qué, de ser la amante perfecta, la mujer que supo esperar, se transformó en una atípica dama que irradia buena onda, tranquilidad y poder. La mujer que, ya nadie lo duda, ahora sí que podría convertirse en la próxima reina en palacio. ¿Alguien lo duda? Camilla ganó. La nobleza cambió. Next.

POR SERGIO PAZ RETRATOS DE HÉCTOR YÁÑEZ

-Prepárate. Vas a Camilla –dijeron cuando me llamaron del diario.

–¿Camila? Pero si Camila ya estuvo en Viña. Y se fue.

–Tonto: Camilla Parker Bowles. No vayas a llegar tarde.

Veinticuatro horas después, en el patio de Balmaceda 1301, se estaciona el poderoso Mercedes azul E 500 que ha dispuesto para ella el no menos poderoso imperio británico.

Una puerta se abre. Lo primero que veo de Camilla es su pierna;
una pierna no larga, pero tampoco corta. Sí generosa, dura, contundente. Una pierna bien torneada por el sudor del caballo. Una pierna que, a los 61 años, sigue dando que hablar.

–Ah, no. Ya se salió de protocolo –grita alguien y corre en dirección a la duquesa de Cornwall sujetándose la corbata.

–No, no. Usted no puede estar ahí –susurra, para sí mismo, otro encargado de seguridad, al percatarse de que la propia Camilla ha variado, sin avisar, la pauta oficial.

Dos hombres permanecen impávidos. Son dos caballeros de pelo cano, corbata de rayas oblicuas y traje gris que ostentan chapitas color púrpura en sus solapas izquierdas.

–Son de Scotland Yard –sopla alguien.

En Estación Central hay tantas palomas como guardias, agentes. No deben faltar personeros del M15, el Servicio Secreto de su Majestad, disfrazados de mendigos o barquilleros.

Claro que para nadie es un secreto que la única que en verdad sabe lo que ahí está pasando es Amanda;
una gorda semicalva, de pelo platinado y traje blanco y negro, que parece sacada de una película de terror. Sólo parece: Amanda es en verdad un encanto. Divina. En lengua real, Amanda –que de lejos parece una enfermera erótica experta en bondage– es la "
lady in waiting"
, la secretaria personal, de "
ma' am"
(madame);
que es como los plebeyos debemos llamar a Camilla cada vez que se nos ocurra dirigirle la palabra a esta brava mujer, bruja mediática, que (hay que decirlo) a todos quienes estamos ahí nos seduce en el acto.
Los chicos de las Orquestas Juveniles –Camilla, en Inglaterra, apadrina a dos– afinan trombones y oboes. El concierto está por comenzar.

De Camilla, quienes estamos ahí concordamos en:

1) No es tan fea como se veía en la prensa.

2) Es mucho más risueña de lo que cualquiera podría pensar.

3) Diablos que parece simpática.
–¿Y cómo es trabajar con ma' am? –le preguntaría después a la dulce Amanda, una de las pocas personas que comparten su intimidad.

–Oh, excelente. Muy bueno. Ella es relajada.

–Mira qué estilo. Es el poder divino –dice Javiera de la Cerda, la directora de la agencia de comunicaciones que lleva la cuenta de Orquestas Juveniles, la fundación que hasta hoy dirige la ex primera dama Luisa Durán.

Suenan dos temas. Finalmente los acordes de Una rosa y un clavel: no un mensaje en clave a la plebeya que alguna vez sedujera al finísimo Carlos, según Esquire el hombre mejor vestido del mundo. Sólo sucede que la pieza del maestro Bianchi es una de las tres cuecas orquestadas que existen en Chile. Y, claro, suena bien, contagia. Por eso Camilla pronto sigue el ritmo con sus zapatos de abuela, con lazo y sin terraplén que, si bien no tendrán el toque Valextra, sí resumen el alma de esta mujer criada en el campo que finalmente se convirtió en la gran representante de esa aristocracia terrateniente que ansiaba triunfar. Y triunfó.

–Otra –pide Camilla

Todos se miran desconcertados. En menos de diez minutos, Camilla se ha salido dos veces de protocolo.

Nadie sabe qué hacer: los chicos sólo trajeron partituras de los tres temas que ya interpretaron.

Camilla ríe. Sabe que está dejando la escoba. Pero, bueno, desde chica es lo que mejor sabe hacer. Ahí están, de testigos, los lentes, los periodistas, los instrumentos. Ahí está Camilla: la plebeya más fotografiada del mundo, también la más envidiada y la más detestada. La mujer que, según dice el mito, horas antes de la noche nupcial entre Diana y Carlos, se habría escapado con el voluble príncipe en un mágico tren que cruzó la campiña a toda velocidad. Lo asegura Mr. Google: Camilla –la Rubia del Tren– fue siempre una mujer ruda, garabatera, buena para fumar, buena para montar. Todo cambió cuando se transformó en duquesa y, en el acto, seria candidata a convertirse en la próxima reina. Por ahora, en la favorecida por un fondo real de 15 millones de euros, de los cuales Camilla saca 600 mil cada año. Entre otras razones, lo que explicaría su permanente sonrisa en su paso por Chile (Camilla será mala, pero es una mala relajada). Eso y –quizás– la autoconciencia de ya ni siquiera saber quién es ella misma: ¿Camilla Shand, la hija de un rico comerciante de vinos? ¿Camilla Parker Bowles, la mujer de Andrew Parker Bowles, alguna vez uno de los buenos amigos de Carlos? ¿Gladis, su nickname como amante? ¿O Camilla Mountbatten-Windsor, duquesa de Cornualles?

Amanda levanta las cejas. Camilla, hasta hoy sólo heredera de una predisposición familiar a la osteoporosis, mueve sus huesudas manos, repletas de huecos, sobre una antiquísima pulsera de oro y turquesas que, imagino, es la que heredó de su bisabuela Alice Kepell: la amante de Eduardo VIII, el bisabuelo de Carlos (error, lo fue del tatarabuelo, en fin que aquí estoy por creer que soy el único que sabe de historia real aunque suene pedante). Luego se pone de pie y Amanda le alcanza una pequeña sombrilla, una sombrilla blanca que la hacer ver tan chiflada como distinguida rumbo a la foto oficial.

–La umbrella, la umbrella –grita un periodista, sin dejar de hacer gestos para que la duquesa abra el noble paraguas.

Camilla no pesca. Hace calor pero la sombrilla permanece cerrada. Camilla dibuja, en cambio, un fugaz, rápido, casi imperceptible, gesto de burla. Hay que reconocerlo: si algo sabe Camilla es cómo tratar a la prensa. Eso, más que seguro, desde que un radioaficionado expusiera esa grabación de la supuesta conversación de alcoba entre Camilla y Carlos, por la que los dos hijos de ella –fruto del largo matrimonio de Camilla con el brigadier Parker Bowles– fueron desde entonces objeto de burla. Eso hasta que vino la confesión. Y entonces el propio Carlos, ante más de 27 millones de televidentes, reconoció a toda Inglaterra que a Diana sí le había sido infiel con Camilla. Lo que no dijo entonces –ni nunca– es que si bien podía haber amado a Camilla de joven, ella era entonces demasiado católica, demasiado loca, demasiado cortesana, como para haberla hecho su esposa. Interesante la pregunta
Se va el Mercedes. Camilla, al caer el sol, parte a La Moneda. En la noche, la presidenta Bachelet saca sus joyas: la Concertación no tiene poco de realeza. Camilla saca ese vestido verde, de mal corte, que no le sentará bien, pero sí la hace ver humana, cercana;
tan huesuda como normal. "
¿Sirve de algo la elegancia?"
, le preguntaron una vez a Camilla. "
De nada. ¿De qué va a servir"
, respondió ella, la mujer práctica que, en privado (y en una carta que no lo fue tanto) trataba de tontorrona a Diana. Quizás Camilla siempre lo supo: como en la hípica, el caballo que corre detrás es el que puede ganar.

Martes. Hora de almuerzo. Casablanca. Viña Emiliana. Los príncipes visitan la viña de casi 300 hectáreas en la que producen vinos orgánicos, eso en la eco-línea que tanto agrada a Carlos, el hombre que en su paso por Chile aseguró que, así como van las cosas, al mundo no le quedan más de ocho años.

El planeta ha cambiado. La realeza también. O casi.

Pasa una gallina come gusanos. Pasa un pavo. Luego Carlos. Un metro más atrás Camilla, una mujer de musculosas y bien contorneadas pantorrillas, pelo blanco, peeling intenso, mala dentadura pero sonrisa segura.

Un trabajador corta un racimo. Camilla prueba unas uvas. Frente a una zanja un hombre dibuja: es el Lukas inglés, el miembro de la comitiva cuya misión es esbozar en grafito las principales estampas de la visita. Ya en Inglaterra, Carlos le pide al dibujante que le muestre los bocetos: los elegidos son coloreados.

No es África. No es Zimbabwe. No es Rhodesia. Es Chile. Pero, qué diablos, es insólito, ver a los futuros reyes de Inglaterra de paseo en esta remota campiña. Ahí está Carlos, ahí está Camilla. Ahí está la realeza. Es un minuto Star Wars. Un minuto con gente distinta, verdaderamente chiflada, especial. Hay cosas que, en mil años, no han cambiado. Ni cambiarán. Sin duda lo mejor que tiene la realeza. Lo peor son las manos de Carlos: rojas, hinchadas, extrañas las manos del príncipe Carlos.

–Ahora podrá, informalmente, conversar con Camilla mientras degustamos algunos vinos Emiliana –avisan de la producción. Ayer y hoy a la realeza le gusta que el show tenga comienzo y fin

Chanfle. ¿Qué preguntar?

–¿Se siente culpable de la muerte de Diana Spencer? Mmm.

–¿Ha sido un sueño de toda su vida convertirse en la próxima reina de Inglaterra? Qué vergüenza.

–¿Es Ud. la amante perfecta, la mujer que supo esperar? Cero posibilidades.

En el lugar hay más guardias que copas. Una mala palabra y, seguro, unos gurkas te destriparán en Las Malvinas.

Quincho de la viña: los vinos están abiertos, las copas dispuestas. Camilla entra y saluda. Alguien explica: "
Tienen que saludar diciendo su real alteza (Your Royal Highness) Luego le pueden decir ma 'am"
.

–¿Broma? ¡Ma 'am!

–Ma 'am

–Claro, es la mamá del Imperio –especula alguien. (Ma 'am es, en realidad, una abreviatura de madame aunque suena como mamá)

Camilla se acerca. Camilla dice "
wow, qué hermosa día, probando tan buenos vinos"
.

–Ni me diga, yo soy alcohólico –dice Raymundo, el periodista de Cosas, la revista que siempre siguió de cerca los pasos de la realeza.

–Jajajaja. El mundo es más divertido cuando tomamos –dice Camilla.

-¿Le gusta el vino? –pregunta otro periodista.

–Claro, no sé si sabías, pero mi papá vendía vinos.

Diablos: es la única oportunidad. Seguro, después, no habrá más preguntas.

–Ma 'am. ¿Cuándo empezó a tomar? –pregunto, respetuosamente, pero como queriendo decir desde cuándo es Ud. tan atípica, desde cuándo se echó el mundo encima a sabiendas de que podía perder, desde cuándo aceptó ser la mujer más odiada de su país, la mujer que apostó a hacer del infierno un edén. La mujer que, cuando Carlos le preguntó qué hacer en ese matrimonio que lo ahogaba, respondió: bueno, dedícate más a la caza y al polo.

–Ohhhh –dice, teatralmente Camilla– a los ocho años mi papá me preparaba una mamadera en la que mezclaba vino con agua.

–Ma 'am. Ud tiene unos ojos muy lindos.

Sonrisa

–Ma 'am, el vino hace que el mundo sea más lindo.

–La vida no tiene sentido si no hay esperanza –dice Camilla.

–Disculpen, ella debe seguir –dice alguien.

Amanda sonríe. Amanda dice: "
Yo no puedo tomar porque me pongo colorada"
. Claro: Amanda, como todos, es normal. Camilla, en cambio, es la plebeya de chasquilla, vestidos con vuelos, la rottweiler (así la llamaban) que soportó que le tiraran migajas de pan pero luego no sólo conquistó al inglés más racional sino también a la nobleza y sus bravos perros corgis en el palacio de Balmoral.

Hasta hace poco amábamos a Diana. Es hora de probar con Camilla: la mujer en las sombras, la amiga de siempre, la mujer que pasó por Chile y entonces, como buena noble, también demostró que sí puede ser inmortal.
Sergio Paz.