María Margarita, Duquesa de Anjou

Yo no encuentro válidos los argumentos legitimistas, sorry pero así lo siento.

como me gusta tanto el presidente francés, prefiero que esté él, sentado en la presidencia a ver estos nobles mal casados.

No me gustaría una reina Micaela de Francia, ni una Margarita Vargas ni tampoco a la segunda mujer plebeya del príncipe Napoléon.

Claudia, no se trata de que nosotros encontremos o no válidos los argumentos legitimistas u orleanistas, o sintamos (menos aún sentir). Se trata de lo que sobre esos argumentos dicen personas calificada para opinar sobre la cuestión como son los historiadores e investigadores, y ya sabemos por donde se inclinan.

Descuida que yo también prefiero a Sarkozy, no por lo de las plebeyas que, en últimas, al mundo no le significa ya nada si son o dejan de ser, sino por asuntos de mayor calado.

Hasta pronto, cuando me encuentre otro internet entro un ratillo.

:-) la ley del exilio que promulgo la tercera republica francesa en 1886 afectada a todos los descendientes del rey luis felipe I de francia y a los descendientes del emperador napoleon III de francia y sus parientes de la familia bonaparte, el conde de chambord habia muerto en 1883 y no le afecto evidentemente, la jefatura legitimista la tenia el principe carlos de borbon y austria-este que era considerado español por el gobierno frances, por lo que podia vivir en francia, su hijo el principe jaime de borbon y borbon-parma , siguiente jefe legitimista vivia en paris porque era considerado español por el gobierno republicano frances, y el siguiente jefe legitimista su tio el principe alfonso-carlos de borbon y austria-este vivia en viena, pero podia viajar cuando quisiera a francia porque era considerado como español por el gobierno republicano frances.
el rey alfonso XIII de españa acepto "
en secreto"
la jefatura legitimista y vivia en roma , pero nunca fue considerado frances ,era español y podia viajar a francia en cualquier momento.
su hijo el infante jaime de españa vivia en paris y viajaba a suiza porque tenia nacionalidad española.
hasta 1950 que se derogó la ley del exilio , los orleans y los bonaparte eran las dos dinastias francesas , una real y la otra imperial aceptada por la tercera y la cuarta republica francesa .
es cierto que antes habia mas orleanista que ahora, pero yo como siempre me quedo con el pasado.

:-) respondiendo a juanb, sobre el segundo matrimonio del emperador pedro I de brasil, creo que la familia beahuarnais pertenecia al tomo tercero del almanaque de gotha , su titulo de principes de Eichstatt era reconocido en el reino de baviera como "
casa principesca no soberana"
equivalente a un "
principe yusupoff"
en rusia o a un "
principe de ligne"
en belgica.
creo que el matrimonio no fue considerado morganatico sino entre iguales.

Sebas, el pasado es la dinastía de los luises, la histórica y gloriosa que cubrió a Francia de grandeza, no un trono tan corto y sin pasado como fue la de Luis Felipe y que poco aporto a la historia de francia, pero de nuevo entiendo que son cosas del corazon

saludos a todos desde avignon, ciudad papal

sebastopol escribió:creo que el matrimonio no fue considerado morganático sino entre iguales.

Error entonces y sienta un peligroso precedente en Brasil para las pretensiones de Luis Felipe.

Claudia ¿y tampoco te gustan las Medicis, la de Lorena casada con Enrique III, Leonor de Aquitania, María Checinska (o como se escriba, la que venía de Polonia?

Entiendo que te gusten los matrimonios entre iguales. Yo también preferíría que se casen a lo menos con una noble de tercera generación (para que no suban de pelo a Jesus Ortiz o su padre y salgan con que vienen de la mejor prosapia). Pero para Francia, aunque tradición, no es requisito sine que non.

me gustan todos los nobles de ayer y de hoy, que tengan buen linaje y matrimonio ejemplar.
Muy pocos de los que van quedando.

¿Pero en el caso concreto que te pregunto? Pareciera que no respecto de las Medicis pero si respecto de las Lechinska y la de Lorena que eran nobles e igualmente no aptas para un matrimonio real.

los leksinsky, Maria lesinska era hija del rey de polonia estanislao leksinska y la casa de lorena jamas fue poco apta para una boda real.
Por lo tanto Maria es hija de un Rey....
me explico la casa de austria es habsburgo lorena.
y la actual casa de Hessen son Lorena Brabante...
o sea ambas casas tienen en su apellidaje el Lorena...

como cuesta pillarlos en fotos es increible...

:-) pues a mi , maria de medicis , esposa de enrique IV de francia, no me parece mal , pues los medicis en esa epoca eran grandes duques soberanos de toscana.

Los medicis esta´n bien y M-Leszcinska, también.
Para su época estaban muy bien, después se pusieron más selectos en los matrimonios, cuando ya todos eran primos con todos y ahora la cosa se chacreó, una pena y una desgracia.

:-) estoy de acuerdo con claudia.

Sebastopol, los Medici no tenían título verdadero y sólido... Sus primos del ramo de Cósimo de Medici se autotitulaban gran duques de Toscana, y el padre de Catalina Medici se autotitulaba duque de Urbino, pero los duques de Urbino eran los Della Rovere;
fue el modelo de Machiavel, aunque su abuelo, Pedro el Inféliz, tenía acabado de dilapidar la foruna de la familia ya muy atacada por su bisabuelo, Lorenzo el Magnífico, quien sí fue muy pudiente pero solo era el hombre más influente de la república de Firenze (gonfaloniere), y plebeyo, ya que no conozco ninguna decisión de anoblecerlos (un tío de Catalina de Medici fue hecho duque de Nemours por Louis XI pero era muerto desde hacía mucho)...
Aquí su retrato, ¿cuales ascendencias africanas van imaginar para él?

Sus antepasados solo se conocían desde menos de dos siglos (es mejor que Da Letizia, claro...), cuando los Mariscotti (familia de los principes Ruspoli) ya tenían más de 7 siglos, y los Dampierre 5 siglos, de existencia.
La madre de Catalina de Medici era noble, de los La Tour d'Auvergne, una gran familia pero no principesca (familia no muy antigua por línea agnática, teniendo casado con una condesa de Auvergne), aunque fue considerado una gran alianza porque era prima de la reina de Escocia y de principes de la casa de Lorena.
Claro, el matrimonio del duque de Orléans (el marido de Catalina era el segundo hijo del rey François Ier), aunque éste no debía reinar, pensaban, fue considerado grave "
mésalliance"
, y fue considerado que su dote (100.000 ducados más joyas de valor igual) compensaba poco tal desigualdad, y tampoco su belleza (era fea, como cierta princesa por matrimonio conocida, pero por la razón opuesta : no tenía barbilla)... pero ninguién imaginó que esta desigualdad podía tirarle al duque de Orléans, su posición dinástica. Y Fue una de nuestras más grandes reinas, y salvó el reino y la catolicidad en Francia, nada menos.
Da Margarita es muy probablemente noble, aunque no sea necesario lo considero preferable, y don Luis Alfonso es el sucesor de los reyes de Francia, sus primos Orléans siendo en más o menos 70a posición, y siendo al mismo tiempo sucesores del "
rey de los Franceses"
Louis-Philippe (pero, ¿cual sucesión para este reino tan breve, tiránico y traidor?) y los bonaparte lo son de los dos imperadores Napoléon que tivemos.
Claro, en los actos oficiales como la misa anual de fundación del hospital de los Inválidos, los Orléans pasan después de los Borbones... y de los Napoléon.

María de Medici era más noble, de otro ramo, el título de gran duque de Toscana era más asegurado, etc. Y fue pésima regente de Francia, y madre de rey. Casi hizo llegar su hijo Louis XIII a homosexualidad...
María Leszczynska era de una familia de nobleza antigua ero nada real, o casi nada. El rey de Suecia, quién tenía invadido la Polonia, escogió a su padre como candidato a rey de Polonia (en Polonia la monarquía era electiva) y fue electo en 1704 pero ya tenía rey vitalicio electo, August II. En 1709, fue destituido por August II, y Carlos XII de Suecia fue preso en Bessarabia, y Stanislas fue voluntariamente con él, lo que hace que a su liberación, Carlos XII le confió la gestión de su (pequeña) principaldad en Alemania. Al muerte de Carlos XII, fue a refugiarse en Wissemburg, muy cerca de donde vivo, con una pensión, muy modesta, del regente de Francia, mientras tentaba negociar el matrimonio de su hija con un primo lejano del rey, muy viejo, el duque de Bourbon (la amante del duque era quién negociaba). Al muerte del regente, Louis XV, con solo 13 años, nombró al duque de Bourbon como primer ministro. Éste, considerando que el rey tenía salud frasca, que su novia, la infanta Maria Ana, solo tenía 6 años, era más razonable quebrar el noviazgo y casar el rey con una novia en edad de tener niños. Su amante, entonces, vió el modo de monstrar su influenza a toda la sociedad, organizando el matrimonio del propio rey. Y fue así que Louis XV casó con una señorita de simples nobleza... que también fue una muy gran reina (y Sanislas Leszczyń
ski fue un muy gran duque vitalicio de Lorena, aínda lembrado con emoción en Lorena).

encantado de volver a leerte thrib, :-) gracias por tus conocimientos sobre la familia medicis, te queria hacer una pregunta, ¿es leyenda o es realidad que luis XIII de francia era homosexual y despues de 23 años de matrimonio no consumado, la reina ana de francia, nacida infanta de españa se quedo embarazada del futuro luis XIV de un adulterio con el cardenal mazarino (primer ministro de francia) y que su segundo hijo el duque de orleans nacido en 1640 tambien es hijo biologico del cardenal ?
gracias de antemano.

Su madre, Maria de Medici, era muy celosa y muy inféliz de las (inumerables) infidelidades de Henri IV (soy bearnesa, y en Béarn, se dice que casi todos lo tenemos como antepasado, aunque vivió muy poco de adulto en Béarn).
Maria de Medici tentó impedir su hijo Louis XIII de tener gusto para las mujeres, y eso por el miedo y la religión. No teniendo la afeción de su madre (por culpa de la "
hermana de leche"
de ésta, Eleonora Galigaï, y de su marido, hecho mariscal?), la reportó sobre amigos, con quiénes por ésto, tenía una amistad casi amorosa.
Cuando se casó, en 1615, no fue cápaz de cumplir su deber, y su esposa resultó muy amarga, él también porque parece que ella tentó forzarlo para que el matrimonio no pueda ser anulado. Se separaron inmediatamente.
Tres años después, un favorito de Louis XIII, el duque de Luynes, tentó acercarles : hizo volver a España las damas españolas de la reina, y ésta hubo damas francesas (entre lascuales la duquesa de Luynes), se visitó a la francesa, etc. Estos esfuerzos daron fruto y en 1619, los reyes de nuevo cohabitaron. La reina hubo dos abortos (involontarios, claro), y del secundo, en 1622, el rey culpó a la duquesa de Luynes. El duque de Luynes siendo muerto, hubo una larga separación de 15 años, por causas tan políticas (oposición entre la reina y Richelieu, quién tentó calomniarla;
además, quedó aliada con su hermano Felipe IV) que sentimentales.
Solo después de esta separación, volvieron a relaciones conyugales en 1637. De nuevo la reina tuvo dos abortos, hizo romeros, y en 1638 nació Louis XIV...
Louis XIII fue amoroso (platonicamente) de Marie de Hautefort (antes de ver que no era desinteresada), hasta 1635, luego de Louise de La Fayette, quén ya tenía vocación religiosa y era buenísima (amor también platónico), hasta que entra en la Visitación de París donde rezó para la prosperidad del rey, del cuyo tenía visitas que aprovechaba para convencerlo de acercarse de la reina.
Para resumar, Louis XIII hubo una sexualidad muy muy reducida, y en nuestra época, hubiera podido llegar a homosexualidad, pero no lo era realmente, y claro nunca practicó homosexualidad;
y sus hijos son bién de él, ambos.

Gracias Sebastopol...

Me encanta leerlos, porque aprendo un montón!!! !que manera tienen ustedes de conocer l historia!!!!!!!!

:-)

super interesante!!!

Es que estes últimos años, se descubrieron muchas cosas en historia, y historiadores/escritores de mucho valor escribieron libres interesantísimos, con los cuales me gustaría llenar mi biblioteca si tenía bastante dinero...

:-) saludos a kale, otra pregunta para trib, ¿quien se supone que era el caballero de la mascara de hierro? que estuvo muchos años encerrado en la carcel de la bastilla durante el reinado de luis XIV de francia, se rumoreaba que un hermano gemelo del rey, pero me extraña que eso sea verdad, me imagino que sera leyenda, pero entonces porque no habia registros de su identidad.
gracias de antemano por tu respuesta.

La llegada de Thrib me ha salvado, pues aunque no tengo muchos fundamentos para mis afirmaciones, no hay que ser muy erudito para saber que María Lechinsca (o como se escriba) era hija de un rey elegido (no comparable, en consecuencia, a los hereditarios) y los Médicis, vamos, todos sabemos que eran plebeyos, que yo el dia de mañana me de un título por muy millonario que sea, no me hace tan noble como una familia reinante de verdad.

Veo que una vez más la argumentación va poe el lado de los legitimistas.

En mayoría, los reyes elegidos de Polonia eran principes de casas importantes (aunque generalmente abajo de casas reales) como el verdadero rey elegido de la época, August II de Sajonía, electo rey de Polonia en 1697 al muerte de Jan III Sobieski. Con el zar de Rusia, decidió invadir la Suecia, pero Carlos XII de Suecia ganó, invadió en su vez la Polonia y hizo elegir a Stanislas Leszczynski, cuya elección, dificilmente puede ser considerada válida... "
Reinó"
de 1704 a 1709, luego el verdadero rey, August II, consiguió recuperar el trono, hasta su muerte en 1733;
Stanislas Lesczynski, entonces, fue una especie de intendente para una posesión de Carlos XII en Alsacia, y después del muerte de Carlos XII, nada, no tenía nada salvo una modesta pensión y un pequeño palacete otorgados por caridad por el regente de Francia. Además, como lo escribí, era de nobleza media, en nada principesca (aunque tenía algunos antepasados reales del siglo XIII, y un emperador bizantino del siglo XIV).
Eso puesto, Maria Leszynska fue una excelente reina de Francia, y creo que, si la religión católica sobrevivió a la Revolución, se lo debe por parte a ella.

Un hermano gemelo del rey, realmento, no veo como.
El rey Louis XIV hizo despesas inmensa para su conforto, y tomó precauciones enormes, entonces, era necesariamente un secreto importante... No pienso que haya sido un bastardo de él, no les celaba... Se dice que, talvez, un hijo de un matrimonio secreto entre su madre (entonces viuda) y el ministre Mazarini... pero no creo que nada haya sido demostrado, la sola cosa a favor de esta tesis, talvez es la falta de imaginación para descubrir la verdadera identidad de la persona...

:-) una pregunta para trihb , en que año del siglo diecinueve se extinguieron los borbon-conde y los borbon-conti, principes de la sangre de francia.

El ramo se extinguió en 1830 : poco después de la llegada de Louis-Philippe, el último principe de Condé, quién había sido convencido por su amante de hacer del duque de Aumale, su ahijado, su heredero universal (su fortuna era de 65 milliones, el equivalente de hoy más de 500 milliones de euros, en un tiempo donde no había tan grandes fortunas, salvo Louis-Philippe), con 2 milliones y castillos para la amante. Con la usurpación de Louis-Philippe, decidió cambiar sus disposiciones, y Louis-Philippe mandó que se le impida por cualquier manera. La (antigua) amante le mató y hizo que el asesinato parezca un accidente, y así fue juzgado. El duque de Aumale, entonces era niño, pero después, sabiendo el origen de su fortuna, la legó a caridades, a la Academía de lacual era miembro, etc.
Triste fin para un ramo tan real...
El hijo único del principe de Condé, el duque de Enghien, había sido raptado en Alemania por Napoléon quién lo hizo asesinar para complacer a los revolucionarios.

muy interesante niños ;
)

Celebro el regreso de Thrib! Realmente hace mucho que entendí que las argumentaciones legitimistas eran sólidas y bastante irrebatibles, lo cual es mucho en conflictos dinásticos que casi siempre son confusos.

No sé quien dijo por ahí que anteriormente no eran tan estrictos en lo tocante a los matrimonios con personas no de sangre real y que luego, cuando todos eran primos, cambiaron las cosas. Pues sí, es muy cierto. Sólo que es una paradoja que cuando se hicieron más estrictos fue cuando comienza su propia decadencia, ya que de guerreros heroicos al servicio de sus pueblos, de aristócratas verdaderos(el gobierno de los mejores) se fueron convirtiendo en ociosos hedonistas burgueses amantes de sus privilegios y no tanto de sus derechos hasta devenir en lo que hoy son. El siglo XIX fue un siglo de salones enjoyados que me encantan y nada tengo contra las joyas y el boato monárquico que amo, pero la realidad es que todo ese "
glamour"
fue en detrimento de ellos mismos en tiempos de cambios y revoluciones políticas e industriales que trajeron al mundo una nueva forma de pensar. Si hubieran sido más sobrios y entregados, tal vez las cosas hubieran discurrido de otra manera.

Yo creo que parte de la mentalidad burguesa les vinió de los principes alemanes, cuya principal actividad ya era organizar matrimonios;
parte, pero no todo.
Cuando voltaron a Francia los emigrados de la Revolución, no supieron ser señores, solo soñaban un pasado idealizado y procuraban privilegios. Hubo excepciones, claro.

:-) pregunta para trihb, ¿cuando el rey carlos X de francia huyo en 1830 a austria con los duques de angulema y su nieto el conde de chambord, que paises aceptaron al nuevo rey luis felipe?¿la rusia zarista reconocio de inmediato al nuevo rey o espero varios años?
y que hizo la santa sede.
cuando murio el rey en 1836 le reconocia alguien, quien fue a su entierro de la realeza europea en un monasterio situado en eslovenia(provincia de austria).?

Sí, fue aceptado bastante facilmente, en particular por Inglaterra (era mucho más anglófilo que carlos X) diciendo que su acesión al trono fue solo un sacrifico para evitar una nueva revolución.
En Rusia, el zar aceptó su gobierno, si aceptar reconocerlo como rey (lo hizo meses después). En Portugal, don Miguel no le roconeció, pero don Pedro, sí.
Solo el duque de Modena (un Habsburgo) recusó reconocer la usurpación. Sus hijas casaron, una con el conde de Chambord y la otra con don Juan, hijo de don Carlos (Juan III para Francia).

:-) me parece que el ultimo representante de los duques soberanos de modena murio en viena en 1875, seria un hermano de la condesa de chambord, y esa rama quedo extinguida.

pero el emperador carlos I de austria -hungria concedio a su tercer hijo el archiduque roberto , nacido en 1915 el titulo de archiduque de austria-este como nuevo representante de la rama de modena.
su hijo es el archiduque lorenzo de austria-este que esta casado con la princesa astrid de belgica, ¿no te parece romantico el acto del emperador al reinstaurar esa rama en uno de sus hijos?

Romantico no sé... Actuaba así porque los Habsburgos habían heredado muchos territorios en Italia, y querían reivindicarlos.
El nombe de Este me suena muy lindo (cuando era niña me hacía soñar), por causa de "
Les Jeux d'Eaux à la Villa d'Este"
de Franz Liszt,
http://fr.youtube.com/watch?v=OeRoOE-bLIk, del retrato de una princesa d'Este, del Pisanello, cuya finesa me encantaba :
y de Modeste Mignon, personaje de Balzac quién asinaba sus cartas al poeta Canalis : O. d'Este-M., anagrama de su nombre.

Hace días que no vienen Sesbatopol ni Thrib y los echo de menos.

Artículo recientemente publicado del Conde de Miramar.

Vive le roi! La cuestión monárquica en Francia

23 de enero de 2008 Tamaño de la letra
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21 de enero de 1793. En la Plaza de la Revolución (ex de Luis XV) se perfila la siniestra guillotina, que aguarda a su más ilustre víctima: Luis XVI, a quien pocos meses antes se ha despojado de la corona y del resto de poder que le quedaba, llamándosele simplemente Capeto, nombre con el que su dinastía gobernó Francia durante más de ochocientos años. En medio de un despliegue inusual de tropas y una vigilancia estrechísima (pues se teme, con razón, una reacción popular contra el regicidio que está por cometerse), y precedido por un cortejo de tambores, llega desde el Temple, después de una interminable hora de recorrido, el coche que lleva al que fuera el Rey Cristianísimo de Francia y de Navarra (y entre 1789 y 1792, Rey de los Franceses) en compañía de su confesor el abate irlandés Henri Essex Edgeworth de Firmont, sacerdote no juramentado, que asiste a su ilustre penitente en los momentos supremos.

Ya en el lugar de su ejecución, Luis saca todo el carácter fiero y orgulloso de su augusta raza: se niega a que los verdugos le desnuden. Prefiere quitarse él mismo sus ropas hasta quedarse en camisa. Probablemente considere lo trágicamente irónico de su situación, él, cuya toilette se había hallado estrictamente regulada por la etiqueta, sin que nadie que no tuviera un alto rango en la corte pudiera alcanzarle sus vestidos. A seguido toca atarle las manos. ¿A él, la escritura de cuyos regios dedos había tenido el poder de decidir el destino de Francia? Se revuelve también contra este ultraje, pero es el trámite y los funcionarios de la Revolución no cejan. El confesor convence al descendiente del Rey Sol de que tiene la oportunidad de asemejarse en esto también a su Dios, que fue atado y humillado en su Pasión. Luis, que es un buen cristiano, haciendo personal honor a su antiguo y tradicional apelativo de Rey Cristianísimo, accede, pues, a este nuevo ultraje diciendo a sus verdugos que hagan lo que quieran, pues beberá de su amargo cáliz hasta las heces.

Ya está listo para ascender las gradas del cadalso. El abate Edgeworth de Firmont le dirige unas últimas palabras de aliento prometiéndole la bienaventuranza: “¡Hijo de San Luis, subid al cielo!”, y Luis se avía al matadero. Quiere decir unas últimas palabras a su otrora fiel pueblo;
declara su inocencia y otorga su perdón, pero su voz es acallada por los tambores que empiezan a batir para que no pueda conmover a los miles de testigos que se agolpan alrededor y que van a ver morir al que fuera su rey. La cabeza de Luis Augusto de Borbón cae seccionada por la inexorable cuchilla a las 10 horas y 22 minutos de la mañana. El verdugo en jefe Sanson la recoge y la muestra a la multitud para que quede bien patente que se acabaron definitivamente los reyes en Francia. Pero la maquinaria de la Monarquía es automática y no menos eficaz que la de la guillotina: en un rincón de la húmeda e inhóspita prisión del Temple, un niño acaba de convertirse en Luis XVII. Nunca llegará a reinar efectivamente y morirá probablemente consumido por la tisis de allí a dos años, sin haber vuelto a gozar de la libertad. No por eso habrá dejado de ser Rey de Francia y de Navarra y de ocupar su lugar en la nomenclatura dinástica.

La efeméride que nos ocupa es propicia para seguir el hilo de nuestra serie sobre la monarquía, ocupándonos esta vez de la cuestión dinástica francesa, cuestión ciertamente académica, porque no es probable una restauración del trono en el país en el que Sarkozy está reactivando una república que daba ya graves signos de agotamiento, pero no por ello menos relevante, al menos para un pueblo como el francés que ama su Historia y se apasiona con ella (al revés de lo que pasa en España, donde la Historia prácticamente ni se enseña ni interesa salvo cuando es cuestión de blandir de forma partidista viejos fantasmas de memorias históricas selectivas). Hablaremos, pues, hoy de la disputa entre Borbones y Orleáns sobre la corona francesa.

De Felipe Igualdad a la Corona burguesa

Para comprender la envergadura de este asunto que tantas pasiones enciende allende los Pirineos en los círculos monárquicos, hay que remontarse a Luis Felipe José de Orléans, duque de Orléans y primer príncipe de la sangre, cabeza de la rama segundona de los Borbones de Francia y primo más o menos lejano de Luis XVI. Este personaje era descendiente directo de Monsieur, el hermano de Luis XIV, príncipe más que equívoco dada su notoria homosexualidad (lo que bajo el Antiguo Régimen no constituía mayor escándalo), pero de quien paradójicamente descienden –por una u otra línea– la gran mayoría de casas reales de Europa. Frustrado en sus esperanzas de hacer una brillante carrera en la corte o bajo las armas (dado que los Orléans no eran bienquistos en Versalles por su mala fama), Felipe se convirtió en un conspirador. En 1771, se hizo elegir Gran Maestre del Gran Oriente de Francia (la masonería gala). Hizo del Palais Royal, su residencia oficial en París, el centro de la subversión, pagando libelistas y agitadores políticos. Allí fue donde se fraguó la campaña de desprestigio de la reina María Antonieta, cuya reputación quedó arruinada de modo decisivo y fatal para la monarquía. En 1787, ante la Asamblea de Notables (convocada por Luis XVI para hacer frente a la delicada situación financiera), manifestó abiertamente su hostilidad al gobierno. En los Estados Generales de 1789 se puso ostensiblemente de parte de los innovadores pasando a las filas del Tercer Estado. Se hizo jacobino y maniobró lo que pudo para hacer deponer a su primo y ser proclamado él mismo rey. Renegó de su rango y de su apellido haciéndose llamar Felipe Igualdad y votó la muerte de Luis XVI, lo que manchó para siempre su infausta memoria con el baldón del regicidio. A pesar de sus intrigas, no pudo librarse de perecer en el cadalso.

Después de la tormenta revolucionaria y del paréntesis de Bonaparte, volvieron los Borbones a reinar en Francia, sucediéndose en el trono los hermanos del rey guillotinado: Luis XVIII y Carlos X. Éstos gobernaron bajo un régimen de Carta (ni absolutista ni propiamente constitucional) y se mostraron magnánimos con el hijo del regicida, Luis Felipe de Orléans, a quien, a pesar de su pasado jacobino y de su oposición a la rama mayor (pues había seguido los pasos de su padre), restituyeron en sus títulos, rango, honores y propiedades. Pero el agraciado pagó vilmente la bondad de sus tíos, aprovechándose de la Insurrección de Julio de 1830 para medrar. En efecto, siendo así que el depuesto Carlos X le había confiado la lugartenencia del Reino para preservar los derechos de su nieto el duque de Bordeaux, Luis Felipe aceptó la corona que le ofrecían los revolucionarios y decretó el exilio de sus parientes. Además, declaró que su monarquía nada debía al pasado y para mejor marcar las distancias se proclamó Luis Felipe I, Rey de los Franceses, abandonando el blasón flordelisado de Francia y substituyéndolo por el de la Carta constitucional de 1831, que consagraba un régimen liberal censitario, es decir, la Revolución burguesa coronada.

Carlos X y su familia recorrieron tristemente Europa en busca de un lugar donde pasar su destierro, quedándose finalmente en Gorizia, donde murió el rey destronado y fue enterrado. Su hijo el duque de Angulema, casado con su prima, la única sobreviviente de la prisión del Temple, hija de Luis XVI y María Antonieta, recibió la legitimidad como conde de Marnes y la transmitió a su sobrino Enrique, duque de Bordeaux, que tomó el título de conde de Chambord. La Revolución de Febrero de 1848 dio al traste con la corona espuria del “Rey Ciudadano”, muriendo Luis Felipe I en su destierro inglés dos años después. Sucediéronse en Francia la Segunda República y el Segundo Imperio, feneciendo este último como consecuencia de la traumática capitulación de Sedán. Pareció llegada la hora de la vuelta de la monarquía tradicional, pero Enrique de Chambord no quiso saber nada de una restauración bajo los símbolos y lema de la Revolución y prefirió dejar pasar la corona que se le ofrecía. Como el partido monárquico era entonces muy fuerte, los Orléans procuraron congraciarse con el nieto de Carlos X, esperando así recoger su herencia. Pero Enrique tenía un gran sentido dinástico y, aunque perdonó a sus díscolos primos (para no dividir las fuerzas monárquicas), sabía bien que después de él la legitimidad recaía en sus agnados más próximos: los Borbones de España. En 1883, murió el conde de Chambord en Frohsdorf. De aquel año data la disputa entre la rama primogénita de los Borbones y la rama segundogénita (la de los Orléans).

La corona francesa lleva el apellido Martínez

Los Orléans basan sus pretensiones en la exclusión que, según ellos, debe hacerse de los Borbones mayores por dos motivos: primero, por descender todos ellos de Felipe V, nieto de Luis XIV, que en 1713, para consolidarse en el trono de España, renunció por sí y por sus sucesores al de Francia con ocasión del Tratado de Utrecht;
segundo, por su carácter extranjero (peregrinidad). Ahora bien, al sostener esto no caen en la cuenta (o no quieren aceptar) que la corona en Francia es estatutaria y se rige por unos principios fundamentales e inmutables establecidos desde el advenimiento de los Capetos en 987. Dichos principios establecen que se sucede por estricta primogenitura en línea de varón (agnación) y con exclusión absoluta de las hembras (Ley Sálica), y que el soberano debe ser nacido de justas nupcias (matrimonio canónico válido o contraído en buena fe) y de religión católica.

La corona es, además, indisponible e irrenunciable, ya que no se trata de un patrimonio privado que pueda transmitirse dependiendo de la libre voluntad del titular, sino de un bien de la nación que se rige por un estatuto inmutable. Por eso más que de “heredero” ha de hablarse de “sucesor”. Así pues, la renuncia de Felipe V puede ser considerada nula por lo que respecta al derecho dinástico francés (como lo fue el Tratado de Troyes de 1420, que excluía de la corona al delfín Carlos a favor del rey Enrique V de Inglaterra). No existe, por otra parte, ningún vicio de peregrinidad que impida a un extranjero acceder al trono francés (Enrique IV, por ejemplo, era navarro). Algunos también aducen un vicio de morganatismo, pero en la tradición monárquica francesa se admite la posibilidad de los matrimonios desiguales (aunque no se haya dado el hecho).

De acuerdo con estos principios, hoy por hoy es indiscutible que S.A.R. Luis de Borbón, duque de Anjou (para más señas, Luis Alfonso de Borbón y Martínez-Bordíu), tiene el mejor derecho a la sucesión al trono francés (en el caso de que éste existiera, por supuesto). Los Orléans son simples y lejanos segundones que no podrían ocuparlo sino una vez que se extinguieran todas las ramas de los Borbones mayores (Borbón-España, Borbón-Sevilla, Borbón-Dos Sicilias, Borbón-Parma y Borbón-Luxemburgo), lo cual, visto el número de agnados existentes, es muy poco probable… afortunadamente para los franceses, aunque sea la pesadilla de los Orléans, de cuyas andanzas nos ocuparemos en otra ocasión.