Elisabeth, emperatriz de Austria-Hungría

Hola! como estan todos! no he vuelto a entrar porq he estado full ocupado con lo de mi acto de grado q ya se acerca y no habia tiempo de leer mucho el libro de hamman!
Aun no lo termino! pero me gusta mucho! es por lejos la mejor biografia de elisabeth q he leido (y q leere creo, porq aqui no llegan muchas de ella! :/ )

Me sorprendió la manera en que relatan el compromiso y la boda! es muy facil imaginar lo grandioso q debio de haber sido todo! casi q lo podia veia todo mientras leia!jeje!
Muchas preguntas han surgido a medida q leo y q comprendo (creo) mejor las razones y las circunstancias de elizabeth. Lo primero q me llamo la atencion es saber cuanto resentian (por no decir detestaban) la figura de la emperatriz en la corte y el tiempo q tardo en darse cuenta de lo q era (la emperatriz!, ni mas ni menos) para hacer valer sus derechos! de esto tengo varios comentarios, pero los hago despues, es mejor ir por partes! xD!

Tambien, gracias a la lectura, ahora juzgo mucho menos y de manera menos critica sus achaques y sus huidas para escapar de ese mundo q la asfixiaba! este punto era uno de los q mas criticaba yo de ella, porq en realidad no conocia las circunstancias q la rodeaban! (aunq aun creo, al mens por ahora, que no le prestó la atencion debida a sus hijos, especialmente a gisela, pero seguire leyendo... , por supuesto, entendiendo mas como fueron las cosas pues se vuelve uno menos criticon! )

Sin duda, los primeros años del matrimonio fueron dificiles, segun entendi el "
trigger"
para q elizabeth cambiara su actitud y huyera (Madeira y Corfú) fue el oir los rumores de los amorios de su esposo! y la verdad no la culpo! otra cosa q descubri fue lo propensa (en el libro lo llaman hipersensibilidad) q era a depresiones fuertes y problemas mentales de ese tipo, por lo q su actitud de huida ante semejantes hechos ya no me parece tan descabellada! La emperatriz no estaba loca (es solo mi opinion) pero si cargaba, por lo que he podido entender en base a la lectura, muy serios problemas de autoestima y depresiones fuertes, lo q desembocó, en mi opinion solamente, en sus transtornos alimenticios, las huidas y el culto a su belleza! capitulo q por cierto tambien me llamo muuucho la atencion, pero como dije, mejor por partes! xD! Claro, no creo que en el siglo XIX se hablara en los circulos medicos de la depresion como enfermedad seria, como lo es ahora, con consecuencias serias y tratamiento apropiado, aunq por supuesto espero una correccion si me equivoco.

Espero ir por buen camino! :s
espero comentarios para feedback y saber si voy bien jeje! aun hay muchas cosas q me han llamado la atencion y dudas q me han surgido mientras leo, luego las publico para q helena o alguien m las aclaren!

gracias!!! a la lectura hehe!

Entonces somos dos damas con los pensamientos espesos la tarde/noche de hoy.

Simplemente contestaba a las preguntas anteriores que dejaste aquí, como que no se les podría considerar como "
locos"
. Son simplemente personas que tenían sus cosas, les gustaba cosas particulares. Por ejemplo, tomo tus palabras: el ser gay y que le gusta el arte, no tiene nada de particular. Es una persona que le gusta apreciar lo bello, nada más.

ay perdon! creo q me extendi mucho! :s
es q es un libro interesante!
intentare resumir para la proxima asi no se agobian leyendo! :s

¡Ahora sí entiendo lo que querías decir, Rosy!
De acuerdo!!!

Néstor vas bien y sobre todo con un mérito muy grande: estás leyendo el libro como debe ser, para poder comentar con propiedad. Sólo decirte que las depresiones que sufría Elisabeth son bastante comunes y las sufre cualquiera, antes las llamaban pasión de ánimo o melancolía, pero siempre han existido. También la falta de autoestima cualquiera la padece en una determinada época de su vida ¡hasta Napoleón! Es la forma de apechugar con ella la que diferencia una personalidad de otra. Luego te releeré de nuevo y comento más a tu mensaje.

por ahi estuve leyendo q se comento q no era factible realizar una pelicula con la elizabeth verdadera! yo creo q si, seria genial!!
ultimamente se han visto varios casos de peliculas que tratan la historia de mujeres complicadas y diferentes que de alguna u otra forma se revelan contra lo convencional en sus epocas.Por ejemplo: The Duchess con Keira Knightley, Marie antoientte con Kirsten Dunst e incluso Revolutionary Road con Kate Winslet y Leonardo DiCaprio. Esta ultima, aunq se desarrolla a mediados del siglo XX cuenta tambien con la historia de una mujer dificil y diferente!
No digo q sus historias sean exactas a las de elizabeth, pero se han hecho!!! ademas esos roles genralmente les traen premios a las actrices a los interpretan,lo q es otro incentivo!

Hola Nestor,

Como ser factible, lo sería , claro, material hay de sobra.
Creo que el problema viene en que ya se han hecho las edulcoradas pélículas de "
Sissi emperatriz"
y la gente estaría predispuesta a ver mas de lo mismo y eso no apetece. No creo que haya ningún productor interesado en este proyecto, pero si lo está........................ que nos llame a nosotros para asesorarle , sobre todo a Helena, que sí que daría una versión fidedigna de los hechos.

Yo creo que aquellas "
pastelosas"
películas hicieron que algunas personas se interesaran por la vida de la Emperatriz y al final por la historia del Imperio.
Si bien es verdad que mucha gente se quedó en esa historia de amor entre Sissí y el emperador, mucha otra investigo, o se interesó por otros aspectos y aquí están (o estamos).
En esa medida habría que darles las gracias a esas peliculitas ¿no?

En eso estamos de acuerdo Planta, gracias a las películas la gente conoció la existencia de la Emperatriz, pero no su forma de ser y vivir.

Efectivamente Andrómeda, pero quien sitió curiosidad siguió investigando esa vida y al final estudió la carrera de Historia. Hablo por mi. Con esas películas y otras parecidas se me "
espabiló"
la neurona, por eso es que yo le estoy agradecida a las peliculillas en cuestión

Chicas, Elisabeth en vida era ya famosa en Europa. La Emperatriz tenía fama de ser una hermosa mujer, culta y enigmática a la que todo el mundo quería conocer.
Uno de sus primeros biógrafos, Karl Tschuppik ya en la década del treinta la retrató tal como fue. Luego vinieron las elucubraciones basadas en la obra de Corti que escribió una biografía muy buena, pero con mucha idealización de la Emperatriz y después la Hamman no se quedó detrás, aunque por razones ideológicas muy distintas, sin mentir pero omitiendo lo que no convenía a su tesis, desde un estupendo trabajo, las cosas donde sean. Ambos historiadores nos la presentaron desde ópticas demasiado subjetivas. Las películas la catapultaron a una fama internacional que ella no hubiera deseado, pero Elisabeth fue famosa en su época, relatado en infinidad de obras sobre ella y la monarquía.

Hay muchos detalles en la biografía de Elisabeth que nosotras pudiéramos señalar a sus nuevos estudiosos, y sobre todo decirles que trataran de no incitar a pensar sobre ella lo que nunca fue.

he encontrado este articulo! son cosas q ya sabemos y a lo mejor ya varios lo han leido, pero me parecio interesante, ademas creo q tiene veracidad en lo q dice, al menos en la mayoria de las cosas q afirma. Lo coloco para discutir las cosas que pueden ser falsas, ya que aun estoy aprendiendo a distinguir lo real de lo ficiticio en la vida de elizabeth.


Sissi, bulímica y anoréxica
LA AUREOLA romántica de la Emperatriz ha ocultado sus obsesiones por el físico. Su afición a comer dulces de forma compulsiva era compensada por maratonianas sesiones de gimnasia y dietas a base de carne cruda y sangre de buey.

MÓNICA FOKKELMAN. Viena
Sissi Emperatriz no era la dulce princesita encarnada en celuloide por Romy Schneider. Vivía obsesionada por su delgadez, algo que afectó a su salud y a su carácter. / CORBIS
Las valiosas piezas de platería y porcelana imperiales que se exhiben en la mesa de banquete del vienés Palacio de Invierno de Hofburg (Austria) no adornaron los ágapes de todos los miembros de la Casa Habsburgo que durante siglos ocuparon las diferentes alas del palacio.

Aunque las exigencias del marketing turístico nos hagan revivir la tradición imperial y el ceremonial palaciego, la emperatriz que más se saltó las reglas protocolarias, ausentándose en muchas ocasiones de las comidas reales, fue Isabel de Austria, más conocida por Sissi.

Casada desde los 16 años con el Emperador Francisco José, a los 25 años Sissi empezó a obsesionarse con su figura que quería mantener perfecta, según relata el libro Programas de las dietas de Sissi, que acaba de publicar la editorial austriaca Amalthea, de la escritora Gabriele Praschl-Bichler.

Con el enfermizo fin de mantener su peso de 50 kilos (repartidos en una estatura de 1,72) y de guardar su cintura de tan sólo 47 centímetros, Sissi se inventó una serie de dietas de adelgazamiento y hábitos alimenticios. A falta de especialistas en nutrición, que no existían en su época, nadie podía decirle a la emperatriz que su cuadro correspondía al de una enferma bulimaréxica. La palabra comprende a los aquejados de las dos enfermedades nutricionales más extendidas del Occidente actual: la bulimia y la anorexia.Se observa en personas propensas a los atracones de comida compensados con la obsesión compulsiva de hacer ejercicio.

Sus comportamientos obsesivos no sólo afectaron a sus dietas sino también a sus ocupaciones diarias, marcadas por un frenético afán de moverse, de no sentarse, de andar horas y horas por el monte y de montar otras muchas horas más a caballo.

El desencadenante principal de esta recalcitrante manía de mantenerse bella y delgada surgió a raíz de sus tres primeros embarazos.Sissi tuvo cuatro hijos: Sophie (que murió a los dos años), Gisela, Rodolfo y Valéry. Sissi no sólo no deseó jamás descendencia.Además aborrecía a los niños y odiaba el olor de los bebés.

Las torturas a las que sometió su cuerpo grácil no solo atentaron contra su salud, sino que además aumentaron su irritabilidad y le provocaron insomnio.

Un consomé compuesto por una mezcla de carne de ternera, pollo, venado y perdiz;
carne fría, sangre de buey cruda, leche, tartas, pasteles y helado constituyeron los alimentos principales de la Emperatriz. Prescindió durante casi toda su vida adulta de verduras y de fruta, a excepción de las naranjas.

Su apetito no se mostraba ante cualquiera. La Emperatriz desaperecía normalmente de la mesa si estaba en presencia de su marido o de su familia política. Los únicos privilegiados que llegaron a disfrutar de la imagen de la Emperatriz sentada a una mesa debidamente puesta fueron sus ocho hermanos y hermanas, algún que otro miembro escogido de su familia de Baviera, los Wittelsbacher;
su hija menor, Valéry, a la que adoraba y a la que solía referirse como su única hija;
y su profesor de equitación, el inglés Bay Middleton, de quien se enamoró perdidamente.

Se dejó influenciar por las dietas que seguían los jinetes ingleses con los que participó en un sinfín de monterías, convirtiendo el beefsteak crudo en el único alimento que solía tomar durante sus largas horas a caballo.

Ni siquiera en su castillo húngaro de Gödöllö, donde tenía su propia cuadra con más de 60 caballos, dejó de aplicar este férreo tratamiento, cuya austeridad compensaba muchas veces con la celebración de espectáculos circenses y noches de música zíngara.

Su especial relación con Hungría, país del que fue reina, es de sobra conocida. No sólo adoraba el ardor y la vivacidad de los húngaros, sino que además influyó decisivamente en el importantísimo acuerdo que se firmó en 1867 entre Austria y Hungría, conocido como el Compromiso Austro-húngaro, por el que se creó la doble monarquía conservando cada estado su propia administración e instituciones. A su preferida, Valéry, la llamaba «mi hija húngara», por haber nacido en ese país. Casi todos los diarios escritos por Valéry hacen mención especial a los arranques de apetito que de vez en cuando tenía su madre. Cuando Sissi se juntaba con sus hermanos ingería grandes cantidades de chocolate, tartas de crema y helados (su preferido era el de violetas).

SU PROPIO ESTABLO
Su bebida favorita era la leche, una de las pocas pasiones que llegó a compartir con su marido. En el palacio de verano de Schönbrunn mandó instalar un establo. Para no prescindir de leche fresca durante sus largos viajes, solía transportar vacas, cabras o corderos con ella.

Las dos semanas que solía pasar cada año en su castillo de Achilleon, en Corfú, implicaban el trasiego incesante del yate imperial Miramar, que desde Trieste hacía llegar sus pedidos de chocolote, especias, vino, cerveza y carne.

Sus extravagancias también se reflejaron en sus fantasías literarias.Entusiasmada por los relatos de Homero, convirtió sus viajes en barco a Corfú en verdaderas emulaciones de la Odisea, que revivía haciéndose atar al mástil en las jornadas más tempestuosas.

Los atracones de pasteles los compensaba con singulares dietas creadas por una terquedad inusitada y una voluntad férrea.

Las más conocidas consistían en un revuelto de cinco o seis claras de huevo con un poco de sal, o en el caldo que desprende la carne cruda, líquido que llegó a tomar a diario en los últimos años antes de ser asesinada en Ginebra en 1898 por el anarquista Luigi Lucheni, quien en realidad planeaba un atentado contra el pretendiente al trono francés, Henri de Orléans.

El kéfir, una bebida láctea espesa fermentada por bacterias y hongos que en aquella época era muy conocida en Rusia pero no se consumía en Centroeuropa, fue otro de los alimentos que incluyó pocos años antes de su muerte en sus curas de adelgazamiento.Otro de sus experimentos más conocidos fueron las «curas de la glándula tiroidea» a base de un líquido que procedía de glándulas tiroideas animales.

LA PASIÓN DE MONTAR
Como buena Wittelsbacher (estirpe que gobernó Baviera desde el siglo XII hasta la I Guerra Mundial) la equitación fue una de sus grandes pasiones. Esta afición la compartía con los Habsburgo, la familia de su esposo, que en contraposición a los Borbones, más interesados por el arte, mostraron siempre gran fascinación por la naturaleza.

La necesidad de esparcimiento al aire libre la heredó de su padre, el duque Maximiliano, hombre de espíritu liberal que inculcó a sus nueve hijos el amor por la montaña, el campo, los animales, la equitación y hasta la acrobacia circense. Una vez cumplidos los 40, Sissi siguió con sus clases de acrobacia sobre caballo a galope con Elise Renz, la hija de un director de circo.

Su afán perfeccionista como amazona no sólo afectaba al arte de montar, que realizaba muy femeninamente de lado, sino también a su atavío. Una vez sentada en el caballo mandaba coser su traje de falda larga para que los pliegues tuvieran la caída perfecta.

Sissi se negó a practicar deportes de moda como el tenis. La necesidad de un compañero de juego contradecía sus ansias de independencia. Practicó la natación, la esgrima, el senderismo y, a los 60, poco antes de morir, aprendió a montar en bicicleta.

La emperatriz díscola encontró en la gimnasia una actividad cotidiana que extendía de manera compulsiva a lo largo de varias horas, algo inusual para una dama de su tiempo. En todos los palacios en los que llegó a pernoctar mandó colocar espalderas, anillas y escaleras.

Sus paseos de seis horas por el monte inspiraban las quejas más asiduas de sus damas de compañía y personal de seguridad, que no podían seguirla. Vencer las laderas escarpadas era su debilidad, y las coronaba gracias a su frenética y exaltada necesidad de movimiento.

Sissi prohibió colocar sillas en sus salas de audiencia y dicen que andaba de un lado a otro mientras escuchaba a las visitas.

A partir de 1882, a la edad de 45 años, pocos meses después de abandonar la equitación (al parecer nada más conocerse el anuncio de casamiento de su profesor de equitación, Bay Middleton) empezó a aprender esgrima, y sustituyó las monterías y la caza del zorro en Inglaterra o Irlanda por las largas marchas. En una ocasión anduvo 30 kilómetros en tan sólo siete horas.

Su vanidad se acrecentó a lo largo de los años y ni siquiera las noches le proporcionaban el merecido descanso. Para preservar su figura decidió ceñir sus caderas con paños húmedos varias veces por semana.

Sus actividades corporales compulsivas y su estrechez de miras a la hora de alimentarse acrecentaron un carácter ya de por sí neurasténico, afectando negativamente a su salud. Sissi sufrió reúma, neuritis y edemas por todo el cuerpo, causados por su ayuno flagelante.

Desde los 44 años sufrió casi permanentemente dolores de ciática y acumulación de líquido en las piernas. Sus visitas a los balnearios de Karlovy Vary, Gastein, Baden-Baden o Bad Kissingen no contribuyeron demasiado a mejorar su estado. El único médico que logró cambiar un poco sus manías nutritivas fue Georg Metzger, que probablemente echó mano de la psiquiatría.

PROHIBIDAS LAS FOTOS
A partir de los 50, el cutis de Sissi estaba muy deteriorado, motivo por el cual siempre llevaba velo. Las últimas fotos o cuadros que se hicieron de la emperatriz datan de cuando tenía 30 años. Tras cumplirlos se negó a posar más, y su pésima dentadura nos ha privado de imágenes risueñas.

Hace años, una exposición organizada en Austria rompía con la aureola romántica tejida alrededor de la emperatriz, sobre todo a raíz de las películas protagonizadas por Romy Schneider, y mostraba el contenido del botiquín que solía llevar en sus viajes.En él no faltaban un frasco de morfina ni la jeringuilla para la cocaína.

El artículo destaca una realidad muy cierta: Elisabeth padecía no sólo anorexia, como se ha dicho hasta ahora, sino también bulimia. La Emperatriz se daba atracones a escondidas y era muy adicta a las sustancias dulces. Estos síntomas aparecieron a raíz de que sus hijos mayores les fueran arrebatados y no antes.

Lo que me molesta del artículo es ese tonillo de enjuiciamiento y reprobación con el que siempre se juzga a Elisabeth. También lo hacen con Napoleón I y Beethoven (en sus vidas privadas), hay ciertos personas que los pequeños burgueses no perdonan. El juicio moral de los hombres es mil veces peor que cualquier castigo divino anunciado, y no nos damos cuenta nosotros los “bien pensantes” de este siglo.

No es cierto que Elisabeth no tuviera más hijos porque no quiso. Después del nacimiento de Rodolfo, la archiduquesa Sofía que intervenía en todo, no quiso que tuvieran más hijos, lo dice claramente la Hamann.

Elisabeth sufría reumatismo y no por culpa de su alimentación. Muchas personas lo sufren, entre ellas lo sufrió su madre Ludovica. Lo de su pésima dentadura ya dije en un post que no era tal. Hoy hay nuevas investigaciones que aportan nuevas luces sobre tan "
importante"
asunto.

Sus extravagancias también se reflejaron en sus fantasías literarias.Entusiasmada por los relatos de Homero, convirtió sus viajes en barco a Corfú en verdaderas emulaciones de la Odisea, que revivía haciéndose atar al mástil en las jornadas más tempestuosas.

Que la critiquen por esto ya es el colmo de la miseria de la sociedad plana de los pequeños burgueses con mentes chatas, ya traeré un texto de Álvaro Mutis al respecto.

Isabel heredó una piel muy fina que no envejecía bien, su hijo Rodolfo iba por el mismo camino, son cuestiones genéticas, por dios, ¿hay que buscar culpas hasta donde no las hay?

Y como dice Glori, usar morfina como medicamento en aquellos tiempos era normal y corriente.

Ah, por cierto, en el siglo XIX la gente en su gran mayoría se retrataba seria, eso de reírse en las fotos viene después.
Y para muestras las miles de fotos de época que en los hilos de este foro tenemos. Por 10 personajes serios hay uno que está risueño. Hay que tener en cuenta muchos detalles antes de hacer aseveraciones, que no digo que sea nadie aquí, sino los mismos escritores profesionales que para avalar sus tesis a veces dicen lo que sea, sin pensar que no todos los lectores leen sin hacer el menor análisis.

Néstor, muy bien por tu interés.

Os dejo este texto que dice mucho sobre ciertas posturas comunes de los "
buenos y píos"
de la humanidad.
Es del gran escritor colombiano, Álvaro Mutis. Un monárquico y anarquista de derechas. Alguien que ama y entiende profundamente a Elisabeth y de quien yo he aprendido mucho. Mutis tiene los premios Príncipe de Asturias y Cervantes. Propuesto para el Nobel no creo que se lo den nunca, ni falta que le hace.


La vida con Ilona se cumplía de forma indefectiblemente, en dos niveles o, mejor, en dos sentidos simultáneos y paralelos. Por un lado, había un estar siempre con los pies en la tierra, en una vigilancia inteligente pero nunca obsesiva de lo que nos va proponiendo cada día como solución a la rutinario interrogante de ir viviendo. Por otra, una imaginación, una desbocada fantasía que instauraba en forma sucesiva, espontánea y por sorpresa, escenarios, horizontes siempre orientados hacia una radical sedición contra toda norma escrita y establecida. Se trataba de una subversión permanente, orgánica y rigurosa, que nunca permitía transgredir caminos trillados, sendas gratas a la mayoría de las gentes, moldes tradicionales en los que se refugiaban los que Ilona llamaba, sin énfasis ni soberbia, pero también sin concesiones, “los otros”.

(De la novela "
Ilona llega con la lluvia"
)

Si en el mundo hubiera habido más "
Ilonas"
, muchos imperios no se he hubieran perdido.
Afortunadamente aún queda alguna.

Hispanoaustriaco escribió:Si en el mundo hubiera habido más "
Ilonas"
, muchos imperios no se he hubieran perdido.
Afortunadamente aún queda alguna.

También queda algún Imperio. :king3: :smt031 :king3:



Mantua, en efecto, fue después que comenzará la industria del cine que la gente comienza a imitar a las estrellas sonriendo. A veces cosas de cajón, tan evidentes y las ignoran hasta los historiadores. Imaginaros Elisabeth con lo tímida que era ante una cámara.

Gloria, conozco la anécdota y la voy a ampliar un poquitín.

Elisabeth como siempre no quería ver al Shah, por dos motivos: el primero era el de siempre, su negativa a participar en recepciones oficiales y también que del Sha se contaban cosas horribles, que era grosero, que si viajaba con sus vacas y era capaz de entrarlas en un salón, en fin. Francisco José tuvo que rogarle para que fuera porque le convenía por asuntos políticos, el Sha decía que no se iba sin ver a la Emperatriz, y en Viena todos estaban locos porque se fuera;
pero en esta ocasión cuando el Sha se puso a darle la vuelta y a exclamar lo bella que era, a la Emperatriz no le causó timidez, ¡resultó que los Emperadores se tronchaban de risa!

Muchas veces pongo caritas en mis mensajes.

¡Llevaba sus vacas porque tenía miedo que lo envenenaran y su comida la preparaban sus propios cocineros!

woaa graciass! la verdad q si me interesa mucho la vida de elisabeth y trato de aprender de uds lo mas posible! Creo, como dice Helena, que el articulo no muestra la sissi rosa y empalagosa de las pelis, pero se va al otro extremo en ocasiones, aunq lo que diga sea cierto! La gente se apresura a juzgar pero (y lo digo por muuucha experiencia propia) los comportamientos autodestructivos son reflejo de problemas mucho mas serios q se acumulan y se canalizan de esa forma, aun en dia no los entiende todo el mundo y eso hace que te aisles y te destruyas mas. hablo desde mi experiencia claro!.me parece q en elisabeth hubo algo de eso aunq no me atrevo a aseverar nada!

Algo q me llamo la atencion es q el articulo decia q odiaba a los niños y q odiaba el olor a bebes, es cierto eso?

algo q me llama la atencion es q en el libro dice q elisabeth pesaba alrededor de los 50 kg y media 1.72. Me parece q segun ese peso y altura debio ser mucho mas delgada de lo q la muestran sus retratos. Creen q los artistas de la epoca arreglaban ese detalle como lo hacian con la estatura del emeperador??

Estimado Nestor:
Entiendo tu pasión por la emperatriz, pero debes comprender que la historia es una disciplina llena de interrogantes a pesar de que el historiador trate de agotar todas las fuentes, y hechos como al que te refieres sobre el olor de los bebés, o si los pintores de la época arreglaban el asunto de las "
curvas de Elisabeth"
, historicamente carece de importancia.

si lo se! solo trato de aclarar dudas porque pequeños detalles como esos han contribuido ha formar el mito de elisabeth y quiero saber que era verdad y q no! ademas son dudas q me han surgido leyendo el libro de hamman y lo de los niños esta en el articulo que encontre y publiq aqui para precisamente discutir y diferenciar lo verdadero de lo falso. no son cuestiones q simplemente surgieron porque si, al contrario.

Si en el libro de hamman hablan de la estatura del emperador y de como los artistas la coregian, porq no habrian de hacer lo mismo con el peso de la emperatriz? no lo pregunto como frivolidad ni mucho menos, segun tengo entendido las mujeres delgadas no eran comunes en esa epoca, y a lo mejor lo hacian para cumplir con los cánones sociales y tal..

Solo estoy tratando de formarme una imagen lo mas real posible de elizabeth y no quiero pasar ningun detalle por alto.

Helena!!! si no soy muy indiscreto, veo que te llaman archiduquesa, es como tu nick en el foro?
gracias! xD!

gracias a uds porq sin el foro estuviera perdidisimo en la vida creyendo cosas q no son!!!!

Néstor, notamos que te preocupas mucho por el papel de Elisabeth como madre, que no es el aspecto más determinante de su vida para medirla. Ella no sería la mejor de las madres pero tampoco fue de las peores y no se puede decir que no amaba a sus hijos, con los que tampoco tuvo muchas alternativas desde el principio. Si a una persona no le gustan los bebés (y cierto que a ella no le gustaban) tampoco es delito como hoy se supone ni significa que no estén capacitados para amar a sus propios hijos. Yo nunca entendí del todo las intenciones de la Hamann, muy buen trabajo investigativo, pero se fija en detalles que iban a contribuir a crear otro tipo de mito sobre la Emperatriz, pero mito al fin y al cabo. Supongo que fascinada como estaba por la dinastía, pero intentando conciliar su pasión habsbúrguica con los presupuestos de nuestra época, incurrió en algunas exageraciones. Como dice Pimpinela, ningún historiador nos puede traer una visión exacta y total.

Concuerdo con la mayoria de personas con la idea que es dificil hacerse una idea de la emperatriz. Mucho se ha opinado y se ha escrito sobre ella ya que su persona suscita innumerables controversias.
Ser justos u objetivos es dificil, ya en su epoca se la tildaba de extravagante, el mismo Leopoldo de Toscana la defiinio como Una criatura marcada por el destino, lunatica, cuya mayor inclinacion era ser majestuosamente miserable.. Tampoco fue una persona adelantada en su epoca ni llena de ideas progresistas. Simplemente se limito a vivir la vida a su manera con un trasfondo verdaderamente egoista. No era una persona preparada para las responsabilidades que implicaba ser una cabeza testada y no creo que se le pueda echar en cara, iba en contra de su naturaleza y forma de vivir la vida, si lo entendio su marido no vamos a ser nosotros menos que el, salvo en algunas ocasiones que le rogo que cumpliera con sus deberes protocolarios. Lo que mas me ha sorprendido es la figura del emperador, un hombre estricto y circunspecto pero tremendamente tolerante con su mujer, me niego a verlo como un simple calzonazos o un hombre cegado por el amor que sentia por su esposa.


p.d. les ruego disculpen mis faltas de ortografia pero mi teclado se niega a poner acento alguno y estoy francamente desesperada.
[/i]

me niego a verlo como un simple calzonazos o un hombre cegado por el amor que sentia por su esposa.

Qué?????!!!!!

¡Por dios, el Emperador de Austria no era un burgués que podía pensar como nosotros!

Helena, lamento haber provocado esa reaccion, evidentemente no creo que el emperador tuviera alma de burgues, sino que lo considero como la persona que mas conciencia tenia de su cargo y de sus responsabilidades.

No quería que tuvieran más hijos por las depresiones postpartum que sufría Elisabeth, que en parte eran provocadas por la misma archiduquesa al secuestrarle a los hijos. Sofía tenía buenas intenciones, pero era torpe actuando y no se apiadaba para nada de su joven nuera, era incapaz de ponerse en su piel, a pesar de lo mucho que la propia Sofía sufrió de joven con la muerte de su única hija (mujer), cuando la niña era muy pequeña.

Illidan, lo siento pero eso de "
calzonazo"
asociado remotamente al Emperador, me supo fatal.

Néstor, lo de archiduquesa es una broma. Se debe a mi pasión por la Casa de Austria.

Para no perder la perspectiva de la personalidad de la Emperatriz, que me parece que a veces nos pasa a todos, hagamos unos breves apuntes.

Obviamente Elisabeth era un ser humano con defectos y virtudes, como todos.

Nadie niega que fue egoísta e individualista y que pensó en ella antes que nadie.
No fue la mejor de las madres, de acuerdo, aunque que no fue del todo culpa suya. En cuanto a que no fue tan buena esposa, en eso no estoy de acuerdo del todo y lo podemos discutir en otro momento.

¿Por qué tanta leyenda sobre ella?

Porque fue distinta. Era una mujer culta, inteligente y bella a la que su marido amó toda la vida y que le tocó vivir la tragedia de la muerte de su hijo en semejantes circunstancias. En una época en que las princesas no se “arreglaban” con cirugías estéticas ella era un espectáculo en un trono… Estuvo atrapada en una vida que llevó como pudo, pero a la que jamás faltó gravemente, ya lo hablaremos más adelante que ahora no puedo.

Por más películas de Sisi, si la personalidad de la Emperatriz no hubiera sido fascinante no hubiera dado para más. ¿Qué era excéntrica? ¡Justamente por eso, junto con la gran María Teresa por otros motivos, está entre las dos más famosas emperatrices de Austria.
Los seres “normales” no alcanzan la eternidad, son enterrados con su “normalidad”.

Tendría sus neurosis pero ni mayores ni menores que tantos otros antes y después que ella. Boba y melosa como la de las pelis no era, y progre pues tampoco lo fue. Era inteligente y analizaba con criterio, pero no sé cual acto “progre” tuvo. Su hedonismo fue de patricia, jamás de plebeya. Que no le gustará el protocolo, era típico de muchos aristócratas auténticos. Lo que sucede es que tenemos los conceptos un poco confusos y lo que no podemos hacer es comparar a la Emperatriz de Austria según nuestros moldes y criterios. Donde ella estuvo, ni estuvimos ni estaremos.

Andro, ya sé, debo grabarlo y colgarlo a la entrada del foro…


Elisabeth no era fotogénica y tenía un aire lejano y distante. Para muchos era parte de su encanto.
Desteto encontrarme esos cuadros falsos que se han pintado de ella y que la gente los cuelga en internet como si fueran copia exacta de la Emperatriz.