Gracias Wallis
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Re: Gracias Wallis
Perlita de Wallis
La Duquesa de Windsor hablando con Aileen Plunket en una fiesta en París por la princesa Charles d'Arenberg, ambos son vistiendo un Givenchy vestido a rayas
La Duquesa de Windsor hablando con Aileen Plunket en una fiesta en París por la princesa Charles d'Arenberg, ambos son vistiendo un Givenchy vestido a rayas
carliyluciy- Su Alteza Imperial
- Mensajes : 2269
Fecha de inscripción : 20/09/2010
Re: Gracias Wallis
¡La tal Wallis me parece una mujer tan desagradable!
glorisabel- Su Alteza Imperial
- Mensajes : 8253
Fecha de inscripción : 07/06/2008
Localización : San Juan, Puerto Rico
Re: Gracias Wallis
Documental Cartas Secretas - Wallis Simpson.
maguiie- Su Alteza Real
- Mensajes : 1078
Fecha de inscripción : 22/05/2011
Re: Gracias Wallis
Descubren quince cartas inéditas que Wallis Simpson escribió a su exmarido entre 1936 y 1937
El canal de la televisión británica Channel 4 emitió el miércoles un documental basado en el libro That Woman: A Life of Wallis Simpson, Duchess of Windsor de la periodista y escritora Anne Sebba, que tuvo acceso cartas inéditas que la esposa de Eduardo VIII escribió a su ex marido.
Quién iba a decir que Wallis encontraría consuelo y apoyo en su, ex Ernest Simpson, al que había abandonado por su romance con el rey de Inglaterra? Ella, la frívola y ligera divorciada que hizo temblar la estabilidad de la Corona británica;
ella, que tuvo que soportar el deshonoroso título de «la ramera yankee»;
ella, que estrechó la mano de Hitler y abrazó sus ideales, resulta que no era tan superficial, ni tan hedonista.
Quizás sólo una mujer equivocada que pudo reconocer su error cuando ya era demasiado tarde. «Me siento pequeña y machacada por todos» escribía a su ex marido en una de las misivas. Wallis tuvo que convivir con el temor a sufrir agresiones físicas e incluso llegó a recibir una amenaza de bomba. «Estoy aterrorizada en la corte» confesó.
Eclipsada por una relación que se había convertido en algo «desordenado, decepcionante y vacío», en una carta fechada el 30 de noviembre de 1936 aseguraba a Ernest que quería escapar del país «quizás para siempre».
¿Cómo había llegado a esa situación? Wallis admite que se dejó camelar por Eduardo VIII porque ella tenía 40 años y se sintió reafirmada con aquel «affaire» al descubrir que aún seguía resultando atractiva para los hombres. Además, la relación con el futuro rey de Inglaterra no sólo le permitía enriquecer su ego, también le podía dar acceso a la alta sociedad británica.
Sin embargo, los sentimientos de Eduardo iban mucho más allá y rozaban lo obsesivo: no sólo renunció al trono de Inglaterra por ella (tras unos meses en el cargo, abdicó en favor de su hermano Jorge VI, personaje en el que se basa la película «El discurso del Rey») también llegó a afirmar que se quitaría la vida si Wallis lo abandonaba. Pero, a pesar de que la divorciada de Baltimore vivió con él hasta sus últimos días, parece que esos sentimientos no eran recíprocos.
LA PASIÓN POR SU EX
Y es que no sólo es relevante que la mujer que dinamitó los cimientos del palacio de Buckingham escribiese cartas al hombre que abandonó, para hablarle de sus miedos e inseguridades. Ni siquiera que las misivas se prolongasen incluso en los años de matrimonio con Eduardo VIII.
Lo más relevante es su contenido, los sentimientos que llega a desvelar. En una de las cartas, escrita durante su luna de miel con el duque de Windsor, Wallis confesaba a su ex esposo: «Pienso en nosotros muchísimo, aunque trato de no hacerlo». También hay una carta a Ernest de su viaje a Alemania en el que comenzaron a coquetear con el nazismo.
«Donde quiera que estés, puedes estar seguro de que nunca pasa un solo día en el que no piense durante unas horas en ti». Tanto es así, que en una de las epístolas incluso llega a pedir disculpas a su ex pareja porque no le ha podido comprar una regalo de Navidad al no poder escapar de lo que ella definía como su «prisión».
La relación no había comenzado con la misma entrega, pero los años y esa peculiar habilidad que la memoria tiene para edulcorar todo lo que pertenece al pasado, acabaron dando a Ernest un papel privilegiado en el corazón de la abatida Wallis.
La pareja se había conocido en Nueva York, en 1927, cuando ella esperaba el divorcio de su primer marido, el piloto naval Winfield Spencer. A pesar de que Ernest estaba casado, enseguida se prendó de esa seducción innata que Wallis desprendía.
Y, aunque ella no se apasionó por él, consideró que a sus 32 años no estaba en condiciones de seguir esperando al hombre de sus sueños. Además, el apellido Simpson le brindaba la posibilidad de vivir en Inglaterra con cierta estabilidad económica y el joven pretendiente era agradable y simpático.
La vida británica fortaleció el matrimonio que disfrutó de una gran vida social. En 1931 pudieron acceder al círculo de amistades del entonces príncipe de Gales y heredero al trono, Eduardo, a través de una amiga en común. Ya en 1934 las relaciones tomaron otra forma.
Una de sus íntimas, Thelma, amante del príncipe en aquellas fechas, pidió a Wallis que cuidase de su «Pequeño hombre» mientras ella se ausentaba por un viaje. Sin embargo, parece que se tomó la petición demasiado a pecho, y de las atenciones y los encuentros que mantuvo con Eduardo VIII no tardó en surgir otro tipo de relación más profunda. Su escandalosa historia de amor ya se había fraguado.
Los primeros pasos del «affaire» no fueron demasiado molestos para el marido engañado, Ernest, quien incluso gozaba de los favores de la realeza. Sin embargo, la tensión fue creciendo y la aventura se hizo demasiado evidente y bochornosa para él. Angustiada por los recelos de su marido, Wallis pidió a su amiga Mary Kirk lo que en su día le había pedido Thelma a ella: que entretuviese a su marido. Y acabó probando de de su propia medicina.
Mary y Ernest se enamoraron perdidamente y contrajeron matrimonio seis meses después de que se divorciase de Wallis. Algo que la mujer de Eduardo VIII nunca perdonó a su amiga. Como escribe en sus cartas, el nuevo amor de su ex marido había dejado en ella «una herida que jamás se cerrará».
Al fin y al cabo Wallis había aprendido que su matrimonio con el príncipe azul «no fue la vida encantadora, dulce y simple» que había supuesto. Y se lamentó de que una cosa así sucediese «a dos personas que se llevaban tan bien. Las cosas no debería haber sido como son ahora», explicó en una de las misivas.
Con o sin arrepentimiento, más o menos enamorada, lo que estas cartas revelan, más allá de sentimientos ocultos, es una nueva Wallis: Una mujer sensible, ingeniosa, con un gran gusto por la escritura y alejada de la imagen superficial que se le atribuye.
UN MARIDO ALCOHÓLICO Y SU GRAN AMOR FRUSTRADO
Aquellos dos matrimonios provenían de unos amores antagónicos, casi opuestos. El primer marido de Wallis Simpson se llamaba Earl Winfield y era un piloto norteamericano. Había padecido, además, todos los inconvenientes de la aeronáutica, como un accidente que le marcó para el resto de su vida y que subrayó su tendencia al alcohol. El matrimonio sobrevivió como pudo, entre viajes (como los que realizaron por Oriente) y algunas infidelidades.
Todo terminó en un divorcio unos pocos años después. Su siguiente marido fue Ernest Aldrich Simpson, ejecutivo de una empresa marítima al que se unió en 1928. Se instalaron en una casa muy bien amueblada, atendida por un servicio de cuatro personas. Toda esa fantasía terminó cuando la bolsa se derrumbó durante el «crack». En uno de los viajes que realizó en esta época conocería al príncipe Eduardo.
CARTAS A FREDA
Las obsesiones de Eduardo VIII con las mujeres venían de lejos. Wallis no fue la única. Con Freda Dudley Ward, una mujer casada de la alta sociedad matuvo un romante antes que con Wallis. Su relación duró cinco años tras encontrarse por casualidad en una fiesta en 1918. Ella siguió siendo una confidente cercana de Eduardo hasta 1934 cuando comenzó su relación con Simpson.
El príncipe de Gales le decía a su amante secreta «mi querida pequeña Fredie Wedie» y le insistía en que ella era todo lo que él deseaba. «Tu muy, muy adorado y amado pequeño David» (su nombre familiar), se despedía en las misivas.
El canal de la televisión británica Channel 4 emitió el miércoles un documental basado en el libro That Woman: A Life of Wallis Simpson, Duchess of Windsor de la periodista y escritora Anne Sebba, que tuvo acceso cartas inéditas que la esposa de Eduardo VIII escribió a su ex marido.
Quién iba a decir que Wallis encontraría consuelo y apoyo en su, ex Ernest Simpson, al que había abandonado por su romance con el rey de Inglaterra? Ella, la frívola y ligera divorciada que hizo temblar la estabilidad de la Corona británica;
ella, que tuvo que soportar el deshonoroso título de «la ramera yankee»;
ella, que estrechó la mano de Hitler y abrazó sus ideales, resulta que no era tan superficial, ni tan hedonista.
Quizás sólo una mujer equivocada que pudo reconocer su error cuando ya era demasiado tarde. «Me siento pequeña y machacada por todos» escribía a su ex marido en una de las misivas. Wallis tuvo que convivir con el temor a sufrir agresiones físicas e incluso llegó a recibir una amenaza de bomba. «Estoy aterrorizada en la corte» confesó.
Eclipsada por una relación que se había convertido en algo «desordenado, decepcionante y vacío», en una carta fechada el 30 de noviembre de 1936 aseguraba a Ernest que quería escapar del país «quizás para siempre».
¿Cómo había llegado a esa situación? Wallis admite que se dejó camelar por Eduardo VIII porque ella tenía 40 años y se sintió reafirmada con aquel «affaire» al descubrir que aún seguía resultando atractiva para los hombres. Además, la relación con el futuro rey de Inglaterra no sólo le permitía enriquecer su ego, también le podía dar acceso a la alta sociedad británica.
Sin embargo, los sentimientos de Eduardo iban mucho más allá y rozaban lo obsesivo: no sólo renunció al trono de Inglaterra por ella (tras unos meses en el cargo, abdicó en favor de su hermano Jorge VI, personaje en el que se basa la película «El discurso del Rey») también llegó a afirmar que se quitaría la vida si Wallis lo abandonaba. Pero, a pesar de que la divorciada de Baltimore vivió con él hasta sus últimos días, parece que esos sentimientos no eran recíprocos.
LA PASIÓN POR SU EX
Y es que no sólo es relevante que la mujer que dinamitó los cimientos del palacio de Buckingham escribiese cartas al hombre que abandonó, para hablarle de sus miedos e inseguridades. Ni siquiera que las misivas se prolongasen incluso en los años de matrimonio con Eduardo VIII.
Lo más relevante es su contenido, los sentimientos que llega a desvelar. En una de las cartas, escrita durante su luna de miel con el duque de Windsor, Wallis confesaba a su ex esposo: «Pienso en nosotros muchísimo, aunque trato de no hacerlo». También hay una carta a Ernest de su viaje a Alemania en el que comenzaron a coquetear con el nazismo.
«Donde quiera que estés, puedes estar seguro de que nunca pasa un solo día en el que no piense durante unas horas en ti». Tanto es así, que en una de las epístolas incluso llega a pedir disculpas a su ex pareja porque no le ha podido comprar una regalo de Navidad al no poder escapar de lo que ella definía como su «prisión».
La relación no había comenzado con la misma entrega, pero los años y esa peculiar habilidad que la memoria tiene para edulcorar todo lo que pertenece al pasado, acabaron dando a Ernest un papel privilegiado en el corazón de la abatida Wallis.
La pareja se había conocido en Nueva York, en 1927, cuando ella esperaba el divorcio de su primer marido, el piloto naval Winfield Spencer. A pesar de que Ernest estaba casado, enseguida se prendó de esa seducción innata que Wallis desprendía.
Y, aunque ella no se apasionó por él, consideró que a sus 32 años no estaba en condiciones de seguir esperando al hombre de sus sueños. Además, el apellido Simpson le brindaba la posibilidad de vivir en Inglaterra con cierta estabilidad económica y el joven pretendiente era agradable y simpático.
La vida británica fortaleció el matrimonio que disfrutó de una gran vida social. En 1931 pudieron acceder al círculo de amistades del entonces príncipe de Gales y heredero al trono, Eduardo, a través de una amiga en común. Ya en 1934 las relaciones tomaron otra forma.
Una de sus íntimas, Thelma, amante del príncipe en aquellas fechas, pidió a Wallis que cuidase de su «Pequeño hombre» mientras ella se ausentaba por un viaje. Sin embargo, parece que se tomó la petición demasiado a pecho, y de las atenciones y los encuentros que mantuvo con Eduardo VIII no tardó en surgir otro tipo de relación más profunda. Su escandalosa historia de amor ya se había fraguado.
Los primeros pasos del «affaire» no fueron demasiado molestos para el marido engañado, Ernest, quien incluso gozaba de los favores de la realeza. Sin embargo, la tensión fue creciendo y la aventura se hizo demasiado evidente y bochornosa para él. Angustiada por los recelos de su marido, Wallis pidió a su amiga Mary Kirk lo que en su día le había pedido Thelma a ella: que entretuviese a su marido. Y acabó probando de de su propia medicina.
Mary y Ernest se enamoraron perdidamente y contrajeron matrimonio seis meses después de que se divorciase de Wallis. Algo que la mujer de Eduardo VIII nunca perdonó a su amiga. Como escribe en sus cartas, el nuevo amor de su ex marido había dejado en ella «una herida que jamás se cerrará».
Al fin y al cabo Wallis había aprendido que su matrimonio con el príncipe azul «no fue la vida encantadora, dulce y simple» que había supuesto. Y se lamentó de que una cosa así sucediese «a dos personas que se llevaban tan bien. Las cosas no debería haber sido como son ahora», explicó en una de las misivas.
Con o sin arrepentimiento, más o menos enamorada, lo que estas cartas revelan, más allá de sentimientos ocultos, es una nueva Wallis: Una mujer sensible, ingeniosa, con un gran gusto por la escritura y alejada de la imagen superficial que se le atribuye.
UN MARIDO ALCOHÓLICO Y SU GRAN AMOR FRUSTRADO
Aquellos dos matrimonios provenían de unos amores antagónicos, casi opuestos. El primer marido de Wallis Simpson se llamaba Earl Winfield y era un piloto norteamericano. Había padecido, además, todos los inconvenientes de la aeronáutica, como un accidente que le marcó para el resto de su vida y que subrayó su tendencia al alcohol. El matrimonio sobrevivió como pudo, entre viajes (como los que realizaron por Oriente) y algunas infidelidades.
Todo terminó en un divorcio unos pocos años después. Su siguiente marido fue Ernest Aldrich Simpson, ejecutivo de una empresa marítima al que se unió en 1928. Se instalaron en una casa muy bien amueblada, atendida por un servicio de cuatro personas. Toda esa fantasía terminó cuando la bolsa se derrumbó durante el «crack». En uno de los viajes que realizó en esta época conocería al príncipe Eduardo.
CARTAS A FREDA
Las obsesiones de Eduardo VIII con las mujeres venían de lejos. Wallis no fue la única. Con Freda Dudley Ward, una mujer casada de la alta sociedad matuvo un romante antes que con Wallis. Su relación duró cinco años tras encontrarse por casualidad en una fiesta en 1918. Ella siguió siendo una confidente cercana de Eduardo hasta 1934 cuando comenzó su relación con Simpson.
El príncipe de Gales le decía a su amante secreta «mi querida pequeña Fredie Wedie» y le insistía en que ella era todo lo que él deseaba. «Tu muy, muy adorado y amado pequeño David» (su nombre familiar), se despedía en las misivas.
carliyluciy- Su Alteza Imperial
- Mensajes : 2269
Fecha de inscripción : 20/09/2010
Re: Gracias Wallis
Madonna presenta su segunda película, “W.E.”
La estrella del pop Madonna dio las gracias a sus exmaridos por animarla a emprender una carrera en el cine, a su reciente llegada a Venecia para el estreno mundial de su drama sobre la realeza “W.E.”.
La artista estadounidense de 53 años estuvo casada con el actor y director estadounidense Sean Penn y con el cineasta británico Guy Ritchie, y ha pasado gran parte de los últimos años tras la cámara en lugar de estar sobre el escenario.
“W.E.”, su segunda película, se proyecta fuera de concurso en el Festival de Cine de Venecia, pero la presencia de una de las mayores celebridades mundiales dominó inevitablemente la atención de la prensa internacional.
El filme vuelve a contar la historia de la divorciada estadounidense Wallis Simpson, cuya relación con el rey Eduardo VIII llevó a este a abdicar al trono.
Lo hace a través de los ojos de otra estadounidense, Wally Winthrop, interpretada por Abbie Cornish, que vive en Nueva York en la década de 1990, y se obsesiona con la vida de una mujer con la cual tiene un parecido misterioso.
“Me siento y sentí atraída hacia gente muy creativa, y es por lo que me casé con Sean Penn y Guy Ritchie, dos directores con mucho talento”, dijo Madonna a periodistas después de la proyección a la prensa de “W.E”.
“Ambos me animaron como directora y como persona creativa a hacer lo que hice, y ambos me apoyaron mucho”, agregó la cantante, que lucía un vestido negro de manga corta con un ribete blanco.
Hubo aplausos para la película tras la primera proyección y una primera crítica, en el Daily Telegraph, dio a “W.E.” tres estrellas de cinco.
“La versión (de Madonna) de sus vidas (de los Windsor) es una fantasía que no preocupará a los historiadores”, escribió David Gritten. “Curiosamente, es un alivio después de tantos documentales rancios y pesados sobre esta fea pareja”, añadió.
Paralelismos entre Madonna y Wallis
Madonna afirmó que veía paralelismos entre ella y Simpson, una mujer que fue vilipendiada por muchos por su papel en una crisis constitucional, pero que es sensiblemente retratada en la película por Andrea Riseborough.
Como Simpson.
Madonna es una mujer que vive su vida ante la mirada pública, y también una estadounidense que se mudó a Inglaterra durante varios años mientras estuvo casada con Ritchie.
“Me identifico con ella, en que creo que es muy común que cuando la gente se convierte en famosa o en figuras públicas o en iconos, a menudo somos reducidos a una grabación y se nos dan unos pocos atributos y luego no se te permite tener más que eso”, sostuvo.
“Yo pasé por períodos de sensaciones como de ser una intrusa cuando me mudé por primera vez a Inglaterra”, comentó. Al ser consultada sobre por qué eligió a Simpson como tema, Madonna respondió: “Estaba profunda y totalmente enredada con tratar de entender la razón por la que este hombre, el rey Eduardo VIII (...) renunciaría a esta gran posición de poder por amor”.
La estrella del pop Madonna dio las gracias a sus exmaridos por animarla a emprender una carrera en el cine, a su reciente llegada a Venecia para el estreno mundial de su drama sobre la realeza “W.E.”.
La artista estadounidense de 53 años estuvo casada con el actor y director estadounidense Sean Penn y con el cineasta británico Guy Ritchie, y ha pasado gran parte de los últimos años tras la cámara en lugar de estar sobre el escenario.
“W.E.”, su segunda película, se proyecta fuera de concurso en el Festival de Cine de Venecia, pero la presencia de una de las mayores celebridades mundiales dominó inevitablemente la atención de la prensa internacional.
El filme vuelve a contar la historia de la divorciada estadounidense Wallis Simpson, cuya relación con el rey Eduardo VIII llevó a este a abdicar al trono.
Lo hace a través de los ojos de otra estadounidense, Wally Winthrop, interpretada por Abbie Cornish, que vive en Nueva York en la década de 1990, y se obsesiona con la vida de una mujer con la cual tiene un parecido misterioso.
“Me siento y sentí atraída hacia gente muy creativa, y es por lo que me casé con Sean Penn y Guy Ritchie, dos directores con mucho talento”, dijo Madonna a periodistas después de la proyección a la prensa de “W.E”.
“Ambos me animaron como directora y como persona creativa a hacer lo que hice, y ambos me apoyaron mucho”, agregó la cantante, que lucía un vestido negro de manga corta con un ribete blanco.
Hubo aplausos para la película tras la primera proyección y una primera crítica, en el Daily Telegraph, dio a “W.E.” tres estrellas de cinco.
“La versión (de Madonna) de sus vidas (de los Windsor) es una fantasía que no preocupará a los historiadores”, escribió David Gritten. “Curiosamente, es un alivio después de tantos documentales rancios y pesados sobre esta fea pareja”, añadió.
Paralelismos entre Madonna y Wallis
Madonna afirmó que veía paralelismos entre ella y Simpson, una mujer que fue vilipendiada por muchos por su papel en una crisis constitucional, pero que es sensiblemente retratada en la película por Andrea Riseborough.
Como Simpson.
Madonna es una mujer que vive su vida ante la mirada pública, y también una estadounidense que se mudó a Inglaterra durante varios años mientras estuvo casada con Ritchie.
“Me identifico con ella, en que creo que es muy común que cuando la gente se convierte en famosa o en figuras públicas o en iconos, a menudo somos reducidos a una grabación y se nos dan unos pocos atributos y luego no se te permite tener más que eso”, sostuvo.
“Yo pasé por períodos de sensaciones como de ser una intrusa cuando me mudé por primera vez a Inglaterra”, comentó. Al ser consultada sobre por qué eligió a Simpson como tema, Madonna respondió: “Estaba profunda y totalmente enredada con tratar de entender la razón por la que este hombre, el rey Eduardo VIII (...) renunciaría a esta gran posición de poder por amor”.
maguiie- Su Alteza Real
- Mensajes : 1078
Fecha de inscripción : 22/05/2011
Re: Gracias Wallis
Madonna lleva a Wallis Simpson a Venecia sin mucho éxito
La estrella de la canción presentó su segunda película como directora en el Festival de Cine italiano, una historia basada en la vida de la esposa americana del que fuera rey Eduardo VIII.
Visto el resultado de su primera película como directora, Filth &
Wisdom, no existía mucha expectación respecto a la segunda. Los pronósticos se cumplieron y W. E. fue acogida con frialdad por su poca entidad. La película retrata a Wallis Simpson, una divorciada americana por la que el rey Eduardo VIII renunció al trono de Inglaterra en 1936.
Una mujer polémica entonces y después, como lo fue su marido, el duque de Windsor, cuyas simpatías por Adolfo Hitler y el nazismo causaron más de un problema a los políticos británicos. Madonna no entra en analizar el papel de esta mujer en la vida del duque, aunque sí confesó su pasión por el personaje.
“Cuando uno se convierte en celebridad, automáticamente su persona queda reducida a una cita o una declaración entrecomillada”, explicó durante la presentación. “Quise demostrar que Wallis fue mucho más que una línea en los libros de texto, en realidad cambió la historia”, señaló la reina del pop.
No obstante la admiración, Madonna se queda en la superficie y refleja a Wallis Simpson como una persona sin sustancia, más atenta a su vestuario y sus tareas de anfitriona que a las grandes cuestiones de su tiempo. La crítica internacional no tardó en señalar los muchos defectos de una película calificada como “torpe”.
Tampoco la soberbia de Madonna en la presentación contribuyó a relajar la acogida, ya que se atrevió a decir que para ella “hacer películas no supone un gran esfuerzo”. El filme es una suma de videoclips y de anuncios de productos de belleza de alta gama, pero poco más.
La estrella de la canción presentó su segunda película como directora en el Festival de Cine italiano, una historia basada en la vida de la esposa americana del que fuera rey Eduardo VIII.
Visto el resultado de su primera película como directora, Filth &
Wisdom, no existía mucha expectación respecto a la segunda. Los pronósticos se cumplieron y W. E. fue acogida con frialdad por su poca entidad. La película retrata a Wallis Simpson, una divorciada americana por la que el rey Eduardo VIII renunció al trono de Inglaterra en 1936.
Una mujer polémica entonces y después, como lo fue su marido, el duque de Windsor, cuyas simpatías por Adolfo Hitler y el nazismo causaron más de un problema a los políticos británicos. Madonna no entra en analizar el papel de esta mujer en la vida del duque, aunque sí confesó su pasión por el personaje.
“Cuando uno se convierte en celebridad, automáticamente su persona queda reducida a una cita o una declaración entrecomillada”, explicó durante la presentación. “Quise demostrar que Wallis fue mucho más que una línea en los libros de texto, en realidad cambió la historia”, señaló la reina del pop.
No obstante la admiración, Madonna se queda en la superficie y refleja a Wallis Simpson como una persona sin sustancia, más atenta a su vestuario y sus tareas de anfitriona que a las grandes cuestiones de su tiempo. La crítica internacional no tardó en señalar los muchos defectos de una película calificada como “torpe”.
Tampoco la soberbia de Madonna en la presentación contribuyó a relajar la acogida, ya que se atrevió a decir que para ella “hacer películas no supone un gran esfuerzo”. El filme es una suma de videoclips y de anuncios de productos de belleza de alta gama, pero poco más.
maguiie- Su Alteza Real
- Mensajes : 1078
Fecha de inscripción : 22/05/2011
Re: Gracias Wallis
A 75 años de una historia de amor que sacudió al Imperio Británico
Se conmemoran 75 años desde que, un 10 de diciembre de 1936, el rey Eduardo VIII de Gran Bretaña, emperador de la India y el hombre más poderoso de aquel entonces, anunciara por radio, mediante un romántico discurso, no poder reinar sin la ayuda y el apoyo de la mujer que amaba.
La norteamericana Wallis Warfield, divorciada de Spencer y de Simpson, no podía ser reina pese a la firme posición de su enamorado y soltero "
David"
.
El rey Jorge V, padre de Eduardo y fallecido meses atrás, había tenido una premonición tremenda: "
Cuando yo muera, David se arruinará en doce meses"
.
Dicho y hecho, el Parlamento británico, los gobernadores coloniales y el primer ministro, Stanley Baldwin, se opusieron tajantemente a una americana, desfachatada, atrevida y con aires de superioridad ocupara el trono y se calzara la corona de reina.
Lo más triste del caso era que el rey no podía hallar consuelo en su propia familia, y menos en su madre, la reina viuda María, para quien el hecho de pertenecer a la realeza implicaba la obligación de sacrificarse moral y materialmente.
"
La palabra 'deber' se levantó entre nosotros"
, escribió Eduardo VIII. "
Pero no era que yo faltase a mi deber. No fue el deber lo que nos separó, sino nuestro concepto distinto de los deberes de un rey..."
.
En noviembre de 1936, la noticia estalló como una bomba en Europa y Norteamérica: El rey quiere casarse con una plebeya dos veces divorciada. En la Cámara de los Comunes, Baldwin hizo una detallada exposición del problema, atacándolo por el punto más sensible.
Después de anunciar que el Gobierno no apoyaría ninguna legislación encaminada a modificar la posición del rey y que los Dominios del Imperio tampoco aceptaban un matrimonio "
morganático"
, recordó que, si bien los reyes no necesitan autorización de nadie para contraer matrimonio, su esposa pasa automáticamente a ser reina. Y no necesitó decir más.
kanon1977- Su Alteza Real
- Mensajes : 1313
Fecha de inscripción : 08/03/2008
Localización : El Salvador
Re: Gracias Wallis
Uf! Madonna interpretando a Wallis????????? Que horror!
andromeda- Administrador
- Mensajes : 12291
Fecha de inscripción : 18/10/2007
Re: Gracias Wallis
¿Alguien ha visto la película de Madonna? Las críticas han sido devastadoras.
glorisabel- Su Alteza Imperial
- Mensajes : 8253
Fecha de inscripción : 07/06/2008
Localización : San Juan, Puerto Rico
Re: Gracias Wallis
De hecho ni sabía que la había rodado.
Pero debe de ser nefasta.
Imagínate: Madonna es la directora y protagonista :? :? :? :? :? :?
Que se dedique a lo suyo, que es cnatar y deje de tratar de ser una gran actriz, por que no vale para ello.
Si rodó esta película y Evita fue por que tiene tantísimo dinero que puede permitirse el perderlo rodando estas películas.
Pero debe de ser nefasta.
Imagínate: Madonna es la directora y protagonista :? :? :? :? :? :?
Que se dedique a lo suyo, que es cnatar y deje de tratar de ser una gran actriz, por que no vale para ello.
Si rodó esta película y Evita fue por que tiene tantísimo dinero que puede permitirse el perderlo rodando estas películas.
andromeda- Administrador
- Mensajes : 12291
Fecha de inscripción : 18/10/2007
Re: Gracias Wallis
¿Madonna de Wallis? ¡Increíble!
En esta historia que, como hemos visto, de amor auténtico no tenía nada, yo siempre he encontrado más patético a Eduardo VIII que a la propia Wallis. Me parece que lo mejor que le pudo pasar a Inglaterra fue no tenerlo de rey, ni creo que él tenía muchas ganas de serlo tampoco. Wallis fue su pasaporte a la abdicación.
En esta historia que, como hemos visto, de amor auténtico no tenía nada, yo siempre he encontrado más patético a Eduardo VIII que a la propia Wallis. Me parece que lo mejor que le pudo pasar a Inglaterra fue no tenerlo de rey, ni creo que él tenía muchas ganas de serlo tampoco. Wallis fue su pasaporte a la abdicación.
Helena- Non
- Mensajes : 10770
Fecha de inscripción : 21/07/2007
Localización : Madrid
Re: Gracias Wallis
y por qué siguieron luego juntos? nada les impedía divorciarse.
andromeda- Administrador
- Mensajes : 12291
Fecha de inscripción : 18/10/2007
Re: Gracias Wallis
Wallis la fuerte cuidaba del débil Duque. Fue una alianza fraguada en la tragedia que los mantuvo unidos siempre, cómplices y compañeros, más las buenas rentas que percibían. Inglaterra no dejo de pagarles muy bien.
Vamos, que son conjeturas, la historia en estos casos siempre se presta a interpretación, pero a la luz de esas cartas... las cosas quedan muy claras...
Vamos, que son conjeturas, la historia en estos casos siempre se presta a interpretación, pero a la luz de esas cartas... las cosas quedan muy claras...
Helena- Non
- Mensajes : 10770
Fecha de inscripción : 21/07/2007
Localización : Madrid
Re: Gracias Wallis
Yo cuando vi a Madonna en Evita no pude creer lo que había hecho, ya que después del éxito de la Opera Rock Evita, llevada a las tablas por la extraordinaria Paloma San Basilio, quede atónito y sin habla, ya que superar esa puesta en escena por una virtuosa del canto como es Paloma, algo que no pudo hacer la señora Ciccone y luego ver la película y ver lo desproporcionando de la misma quede hecho un ocho.
kanon1977- Su Alteza Real
- Mensajes : 1313
Fecha de inscripción : 08/03/2008
Localización : El Salvador
Re: Gracias Wallis
Pues a mí es una pareja que siempre me ha gustado.
El no quería ser Rey y quería casarse con ella, me parece perfecto!
Hoy en día se hubiese casado, como ha hecho su sobrino Carlos. Mejor le fue sin reinar. Viviendo a todo tren y sin obligaciones.
Eso debía haber hecho Felipe y así por lo menos la sucesora sería Elena, que al menos presume siempre de ser española y eso ya me gusta.
El no quería ser Rey y quería casarse con ella, me parece perfecto!
Hoy en día se hubiese casado, como ha hecho su sobrino Carlos. Mejor le fue sin reinar. Viviendo a todo tren y sin obligaciones.
Eso debía haber hecho Felipe y así por lo menos la sucesora sería Elena, que al menos presume siempre de ser española y eso ya me gusta.
andromeda- Administrador
- Mensajes : 12291
Fecha de inscripción : 18/10/2007
Re: Gracias Wallis
glorisabel escribió:¿Alguien ha visto la película de Madonna? Las críticas han sido devastadoras.
Madonna es una de las mayores estafas de la cultura popular del S. XX: fisiológicamente es imposible practicar contorsiones gimnásticas y a la vez poder manipular el aire en los pulmones como para poder cantar. Además de soberbia es burda, irrespetuosa, maleducada, desequilibrada, falsa, y pasada de moda. Da grima.
Gorgias- Su Alteza Real
- Mensajes : 1069
Fecha de inscripción : 24/10/2011
Re: Gracias Wallis
madonna ya fracasó en todas sus aventuras cinematograficas, peor aún cuando se empeña en ponerse ella misma delante de la cámara.
de ilusiones y verdades están los shows hechos, beyoncée nos hizo todo un concierto de playback sin ensayar: mientras cerraba la boca, hablaba con su publico ó sus musicos seguia cantando por el altavoz, todo ello amenizado con su avanzada celulitis, sus pelucas y la faja presionando la talla 50. Vaya, no estaba igual que la del video.
de ilusiones y verdades están los shows hechos, beyoncée nos hizo todo un concierto de playback sin ensayar: mientras cerraba la boca, hablaba con su publico ó sus musicos seguia cantando por el altavoz, todo ello amenizado con su avanzada celulitis, sus pelucas y la faja presionando la talla 50. Vaya, no estaba igual que la del video.
dayla- Su Alteza Serenísima
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Fecha de inscripción : 15/10/2011
Re: Gracias Wallis
El 3 de Junio se cumplieron 75 años de un matrimonio que cambió el rumbo de la historia de Gran Bretaña y que gracias a él, hoy en día podemos disfrutar de la Reina de las Reinas: nuestra amada Queen.
El suyo no fue un amor cualquiera. El primogénito de los monarcas Jorge V y María de Teck se enamoró perdidamente de Wallis Simpson, una rica estadounidense dos veces divorciada, cuya relación provocó no sólo una crisis constitucional, sino que además fue la razón por la que un rey reunició a su trono. Eduardo VIII, después duque de Windsor, se tomó muy en serio lo de que el amor puede con todo y, después de convertirse en rey de Inglaterra tras la muerte de su padre, Jorge V, el 20 de enero de 1936, decidió abdicar por amor el 11 de diciembre de ese mismo año. A partir de ahí.... el rumbo de la historia cambió.
Horas después, el hijo de Jorge V ofreció un sincero discurso en la BBC en el que argumentó las razones que le habían llevado a tomar la decisión que cambió el rumbo de la Corona británica. "
Hace unas horas he cumplido con mi último deber como Rey y Emperador. Ahora que mi hermano me ha sucedido, mis primeras palabras son para reconocerlo como mi soberano. Lo hago de todo corazón... Deben creerme cuando les digo que se me ha hecho imposible portar el pesado fardo de responsabilidades y asumir mis deberes de Rey sin la ayuda y el apoyo de la mujer que amo"
, confesó. Así, su hermano tomó (por obligación, que no por devoción) el relevo de su hermano bajo el nombre de Jorge VI, y Eduardo pudo empezar su nueva vida junto a la mujer que amaba.
Eduardo VIII vio cumplido su deseo el 3 de junio de 1937 cuando contrajo matrimonio con Wallis Simpson en una íntima ceremonia a la que sólo asistieron sus amigos más cercanos y que tuvo lugar en el castillo francés de Cande. De hecho, no acudió ningún miembro de la Familia Real y fueron muchos los británicos que no aceptaron de buen grado su decisión. Ya convertidos en marido y mujer, aprovecharon para viajar por todo el mundo y establecieron su residencia en Francia. El hijo de Jorge V, que renunció a los lujos y las comodidades de la Corte, vivió bajo el título de Su Alteza Real el duque de Windsor, extensivo a su esposa, aunque ésta, sin la dignidad de Alteza Real, un gesto que disgutó mucho a la pareja.
Al estallar la Segunda Guerra Mundial tuvieron que exiliarse a las Bahamas, por entonces colonia británica, y Eduardo fue nombrado Gobernador General, cargo que desempeñó hasta 1945. Después, regresaron a su amado París, donde a menudo acudían como invitados de lujo a numerosas y exclusivas fiestas, algunas en el palacio de Versalles. Eso sí, además de la expectación que causaban juntos, había otras grandes protagonistas: las espectaculares joyas que lucía Wallis Simpson, emblemáticas piezas que tienen un incalculable valor artístico e histórico.
Sin hijos, el malogrado heredero falleció en su casa de París el 28 de mayo de 1972 y el servicio funeral se celebró en la capilla de St. George, en el castillo de Windsor, el 5 de junio en presencia de la reina, la familia real y la duquesa de Windsor. Catorce años después, el 24 de abril de 1986, fallecía su esposa y, aunque Eduardo quería descansar en el Cementerio Real de Frogmore, Berkshire (Inglaterra), donde pensaba que iba a ser enterrada su esposa, sus restos mortales descansan juntos al Oeste de Londres, cerca del castillo de Windsor.
Si Eduardo VIII de Inglaterra no hubiera renunciado al trono del Imperio británico por el amor de una mujer, casi con toda seguridad su sobrina Isabel II, que acaba de celebrar su Jubileo de Diamante (60 años en el trono), nunca hubiera sido Reina. Al menos, la actual soberana del Reino Unido no había nacido para reinar ni tampoco recibió una educación con ese objetivo, al igual que no había nacido para ese cargo su padre, Jorge VI, que según se dice cuando se enteró de que su hermano mayor había abdicado exclamó aterrado: "
¡No es posible, no es posible!"
.
El suyo no fue un amor cualquiera. El primogénito de los monarcas Jorge V y María de Teck se enamoró perdidamente de Wallis Simpson, una rica estadounidense dos veces divorciada, cuya relación provocó no sólo una crisis constitucional, sino que además fue la razón por la que un rey reunició a su trono. Eduardo VIII, después duque de Windsor, se tomó muy en serio lo de que el amor puede con todo y, después de convertirse en rey de Inglaterra tras la muerte de su padre, Jorge V, el 20 de enero de 1936, decidió abdicar por amor el 11 de diciembre de ese mismo año. A partir de ahí.... el rumbo de la historia cambió.
Horas después, el hijo de Jorge V ofreció un sincero discurso en la BBC en el que argumentó las razones que le habían llevado a tomar la decisión que cambió el rumbo de la Corona británica. "
Hace unas horas he cumplido con mi último deber como Rey y Emperador. Ahora que mi hermano me ha sucedido, mis primeras palabras son para reconocerlo como mi soberano. Lo hago de todo corazón... Deben creerme cuando les digo que se me ha hecho imposible portar el pesado fardo de responsabilidades y asumir mis deberes de Rey sin la ayuda y el apoyo de la mujer que amo"
, confesó. Así, su hermano tomó (por obligación, que no por devoción) el relevo de su hermano bajo el nombre de Jorge VI, y Eduardo pudo empezar su nueva vida junto a la mujer que amaba.
Eduardo VIII vio cumplido su deseo el 3 de junio de 1937 cuando contrajo matrimonio con Wallis Simpson en una íntima ceremonia a la que sólo asistieron sus amigos más cercanos y que tuvo lugar en el castillo francés de Cande. De hecho, no acudió ningún miembro de la Familia Real y fueron muchos los británicos que no aceptaron de buen grado su decisión. Ya convertidos en marido y mujer, aprovecharon para viajar por todo el mundo y establecieron su residencia en Francia. El hijo de Jorge V, que renunció a los lujos y las comodidades de la Corte, vivió bajo el título de Su Alteza Real el duque de Windsor, extensivo a su esposa, aunque ésta, sin la dignidad de Alteza Real, un gesto que disgutó mucho a la pareja.
Al estallar la Segunda Guerra Mundial tuvieron que exiliarse a las Bahamas, por entonces colonia británica, y Eduardo fue nombrado Gobernador General, cargo que desempeñó hasta 1945. Después, regresaron a su amado París, donde a menudo acudían como invitados de lujo a numerosas y exclusivas fiestas, algunas en el palacio de Versalles. Eso sí, además de la expectación que causaban juntos, había otras grandes protagonistas: las espectaculares joyas que lucía Wallis Simpson, emblemáticas piezas que tienen un incalculable valor artístico e histórico.
Sin hijos, el malogrado heredero falleció en su casa de París el 28 de mayo de 1972 y el servicio funeral se celebró en la capilla de St. George, en el castillo de Windsor, el 5 de junio en presencia de la reina, la familia real y la duquesa de Windsor. Catorce años después, el 24 de abril de 1986, fallecía su esposa y, aunque Eduardo quería descansar en el Cementerio Real de Frogmore, Berkshire (Inglaterra), donde pensaba que iba a ser enterrada su esposa, sus restos mortales descansan juntos al Oeste de Londres, cerca del castillo de Windsor.
Si Eduardo VIII de Inglaterra no hubiera renunciado al trono del Imperio británico por el amor de una mujer, casi con toda seguridad su sobrina Isabel II, que acaba de celebrar su Jubileo de Diamante (60 años en el trono), nunca hubiera sido Reina. Al menos, la actual soberana del Reino Unido no había nacido para reinar ni tampoco recibió una educación con ese objetivo, al igual que no había nacido para ese cargo su padre, Jorge VI, que según se dice cuando se enteró de que su hermano mayor había abdicado exclamó aterrado: "
¡No es posible, no es posible!"
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andromeda- Administrador
- Mensajes : 12291
Fecha de inscripción : 18/10/2007
Re: Gracias Wallis
andromeda escribió:[b]Si Eduardo VIII de Inglaterra no hubiera renunciado al trono del Imperio británico por el amor de una mujer, casi con toda seguridad su sobrina Isabel II, que acaba de celebrar su Jubileo de Diamante (60 años en el trono), nunca hubiera sido Reina. Al menos, la actual soberana del Reino Unido no había nacido para reinar ni tampoco recibió una educación con ese objetivo, al igual que no había nacido para ese cargo su padre, Jorge VI, que según se dice cuando se enteró de que su hermano mayor había abdicado exclamó aterrado: "
¡No es posible, no es posible!"
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Ya que Eduardo VIII no tuvo hijos como todos sabemos, yo pienso que Elizabeth si habría sucedido al trono eventualmente, mucho después, pero si lo habría alcanzado en 1972, la reina apenas habría festejado 40 años en el trono en lugar de 60.
O me imagino Andromeda que ud. se refería a que Eduardo VIII hubiera renunciado al amor de Wallis y hubiera desposado a otra mujer, a cuyo caso solo podríamos especular.
Lefairh- Su Alteza Serenísima
- Mensajes : 351
Fecha de inscripción : 28/04/2009
Re: Gracias Wallis
Lefairh, son meras especulaciones.
La historia siguió su curso y hoy disfrutamos de una Gran Reina.
La historia siguió su curso y hoy disfrutamos de una Gran Reina.
andromeda- Administrador
- Mensajes : 12291
Fecha de inscripción : 18/10/2007
Re: Gracias Wallis
Wallis de reina... no me la hubiera imaginado nunca. Creo que Eduardo VIII no quería reinar y ese amor fue su mejor excusa para deshacerse de una carga muy pesada para él, que era bastante viva la virgen.
Helena- Non
- Mensajes : 10770
Fecha de inscripción : 21/07/2007
Localización : Madrid
Re: Gracias Wallis
Estoy leyendo ahora "
Behind closed doors"
del biógrafo real Hugo Vickers. El libro se centra en la vida de la Duquesa de Windsor trás el fallecimiento del Duque. La pobre mujer tuvo unos últimos años miserables. Su abodada francesa, Maître Bloom, se aprovechó de ella, no la dejaba que viese a nadie, la apartó de sus amigos y lo que es peor vendía sus joyas y obras de arte sin que la pobre Duquesa supiera nada.
Otro que no queda bien en el libro es Lord Mountbatten, visitaba con frecuencia a la Duquesa en París pero Wallis le tenía miedo, ya que Mountbatten se dedicaba a dar vueltas por la habítación en donde se encontraban los dos y empezaba a decir "
..está caja de oro me la prometió David, ¿me la darás?.."
. Llegó el momento que la Duquesa no quería estar a solas con él y le pedía a su abogada estar presente.
Behind closed doors"
del biógrafo real Hugo Vickers. El libro se centra en la vida de la Duquesa de Windsor trás el fallecimiento del Duque. La pobre mujer tuvo unos últimos años miserables. Su abodada francesa, Maître Bloom, se aprovechó de ella, no la dejaba que viese a nadie, la apartó de sus amigos y lo que es peor vendía sus joyas y obras de arte sin que la pobre Duquesa supiera nada.
Otro que no queda bien en el libro es Lord Mountbatten, visitaba con frecuencia a la Duquesa en París pero Wallis le tenía miedo, ya que Mountbatten se dedicaba a dar vueltas por la habítación en donde se encontraban los dos y empezaba a decir "
..está caja de oro me la prometió David, ¿me la darás?.."
. Llegó el momento que la Duquesa no quería estar a solas con él y le pedía a su abogada estar presente.
pedro- Su Alteza Imperial
- Mensajes : 2647
Fecha de inscripción : 22/02/2008
Localización : Dublín (Irlanda)
Re: Gracias Wallis
Pedro... ¡tanto tiempo! Ya me preguntaba qué sería de ti.
Pues si, da la impresión de que tuvo una vejez en extremo solitaria. Creo que ni siquiera tenía parientes muy cercanos.
Pues si, da la impresión de que tuvo una vejez en extremo solitaria. Creo que ni siquiera tenía parientes muy cercanos.
Juanb- Su Alteza Imperial
- Mensajes : 5669
Fecha de inscripción : 26/08/2007
Re: Gracias Wallis
Pues si la pobre Duquesa solo tenía los parientes de su marido. Cuando pasaban por Paris algunos de ellos la visitaban como la Princesa Alexandra y su esposo. El Príncipe Michael trás la vuelta de su luna de miel en 1978 pasó por Paris para presentarle a su esposa Maria Cristina, pero para entonces la Duquesa estaba ya muy enferma y apenas podía hablar, su sobrino tuvo problemas para entender lo que le decía.
Es una pena que la familia real inglesa no se preocupase más por ella y que se la hubieran llevado a Londres por respeto hacía el Duque de Windsor que al fín y al cabo había sido Rey de Inglaterra.
Es una pena que la familia real inglesa no se preocupase más por ella y que se la hubieran llevado a Londres por respeto hacía el Duque de Windsor que al fín y al cabo había sido Rey de Inglaterra.
pedro- Su Alteza Imperial
- Mensajes : 2647
Fecha de inscripción : 22/02/2008
Localización : Dublín (Irlanda)
Re: Gracias Wallis
No se portaron bien con Wallis, las cosas donde sean. Con la excusa de que por culpa de la Duquesa de Windsor, Jorge V tuvo que ser rey y esto acarreó una muerte temprana para él, se desentendieron de ella de manera poco caritativa.
Helena- Non
- Mensajes : 10770
Fecha de inscripción : 21/07/2007
Localización : Madrid
Re: Gracias Wallis
Eso es cierto, Helena.No se portaron bien con Wallis.Nunca le perdonaron que por culpa de ella, Eduardo tuvo que renunciar al trono y mas que Jorge VI ocupara su lugar, porque no estaba preparado para ello. Segun he leido, desde que fue rey su vida fue un tormento personal por sus dificultades de cominicacion y vivia siempre con ansiedad, por eso se dice la muerte le vino temprano.
tinotf- Su Alteza Imperial
- Mensajes : 2658
Fecha de inscripción : 25/07/2007
Re: Gracias Wallis
El vestido de boda de Wallis Simpson
Fue una creación del diseñador norteamericano Mainbocher, que vivía en París.
Fue una creación del diseñador norteamericano Mainbocher, que vivía en París.
Viviana QM- Su Alteza Imperial
- Mensajes : 5845
Fecha de inscripción : 03/10/2011
Localización : Buenos Aires, Argentina
Re: Gracias Wallis
La duquesa donó su vestido de crepé de seda al Museo Metropolitano de Nueva York, pero los tintes utilizados no han resistido el tiempo y perdió su color azul pálido, devuelto en una réplica:
Viviana QM- Su Alteza Imperial
- Mensajes : 5845
Fecha de inscripción : 03/10/2011
Localización : Buenos Aires, Argentina
Viviana QM- Su Alteza Imperial
- Mensajes : 5845
Fecha de inscripción : 03/10/2011
Localización : Buenos Aires, Argentina
Viviana QM- Su Alteza Imperial
- Mensajes : 5845
Fecha de inscripción : 03/10/2011
Localización : Buenos Aires, Argentina
Re: Gracias Wallis
Ayer, 11 de diciembre, se cumplió el 77 aniversario de la abdicación de Eduardo VIII. Gracias, David, por quitarte del medio. :smt038
JOY7- Su Alteza Real
- Mensajes : 2138
Fecha de inscripción : 03/09/2013
Re: Gracias Wallis
Ahhh, se me olvidaba . . . Muchas gracias, Vivi, por tus excelentes fotos. Lástima que mi opinión de estos dos personajes sea tan pobre. De todas manetas, ¡magníficas fotografías!
JOY7- Su Alteza Real
- Mensajes : 2138
Fecha de inscripción : 03/09/2013
Viviana QM- Su Alteza Imperial
- Mensajes : 5845
Fecha de inscripción : 03/10/2011
Localización : Buenos Aires, Argentina
Re: Gracias Wallis
Quzás ya han posteado la foto del brazalete que Wallis ocupó el día de la boda.... pero nunca me había fijado... menudo joyón que era!
Juanb- Su Alteza Imperial
- Mensajes : 5669
Fecha de inscripción : 26/08/2007
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