Vidas de reinas y princesas del pasado
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Mar Mayo 27, 2008 3:38 am
MARIA LESZCZYNSKA
LA MAS INESPERADA DE LAS REINAS
El rey más grande del mundo buscaba una novia
Monsieur de Morville, Ministro de realciones exteriores se sintió muy conmovido cuando el duque de Borbón Primer Ministro, le ordenó confeccionar la lita de todas las princesas dignas de desposarse con Luis XV. En efecto, el rey, que entonces tenia 14 años de edad, estaba destinado desde hacia mucho tiempo, a la infanta de España, que tenia 8 años y se educaba en las Tullerias. Pero influido por su ambiciosa amante, la marquesa de Prie, el duque pretendia asegurar desde ya la suceción al trono.
Jeanne Berthelot de Pléneuf Marquesa de Prie (1698-1727)
Las razones no eran desinteresadas. La marquesa de Prie queria una soberana que le debiera su elevación y a la que pudiera gobernar. Pero tambien habia buenas razones;
mientras Luis no tuviera un hijo, Europa no conoceria verdaderamente la paz. Este niño habia sobrevivido milagrosamente a su familia, muerta en una semana a causa de una epidemia (se rumoreaba que la epidemia tenia otro nombre: veneno), y durante diez años se le habia conservado como un muerto vivo. Durante ese tiempo se habian fraguado combinaciones diplomáticas y guerras, contando con su muerte próxima.
Luis duque de Borbón y principe de Condé
Luego, el niño enclenque se transformó en un muchacho fuerte y robusto, "
hermoso como el Amor, con lasrgas pestañas crespas, de cutis muy bello y una boca muy pequeña"
. Europa renunció a enterrarlo, pero cualquier accidente podia renovar toda la cuestión. Porque despues de su muerte la corona seria disputada por el rey de España y el duque de Orleans (uno y otro semilocos), y nuevamente arderia Europa.
Felipe V de España tio de Luis XV
Un dia el pequeño rey tuvo fiebre.
No me dejaré sorprender nuevamente, dijo el duque, Es preciso casarlo apenas pase el acceso.
Luis duque de Orleans
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Pedroro- Su Alteza Imperial
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Mar Mayo 27, 2008 5:55 am
su padre, en las últimas revoluciones del norte habia sido reconocido rey de Polonia"
. De eliminación en eliminación, quedaron solamente 4 princesas, las dos nietas del rey de Inglaterra y... las dos hermanas del duque de Borbón, una de las cuales, Mademoiselle de Vermandois, era hermosa y estaba provista de mil cualidades.
El ofrecimiento de la zarina
El duque se dirigió primero a Inglaterra, sabiendo bien que el problema religioso era insoluble, puesto que jorge I debia su trono unicamente a su cualidad de protestante.
Ana de Inglaterra, quien casó con Guillermo IV Estatuder de los paises bajos, una de las posibles princesas para casar con el joven rey
Catalina I ofreció su hija y su alianza. Un verdadero hombre de estado hubiese aprovechado de inmediato la ocasión. Pero el duque no pensando sino en si mismo, rehusó, aduciendo el obscuro nacimiento de la autócrata (habia sido sirviente) e hizo de Rusia una enemiga de Francia
La futura zarina Isabel, a quien Catalina I ofreció como reina de Francia
Asi pues, Mademoiselle de Vermandois, quedaba como única pretendiente, como convenia a su hermano. Pero prudentemente la marquesa de Prie, quiso asegurarse previamente de la docilidad de la futura soberana. Se dirigió con un nombre falso, al convento en que se la educaba. La interrogó a propósito de la favorita de su hermano y partió gritandole:
¡Anda! ¡No serás nunca reina de Francia!
Elisabeth Mademoiselle de Gex, hermana de Mademoiselle de Vermandois y otra de las que se habia considerado para futura reina de Francia
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Mar Mayo 27, 2008 9:16 pm
En consecuencia, el duque de Borbón, viudo y sin hijos, buscó una esposa, con el objeto de perpetuar su raza o, más bien, la marquesa de Prie buscó una de la cual no tuviera nada que temer.
La intrigante pensó en esa princesa Leszczynska, hija de un padre destronado y sin recursos, que vegetaba en Wissenbourg, Alsacia. En este mes de febrero envió al pintor Gobert para conocer sus rasgos.
Maria Leszczynska
Gobert llegó a una casa muy triste y muy modesta en que se amontonaban el antiguo rey Estanislao I Leszczynski, su madre, su mujer, su hija y los pobres restos de su corte. Un estrecho jardín la prolongaba. Estanislao la recorria todos los dias, soñando menos con su corona perdida que con los medios necesarios para subsistir.
Estanislao I y su familia
La corte de Francia le enviaba apenas una limosna. Su única oportunidad consistia en encontrar un yerno conveniente. Su amigo el caballero de Vauchoux habia hablado de la princesa a madame de Prie, y el pobre hombre vivia con la esperanza de que su hija llegaria a convertirse en la duquesa de Borbón, es decir, a casarse con un tuerto y malvado sumiso a una aventurera.
Catalina Oplaniska madre de Maria Leszczynska
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Miér Mayo 28, 2008 10:11 pm
Desde el 24 de febrero al 13 de marzo, Gobert trabajó en el retrato de Maria, de 22 años de edad. Maria era dulce, piadosa y encantadora. Resignada a las miserias del presente, como a las amenazas del porvenir, no se mostró menos alegre. El pintor fijó sobre su tela lo que, un poco mas tarde descubriria largamente: "
Esta princesa es pequeña. Tiene talla bien proporcianada y fina, el porte gracioso, camina bien;
sus cabellos tiran al castaño, la frente alta, pestañas tupidas y en forma de arco iris;
ojos hundidos no grandes, pero vivos y finos, las mejillas llenas y naturalmente coloreadas, la nariz un poco larga, pero por lo demas, bien confomada. La boca ni grande ni pequeña, los labios bien dibujados y muy rojos, el cuello bien proporcioando y los hombros bien colocados, el pecho alto, blanco... Tiene el espiritu vivo y natural, cultivada, nada orgullosa y bien inclinada, caritativa, generosa.... Esta princesa es un compendio de todas las virtudes"
.
Maria Leszczynska
Cuando Mme. de Prie vió el retrato, se alegró. Esta tierna ovejita era exacatamente la mujer que necesitaba, no el duque sino el rey. El duque se dejó convencer y convocó de inmediato al consejo, donde el asunto fue sometido a la consideración del principal interesado, Luis XV, que habia detestado a la pequeña infanta, admitió las objeciones que se pusieron al resto de las princesas y estuvo de acuerdo en Maria. Era el triunfo de Mme de Prie. la reina seria creatura suya, y el matrimonio de su amante quedaria para las candelas griegas.
Un correo voló hacia Wissenbourg, donde se consumia el desgraciado Estanislao. Si fracasaba el matrimonio Borbon, ¿cual seria su destino? ¡No tenia yá con que pagar a su panadero!.
Catalina Opalinska
El 2 de abril de 1725, la reina Catalina Opalinska bordaba, en compañia de la princesa Maria, cuando apareció el rey fuera de si.
¡Hija mia! exclamó, ¡Caigamos de rodillas y agradezcamos a Dios!
Padre, le respondio ella, Transportada, ¡Sois llamado al trono de Polonia!
El cielo nos es mas favorable aún, ¡Sois reina de Francia!
El secreto debia ser conservado algun tiempo todavia. Terminadas las efusiones familiares, el rey anunció, sin precisar, a su amigo el gobernador de Strabourg que una gran felicidad lo habia sorprendido y... le pidio prestada 13 mil libras.
Estanislao I
Las semanas que siguieron fueron terribles. Los enemigos del duque y de Estanislao, sin hablar de la legión de envidiosos, se ingeniaron cuanto pudieron para impedir esta alianza extraordinaria. Hubo dos tentativas de envenenamiento contra el rey de Polonia, y espantosas calumnias a propósito de la salud de la princesa.
Vanos esfuerzos. El 27 de mayo, al levantarse, el rey anunció solemnemente su matrimonio. El destino estaba echado, pese a las furiosas protestas de las madres decepcionadas.
Luis XV
Sucesos sin precedentes, era necesario componer a la futura soberana un ajuar completo. El duque pidio uno de sus zapatos, uno de sus guantes y la altura de sus faldas. A manera de zapato, no se pudo enviar, sino ¡Una pantufla!
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Pedroro- Su Alteza Imperial
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Jue Mayo 29, 2008 5:00 am
El matrimonio por poder tuvo lugar el 15 de agosto en Strasbourg, en medio de los transportes de un pueblo enloquecido, la gente conocia las virtudes del anciano rey, de costumbres sencillas y suaves, y de la buena princesa;
los sentia cerca suyo y su felicidad venia de su amor.
Boda de Luis XV y Maria Leszczynska
Dos dias despues de la ceremonia, que fue grandiosa, la nueva reina abandonó la ciudad en una carroza de 8 caballos, para encontrarse con el rey. A pesar de las aclamaciones, la pobre niña, aturdida por su increible fortuna, temblaba al pensar enfrentarse con este rey de 15 años, que se parecia al amor. Lloraba ante la idea de que él no la encontrara de su gusto.
En Metz, donde entró triunfalmente, recibió su primer mensaje: "
Estad segura, señora, le escribia Luis, que no buscaré jamás la felicidad sino en el placer de asegurar la vuestra"
.
El viaje continuó en medio de un tiempo espantoso, que empantanó varias veces la carroza. Pero el tiempo fue "
iluminado por los reflejos de la caridad"
de Maria, que distribuyó en limosnas, todo el contenido de su caja recien formada.
Inteligente y fina, la reina sonreia ante las hipérboles con que era abrumada. Sin embargo, su corazón se apretaba a medida que se acercaba a su destino. Malas lenguas le habian hablado de la dureza del rey para con la infanta. Sabia tambien que se la trataba de perjudicar y que se burlaban de la humilde polaca llamada al trono de San Luis.
Fontainbleu
El 4 de septiembre de 1725, el rey que cazaba a dos leguas de Fontainbleu, se detuvo en la colina de Trepanton, más alla de Moret, para esperar a su mujer. La reina descendió, y quizo arrodillarse. El rey se lo impidió y la besó en ambas mejillas, con un ardor que confundió a la corte. Luego subió a la carroza y, durante media hora, discurrió con la reina, demostarndole "
toda la cortesia posible"
. Se esperaban muchas cosas de parte del dios vivo, salvo sus efusiones. El mundo vibró con ellas y los franceses se sintieron llenos de una alegria sin igual.
Fleury
Sin embargo, un delicado problema se presentaba a los tutores del rey. Luis no sabia nada de mujeres, y la "
perfección de su matrimonio"
parecia demasiado importante para no darle algunos consejos. Pero ¿como? El venerable Fleury. Obispo de Frejus, encontró el medio.
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
CENICIENTA1971 Jue Mayo 29, 2008 8:21 pm
UN PAR DE NIÑITOS, DIOS LO QUE EL PODER Y LA MONARQUIA OBLIGABA A REALIZAR
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Jue Mayo 29, 2008 9:45 pm
Cuando Luis bajó al dia siguiente, a su sala de estudios, vió extraños cuadros en lugar de los mapas geográficos. Desde Asia a Europa, desde América al Africa, Boucher habia pintado, de manera precisa, la tierna evolución de un idilio. Bajo el quinto cuadro, el más expresivo, se leian éstos versos:
Pastora que bajas los ojos.
¿Por qué temblar? Un enamorado
no es un salvaje furioso
Y tú, pastor, que tu boca
ose declararle sus fuegos.
No con palabras, porque de vuestra edad
los besos son el verdadero idioma.
Parece que el bien amado comprendió pronto.
El 6 de septiembre, el matrimonio de cuanto de hadas se celebró en la capilla del castillo de Fontainbleu.
Mientras el cortejo recorria la galería de Francisco I, se admiraba el rostro radiante del joven rey, que llevaba un traje de brocato de oro adornado con botones de diamantes y una capa de punto, de España. La reina iba entre el duque de Orleans y el duque de Borbón, con la cabeza ceñida por una corona de diamantes, cerrada por una doble flor de lis. Su vestido se componia de una coraza de pedrerias, de mangas adornadas de broches de brillantes, de una falda y un manto real de terciopelo violeta, bordado de flores de lis de oro.
El cardenal de Rohan bendijo el matrimonio. La reina volvió a sus habitaciones y repartió a sus damas"
las bagatelas de su canastillo"
diciendo con una sonrisa a la que nadie podia resistir:
Esta es la primera vez que puedo hacer regalos
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Jue Mayo 29, 2008 10:19 pm
Cenó en seguida al lado del rey y luego asistió a una representación de "
Anfitrión"
y del "
Médico a pesar suyo"
. El señor de Voltaireestaba furioso: se habia rehusado la "
diversión"
que habia preparado.
Los fuegos artificiales se encendieron, y nos dice Lhuillier: "
el rey pasó poco despues al departamento de la reina para cumplir lo más esencial de la ceremonia"
. Esencial en efecto, porque el
destino de Francia, es decir, el mundo, dependia de la primera entrevista intima entre estos dos seres tan poco destinados el uno al otro. Nada vino a turbar la bella historia de amor.
Los ministros velaron ansiosos. Sólo a las 10 de la mañana fueron aliviados. Sus majestades los recibieron entonces "
y uno y otro mostraron una satisfacción propia de recién casados"
.
El cardenal de Rohan escribió a Estanislao:
"
Puedo asegurar a vuestra Majestad que hay ya, en el rey, un gran gusto por la reina. No diré mas a vuestra Majestad"
.
Se produjo entonces en la Corte "
un ruido, un estruendo, un tumulto espantoso"
, y la reina fue abrumada con odas pindáricas, sonetos, epistolas y epitalamios.
El matrimonio de la Cenicienta y el Principe habia salvado a la dinastia.
Ya listo de nuevo, Luis XV tenia 15 y la reina 22, era 7 años mayor, y él tuvo un buen listado de amantes, parece que les duró muy poco el amor
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Jue Mayo 29, 2008 11:49 pm
LUISA DE FRANCIA
LA MENOR DE LAS HIJAS DE LUIS XV
Madame Luisa
¡De pie por favor! ¿Madame Luisa bebe!
Una linda mujercita de 10 años, con ojos de un azul transparente de porcelana, con cabellos castaños, la más hermosa de las hijas de Luis XV, el bien amado, levantaba solemnemente su vaso. Y era ella misma, "
Madame Luisa"
, la que ordenaba con vocecita decidida:
¡De pie por favor! ¡Madame Luisa bebe!
Asi lo exigia la etiqueta de la corte bajo el antiguo régimen. Pero no estaban en la corte. Se encontraban en ese momento en un saloncito particular de la abadia de Fontevrault. Y una religiosa con las mangas ocultas bajo las anchas mangas de su hábito blanco, observaba friamente a su pequeño auditorio:
¡Quedense sentadas!... La etiqueta de la corte no rige en el convento. Madame Luisa tendrá que habituarse a beber sin ceremonia.
Bueno, entonces ¡Ordeno que me dejen salir para regresar a la corte! ¡Y hagan avanzar pronto mi carroza! respondió la niña con una mirada dominante, bajo su frentecita obstinada.
Madame Victoria, Madame Adelaida, Madame Sofia
MADAME ULTIMA
Esta niñita, Luisa Maria, habia nacido el 5 de julio de 1737, y era la décima de los hijos de Luis XV y de Maria Leszcinszka;
la octava entre las hijas. Cuando vino al mundo, el rey que deseaba un varón, ya que sólo tenia dos, de los cuales uno habia muerto a la edad de 3 años, y que en cambio tenia tantas hijas, se mostró malhumorado:
¡Madame última!, dijo cuando le preguntaron que nombre habia elegido para ella.
Y Madame Luisa fue la última.
Cardenal Fleury
¡Un sólo varón, el Delfin, y todas esas princesas! Eso no aseguraba, de ningún modo, la sucesión al trono. Y era una carga:
¡Con sus vestidos y todas las molestias que dan, esas mesdames llenan el palacio y cuestan muy caro! dijo un dia un ministro de finanzas.
Abadia de Fontevrault
¡Que las manden al convento! propuso el cardenal Fleury al rey, refiriendose a las 4 menores;
y el rey aceptó. Madame Sofia, Madame Victoria, Madame Teresa y Madame Luisa, en una gran carroza y a trote largo fueron conducidas a Fontevrault, en los confines del Maine y del Anjou. Era en 1738. Madame Luisa tenia apenas 1 año y aún estaba sentada en las faldas de su nodriza. Las buenas hermanas del convento las aguardaban, agrupadas a cierta dsitancia, a lo largo de las terrazas floridas, para ver llegar la gran carroza, seguida de 7 coches y 20 furgones de equipajes, custodiados por 12 guardias de corps. Con menos artesonados dorados, menos fausto, en el marco tranquilo de un monasterio de campo y en el clima mas suave de Francia, las 4 niñitas, cuidadas y mimadas por todas esas religiosas seguramente fueron mucho mas felices que en Versalles.
Última edición por el Vie Mayo 30, 2008 5:43 am, editado 1 vez
Pedroro- Su Alteza Imperial
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Vie Mayo 30, 2008 5:38 am
Y Madame Luisa a pesar de algunos arrebatos, también lo fue, tanto como sus hermanas, cuando cumplio 14 años vino a buscarla otra carroza y la llevó a versalles. Alli le pusieron un hermoso vestido de raso gris con ramilletes de flores realzadas con hilos dorados, y el gran Nattier hizo su retrato;
Nunca he visto nada mas encantador que esta niñita, dijo la reina, su madre a la duquesa de Luynes, refiriendose al retrato. Tiene un rostro enternecedor y muy alegre.
Maria Leszczynska
Es fácil compartir la opinión de la reina;
comparando el retrato con el de las otras hijas de luis XV, no puede negarse que es la mas linda de todas y la más fina.
A pesar de la salida tan fuera de tono que profirió el rey el dia de su nacimiento, éste la queria mucho. Le gustaba bromear con ella, la tomaba de la barbilla o le pellizcaba la nariz. Y por su carita siempre arrugada por la risa la llamaba "
Chiffe"
(Frapito).
¿Chiffe era dichosa en la corte? En realidad la vida de Versalles era más ceremoniosa que en el convento de su infancia. Todos los dias tenia que vestirse de etiqueta para ir a saludar a "
Papá rey"
y asistir a la misa con él. Despues acompañada por sus hermanas, tenia que comer en público y estos ritos le desagradaban profundamente. "
¡De pie, por favor, Madame Luisa bebe!"
Una de las complicadas ceremonias en la corte de Luis XV
Al salir del comedor se sacaba su vestido de etiquetas y bordaba tapiceria o leia. A las 6: de nuevo tenia que ponerse su vestido de ceremonia: falda de crinolinas, recargada de bordados de hilo de oro o seda, manteleta de tafetán en que se envolvia hasta la barbilla. Precedida por grandes candelabros, con toda su corte de damas de honor y de pajes, Madame Luisa hacia en la noche su visita oficial, diaria, al rey, que la besaba rápidamente en la frente y la despedia. De ahi se iba a presenciar el juego de la reina... Tenia, por lo tanto, que vestirse 3 o 4 veces en el dia, desvestirse, volverse a vestir, hacer reverencias... ¡Ah, que oficio tan cansador era ser hija del rey!
Pedroro- Su Alteza Imperial
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Sáb Mayo 31, 2008 4:24 am
Luisa Isabel de Francia hermana de Luisa Maria
Maria Enriqueta Hermana de Luisa Maria
Maria Adelaida hermana de Luisa Maria
Maria Victoria hermana de Luisa Maria
Maria Sofia Hermana de Luisa Maria
Sin embargo, mesdames tenian algunos momentos de solaz, después de medianoche cuando se volvian a encontrar en sus departamentos y podian divertirse un rato: cenar juntas sin ceremonias, comer jamón, mortadela, vinos de España. Por lo demas tan pronto como regresó a Versalles, Chiffe tenia una sola idea en su cabecita: evitar, bajo todos los pretextos posibles, las fiestas y la frivola vida de la corte. Las obligaciones estrictas y los deberes de etiqueta, pero nada más. Y, personalmente, seguía todas las prácticas religiosas aprendidas en el convento.
Fiestas en Versalles
Y sucedio que una mujer muy linda, que en pocos meses perdió a su padre, a su marido, y a su hijo, la condesa Maria Cristina de Rupelmonde, decidió entrar en un convento de Carmen de la calle de Grenelle. Madame Luisa fue invitada a la toma de hábito. La madre abadesa madame d'Havré, le hizo por cortesia, los honores del convento a la princesa real. Esta quiso verlo todo, entrar en todas partes e hizo una cantidad de preguntas:
Luisa Maria
¡Es de creer, dijo por broma la abadesa, dirigiendose a las damas que la acompañaban, es de creer que Madame piensa seriamente hacerse hija de Santa Teresa! (Asi llamaban a las carmelitas, por el nombre de la fundadora de ésta orden, Santa Teresa de Avila).
Chifee dirigió su orgullosa mirada transparente hacia la religiosa, como si se sintiera herida por estas palabras, pero luego, dominandose, le dijo con una sonrisa:
¿Y por qué no, puesto que las hijas de Santa Teresa son tan felices?
Última edición por el Sáb Mayo 31, 2008 5:39 pm, editado 1 vez
Pedroro- Su Alteza Imperial
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Sáb Mayo 31, 2008 5:33 pm
Madame Luisa acababa de cumplir 30 años. No se habia casado, ni tampoco sus hermanas, exceptuando a Luisa Isabel, que se habia casado con Felipe de Borbón, hijo de Felipe V rey de España. Pero ya habia sufrido bastante cuando murio su madre, profundamente afectada por el fallecimiento prematuro del Delfin y de la Delfina.
Madame Luisa Maria de Francia
Madame Luisa sufria también por otra cosa: la conducta de su padre, cuyos ecos llegaban a oidos de sus hijas a pesar de todas las precauciones para ocultar el escandalo.
Madame Luisa Isabel, la única de las hijas de Luis XV que se casó
¡Mi pobre padre! murmuraba en sus oraciones Madame última, ¡Dios mio!, te suplico que lo acerques a ti.
Madame Enriqueta
En el retiro de su pieza la princesa escribia en su diario. Una noche en que habia escrito con su gran letra muy firme las palabras que resumian todos sus anhelos, esa idea que tenia Chiffe en su cabecita se habria podido leer:
Madame Adelaida
"
¡Yo Carmelita y el rey vuelto a la gracia de Dios!"
Si, ¿Pero como conseguir que el rey aceptara esta idea? Le pidio audiencia a Monseñor de Beaumont, arzobispo de Paris:
Madame Victoria
Monseñor, he venido en busca de consejo. Quiero ser hija de Santa Teresa.
¿Un consejo? ¡Mil veces habria habria preferido el prelado no tener que darlo! ¡Madame Luisa en el Carmelo! ¡La hija del rey en el Carmelo! Era una pregunta espinuda...
Madame Sofia
Madame, respondió el arzobispo, evitando pronunciarse, hay que rogar a Dios para que El la ilumine. ¡Cuidado con las precipitaciones! espere con paciencia para ver con mas claridad en usted misma.
Luis Delfin de Francia
¡Tener paciencia! ¡Nada de precipitaciones! ¡Pedirle luz al Cielo! ¡Pero si ella veia muy claro y sabia perfectamente lo que deseaba!
Maria Josefa de Sajonia Delfina de Francia
Ya que no podia contar con el apoyo del arzobispo, decidió ir a hablar directamente con papá-rey. Tomando su valor a dos manos, se lo dijo todo: sui mas ardiente deseo, su vocación, su temor de apenarlo...
Luis XV tomó tiernamente el rostro de su hijita entre sus manos, la besó y mirandola hasta el fondo el fondo de sus ojos le respondió:
Trátandose de mi pequeña Luisa, sé que éste deseo no es un capricho;
lo sé. Voy a reflexionar seriamente tanto como si fuera un asunto de Estado. Chife, ¿Puedes aguardar 15 dias? Dentro de 15 dias te daré mi respuesta.
Maria Leszczynska
Durante ese lapso, Luisa oró todas las noches con más fervor que nunca. Despues volvió a visitar al rey. Cuando entró en el salón con artesanados dorados, el rey se levantó y se acercó a recibirla. Su rostro estaba hermoso de gravedad y muy digno. El corazón de Luisa rebosaba de confianza y serenidad.
Luis XV
Querida hija, dijo Luis XV, sin hacerla esperar, si se trata de Dios no puedo oponerme ni a su voluntad ni a sus propósitos.
Luisa habia cerrado los ojos, con las manos sobre el pecho. Su rostro estaba como transfigurado. Despues, volviendo pronto a la tierra, se lanzó en brazos del soberano.
Pedroro- Su Alteza Imperial
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Sáb Mayo 31, 2008 7:58 pm
Lo que su padre ignoraba , es que desde hacia muchos meses Chiffe llavaba el hábito áspero de las hijas de Santa Teresa bajo sus vestidos de crinolina, recargados de bordados.
El 11 de abril de 1770 Madame Luisa se preocupó de sus vestidos y eligió ese dia uno muy precioso de seda mordoré. Despues llamó a una dama de honor, Mme Ghistelle:
Venga Ghistelle, le dijo, vamos a hacer un viajecito.
¿Donde vamos?
¡Ya lo verá!
Subieron a una carroza. Durante el trayecto Madame Luisa no mencionó para nada el motivo de su paseo;
habló de mil cosas y de muy buen humor. De vez en cuando le daba una indicación al cochero. Por fin el coche se detuvo en Saint Denis, en la puerta del Carmelo, el más pobre de todos los Carmelos y de todos los conventos del reino. Entonces sacó de sus bolsillos una carta, en la que se podia reconocer la grande y real letra de Luis XV. Se la pasó a Mme Ghistelle diciendo:
Lea
"
Solo le escribo unas palabras, mi corazoncito, porque es muy tarde. Le envio la orden de la que me habló de su partida y ejecutaré todo lo que usted desea en favor de sus criados, como también todo lo que ha dispuesto"
Madame Luisa miró a la buena Mme de Ghistelle, que no podia comprender de que se trataba.
Carmelo de Saint Denis, actualmente museo
Le dijo afectuosamente adios, y saltó de la carroza alegre y liviana, para entrar al convento. Madame de Ghistelle, estupefacta, vio cerrarse la puerta del Carmelo. En el interior Madame Luisa se dirigió inmediatamente al locutorio para echarse de rodillas antes la Superiora, madre Ana de San Alexis, que la esperaba rodeada de todas las monjas.
Madre mia, le dijo sencillamente, ¿quieres recibirme?
Estaba muy pálida, profundamente emocionada. Y las Carmelas lo estaban mas aún.
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Sáb Mayo 31, 2008 8:31 pm
Seis meses más tarde, el 10 de septiembre de 1770, Madame Luisa se vistió por última vez con sus mas suntuosos trajes de corte, su gran capa de lama de plata y se puso todos sus brillantes.
Capilla de Saint Denis, hoy museo
En la pobre capilla del Cramen de Saint Denis, una princesa ataviada como para una gran ceremonia, la hija del rey, Madame Ultima, entró deslumbrante, resplandeciente de pedrerias, como para un baile de la corte. De a cuerdo con los ritos, la llevaron hasta las rejas del claustro. Una vez ahi, ella misma se despojó, impaciente, de sus preciosos vestidos, se sacó sus brillantes, sus joyas, su gran capa de corte de lama plateada... Y algunos instantes más tarde apareció vestida con el traje de sayal, el escapulario, y el velo de las monjas del Carmen. Al año siguiente pronunció sus últimos votos. Habia cambiado de nombre y escogio el de hermana Teresa de San Agustín. A las personas que, por costumbre, seguian llamandole "
Madame Luisa"
les hacia observar con cierta molestia.
¡Madame Luisa ha muerto! Ya no existe Madame Luisa. Se quedó en alguna parte entre Versalles y Saint Denis.
Madre Teresa de San Agustín
Fue maestra de las novicias, priora, procuradora y, por fin, abadesa, pero siguiendo siempre en todo y con mucha escrupolosidad la regla, como la más oscura, la más sencilla de las religiosas... Madame Ultima... Sin embargo el claustro soportaba a veces, algunas excepciones en su favor: se abria ante un real visitante.
Luis XV vestido de oscuro llegaba a Saint Denis sin ostentación y lo introducian en la celda de la hermana Teresa de San Agustín. Se sentaba sobre la pallasa de la Carmelita. Y durante una hora conversaba a corazón abierto con la que para él era siempre la Chiffe de los bellos años de su juventud.
Luis XV visitando a Madame Luisa, Madre Teresa de San Agustín
La noche en que murió el rey, Luisa la pasó entera rezando en su celda.
Y en adelante ya nadie más atravesó las rejas del claustro. La hermana Teresa de San Agustín sólo fue una monja como todas las demas. Murió cuando acababa de cumplir 50 años, el 21 de diciembre de 1787.
Solo monjas rodeaban su cabecera. Pero al recibir su último suspiro, éstas la oyeron murmurar, como si de pronto recordara Versalles, los fastos de la corte y las grandes cacerias en los bosques de la Isal de Francia:
¡Mas a prisa! ¡Al galope! ¡Al paraiso... al galope!
Y su rostro se iluminó con una postrera sonrisa.
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
tinotf Sáb Mayo 31, 2008 9:47 pm
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Sáb Jun 07, 2008 1:12 am
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
patricia Sáb Jun 07, 2008 5:01 pm
Que vida tan triste de esta familia y que sufridos !!! por Dios!!!
muy romanticos tambien.
Continua que me encanta
saludos y gracias
patricia
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Sáb Jun 07, 2008 5:22 pm
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Sáb Jun 07, 2008 7:49 pm
EL MISTERIOSO CABALLERO DE EON
FAMOSO ESPIA Y FAVORITO DEL REY LUIS XV: ¿HOMBRE O MUJER?
El caso del caballero de Eon, está hecho para agradar a nuestra época, ávida de misterio, devorada por los complejos y un tanto relajada. Desde hace dos siglos, se han contado muchas historias a propósito del enigmático caballero. Se supone su verdadero sexo. Pero no se tiene la capacidad suficiente para responder a la pregunta: ¿por que?
Si solo se tratara de las aventuras de un ser vulgar del siglo XVIII, el enigma habría desaparecido desde hace ya mucho tiempo. Pero se trata de un personaje de primera magnitud, mezclado a los acontecimientos mas importantes de su tiempo y cuya actitud extraordinaria fue, sin duda, dictada por razones de Estado.
Así renace el interés en cuanto un trabajo serio se esfuerza por dar alguna claridad a tales tinieblas.
No hace mucho apareció un libro muy bien documentado, que en su calidad de estudio histórico se apoya en documentos irrefutables sacados de fuentes, hasta ese momento desconocidas, de Francia, de Inglaterra y Rusia. Se basa también en la confesión inédita del propio caballero de Eon, quien se llamaba exactamente: Carlos Genoveva Luís Augusto Andrés Timoteo de Eon de Beaumont.
Es un tema para seducir a los discípulos de Freud y a los psicoanalistas. Y los apasionados por la historia, encontraran allí facetas insospechadas. En cuanto a quienes gustan de las aventuras verdaderas o ficticias de la policía secreta, podrán darse cuenta de que los actuales agentes son unos pequeñuelos junto a Carlos Genoveva.
Nacido en 1728, en Tonnerre, el caballero de Eon de Beaumont despues de brillantes estudios llega a París. Sus modales son exquisitos. Elegante, de buena cuna, vivo, inteligente, gusta a todos: hombres y mujeres. Estas últimas, sin embargo, se extraña que se muestre tan reservado para con ellas. No se le conocen queridas... Y no es esa la costumbre. En ese punto los hombres no tratan de mofarse de Eon, por lo menos, abiertamente. El caballero es una de las espadas mas finas del reino. Posiblemente, oculta su juego...
Luis Francisco Príncipe de Conti
Sea como fuere, en un baile de disfraces en al casa del duque de Nivernais, llega el caballero de Eon de Beaumont vestido de mujer;
con mirada coqueta y un amplio escote, llama profundamente la atención del propio Luís XV. Un error de apreciación, pero una gran revelación en cuanto concerniente al arte del disfraz. El príncipe de Conti, jefe del servicio secreto de Luís XV, propone entonces al soberano que envíe a Eon de Beamont vestido de mujer, a la corte de Rusia, junto a la Zarina Isabel Petrovna, con el fin de tratar de reanudar relaciones diplomáticas interrumpidas desde hace mas de 10 años.
Decidido esto, "
Mademoiselle Lia de Beaumont"
, de 27 años, es dotada con un magnifico guardarropa. La acompaña un pretendido tío escocés, Douglas Mackenzie, quien lleva un código secreto.
Isabel Petrovna de Rusia
Por etapas, Lia se encamina hacia San Petersburgo, deteneindose agradablemente en las pequeñas cortes alemanas. Allí la elegancia de sus trajes y el encanto de su conversación ejercen una seducción irresistible. Durante el viaje, Lia traba amistad con Sofía Carlota de Mecklemburgo, futura reina de Inglaterra.
San Petersburgo en el siglo XVII
Instalada en la capital de todas las Rusias, Lia de Beaumont actua en tal forma que se convierte en la lectora francesa de la emperatriz Isabel, es decir , su confidente.
En un abrir y cerrar de ojos, Lia obtiene lo que desea Luís XV y regresa a Versalles. Pasa por las narices de todos los policías las cartas personales y secretas de Isabel. Estas anuncian la caída de la política rusa.
Última edición por el Dom Jun 12, 2011 5:01 pm, editado 1 vez
Pedroro- Su Alteza Imperial
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Sáb Jun 07, 2008 9:13 pm
Las aventuras de Carlos Genoveva se desatan desde ese momento en loca carrera: fantásticas, irrisorias, increíbles y, sin embargo, verídicas.
Cansado de representar a la jovencita que debe defenderse de hombres buenos mozos, prontos a devorar las criaturas demasiado ardientes, El caballero de Eón solicita un puesto en el ejército francés en campaña, pues era en tiempos de la guerra de 7 años. Se le nombra capitán de dragones en Autichamp. Con ocasión de un combate sobre el río Weser;
carga furiosamente, hace retroceder al enemigo y su caballo se mata. El queda herido.
En Versalles admiran su valor y más aún su maestría. Se llama nuevamente para ser enviado a Londres en calidad de secretario del embajador de Francia. Demuestra nuevamente su astucia.
Los negocios de Francia no marchan muy bien con Inglaterra. Wood, el secretario de estado de su majestad, guarda en su cartapacio un ultimátum, al parecer no muy agradable para Francia. ¿Como saberlo? Wood es invitado a comer, tratado en forma principesca, luego embriagado. Se le copia rápidamente el documento sin que llegue a advertirlo. De tal manera que el rey Luís XV tiene conocimiento de el mucho antes de que le seas enviado oficialmente.
Madame de Pompadour
Carlos Genoveva de Eón acumula servicios, y como recompensa recibe la orden de San Luis, y el titulo de Ministro Plenipotenciario. Además como una demostración de confianza, el rey de Francia pide al caballero que se dirija directamente hacia él, sin pasar por antecámaras y por los circuitos habituales de la correspondencia de Estado. El caballero de Eón es de entonces en adelante de "
Secreto"
de Luís XV. También es el principio de sus desgracias.
En efecto, quien dice "
Secreto"
, dice al mismo tiempo misterio, intrigas, trampas, agentes provocadores, cajas de doble fondo y... disfraces. De todo eso, en medio del fausto que conviene a sus funciones, Eón usa y abusa. Se disfraza por necesidad y por gusto, pero también porque se cree amenazado. Su éxito le vale, como es de suponer, mil envidias. Sabe que es presa de la hostilidad de muchos personajes importantes de la corte de Francia, entre los cuales se encuentra la propia marquesa de Pompadour. Se siente poco a poco seguro en la confianza de Luís XV, inquieto ante la idea que su agente mantiene correspondencia personal llena de confidencias. Eón teme un rapto. No deja de tener razón...
Un día que disfrazado de empleadita desciende la escalera de su propia morada, se encuentra de pronto frente a frente con soldados, deseosos de conversar con su "
amo"
, el caballero. Consigue el paso libre con dos besos, uno para que "
ella"
pueda partir sin ser molestada, otro para que no hagan daño al caballero. Carlos Genoveva da el primer beso por cuenta propia y dice riendo a los soldados que vayan en busca del otro donde el propio caballero...
Sofia Carlota de Inglaterra
Carlos Genoveva no ha tenido jamás un amante. En Londres, Discuten con pasión, apostando fortunas fabulosas por saber si el caballero de Eón es hombre o mujer. Según el triunfo de una de ambas hipótesis, cambiará por completo el carácter de los sentimientos que unen al caballero de Eón con Sofía Carlota reina de Inglaterra.
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Sáb Jun 07, 2008 10:46 pm
Pero hay escándalo, y a cualquier precio hay que ponerle término. En agosto de 1777, el sucesor de Luís XV, con motivo de un paquete de cartas bastantes comprometedoras, concede al caballero de Eón una pensión subida y un permiso para regresar a Francia, con la expresa reserva de que "
ella"
no aparecerá en el reino bajo otras vestiduras que las femeninas.
Te a la inglesa en el casa del príncipe de Conti
Carlos Genoveva se inclina. Paris que bien valía una misa, podía valer también muy bien un vestido de mujer. Se presenta en al corte, donde Maria Antonieta le ofrece un abanico, y la hace vestir por su propia modista, la célebre Rosa Bertin.
Mademoiselle de Eón se instala en Versalles donde defrauda a la opinión pública y vive alegremente. Los salones se la pelean: La Rochefoucauld y Polignac, Breteuil y Montmorency, Tanlay y Nicolai. El cardenal Príncipe de Rohan, aquel asunto del collar, arde en deseos de verla. Hasta Voltaire quiere aclarar que, según él, "
lo confunde, no pudiendo concebir ni a Eón, ni al ministerio de su tiempo, ni los manejos de Luís XV, ni los de la actualidad"
. El patriarca recibe a Carlos Genoveva en Ferney, pero no consigue formarse una idea personal. Escribe a De Argental, consejero del Parlamento de París: "
Deseo únicamente hablarle de ese animal anfibio que no es mujer ni hombre... No creo que usted se cuente entre sus amigos si es de su sexo, ni de sus amantes si pertenece al otro... ¡Esta usted mejor que nadie para aclárarme este misterio!
Luis XVI
Por desgracia a veces la señorita de De Eón no consigue mantener su reserva. Se viste con su querido uniforme de capitán de Dragones, la Cruz de San Jorge sobre su pecho, el sable recto al cinto, y sobre la cabeza el casco de piel de pantera. Todo eso constituye una franca desobediencia a las órdenes formales del rey. Por lo tanto, la señorita de De Eón es detenida por mandato de Luís XVI. La envían primeramente a un convento, donde rehúsan recibirla, como si se tratara del demonio en persona. La mantienen entonces prisionera en el castillo de Dijon, donde el gobernador se apronta a librarse de ella. Lo arruina con repetidas recepciones. La confinan por fin a Tonnerre, su ciudad natal, donde siempre, por "
orden del rey"
, deberá mantenerse tranquila vistiendo los trajes de su sexo"
. Su madre la llama "
mi querida hija"
y su antiguo coronel, el marqués de Autichamp, le dirige respetuosos cumplidos...
La Orden de San luis
¿Es acaso el fin de la aventura? ¡Ciertamente que no! La señorita que moriría a los 82 años, tiene 30 años por vivir. Tiene, por lo tanto, el tiempo suficiente para ver la caída del antiguo régimen, luego La Revolución y el imperio. Todos estos acontecimientos los observa desde Inglaterra, donde emigró, después de haber ofrecido, como "
ciudadana"
, su espada a Francia.
Voltaire
Pero esto no aclara aún si Carlos Genoveva era a la vez Carlos y Genoveva o sencillamente Carlos o bien solo Genoveva a solas.
André Frank, autor de la historia citada anteriormente sobre la vida del caballero de Eon, coloca ante nuestra vista los procesos verbales auténticos, que a la muerte del personaje hicieron resaltar la verdad. Carlos Genoveva era hombre... ¡Hombre a pesar de todos los testimonios contrarios!
Pues bien en caso que el problema del sexo haya sido resuelto, una pregunta turbadora queda siempre en suspenso: ¿por que?
FIN
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
CENICIENTA1971 Dom Jun 08, 2008 4:02 am
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Dom Jun 08, 2008 4:56 am
LLEGAN A BRASIL
La reina de Portugal estaba loca...
Su padre, el rey José, sin herederos varones y obligado a acatar la tradición portuguesa que no permitiría que hubiera un rey consorte extranjero, la había casado con su hermano.
Maria I
Casarse con su tío no fue seguramente una perspectiva agradable;
pero la joven Maria se inclinó ante el deber. De su esclerótico tío-esposo tuvo pronto un hijo, Don José, que murió en la infancia, y después otro, Don Juan, nacido el 13 de mayo de 1767, que estaba destinado a llevar la corona de los Braganza a tierras americanas.
Maria I y su tío esposo Pedro III
Cuando Juan llegó a los 18 años de edad, su madre, que había convertido al corte de Lisboa en una especie de Monasterio donde las oraciones substituyeron a las fiestas, se preocupó para buscarle una esposa. Hasta entonces el príncipe había vivido completamente aislado, sumido en un mundo de ensueño, sin otras diversiones que tocar el órgano y entonar cantos gregorianos.
Don juan
La elección recayó en la Infanta Carlota Joaquina de España, que tenia a la sazón 10 años de edad y que en calidad de prometida fue a vivir a la corte de Lisboa, mientras llegaba el momento en que la naturaleza le hiciese mujer y pudiese casarse con el príncipe, cosa que ocurrió al cumplir los 13 años y fue la señal para que Don Juan abandonase su retiro de Mafra y se consumase el matrimonio.
Nadie pudo explicarse la necesidad de precipitar en esta forma los acontecimientos, y seguramente menos aun los prometidos. En su primera entrevista sucedió algo inesperado. En el momento en que el buen príncipe Juan cogió en sus brazos a su prometida, en el balcón donde se presentaban por primera vez ante el pueblo, se vio que el príncipe daba un salto hacia atrás. Inexplicablemente, la joven princesa le había dado un mordisco formidable en la oreja.
Carlota Joaquina
Desde aquel momento Don Juan quedó para siempre perplejo y desconcertado ante su esposa. Nunca más perdió la impresión de que había unido su destino a una criatura que tenia algo infernal. Nunca fue su amiga ni su compañera.
A ella no le gustó el príncipe. Además de su excesiva obesidad y sus modales apáticos padecía erisipelas crónicas., que eran una característica de la familia Braganza. Como su padre y su abuelo Don Juan nunca montó a caballo (excepto para hacerse retratar) y llevaba constantemente vendadas las piernas, que le molestaban con vivo escozor.
Carlota Joaquina
A pesar de todo, esta pareja dispar, cumplió a conciencia sus deberes dinásticos y pronto la familia real se completó con varios descendientes. Primero la Infanta Maria Teresa, nacida el mismo año que su lejano pariente Luís XVI de Francia y su esposa Maria Antonieta morían en el cadalso. luego dos Antonio, presunto heredero de una corona que aun no ceñía las sienes de su padre, que murió antes de los 7 años y a continuación, Maria Isabel, Don Pedro, Maria Francisca, Isabel Maria, Don Miguel, Maria de la Asunción, y Maria Ana. Esta última nacida en 1806, marcó ostensiblemente el final de las relaciones maritales entre el rey y su esposa que, a partir de aquella fecha, vivieron en palacios distintos. En realidad, la actitud de la Infanta Carlota Joaquina hizo que la maledicencia de la corte pusiese en duda la legitimidad de todos sus hijos, exceptuada la primera Infanta, y se citaban los nombres de los favoritos, supuestos padres de la descendencia real.
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Dom Jun 08, 2008 6:50 am
Palacio de Queluz
Don Juan, mientras, continuaba tocando el órgano y esperando. Esperaba que la locura de su madre pusiese final a la vida de ésta y que al ascender al trono empezase para él una tarea definida. Desde 1792 había sido investido con los poderes de Regente, porque los 17 médicos alienistas que examinaron el estado de la reina la declararon incapaz de llenar sus deberes. Más desde su retiro, la sombra de la loca se proyectaba sobre la corte. Don Juan era regente, pero no era rey. En esta calidad tuvo que presenciar el asombroso e inesperado camino que tomaba la revolución francesa, bajo la mano de Napoleón Bonaparte. Asustado por las incontables victorias del general francés, el regente se dirigió hacia Inglaterra;
pero con esto contrarió los planes de Napoleón que aspiraba a lo que él llamaba el bloqueo continental de la isla. La actitud de Portugal no podía tolerarse, y a las órdenes del general Junot se preparó una expedición de castigo para someter la corte portuguesa y sustituir al príncipe regente por cualquier muñeco a las órdenes del invencible Cesar.
Junot
La noticia de la invasión produjo en Portugal febril alarma. La familia real temblaba en su palacio de Queluz porque, leyenda o realidad, se atribuía al mariscal Junot una salvaje afición a destronar reyes, y en la corte asustada y desorientada, la vieja reina loca dio la señal del más completo pánico lamentándose sin cesar: "
¡Ay Jesús!"
Sus espantosos gritos atravesaban los solitarios corredores del desierto palacio en que estaba recluida y llenaban de espanto los corazones más fuertes. Para ella, el nombre de Napoleón era sinónimo de Anticristo, de nuevo Atila. Un loco se había adueñado de Europa, y su poder se extendía por todas partes, incendiaba destruía... Era el acabo de mundo.
Ella lo sabia, porque ella también, Maria de Portugal, era una loca.
El terror pánico de la vieja reina contagió a los demás, y se condensó en un solo pensamiento, huir. El regente y su familia, los nobles, los ministros, los cortesanos, los lacayos, todos se unirían en un gigantesco éxodo... Sólo el pueblo de Portugal, el pueblo bajo, de quien nadie se ocupaba, se quedaría para resistir la tormenta.
¿Donde pensaba ir la flor y nata de la nación?
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Dom Jun 08, 2008 5:32 pm
Desde hacia tiempo los monarcas portugueses, constantemente amenazados de invasión y de anexión, se habían acostumbrado a volver sus ojos a las fabulosas tierras del Brasil, cuyas líneas limítrofes se perdían borrosamente en una inconmensurable extensión de tierras vírgenes. Portugal, país de navegantes, tenía como horizonte natural el mar. Y al atravesarlo la monarquía portuguesa no moriría, porque su derecho divino la seguiría aun en el destierro. Así pesaban Don Juan y sus inmediatos consejeros, al decidirse a trasladar la corte a Brasil.
Con frenética precipitación se iniciaron los preparativos del viaje. Por primera vez en la historia de Europa un monarca se preparaba a transportar a otro continente todo su patrimonio, sus familiares, sus amigos. Los palacios quedaban rápidamente desnudos de sus tapices y sus alfombras;
cuadros y lámparas iban a llenar inmensos cofres de madera. El tesoro real, incluida la corona, fue cuidadosamente empacado, mientras los archivos históricos quedaban vacíos de papeles.
Una flotilla esperaba en el puerto de Ajuda a la comitiva real que tenia que llevar a América. El día 26 de noviembre de 1807 empezó en Lisboa la fuga, en medio de una espantosa lluvia. La caravana estaba compuesta de multitud de vagones, carros y carromatos, que se movían lentamente hacia el puerto, en un mar de barro que ensuciaba las finas medias de los caballeros y los ricos vestidos de las damas. Pero nadie pensaba en quejarse. Aquel barro providencial frenaba la marcha de los soldados de Junot.
Invasión de Napoleón a la peninsula Iberica
Poco a poco las calles de la capital empezaron a llenarse de gente, de pobre y anónima humanidad, del pueblo de Portugal, que la corte dejaba abandonado a su suerte. Permanecían mudos de asombro, silenciosos testigos del absurdo error de la realeza, al abandonar una nación en estado de sitio. Desde el momento en que los reyes (inviolables hasta entonces aún para sus enemigos) corrían a refugiarse al otro lado del mar, la causa de la monarquía absoluta estaba perdida para siempre.
Lisboa
La lluvia caía torrencial, y el pueblo, mojado hasta lo más profundo de sus huesos, empezó a gritar;
de los insultos pasó a las piedras. ¡He aquí el coche del tesorero real senhor Pacheco, lleno de sacos de la casa de la moneda!, y los cristales saltan hecho añicos... ¡Ahora pasa un carruaje con jóvenes damas de la reina, que lucen las joyas que la precipitación no les ha permitido guardar en sus equipajes! ¡Al barro con ellas!... Con mas respeto se trató a la reina y a sus hijos los príncipes, y, en silencio se escuchó el paso del coche cerrado, desde donde la vieja reina madre continuaba sus desoladores gritos "
¡Ay Jesús1... ¡Ay Jesús!"
La fría lluvia de diciembre parecía entumecer el corazón de los asombrados ciudadanos. Ante sus ojos desfilaba, desorganizado, presa del pánico, el Estado.
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Dom Jun 08, 2008 5:57 pm
El rey iba en último lugar. Llevaba una gran capa, botas altas y un sombrero de 3 picos, debajo del cual su cara aparecía tan blanca como su empolvada peluca. Se mantenía, sin embargo, tranquilo y sereno;
quizás era el único en comprender que aquel extraordinario hecho escribía una página sensacional en la historia de la heroica Lusitania. Supongamos que se quedase en Lisboa, ¿que le ocurriría? Que como los otros monarcas europeos, seria destronado, cogido como rehén e instalado en alguna casa destartalada de la costa vasca francesa, mientras Inglaterra, amparándose en al teoría de la incompetencia de los pueblos indefensos, se apoderaría del Brasil. ¡No! Era preferible jugar la última carta. Escapar a la colonia, con la seguridad de que ambos países se verían beneficiados con ello: Brasil, porque con su presencia y la de sus hijos se elevaría a la categoría de un imperio, y Portugal, porque gracias al prestigio de su colonia encontraría el medio de restaurar su autoridad.
Juan VI
La majestad de su porte impresionó a parte del público. A su paso cesaron los insultos y las imprecaciones. Las piedras que estaban en las manos volvieron a caer al suelo. La simplicidad del monarca, su seriedad, le valían el afecto de sus súbditos. En un lugar donde el gentío se amontonaba, Don Juan hizo detener su carruaje. Descendió, y la lluvia torrencial se descubrió en un afectuoso saludo a su pueblo, que espontáneamente se entregó a vitorearle.
Creedme, portugueses: obro correctamente. Ahora dejo el reino, pero un día volveré con un imperio.
Alegres y esperanzadas ovaciones acogieron las afirmaciones del rey. Sus palabras daban a sus súbditos un motivo de espera, una esperanza para soportar horas crueles. ¡Buen viaje!... ¡Lisboa y sus palacios desiertos sabrán esperar tu regreso!
A partir de aquel momento, la fuga se hizo con más orden. Innumerables botes esperaban en los muelles de Ajuda a al comitiva real, para transportarla a los barcos anclados en el centro de la bahía. El mayor era la hermosa fragata Príncipe Real, reservada al rey, a sus hijos más pequeños, y a los más destacados nobles de la corte. Cada uno de estos elevados personajes llevaba consigo un importante séquito de criados, pajes, barberos, masajistas, secretarios, y padres confesores, lo que obligó a limitar la capacidad del barco, mas a pesar de haber previsto que serviría para trescientos pasajeros, al partir se habían acomodado en él mas de seiscientos.
Carlota Joaquina
El segundo barco, era el yate real Alfonso, en el que viajaron Carlota Joaquina y las jóvenes infantas, con el alegre circulo de poetas, artistas cantores y amigos de todas clases, que rodeaban a la princesa regente.
Mil doscientas personas se amontonaron en esta nave, y pronto dejaron oír sus alegres bromas y risotadas. El viaje prometía ser divertido. ¡Nadie disponía de una cama para él solo! ¡Lo que iban a disfrutar!
Maria Ana última hija de Juan VI y Carlota Joaquina
En el viejo bergantín A Raihna se preparó una cabina enrejada para la reina loca. Atendida por las más viejas damas y devotas figuras de la corte a quienes Carlota Joaquina no podía soportar, la reina fue instalada a bordo, donde sus gritos de "
¡Ay Jesús!"
serian ahogados por el rugir de las olas. En este barco, como en los otros, los pasajeros se amontonaron unos encima de otros, porque se asignaron a al reina y a las dos infantas reales, sus nietas, que con ella viajaban, mas de mil quinientos cortesanos, hombres de iglesia y criados.
En los demás barcos, el Conde Henrique, el Martim de Freitas y el Príncipe do Brasil, se acomodaron, como pudieron, magistrados, ministros, consejeros de Estado, clero y altos funcionarios de la corte. Durante dos días, los barcos engulleron personas y equipajes, sin que ni un momento los angustiados emigrantes dejasen de consultar el horizonte, con el temor de ver aparecer en él la terrible figura de un granadero francés. La lluvia había cesado, y el brillante sol de España secaba rápidamente los fangosos caminos por donde se acercaba el invasor.
Napoleon se acercaba
Por fin los barcos estuvieron totalmente cargados, pero entonces empezó a circular un espantoso rumor, nacido en las profundidades de las cocinas: no había a bordo provisiones suficientes para tanta gente. ¿Buscar provisiones? ¿Donde, si todos los mercados de Lisboa y sus alrededores habían quedado devastados para llenar las bodegas de los barcos? ¿Esperar unos días más? Imposible, las tropas del mariscal Junot estaban demasiado cerca.
Última edición por el Mar Abr 21, 2009 2:14 am, editado 6 veces
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Dom Jun 08, 2008 11:38 pm
Partir, partir inmediatamente, era el deseo unánime. Era preciso poner el mar entre los invasores y los representantes de la dinastía portuguesa, los archivos de la nación, el tesoro real, las joyas y los bienes de la nobleza. En el puente del Príncipe Real sonó la señal de partida, las velas se desplegaron al viento, el estandarte real ondeó en la fragata que conducía al monarca. Los demás barcos contestaron con una salva.
La escuadra se puso en camino. ¡Adiós, puerto de Lisboa! ¡Adiós tierra portuguesa!
El primer puerto que tocarían se encontraba en un lugar, al otro lado del océano, en tierras americanas.
La primera noche de navegación, una tempestad separó a los barcos de la flotilla haciéndoles perder el contacto entre si. El resto del viaje, que debía durar 8 interminables semanas, los pasajeros de cada una de las naves pudieron creerse los únicos supervivientes de una espantosa catástrofe.
Grito de Ipiranga por Pedro I, se declara Brasil independiente
Las miserias y los sufrimientos de la expedición sobrepasaban lo imaginable. Apenas perdida de vista las costas portuguesas, se pudo comprobar, que cerca de la mitad de la carga se había quedado en tierra. Desde la reina madre hasta el más humilde de los mozos de establo (los caballos de las caballerizas reales habían sido embarcado en las bodegas) se vieron obligados a vivir y dormir con lo que llevaban puesto al embarcar. Con el agua para beber, rigurosamente tasada desde un principio, no quedó una sola gota para las abluciones, de modo que sólo los mas importantes personajes pudieron de vez en cuando, los primeros días, disponer de un poco de agua para lavarse. Pronto los elegantes cortesanos y las lindas damas de la corte, con su sangre azul y sus maneras exquisitas, se convirtieron en una muchedumbre sucia y mal oliente. Y en esas condiciones la vida social no ofrecía atractivo alguno.
Imperio de Brasil
El problema de la comida se hizo más angustioso aún que el de la limpieza y los vestidos. Carnes, huevos, verduras, ya escasos desde un principio, empezaron a estropearse. Barriles enteros de mantequilla se volvieron rancios;
y pronto empezó el racionamiento, limitado casi exclusivamente a harina y legumbres secas, un vaso de té claro, de cuando en cuando, para dar variedad al menú.
Pedro I, primer emperador de Brasil
Antes de llegar a mitad del camino las enfermedades hicieron su aparición, más a pesar de enfermedades, escasez de alimentos, poca limpieza y otras infinitas molestias, las sobrecargadas naves siguieron su viaje tenazmente, con firme resolución, cada una por su cuenta, ignorantes de la suerte que habían seguido las otras.
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Lun Jun 09, 2008 1:26 am
El 21 de enero de 1808, el Príncipe Real, echó el ancla en la estrecha ensenada de Bahía. En la proa, el regente Don Juan extendía sus brazos en un amplio saludo, y si hubiese podido disponer de un pañuelo limpio, seguramente lo habría hecho ondear en su diestra.
Pedro I coronado emperador
En la playa, una intrigada muchedumbre se amontonaban para presenciar la llegada de aquel barco desconocido, en el que flotaba al viento un estandarte con las armas de los Braganza;
pero hasta que el pequeño bote que se desprendió de la majestuosa nave llegó a la orilla, no se supo quien ocupaba la hermosa fragata. La noticia se extendió con rapidez. ¡Don Juan, regente de Portugal, acababa de llegar a América! Un príncipe autentico, verdadero... ¿Quería dignarse su Alteza Real, príncipe regente, en desembarcar y hospedarse en el palacio episcopal?
Llegada de Maria Leopoldina de Austria a Brasil
Don Juan no deseaba otra cosa;
pero tanto él como su aristocrática compañía estaban llenos de mugre y dejaban percibir el penetrante olor de su epidermis poco limpia. ¿Seria posible obtener el comité de recepción un poco de jabón, agua en abundancia y ropa interior limpia?
El Emperador
Sorprendido, el comité regresó a la ciudad y todas las casas de cierta calidad se vaciaron de toallas, jabones, camisas, medias, encajes, terciopelos, brocados, y pronto zarpó con destino a la fragata real un verdadero convoy de embarcaciones que los desgraciados cortesanos vieron llegar con indecible felicidad. Dos días después, los navegantes se consideraron lo bastante presentables para desembarcar sin menoscabo de su alta jerarquía, y afortunadamente aquella fecha memorable coincidió con la llegada a Bahía de los demás barcos de la flota, que uno después de otro anclaron en respetuoso semicírculo alrededor de la fragata Príncipe Real.
Damas de la corte imperial de Brasil
Aquello era más de lo que podían soñar las más alocadas fantasías de la colonia. No solo el príncipe regente, sino su esposa y sus hijos. Y no solo ellos, sino también ¡La Reina! Una autentica reina, aunque estuviese loca, era un honor inesperado y extraordinario para los colonos portugueses.
Pedro II
Las campanas de todas las iglesias lanzaron al aire sus alegres notas. Los cañones de los fuertes atronaron el espacio con sus salvas de honor. Las lujuriantes flores tropicales adornaron, junto con gallardetes de todos colores, las casas de la población. Y constantemente se acercaban a las naves pequeñas embarcaciones, con cargamentos de terciopelos y brocados, jabones, perfumes, camisas y medias.
Pedro II y Maria Teresa de Dos Sicilias
Nadie podía esperar una recepción semejante. Don Juan estaba radiante cuando desembarcó llevando al lado a su hijo pedro, a quien la multitud ovacionó con frenesí atribuyéndole el nombre de Príncipe de Brasil. Si, este seria en lo sucesivo su nombre, Príncipe de Brasil.
Pedro II y la familia imperial
Así en medio del entusiasmo de unos días de transparente belleza y desbordado amor de la colonia, terminó la precipitada fuga de los Braganza que tantas consecuencias tendría;
entre otras, la de crear la primera corona auténticamente americana.
FIN
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Lun Jun 09, 2008 6:23 am
El matrimonio de la princesa Mafalda con el príncipe Felipe d'Assia fue celebrado en el castillo de Racconigi, el 23 de septiembre de 1925. A las diez de la mañana empezaron a llegar invitados a la gran sala de billar y a la galería de Eolo, desde donde tenían acceso a las tribunas dispuestas en la capilla.
Mafalda
Los príncipes residentes en el castillo y demas miembros de la familia se reunieron poco después en el salón chino, donde se formaría el cortejo nupcial, y donde se encontraban ya los funcionarios del Quirinal, los nobles y damas de la corte, y altos jefes civiles y militares.
El cortejo encabezado por el rey, que daba el brazo a la princesa Mafalda, seguido por el príncipe d'Assia con la reina Margarita;
más atrás seguía una interminable fila de príncipes, archiduques, duques y condes;
entre ellos el rey Jorge de Grecia y el entonces príncipe Carol de Rumania. Cerraba el cortejo el señor Mussolini, dando el brazo a la condesa de Rosenberg.
Los testigos del matrimonio civil, el príncipe de Piamonte, por la novia, y Carol de Rumania por el novio, se colocaron al lado de los contrayentes, guiados por un maestro de ceremonias. Tan pronto como el rey hubo dado la señal, comenzó la ceremonia que se desarrolló según el protocolo de la corte. Una vez terminada, el cortejo se formó nuevamente para dirigirse a la capilla, precedido ahora por los dignatarios que estaban en la sala durante el matrimonio civil.
Margarita de Italia
Mafalda tenía 21 años y se veía dulce y serena en su vestido blanco de larguisima cola. La reina Elena vestía de lila con una gran diadema de brillantes y velo;
y la reina Margarita, ya muy anciana, lucia un vestido de un tinte morado muy claro. Seria ésa su última aparición en una fiesta de familia. Apenas pasó el cortejo, los invitados ocuparon los lugares en las tribunas dispuestas para ellos en la capilla, desde donde pudieron seguir el desarrollo de la ceremonia religiosa.
Victor Manuel III y su familia
Los reyes de Italia y de Grecia, seguidos de los príncipes de sangre real, ocuparon los primeros lugares, detrás de los novios arrodillados, y en el lado opuesto, las reinas Elena y Margarita y las princesas reales.
Margarita de Alemania madre de Felipe
La figura de Mafalda, revestida de una extraordinaria serenidad, y la tradición de las dos casas, cuya unión representaba como un acto de reconciliación de dos pueblos que se habían combatido, contribuyeron a dar realce y emoción a la ceremonia. El príncipe Felipe pertenecía a una histórica estirpe alemana, los landgraves de la Gran Assia, y habían tomado parte en la guerra, distinguiéndose por su valor. Su madre, la princesa Margarita de Hohenzollern, era hermana del emperador Guillermo II. Pero ahora las enemistades antiguas y recientes se apagaban bajo los fulgores de la ceremonia nupcial, ante una Europa que aplaudía.
Pedroro- Su Alteza Imperial
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
sebastopol Lun Jun 09, 2008 1:07 pm
sebastopol- Su Alteza Real
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Mar Jun 10, 2008 12:13 am
Pedroro- Su Alteza Imperial
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Mar Jun 10, 2008 2:03 am
Ese mes de agosto, Hitler había llamado al Cuartel General nazista al rey Boris de Bulgaria, casado con Juana de Italia, para una conversación urgente, de gran importancia evidentemente.
Las condiciones políticas del soberano de Bulgaria eran muy graves en esos momentos. Boris se había hecho el firme propósito, desde los comienzos de la conflagración mundial, de mantener a su país fuera de la guerra. Pero llegó un momento en que la situación geográfica de Bulgaria puso en serio peligro su neutralidad;
en esas condiciones apremiantes, recibió la invitación de Hitler.
Boris III
El rey se mostró indeciso;
no sabia si aceptar o rehusar, pero optó finalmente por lo primero, y fue recibido con discreta formalidad. La invitación había sido hecha con fines precisos;
en la entrevista debían tratarse asuntos de trascendencia, probablemente la intervención búlgara contra Moscú, que Boris no estaba dispuesto a consentir. Las conversaciones adquirieron un tono dramático, dejando en el monarca una ansiedad profunda que le produjo una alteración en su sistema circulatorio.
Boris III llegando a Alemania recibido por Hitler
El viaje de retorno tuvo lugar entre el 22 y el 24 de agosto, apenas llegado a Sofía, el rey reanudó sus tareas;
pero el 25, mientras trabajaba ante su escritorio le sobrevino una crisis que se manifestó con rigidez de los miembros y pérdida de palabra. Al camarero que llegó a socorrerlo le dio a entender por señas que su fin estaba próximo.
El 27 de agosto, a las 10 de la mañana, el ministro de Bulgaria en Roma, Karadjoff, pidió ser recibido en la Villa Saboya;
su tono dejaba entrever que tenia algo grave que comunicar. En efecto, era para informar que Su Majestad había enfermado repentinamente y los médicos juzgaban gravísima su condición
Desde Roma se trató de obtener de inmediato una comunicación telefónica con Sofía, empresa ardua en esos tiempos en que la guerra todo lo había desquiciado. Sin embargo, el conde Federico de Vigliano consiguió hablar con la reina Juana desde la legación de Bulgaria, y escuchó de sus labios la confirmación de la triste noticia: las condiciones del rey Boris eran desesperadas.
Juana reina de Bulgaria
La princesa Mafalda de Saboya, decidió partir enseguida. Sentía un cariño entrañable por su hermana Juana y estaba dispuesta a hacer cualquier sacrificio para poder acompañarla en estos momentos de angustia. Por lo demás, ella misma pasaba también por momentos de inquietud, ya que el príncipe Felipe se encontraba en Berlín mientras se desencadenaba la tempestad sobre la Alemania cercada. Si las dos hermanas, , unidas por un afecto profundo, lograban reunirse, seria para ambas un gran consuelo. El rey Víctor Manuel y la reina Elena no pusieron objeciones al gesto generoso de su hija y pidieron al conde de Vigliano que acompañara a la princesa. Su testimonio seria mas tarde de valor inestimable.
A las 8 de la noche del 28 de agosto, la princesa partió en tren en dirección a Sofía, en un viaje que debía durar cuatro días. Se puso a su disposición el coche salón del Ministerio del Exterior, porque los vagones reales habían quedado seriamente dañados con el último bombardeo aéreo. Cuando el señor Karadjoff se presentó a despedir a Su Alteza Real en la estación Termini, no consiguió disimular la preocupación que se reflejaba en su rostro, que hizo pensar a Vigliano que tenía nuevas noticias, sin duda peores, respecto al rey Boris.
Llegaron a Viena el 29 a las 11 de la noche. El rey Boris había muerto entretanto a las 4:20 de la tarde anterior. Era evidente que Karajdoff lo sabia ya y creyó mejor no decírselo a Mafalda. En Viena fueron a presentarle sus respetos a la estación el conde y la condesa Thiene y el duque de Canevaro, quienes le presentaron también sus condolencias y la acompañaron luego al Hotel Imperial, donde pasaría la noche. Al dia siguiente, la princesa se dirigió a la frontera húngara, donde la esperaba el coche-salón personal del regente Horthy, que lo puso a su disposicion mientras durara el viaje por Hungría;
la partida estaba fijada las 15:30. "
Su Alteza, anotó Vigliano, se muestra muy abatida y afectada y a menudo se encierra en su compartimiento para desahogar su pena"
Horthy regente de Hungría
En Curtic, cerca de la frontera, que separa a Hungría de Rumania, la princesa se trasladó al vagón personal de la reina madre de Rumania, Elena, nacida princesa de Grecia, quién subió en la estación de Pedreal en los Cárpatos para hacerle compañía a su querida huésped hasta llegar a Sinaia. Elena de Rumania, hermana de la princesa Irene de Aosta, posee una figura distinguida y un trato afable, lleno de bondad. En Sinaia la esperaba su hijo, el rey Miguel, que subió a presentarle personalmente sus condolencias a la princesa Mafalda.
Elena y el rey Miguel de Rumania
El 31 de agosto a las 4 de la tarde llegaron a Bucarest, donde la augusta huésped fue recibida por el ministro de Italia, Bova Scoppa, y por los consejeros de la legación, Gerbore y De Luigi. El viaje continuó enseguida hacia el oriente y en Giurgiu, estación en el confín rumano búlgaro, se inició la travesía del Danubio en el ferry-boat.
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Mar Jun 10, 2008 2:04 am
Pedroro- Su Alteza Imperial
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Re: Vidas de reinas y princesas del pasado
Pedroro Mar Jun 10, 2008 3:36 am
debía efectuarse en la mas completa oscuridad y se necesitaba gran pericia de parte de los que la dirigían;
debían actuar con mucha cautela y lentitud, conocer las corrientes del río y evitar ser arrastrados a un lugar de ataque que no fuera el previsto. La travesía duró 3 largas horas;
a medianoche el vagón entró a territorio búlgaro, a la estación Russi, donde esperaban a al señorita Nadejda Stojanova y el señor Morfoff, encargados por la reina Juana de recibir a su hermana. La princesa dormía en esos momentos, después de dos noches de insomnio.
Funeral de Boris III
La llegada a Sofia tuvo lugar el 1 de septiembre;
Mafalda fue recibida por el príncipe Cirilo, hermano de Boris;
por el ministro de Italia, Mameli;
el consejero de la legación, Daneo, y el conde de Montezemolo. Pocos momentos después pudo abrazar, finalmente, a su hermana en el palacio real. El rey Boris yacia en la capilla ardiente, revestido con el uniforme de gala general, con los distintivos del regimiento de la Guardia Real prendidos en la casaca;
su rostro estaba sereno y parecia dormir. Los visitantes quedaron impresionados con la gran multitud silenciosa que acudió a rendir un último homenaje a su soberano en la catedral ortodoxa, reflejando en sus rostros una congoja verdadera y profunda. El 5 de septiembre el rey fue sepultado en la cripta del histórico Rylskym Monastir, en los montes Ryla, como el mismo lo había dispuesto. Los funerales se efectuaron en forma solemne, con la participación de todo el pueblo y la asistencia de varios príncipes y nobles llegados a Sofía con tal objeto;
entre ellos el duque de Bergamo y los duques de Wurttemberg. Para Juana, que a pesar de tener el corazón acongojado mantuvo en todo momento su entereza, fue un gran consuelo el tener a su lado a su hermana Mafalda.
Cirirlo de Bulgaria
La princesa partió de vuelta a Bucarest el día 7, adonde llegó a las 9 de la mañana del día siguiente, para seguir nuevamente viaje a la 1:30. Hacia las 6 de la tarde, un empleado ferroviario, advirtió al conde Vigliano que la reina Elena de Rumania subiría al tren en Sinaia. Vigliano consultó el itinerario;
el tren pasaria por Sinaia a las 3 de la madrugada;
debe haber por lo tanto, una razón bastante grave, para que la soberana quisiera hacer una visita a esa hora. No se acostó, naturalmente, y esperó que el tren llegara a la estación. En el andén vio adelantarse a una señora alta vestida de negro;
era la reina madre quien le anunció:
Mafalda y sus hijos
Debo comunicarle que su Alteza Real no sabe todavía: Italia ha firmado hoy un armisticio con los ingleses y norteamericanos.
Vigliano pidió a la reina que comunicara a ella misma la noticia a la princesa. Mafalda quedó profundamente impresionada y desorientada con respecto a como debía proceder. Prosiguió, sin embargo, su viaje, y en Budapest fue huésped del ministro italiano, Anfuso. Vigliano consiguió telefonear al Quirinal, desde la legación y se puso en comunicación con el coronel Mario Stampacchia, jefe de la oficina del general Puntoni, oficial responsable, recto e inteligente, al que le pidió encarecidamente que mandara a Budapest un avión para que la princesa Mafalda pudiera entrar nuevamente en Italia. Preguntó también por sus hijos, y se le aseguró que los niños estaban bien y en lugar seguro.
No se podía decir más en una conversación telefónica de larga distancia, pero la noticia aunque breve, tranquilizó a la princesa.
Pedroro- Su Alteza Imperial
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