Vidas de reinas y princesas del pasado

Viaje de "
propaganda"
en la Vendée. La madre del duque de Bordeaux visitó los departamentos que habian combatido la republica. Fue una gira triunfal. Atravesando ciudades y aldeas en un rumor de gloria, Maria Carolina vivia en una exaltación creciente. Las banderas blancas destrozadas por las balas se inclinaron ante ésta mujercita. Emocionada, con los ojos anegados en lágrimas de agradecimiento, contemplaba a los antiguos combatientes de la guerra de los heroes. ¡Que diferencia con el viaje que habia efectuado anteriormente la duquesa de Angulema! ¡Ah!, si los muchachos del 93 hubiesen visto a Maria Carolina a su cabeza. No habria vacilado,como lo hizo el conde de Artois, en lanzarse en una cascara de nuez.





Amigos mios, les declaró al despedirse de los vandeanos, si nuevas tormentas obscurecieran el porvenir de nuestra hermosa patria,vendria a refugiarme donde ustedes, porque con ustedes trataria de recobrar el trono para mi hijo.





Despues de haber sido aclamada en Burdeos y en el pais vasco, regresó a París convencida que el trono de Enrique V seria tan sólido como la fé realista de Vandée, y el recuerdo lleno de prestigio de "
noustre Henric"
en el Bearne.







La proeza loca de 1832 fue la consecuencia lógica del viaje triunfal de 1825.

que gran cultura tienes pedroro, como se nota que eres chileno. ;
)
(/ sin ofenderse nadie porfa, es un chiste chileno para chilenos, dicho por chilena para un chileno ) ;
)
En fin esta claro que es chilensis a chilensis..

:-) magnifico relato, continuad.

Estoy deseando leer más, Pedroro

Chileno tenía que ser...jejejjeej
También es broma, no se ofendan por favor.

Menos de 10 años mas tarde, despues de la firma de Carlos X de los edictos que suprimian las libertades, el pueblo de París se sublevó contra la antigua monarquia. Mientras tanto el anciano rey permanecia impasible e inconciente en Saint Cloud.



Los parisienses, repetia, se han dado a la anarquia. Esta misma anarquia los hará volver a echarse a mis pies. Si abandonan las armas, pueden contar con mi generoso perdón.



¿Abandonar las armas? ¡No los conocia! Tan pronto un parisiese se ve con un arma en las manos se transforma en el mas empecinado de la tierra. Veinte veces al dia la pequeña duquesa de Berry subia al segundo piso del castillo, y con un telescopio dirigido hacia París, seguia los progresos de la revuelta, que poco a poco se convertia en una revolución. Bajaba sin aliento:



¡La bandera tricolor flamea sobre las torres de Notre Dame!... En los techos de la calle de Rivoli hay hombres que lanzan muebles sobre las tropas... Pero chocaba con la "
barrera de silencio"
levantada por la etiqueta en torno al rey.

¡Ay! ¡que desgracia ser mujer! suspiraba.

Queria correr a París, las revueltas no la asustaban, en Nápoles las habia vivido junto a su padre, el rey Fernando que las llamaba "
cosas de la canalla napolitana"
. Era una niña cuando escuchaba a los "
Lazzaroni"
que gritaban ante el palacio: ¡Abajo Nasone! Este era el apodo que le habian dado al rey de Nápoles. La pequeña Maria Carolina habia divisado desde el tercer piso del castillo a un capitan que, desde allí, dirigia traquilamente el orden y animaba los soldados.



¡Sube conmigo Cristina, y ven a ayudar a éste flojo, gritaba la chica, arrastrando con ella a su hermana la futura reina de España.

¡Tenia 7 años!

Ahora tambien deseaba sacudir a todos esos oficiales que se paseaban impávidos por el castillo y llevarlos con ella a la hoguera parisiense, para defender el trono de su hijo.

Carlos X la tranquilizaba:

Antes de 24 horas, todo habrá terminado.

Veinticuatro horas mas tarde, Paris victorioso se aprestaba para marchar sobre Saint Cloud.

Nada sucedio durante el dia 30. Cerca de las 10 de la noche avisaron que se acercaban 1.500 personas provenientes de Auteuil y del barrio de Bolonia. Aunque el ejercito real rodeo inmediatamente el castillo, se produjo una gran confusion. Maria Carolina temia por la suerte de sus hijos y suplicó al duque de Angulema que decidiera al rey para que partiera.

Despertaron a Carlos X.

Me voy a preparar, declaró con resignacion.

El castillo era un alboroto, un desorden indescriptible, un verdadero pánico. Amontonaban en las maletas todo lo que estaba mas a mano: ropa, objetos de valor, y todo lo trasladaban a las carrozas. A las 3 de la mañana, el rey subio a uno de los carruajes acompañado del a duquesa de Berry. Según la duquesa, ya que la realeza estaba obligada a huir, debian dirigirse de inmediato a la Vandée.



Grande fue la estupefaccion del rey cuando en el Trianon, primera etapa del viaje hacia el destierro, vio que su nuera entró a su departamento. Maria Carolina se presentó con una levita verde con cuello de terciopelo, un pantalon muy amplio y sombrero de cuero, a la usanza de los postillones. En el cinturon se habia colocado dos pistolas.

¿A que viene ese traje tan singular? interrogó el rey, ¿Para que son esas armas?

Para defender a mis hijos Sire, explicó ella. El rey con una triste sonrisa en los labios, movio la cabeza.

Créame;
deje esa tenida de heroina de Walter Scott.

Al dia siguiente al llegar a Rambouillet. Maria Carolina insistio:

Todo está perdido... Conozco al pueblo, no hay que temerle. Esta misma noche voy a presentarles a mi hijo.

¡Basta de locuras!, exclamó Carlos X. No permito que expongan a mi nieto a estos peligros

Entonces ¡iré sola!Golpeaba con los pies... pero se inclinó ante la voluntad del rey.



Como consecuencia de la doble abdicacion de su suegro y su cuñado, su hijo se habia convertido en el rey Enrique V. Siguio en la lenta retirada de Rambouillet hasta Cherburgo. Junto al Rey, preocupado salir de Francia del modo más rápido posible, pero con grandeza, al lado el Delfin (Luis XIX) molesto y decepcionado de todo, con la duquesa de Angulema abrumada, la duquesita que era la única que se rebelaba y solo pensaba en la Vandea.

He abdicado;
el Delfin tambien ha abdicado, declaraba Carlos X. Es como si todos hubieramos fallecido.



Pero ella no estaba muerta. ¡No era tan fácil! echaba pestes contra la cobardia y la traición,. Durante el interminable viaje, bajo el polvo implacable, sólo soñaba con complots y con batallas

En Cherburgo, sus nervios flaquearon cuando vio el "
Rodeur"
encargado de escoltar la nave real. Este Cutter era el que estaba generalmente a su disposicion, cuando deseaba hacer paseos por el mar. En honor suyo, los marineros se vestian de azul... ¡Cuantas veces, en los dias de tormenta, regresó al puerto empapada... y riendo a carcajadas!



Y ahora ese mismo "
Rodeur"
, como perro guardian, tenia orden de disparar contra el barco real en caso de que éste tomara la dirección de un puerto inglés.



La famili real de Francia se refugió en el castillo de Holyrood, cuya fachada gris, rodeada por4 torres, se levanta en Canongate, barrio popular de Edimburgo. ¡La atmosfera que envuelve la mansión atemorizaria a un fantasma! Pesa en los hombros como una capa de plomo.



Maria Carolina estaba furiosa y todos estaban disgustados.

Soy el amo en mi casa! gritaba Carlos X.

¡El amo en su casa! repetia con ironia la duquesita. ¡Era en Saint Cloud donde tenia que ser el amo! ¡ No habria perdido su corona, y mi hijo su porvenir!.
Pronto no pudo soportar más, y se decidio salir de la necrópolis. ¿Sus proyectos sorprenderian hasta los optimistas? ¡Queria tratar de reconquistar el trono de su hijo! ¿Como? Desembarcando en Francia y reeditando en provecho de Enrique V el célebre retorno de la isla de Elba.

Volveré a Paris, aunque sea dentro de un ataud, declaró cuando salio de Edimburgo, Quiero lavar la verguenza de Ramboulliet.

Iba a comenzar la prodigiosa aventura...

LA EPOPEYA



Me siento como una leona, declaraba la baronesa de Montmorency, al dia siguiente de la revolución de 1830



Me es imposible "
verlos"
establecidos en las Tullerias, ocupando las mismas habitaciones donde vivian los miembros de la familia de Carlos X.

se referia al nuevo rey Luis Felipe y los suyo.



Los legitimistas, partidarios de Enrique V, permanecian en sus castillos, y no cejaban en sus aspiraciones. El joven Chateaubriand hijo de un guardia de corps de Luis XVIII, tuvo la mala idea de entonar la maquinalmente en la iglesia de Saint Sulice en Pareds, el "
Domine salvum fac regem"
, en union con otros fieles;
inmediatamente su padre le dio un bofeton magistral:

¡Ya te enseñare a cantar en honor de Luis Felipe!

Los realistas fieles a la rama mayor, tuvieron una ligera esperanza cuando se impusieron que la duquesa de Berry habia abandonado el lúgubre castillo escoces de Holyrood, y trataba de interesar a los soberanos extranjeros sobre la causa de su hijo. ¿Lo habia conseguido? ¿Habrá conquistado a los reyes y emperadores con su parloteo franco italiano? La esperanza de los legitimistas se cambio en alegria cuando supieron que el 28 de Abril de 1832, la duquesa de Berry que ostentaba el titulo de "
Regente de Francia"
habia desembarcado en Marsella con el mariscal de Bourmont a fin de reconquistar el trono de su hijo y "
lavar la verguenza de Rambouillet"
, donde habia abdicado Carlos X.

Bourmont

Maria Carolina disfrazada de grumete, habia aguardado refugiada, en una choza, no lejos de la ciudad, el resultado de la revolución marsellesa. La bandera blanca, la última bandera blanca que se izara en Francia, ondeaba en el campanario de la iglesia de Saint Laurent, ¡pero el estandarte real, era unicamente una servilleta!... En cuanto a los "
2000 sublevados"
, solo eran 60. Recorrieron La Canebière , pero nadie se movió, y algunos soldados del 13 de linea los dispersaron...



La Canebiere, Marsella

Despues de ésto, la "
Regente"
habia desaparecido... ¡Pero en todos los castillos de Francia se hablaba de ella Ciertamente que los mas preocupados eran los miembros de la familia de Dampierre, intimos en las Tullerias, y que habitaban retirados en su majestuosa mansion de Plassac, a 18 kilometros de Saintes.



El marqués Aymar de Dampierre (de quien decia el duque de Clermont Tonerre que era una persona a quien se le queria a primera vista) vivia con la esperanza de que la duquesa de Berry llegaria un dia a Vandea donde contaba reunirse con ella.



La noche del 7 de mayo de 1832, cerca de las diez y cuarto, la familia se habia visto obligada a retirarse de la terraza para refugiarse en el salón, porque hacia frio. Fuera los dos niños, el marqués y la marquesa estaban acompañados de dos ancianas señoritas, algo opacas, melancólicas y románticas: la canonesa de Luc y su hermana.

Comenzaban éstas damas a bordar sus labores de tapiceria, cuando el ladrido de los perros que cuidaban el patio las sorprendio. Algunos instantes más tarde, un lacayo anuncio que un coche se habia detenido junto a la reja, y deseaba ver al señor marqués. Aymar de Dampierre con una linterna en la mano, se apresuró a dirigirse al encuentro de los visitantes. Pronto reconocio a M. de Villeneuve, que se paseaba frente al coche.

Amigo mio, le traigo a "
Madame"
, le dijo en voz baja.

La duquesa era conocida con el nombre de "
Madame"
.

M. de Villeneuve pretende en sus memorias haber declarado con lirismo:

¡Querido castellano, ábrame;
ha llegado al suerte de Francia!

UNA NOVELA DE AVENTURA CON DISFRACES


Como hay que tomar en cuenta la presencia de los postillones, es mas plausible dar crédito a la primera versión.

Inmediatamente acordaron que el único que conservaria su personalidad seria M. de Villeneuve;
era imprescindible guardar el incognito respecto a la servidumbre. El conde de Mesnard, que tambien viajaba con la duquesa, seria el padre de "
Madame"
. El marqués de Lorges, tercer acompañante de Maria Carolina, habia desempeñado hasta ese momento el papel de cochero, pero desde entonces se convertiria en su esposo.



M. de Mesnard

¡Dios mio! exclamó la "
Regente"
, cuando le comunicaron éstas decisiones, ¡Cuantos maridos he cambiado en tan poco tiempo!

¡Estaba encantada! Desde 3 dias atras habia sido Madame de Villeneuve;
mas tarde sobrina de Mesnard, "
comerciante suizo"
. ¡Y esa noche, en las puertas de la Vandea, su corazón estaba henchido de esperanza! En vano M. de Villeneuve le habia repetido que los tiempos heroicos pertenecian a la historia... que la Vandea no responderia. M de Mesnard, más triste que Don Quijote, le afirmó que todo ésto terminaria muy mal, pero Maria Carolina se encogia de hombros muy segura de si misma.

¡No! Me aguardan en la Vandea. Los Borbones siempre han dejado a esos valientes combatir solos sin compartir sus sufrimientos. Estoy obligada a ponerme a la cabeza de ellos... Y ademas, no se preocupen por mi;
¡me fascina viajar! agregaba riendose...

¡Y su risa conquistaba a todo el mundo!




M. de Mesnard aceptò ser el guardaespaldas de ésta heroina, y Villeneuve vivir ésta novela a lo Walter Scott. Madame se creia efectivamente que la época de las hazañas de Diana Vernon habia vuelto a florecer, como la de Flora Mac Ivor o la de Alicia Lee. Y en su retiro italiano de Massa divisaba a la isla de Elba. En fin el viaje triunfal de 1828 habia quedado grabado en su corazón.



Es fácil imaginar lo que fue la entrada de la vivaracha duquesa en el salón legitimista de los Dampierre. La marquesa "
vertia lágrimasde ternura mientras besaba las manos de Maria Carolina"
;
las buenas tias pidieron que les fuera concedido igual favor, y el joven Elie estaba radiante de felicidad. Maria Carolina decidio que su cuartel general seria Plassac. Pero ante todo era preciso procurar ropas a Madame;
la duquesa de Berry sólo poseia una capa azul con rayas negras, que no lograban disimular su traje de hombre.

Al dia siguiente la canonesa, muy emocionada, partio a Burdeos y regresó con un ajuar completo

La mansión era austera: Maria Carolina no se demoró mucho en animarla: se entretenia en tironearle los cabellos a la jovencita de la casa, que estaba recien egresada del colegio del Sacre Coeur, o bien la escandalizaba en la iglesia gritando cuando los fieles cantaban "
Domine salve fac regem"
:

¡Dios mio! ¡haz que lo cuelguen!



Diez dias despues de su llegada, la duquesa de Berry, seguida por M. de Mesnard, de Lorges, y de los Dampierre, entró en la Vandea.

En Montagu, M. de Charette, sobrino del gran Charette, salio a su encuentro y la condujo por senderos extraviados hasta el castillo de La Preuille. Como temian que los detuvieran en el camino, los viajeros volvieron a cambiar su estado civil, y se transformaron en una familia británica en viaje de placer;
Maria Carolina se entretenia en chapurrear un inglés mezclado de italiano.



Llegaron el 17 de mayo en la mañana al castillo de La Preullie;
Nuevo cambio. La Regente eligio una chaqueta negra adornada con botones de metal, que dejaba ver un chaleco amarillo, un pantalón de algodón azul y una camisa de campesina, sobre su peluca color castaño se colocó un gorro de lana, obscureciendo sus cejas con un corcho ahumado.

¡Estaba en la gloria!

En los caminos llenos de baches de la Vandea, Maria Carolina Proseguia su sueño;
no podia comprender que en 1793 los campesinos hubieran salido en busca de sus jefes, mientras que en ese momento eran los jefes los que iban a buscar a los campesinos.

Los grabados de esta epopeya fracasada, en la que es bien dificil saber cuando termina la historia y comienza la leyenda, nos muestran una choza rodeada por los soldados de donde se escapa Maria Carolina en las narices de los guardias, mientras bebe una botella de sidra. En otras aparece Charette y el anciano Mesnard, que la desvisten respetuaosamente y envuelven su rubia desnudez en una manta, despues de la caida en el Maine.

¡Ahora veo agua, mañana será fuego!

Otros nos muestras las noches pasadas en un establo sobre un montón de paja. Vemos cuando la despierta un buey con un mujido, y que pasa su lengua pòr el rostro del triste Mesnard, o bien la ensaladera que le han regalado a la granjera con ocasion de su matrimonio y que pone a disposicion de la duquesa, a falta de otro tiesto, para una necesidad apremiante.

En muchas ocasiones hizo largas cabalgatas a la grupa de chuan, o se mantuvo dias enteros en su escondite, mientras los soldados de Felipe rodeaban la aldea.

Y en todas partes demostró siempre ese valor sonriente, un heroismo sin ostentación, una fé que resistio a todos los que la aconsejaban que abandonara esa locura...





Cartas de Maria Carolina a Mesnard




Mesnard

¡ENTREGUENSE, BANDIDOS! ¡VIVA ENRIQUE V!





La "
guerra"
comenzó con el combate de la Penisière. Treita y ocho legitimistas resistieron durante 9 horas al asalto de dos compañias de élite y de un escuadron del 19 de linea. ¡Novecientos contra treinta y ocho! Los sitiados sólo tenian una docena de cerbatanas y cuarenta tiros para disparar.

¡Entreguense bandidos!, gritaban los "
rojos"
.

¡Viva Enrique V! respondian los "
bandidos"
.

Finalmente los filipenses le pusieron fuego al castillo.

"
La humareda, nos cegaba cada vez más, comentaba un sobreviviente;
estabamos amenazados de ser quemados vivos. Hacia 24 horas que no nos alimentabamos y la sed nos abrazaba. Despues de 8 horas de combate, comprendimos que teniamos que abrir una brecha: la escalera ya estaba ardiendo



Precedidos por los clarines que tocaban a la carga, lograron pasar a traves de una lluvia de balas. Podian contarse los que escapaban, treinta, de treinta y ocho, de los 4 hermanos de Girardin, uno habia muerto y los otros 3 estaban heridos.

Pero el desenlace tuvo lugar en Chêne-en-Viellevigne, una aldea melancólica rodeada de pantanos. Charette colocó ochocientos hombres en el páramo de Bouaine. De pronto desembocaron en la aldea los filpenses que venian de carrera. "
La guardia real de Enrique V"
les salio al encuentro;
eran campesinos armados con trabucos. Comenzó el fuego. Como en 1793, los vandeanos daban grandes gritos, mientras atravesaban el riachuelo que los separaba. Las tropas gubernamentales retrocedieron. El anciano La Robrie, cuya hija fue barbaramente masacrada la víspera por los "
rojos"
, los hostigaba, dando sablazos a diestro y siniestro. La persecución sólo se detuvo en las puertas de Montaigu. Desgraciadamente , éste fue el único éxito de ésta campaña de un dia. Una hora mas tarde, mientras Charette estaba pasando revista a sus hombres, un batallón del 44 de linea avanzó hacia La Chêne. Sin aguardar ordenes, los vandeanos se lanzaron impetuosamente. Los "
pantalones rojos"
comenzaron a plegarse, cuando tras los asaltantes se oyeron disparos de fusil. Tomados entre dos fuegos, los vandeanos vacilaron. "
El temor hizo presa de las filas"
escribio Charette. Desconocieron la voz del jefe y se produjo la desbandada. En la noche, se reunieron las tropas de Madame;
sólo quedaban doscientos hombres.



Gran Charette, tio de Charette

Maria Carolina habia seguido la batalla desde La Chêne. Mesnard tuvo que luchar con ella para que no se uniera a los combatientes, como era su deseo. Al dia siguiente, sitiada por todos lados, se quedó oculta por 6 horas en un foso lleno de barro. Comprendio la situación, hay al abandonar la contienda, sólo lamentó una cosa:
Si me hubieran matado, tendria la seguridad de que me habrian vengado..., y les aseguro que el peligro no me obliga a retroceder. Me voy a eclipsar dijo a Charette, no quiero darles mas preocupaciones.



Pero agregó:
¡Siempre Walter Scott! Robert Bruce no subio al trono de Escocia hasta despues de haber sido vencido 7 veces;
¡seré tan constante como él! Mas tarde, sola con Eulalia de Kersiabec, se alejó por las landas. Habia muerto la insurrección Vandeana...




Eulalia de Kersiabec

excelente gracias.

El 5 de junio llegó a Nantes el policia mas famoso de la época: el comisario Joly. Tenia poderes ilimitados para prender a la duquesa de Berry, que, según pensaba el gobierno, debia estar escondida en la región nantesa. Inmediatamente organizó "
una investigación"
permanente de todos los individuos, ya fueran extranjeros o del pais, que entraran, estuvieran de paso o salieran de Nantes.



¡Como se ve, nadie se escapaba!

El 9 de junio era dia de mercado. Los agentes estaban muy ocupados;
por los caminos granjeros y hotelanos entraban a la ciudad que estaba patrullada por soldados.



Mientras mordia una manzana, una campesina del pais de Retz, con cofia de encajes, coselete muy estrecho, sobre la blusa blanca y un canasto con huevos en el brazo, caminaba con los pies descalzos, mientras leia un cartel oficial, pegado en una muralla. Se trataba de un aviso del ministerio que "
anunciaba el estado de sitio delos 4 departamentos vecinos"
. Para indicar los ragos de la duquesa de Berry, decia algo poco halagüeño: "
ojos claros algo separados y bizcos"
. Este papel me interesa mucho, dijo la granjera de Retz, quiero saber su contenido.

¡Y con razón!

La campesina que acaba de entrar a Nantes, venia a pie y se llamaba Maria Carolina, duquesa de Berry, Regente de Francia, hermana del rey de Napoles, y de la reina de España, sobrina de Marie Amelie, reina delos franceses (no de Francia) y de Francisco II de Austria;
en otras palabras, ¡era la mujer de ojos separados y bizcos"
del cartel ministerial!.



Le suplico señora, imploraba Eulaia de Kersabiec, vestida como su ama, ¡sigame!



Rezongando, la duquesa se reunió con su compañera y las dos se dirigieron al muelle de Bouffay... Asi fue como, en las barbas den la policia, y de toda la guarnicion de Nantes, Madame entró alegremente a la ciudad...



Fernando II de Dos Sicilias, hermano de Maria Carolina



Maria Cristina de España, hermana de Maria Carolina

pedroro, felicitaciones compatriota... ;
)

LA PEQUEÑA CONTRA EL PREFECTO Y EL DIABLO EN PERSONA






Joly multiplicó sus "
exploraciones"
,que si bien consiguió algunos datos muy útiles, estuvo lejos de alcanzar su objetivo.

Mientras tanto, el "
objetivo"
se ocultaba en una buhardilla en la calle Haute-du-Chateau, Nº 3 en casa de las señoritas de Guiny y usando 24 cifras diferentes estaba en correspondencia con Europa. Los reyes de Holanda, de Portugal, de Cerdeña, y hasta el mismo zar aceptaron ayudar a la "
Regente"
, pero ante todo era necesario que los legitimistas obtuvieran resultados tangibles que dieran mas seguridad que la bandada de la Vandea.

Si Madame logra el mas insignificante de los éxitos, declaraba el conde de Nesselrode, ministro del zar Nicolas I, sus deseos se trocaran en una ayuda efectiva.



Nicolas I de Rusia

Escribiendo con jugo de limón, la "
Regente"
respondia.

"
Para que pueda obtener la victoria, tienen que empezar ustedes a intervenir"
.

¿Intervenir? Algunos soberanos terminaron por aceptarla idea en princiipio, pero con una condición capital:

Me comprometo a franquear la frontera con mi ejercito, decia el rey de Cerdeña, tan pronto como una potencia, cualquiera que sea, dé comienzo a las hostilidades.



Carlos Alberto I de Cerdeña


Madame no podia salir de éste circulo vicioso, pero no por eso dejaba de divertirse en grande. Conspirar, aun cuando fracasara, la colmaba de alegria. ¡Siempre Walter Scott!

Los Orleans usurpando los palacios reales


Luis Felipe y la tia "
Amélie"
, que estaban al corriente de estos complots, dirigidos por su sobrina desde su armario nantés, comenzaron a encontrar que su "
sobrina"
exageraba. Ademas la revuelta en Vandea seguia incubandose bajo las cenizas. Usando la expresion actual, algunos "
comandos"
atacaban en los departamentos filipenses, saqueando los caudales públicos.

Una noche, corrio sangre ¡Mientras la duquesa siguiera en libertad no terminarian las revueltas! De modo que el comisario Joly fue enviado nuevamente a Nantes, esta vez con instrucciones muy precisas: todas las noches saldrian a la ciudad 400 a 500 hombres y registrarian los alrededores, sector por sector..., porque estaban convencidos que la duquesa se ocultaba en los suburbios. Multiplicaron las pesquizas e hicieron muchas detenciones.

Joly estaba siempre al acecho y su fracaso hizo caer al gobierno. Luis Felipe a quien empezaron a acusar de debilidad y hasta de ser cómplice, tuvo que elegir ministros "
con pantalones"
. El 11 de octubre Thiers fue nombrado ministro del interior. y su primer acto fue reemplazar al prefecto de Nantes, M. de Saint-Aignan, por un señor Maurice Duval, hombre enérgico sin duda, pero gozaba de una repputacion francamente detestable.





Adolphe Thiers

Ante éste regalo , los nanteses, que tienen mucho "
esprit"
decidieron demostrarlo a su modo. Se dirigieron a la puerta de la ciudad para recibir con música al nuevo prefecto. ¡Y que instrumentos! Pitos, cacerolas, calderos. Duval que estaba en antecedentes, entró por otra puerta, pero los nanteses adivinaron la astucia y transportaron su orquesta ante el Hotel de Francia, donde debia hospedarse el indeseable funcionario... y la sinfonia siguio adelante con mas brios.



Nantes, Teatro y Hotel de Francia a la derecha

Maurice Duval, a quien nadie conocia, llegó entre tanto y trató de atravesar entre la multitud. Cuenta alguien que lo vio pasar con las manos vacias, le dio una sartén para que ayudara al bullicio y dicen... ¡Que Duval lo hizo asi!

¡Maria Carolina lloraba de risa!

¡Empezaba mal el nuevo pró-consul!

Thiersa ya no sabia a que santo encomendarse. Por fin se presentó el diablo en persona de un judio alemán llamado Jacinto-Simón Deutz, judío convertido, ahijado del arzobispo de Paris, y muy recomendado por el Papa, que lo llamaba "
el hijo de la luz"
.

EL VAUDEVILLE



En los jardines de los Campos Eliseos el ministro Thiers, jefe del gobierno de Luis Felipe, escuchaba abrumado las palabras de Jacinto Simon Deutz, que le habia dado una cita secreta a fin de entregarle a la duquesa de Berry.

La duquesa me utilizó como agente secreto;
me ha nombrado barón.

¿Y aceptaria used decirnos donde se esconde la duquesa?

Debo entregarle importantes misivas. Me será fácil llegar hasta donde se encuentra. No quiero hacer cusetion de dinero, sin embargo... no soy rico y...

¿Cuanto?

Deutz vaciló, despues lanzó una cifra.

500.000 francos

El ministro se sorprendio al principio por la enormidad de la suma, pero se decidio y llamó a Joly, que llegó de Nantes apresuradamente.

El comizario hizo una mueca. Trabajar con un "
malvado que va a vender a una mujer que ha sido su bienhechora"
, Le disgustaba, Thiers insistió:




El contacto con un hombre de ésta clase no le atañe, ni se le va a atribuir una participación en su crimen. Esa noche Joly conocio a Deutz. El judio miro detenidamente al comisario y se asustó:

¿Es acaso un hombre seguro, bien seguro? preguntó Thiers.

Es un hombre que ni se vende ni se compra.

Deutz trató de justificarse: "
Si un éxito, aunque sea pasajero, es el resultado de una revuelta vandeana, precisó en un informe, el extranjero atravesará las fronteras. Puede prevenir desastres y desgracias, sin hacer derramar una gota de sangre, merced al arresto de una mujer. Quiero salvar a Francia de los horrores de una guerra civil y de la invasión extranjera.

Enseguida puso al siguiente condición:

"
Si sucumbiera en su propósito, su cuerpo sería trasladado a parís por cuenta del estado, y enterrado junto a la tumba de su madre"
.

:-) magnifico relato historico, que gran heroina la duquesa de berry y que error el comportamiento de carlos X de francia.

Angers

Los dos hombres partieron de París por distintos caminos y se reunieron en el Hotel de Francia, en Angers. Para llegar a Nantes Joly se fue por tierra, mientras el otro se embarcaba en un barco a vapor que descendia en el Loira. Deutz no se imaginaba que iba seguido de dos inspectores, que hasta charlaron con él. El 22 de octubre, acompañado de sus dos angeles guardianes, desembarcó en Nantes.




En la mañana del 6 de noviembre, en su buhardilla situada en la casa de los Guiny, Maria Carolina se levantó despues de haber pasado una mala noche. Habia soñado que un mono le habia arrancado los cabellos..., y no hay peor presagio para una napolitana. Los que rodeaban a la duquesa tambien se demostraron nerviosos. Alli estaba Mesnard, cada vez mas lúgubre, el seductor y atrayente Guibourg, Eulalia de Kersabiec y su hermano Stylite, Charette y su mujer.

Madame acordó ese dia una nueva audiencia a Deutz, que habia llegado el 30 de octubre y traia cartas de España. El hombre parecia algo extraño. Estaba pálido de emoción y despues de la audiencia, partió como un loco gesticulando como tal ¿Porqué solitaba otra entrevista? ¿Y con tanta insistencia?.

A las 4 de la tarde, Deutz fue introducido en la buhardilla. Le entregó a la duquesa de Berry dos cartas, que acababa de recibir. Una provenia de España y la otra del banquero parisiense Jauge, escrita con tinta simpática. Maria Carolina la sumergio en un reactivo y comenzó a leer. ¿Sabe mi querido Deutz lo que contiene ésta carta? me anuncia que un hombre en quien he puesto toda mi confianza me ha traicionado y ha vendido mis secretos a Thiers.

Y agregó con una sonrisa maliciosa:

¿Oyó? ¡ Quizás se trata de usted!

Deutz pretende que respondió

¡Es posible!

Despue de una hora y media la audiencia tocó a su fin.

¡Adios señor baron!.

El "
barón se arrodilló y besó el ruedo del vestido de la duquesa. Daban las 6 de la tarde. Maria Carolina se disponia a comer con las señoritas de Guiny y de Kersabiec, el canciller de "
la Regente"
Guibourg, la baronesa de Charette, (ex condesa de Viersón hija natural del duque de Berry) y el inevitable Mesnard. Terminaron de tomar la sopa y empezaron a comer el asado, cuando un violento campanillazo los sobresaltó. Era el comisario Joly. Toda la manzana de casas estaba rodeada por 1200 hombres. Seguida por Stylite, Guisbourg y Mesnard la duquesa corrio a su buhardilla. la placa de la chimenea dio vuelta y las 4 personas se deslizaron tras ella, escondiendose del mismo modo que lo habian hecho en otros tiempos unos sacerdotes refractarios del tiempo de Carrier. Era un armario que tenia 2 metros de altura por 1,60 de largo.


Mesnard

Mientras tanto los otros invitados recibian a Joly, que sospechoso lanzó una mirada sobre la mesa adornada con flores y el mantel de damasco con flores de lis.

¿Como es posible señoritas, que en ésta mesa se vean cubiertos para 8 personas, y sólo hay 4 presentes?

Nada mas natural ya que esperabamos 4 invitados. No puedo dar credito a su información, ya que se han tomado la sopa y el asado está cortado;
Creo que ni en Nantes ni en París se acostumbra a recibir de éste modo. La casa se vio invadida por los gendarmes que la registraron de arriba hasta abajo. No encontraron nada. Los Guiny, Madame de Charette y Eulalia decidieron seguir cenando y mientras lo hacian con mucha calma, miraban irónicamente a los soldados.

¿Donde está la duquesa de Berry? preguntó a la baronesa de Charette.

La hija natural del duque de Berry se encogio de hombros;
lo ignoraba. La habian invitado a comer allí. Sin embargo temblaba ligeramente, porque su marido, cuya cabeza estaba puesta precio, debia llegar de un momento a otro. Felizmente éste vió al llegar que la casa estaba rodeada y se desvaneció en la oscuridad de la noche.

Joly gritaba y echaba pestes. sus hombres derribaron tabiques, sondearon las murallas, abrieron los roperos. Estaba seguro que la duquesa tenia que estar allí. Hasta en el escondite caian escombros.

¡Pobres hijos mios! suspiró cómicamente Maria Carolina, creo que nos van a hacer picadillo.

Pero Joly y sus hombres no descubrian nada.

¡Si es necesario, haré ocupar la casa militarmente durante 15 dias.

En su jaula Triangular, la "
Regente"
habia oido todo;
sus acompañantes temblaron, pero Maria Carolina se reia aún... Pasaron las horas. Los reclusos apretados unos contra otros, tiritaban de frio y engañaban al hambre comiendo terrones de azucar, que Mesnard, como hombre precavido llevaba siempre consigo. Dos gendarmes se habian instalado en la buhardilla. Hablaban cosas picantes, con gran regocijo de la duquesa. Sus compañeros menos entusiasmados con Walter Scott,encontraban que la aventura no era tan agradable. Ya eran cerca de las 10 de la noche cuando los policias decideron enceder fuego con algunas tablas y diarios legitmistas viejos. Al principio los emparedados se regocijaron: iban a poder calentarse;
pero muy pronto un humo acre los sofocó y la placa de hierro se puso roja, quemando el borde del vestido de Maria Carolina que se vio obligada a apagarla con un medio fácil de adivinar...

Tenemos que dejar a un lado las ceremonias. En la guerra como en la guerra dijo muerta de risa.

¡Un detalle que no habia previsto el autor de Ivanhoe!

Mesnard consiguio despreder unas tejas del techo, pudieron respirar, pero aumentó el frio, ya que el fuego se habia consumido. La noche transcurrio interminable, estrechada contra Mesnard, guisbourg y Stylite, que eran grandes y fornidos, Maria Carolina casi no se veia.

Cuando amanecio ya la duquesa no sonreia.




Hacia las 9,30, los gendarmes volvieron a encender un fuego infernal, la placa estaba ardiendo y el vestido empezó a incendiarse otra vez. La duquesa hizo un gesto para extinguirlo... y abrio la placa. Stylite trató de cerrarla, pero se quemó atrozmente. Mesnard sugirió a Maria Carolina que se entragara, ya que la situación se hacia insostenible. Se resignó.

¡Saquen ese fuego, nos rendimos! gritó, ¡Somos sus prisioneros, pero no llamen a la tropa!



Los gendarmes sorprendidos, apagaron el fuego con las botas y el sable, pronto vieron a la duquesa que, tosiendo, con los ojos enrojecidos negra de humo, salia en cuatro pies de su escondite, seguida de sus compañeros, tan desastrados como ella. La saludaron militarmente.


Dermoncourt

La duquesa exigió que llamaran al general Dermoncourt para rendirse a él, ya que éste jamás habia recibido favores de los Borbones. Lo aguardaron... Por fin entró en la buhardilla:

Le he dado mucho trabajo general, le dijo, con una sonrisa que nuevamente iluminaba su rostro. Pero más le habria dado si no me hubiera hecho ésta guerra a la San Lorenzo... ¿Como piensa tratarme?

Como princesa dijo el viejo guerrero, ofreciendo su brazo a la duquesita.




Y ambos partieron "
como si se tratara de dar un paseo"
Desde la calle Aute, hasta el castillo de la duquesa Anne. Los soldados formaron fila, presentando armas y contemplaron como pasaba ese pedacito de mujer que les habia hecho frente desde hacia 6 meses y que se pudo mantener oculta en la chimenea durante 16 horas. Irguiendo su pequeña estatura, caminaba orgullosamente con su vestido quemado.

¡Es como el emperador! murmuró un granadero

Cuando llegaron al puente, se dio vuelta y gritó lo mas fuerte que pudo

¡VIVA EL REY!, ¡VIVA ENRIQUE V!

Despues se cerró tras de ella la pesada puerta: Maria Carolina de Nápoles esaba prisionera

El 11 de noviembre, el barco "
Capricornio"
, despues de 2 horas de espera a causa del mal tiempo, pudo por fin levar anclas, salir del estuario del Loira y dirigirse al sur. Apoyada en la baranda, Maria Carolina veia alejarse la tierra azul de la Vandea, que ya se confundia con el horizonte.

La duquesa de Berry era trasladada a su otra prisión: la ciudadela de Blaye, situada no lejos del castillo de Plessac, donde sólo hacia 6 meses habia comenzado la epopeya... Tres mil hombres estarian encargados de su custodia.



Blaye

¡Tanto mejor! había exclamado la duquesa. ¡Me encanta estar bien acompañada!

No lejos de ella, el comisario Joly miraba a su prisionera, la que empezaba a marearse con el cabeceo del barco. El policia se conmovio.

Si, argumentó Mlle. de Kersabiec. Y se siente peor la duquesa, debido a ciertos trastornos de carácter intimo, que datan dos meses ya.

¡La epopeya iba a terminar en vaudeville!

Muy sorprendido estuvo M. Ruffo, hijo el principe de Castelcicala, embajador de Nápoles en París, cuando mientras estaba de paso en La Haya, en el año 1833, recibió la visita de la antigua "
amiga"
de Luis XVIII, la condesa de Cayla, que le propuso con mucha seriedad que se casara con la duquesa de Berry, hermana de su rey.

Evidentemente, no se trataba de conducir a Maria Carolina ante el alcalde y el cura de Blaye, donde la duquesa se encontraba prisionera aún, sino de declararse como el esposo secreto de la viuda del duque de Berry, del mes de Diciembre de 1831 y afirmar, que le habia hecho una visita a su buhardilla nantesa.

Ya no se podia ocultar el estado de gravidez de la duquesa y temiendo ésta que el nacimiento no se hiciera aguardar, buscaba un marido para ella y un padre para "
el hijo de la vandea"
.

M. Ruffo habia visitado a Maria Carolina cuando se encontraba en Massa, la vispera para partir para Marsella. Se pudo celebrar perfectamente un matrimonio secreto. Mme de Cayla desplegó todos sus encantos (gloriosos restos) para convencer al hijo del principe de Castelcicala. Este la escuchó con gran cortesia y prometio reflexionar. Seguramente su meditación fue deciisiva, como tan pronto como partio la condesa, M de Ruffo "
hizo sus maletas, pidio caballos y huyó apresuradamente a La Haya"




Fabrizio Ruffo II Principe di Castelcicala (1763, 1832)
padre de M. de Ruffo

Maria Carolina estaba muy preocupada en su prision. Su guardián el general Bugeaud, estaba dia a dia mas sospechoso y miraba con insistencia ciertas lineas demasiado acusadas de la duquesa. Ella a pesar de su semblante resplandeciente y de un sólido apetito, pretendia que se sentia mal, pero, como se lo hacia notar en sus cartas el general al ministro de Interior. "
No habia relacion entre su buena salud y una prominencia que se notaba en la duquesa, la que aumentaba cada vez más. Podria tratarse de Hidropesia..."
Y el futuro mariscal demostraba tener mas aptitudes para la táctica militar que para el diagnostico.



El mariscal Bugeaud

Le costó mucho convencer a Maria Carolina que confesara su estado y más aún a que ésta creyera que si se declaraba casada la pondrian en libertad. Por fin la prisionera, apremiada por las circunstancias, escribio su famosa declaracion del 22 de febrero, en la que se declaraba casada secretamente en Italia.

¿Con quién?

Maria Carolina tuvo cuidado de no contestar francamente.

Le pareceria mal si le nombro sin su permiso, declaró.

¡Habria que comenzar por encontrarlo!



Maria Carolina en su escondite

A pesar de la confesión de la duquesa de Berry, las puertas de la ciudadela permanecieron cerradas. En su interes de ridiculizar el partido legitmista, el gobierno tenia interes que toda Europa escuchara los primeros vagidos del recien nacido.

¿Quién era el culpable? Algunos historiadores creen que pudo ser Mesnard. Este prudente mentor, frio y severo, que entonces contaba con 63 años, no tenia nada de un Don Juan. "
Usted ha sido como un padre para mi"
le escribio la duquesa el 22 de mayo de 1833. Es mas posible que el causante de éste mal paso haya sido Guibourg.

Maria Carolina, en su retiro nantés, está muy excusada de haber caido en los brazos de su joven y seductor admirador.

Cuando la duquesa se vio deteneida al salir de su escondite, garabateó una cartita con lápiz y se la pasó a su abogado: "
Insista para que no nos separen"
. Al dia siguiente Joly sorprendió a Stylite, en el momento en el que cosia en la bastilla del pantalón de Guiny, éste recado de la duquesa: "
Tranquilicese, mi querido Gubourg, me han prometido que no nos separaran"
.

No obstante ésta promesa, los separaron, y Maria Carolina no volvio a ver al que posiblemente fue su amante. Desgraciadamente, ésta amistad tuvo consecuencias... ¡Y que consecuencias! Decentemente, la madre de Enrique V no podia convertirse en la señora de Guibourg. La duquesa de Berry estaba desesperada por el "
acontecimiento"
. Comprendio que la legitimidad se iba a hundir en el ridiculo. Maria Carolina se habia confiado al mariscal de Bourmont que, si recuerdan, debia tomar el mando del ejercito de Enrique V. Estaba en correspondencia con él por medio de misivas que enviaba cosidas en el escapulario del seminarista que acudia a decir la misa de la prisionera.



Bourmont

QUE MARAVILLA, LLEVO 12 HORAS LEYENDO TODO EL FORO!!!
CADA UNO DE USTEDES ES UN EXCELENTE FORISTA!!!
ALGUN DIA YO TAMBIEN LO SERE(ESPERO QUE NO SEA LEJANO)

A TODOS Y CADA UNO MUCHAS GRACIAS Y ESPERO SEGUIR LEYENDO SUS HISTORIAS, TODAS SON EXCELENTES Y DEMUESTRAN LO IMPORTANTE QUE SOMOS LAS MUJERES EN ESTE MUNDO!!!

Héctor Lucchesi-Palli

El tiempo apremiaba. Madame de Cayla, alertada por su hija Mme de Craon (la que ponia en contacto al general con la condesa de Cayla), pensó ofrecer la duquesa y su hijo a otro gentilhombre italiano que tambien habia estado en Massa en 1831, detalle indispensable. Este se llamaba el conde Lucchesi-Palli, hijo del principe de Campo-Franco, antiguo ministro del rey de Nápoles y ex virrey de sicilia.

El verano anterior, la duquesa habia elegido a Lucchesi-Palli para que la representara ante el rey de Holanda. La condesa de Cayla pensó que seguramente conoceria mucho al diplomático y habia apreciado sus cualidades.



Guillermo I de Holanda ante quien era embajador Lucchesi-Palli

El conde tenia fama de amar a todas las mujeres, especialmente a aquellas que ya se acercaban a la madurez y se conservaban atrayentes. La anciana princesa de Partano casada con el embajador en Madrid tenia varios hijos suyos, y se suponia que le agradaba el tipo "
Borbón Habsurgo"
, ya que cuando aun era muy joven habia tenido que salir de España a concecuencias de una intriga muy bullada con la reina Maria Cristina, hermana de Maria Carolina.



Maria Cristina Reina Regente de España


"
Mme de Cayla habló tan expresivamente a M. de Lucchesi-Palli, cuenta Mme de Boigne en sus memorias, refiriendose al hermoso testimonio de abnegación hacia la hermana de su soberano, sobre la posteridad que seria su eterna agradecida, del os altares que le levantarian... Más tarde se unió el banquero Ouvrard, con argumentos irresistibles. Cien mil escudos decidieron al conde Héctor Lucchesi-Palli, principe de Campo-Franco, a poner su nombre a la disposición de los intrigantes que lo habian comprado... Pronto la sonrisas simultanea de toda Europa acogio la paternidad postiza de un hombre que hacia dos años que no salia de La Haya"
.

"
El hijo de la vandea podia llegar al mundo"
.

Cenicienta, te quedan mucho mas de 12 horas aun para terminarlo, crece dia a dia. ;
)
paciencia.... :p

EL HIJO DE LA VANDEA

Mucho costó conseguir un padre para éste "
hijo de la vandea"
, cuyo nacimiento deseaban hacer tan público como habia sido la llegada al mundo del duque de Bordeaux. El vástago del duque de Berry que habia muerto asesinado siente meses antes, fue recibido como "
el niño del milagro"
, ya que aseguraba la sucesión del trono delos Borbones.



Nacimiento del duque de Bordeaux

En Blaye se tomaron todas las dispocisiones destinadas a realizar éste acontecimiento. El hijo de la duqesa de Berry y legalmente de conde Lucchesi-Palli (a quién los napolitanos llamaban San José)
era esperado en la ciudadela, donde la duquesa estaba prisionera por orden del gobierno francés.

Los legitmistas no querian creer en la gravidez de Maria Carolina, de modo que para que no pudieran imaginrse una supercheria, un cañonzo daria la señal que la duquesa empezaba a sentir los dolores del alumbramiento. La habitación estaba rodeada de algunas personas que permanecian en el "
acecho"
y que contaban con varias campanillas colocadas al alncance de sus manos. ¡Las preocupaciones llegaron a tal punto que colocaron a un suboficial escondido bajo las tablas del piso! Bugeaud según dicen, probó la leche de las nodrizas y dormia en el pasadizo. Pero en la noche del 9 al 10 demayo, Maria Carolina con su rapidez acostumbrada dio de pronto a luz ¡una hija! Deneux, que sin quererlo deempeñaba el papel de cómico de lac ompañia, llegó atrasado sin tener tiempo de abrocharse los pantalones.




Pronto entró en la habitación M. Pastoureau presidente del tribunal de primera instancia de Burdeos;
iba seguido por los testigos designados. El Magistrado se acercó al lecho e hizo las preguntas previstas:

¿Tengo el honor de hablar con la duquesa de Berry?

Si

¿Usted es la duqesa de Berry?

Si, Señor, respondió Maria Carolina, algo impaciente.

¿Este niño que está junto a usted, es suyo?

Si señor, éste niño es mio.

¿A que sexo pertenece?

Es del sexo femenino, volvio a contestar la duquesa, que ya estaba divirtiendose. He encargado a M. Deneux que haga la declaración.

Y en el instante, precisa el informe verbal, Louis Charles Deneux, doctor en Medicina, ex profesor de la clinica de maternidad de la facultad de Paris, hizo la sigueinte declaración: "
Acabo de asistir a la Sra. duqesa de Berry, aqui presente, esposa en legítimo matrimonio del conde Héctor de Lucchesi-Palli, de la casa de los principes de Campo Franco, gentilhombre de la camara del rey de las Dos Sicilias, domiciliado en Palermo"
.



¡Lacomedia no dejaba nada que desear"


Con Pastoureau a la cabeza, los testigos se inclinaron ante la duquesa. Maria Carolina los vio salir y lanzó la última frase:

¡Buenas noches a todos!

Despues de ésto, la duquesa comió con su mejor apetito. Las cuentas de los proveedores se han conservado y nos informan que ese dia Maria Carolina y sus damas se sirvieron: 8 pollos, 6 pichones, 6 grandes anguilas, 50 huevos, 18 paquetes de berros, y que esta minuta de convaleciente se completó con 25 libras de mantequilla fresca.

No hay duda de que las emociones abren apetitos...

EL "
ANGEL DE LA MONARQUIA"
ANTE SU FAMILIA


A pesar de las precauciones tomadas por el general Bugeaud, el partido legitimista, que no daba crédito al matrimonio de la duquesa de Berry, como tampoco a su estado grávido, negó también el nacimiento.

¡El "
infame Felipe"
habia querido enlodar a la heroina de la Vandea"
.



El infame Felipe

Los suspiros y los discursos de las "
damas patronas de Madame"
(efectivamente se habia creado una sociedad con éste titulo) exasperaban a Maria Carolina.

¿Escribirle?, decia la petulante duquesita, ¡Nada las convencerá! ¿Matrimonio? ¡Imposible! ¿Nacimiento? ¡Archiimposible!. ¿Porque no niegan también que soy una mujer? ¡Paz, Dios mio Paz!

El barrio no consideraba a la madre de Enrique V como una mujer. ¡Era un angel! ¡El angel de la monarquia!

Y muchos historiadores piensan del mismo modo. Han rehusado evocar los 150 dias pasados en la pequeña buhardilla durante el caluroso verano de 1832. A la menor alerta ella y Guibourg se veian obligados a precipitarse a su escondite. Una vez pasado el peligro ¡Que alivio! Se reian a carcajadas. Era el apuesto joven seductor;
ella no le daba ninguna importancia a la castidad, según lo afirmaba Mme de Boigne. Napolitana ardiente, se aburria a pesar de su correspondencia "
al jugo de limón"
... Ni sombra de entretenciones... Ni cabalgatas, ni paseos , ni bailes... ¡Y viuda hace 12 años!.

Un solo legitmista exclamó:
¡Tanto mejor! Algo más que agregar a la popularidad de Madame, No la podrán tachar de "
beata"
como al resto de la familia...



Duquesa de Angulema


"
El resto de la familia"
y particularmente la duquesa de Angulema, estaba abrumado. ¡La hija de Maria Antonieta no podia creer! En cuanto a Carlos X hablaba con La Ferronays de ésta "
nueva prueba de desobediencia"
de su nuera.

Pero ésta vez la pobre, habria preferido obedecer.



Carlos X rey de Francia y de Navarra


Mientras llegaba el momento de afrontar a la familia del duque de Berry, Maria Carolina habia abdicado. ¡Ya no pensaba a lo Walter Scott! ¡La epopeya habia terminado! ¡Ya no cabalgaba en las quimeras! Pronto embarcaria para Palermo;
el gobierno le prestaria su ayuda. Ya Madame Lucchesi-Palli no era peligrosa. Permanecia durante largas horas recostada, soñadora, contemplando a su hija, la pequeña Anna, tán frágil como deseada... Suavemente se mecia, su cuna, una cuna de 285 francos, "
obsequiados"
por el "
tio Felipe"
. Le cantaba una antigua cancion de cuna napolitana.

Dimmi, dimmi, apuzza mia
Uni vai, cuissi matina?
Dime, dime, mi abejita,
¿Donde vas tan de mañana?

MUY BUENO pPEDRORO , FELICITACIONES COMPATRIOTA.

Bugeaud, ante el ataque de los diarios legitimistas que continuaban negando el nacimiento de la niña, comenzó a perder la cabeza. Deseaba que la partida de Maria Carolina a Palermo tuviera un relieve de un verdedero espectaculo al cual convidarian a toda la poblacion de 6 a 7 leguas a la redonda. No pondrian tropas formando filas para su pasada, a fin de que todo el mundo pudiera acercarse a ella, que con su bebe en los brazos se dirigiera a pie desde la ciudadela al puerto.



El subprefecto alerto al ministro de Argout, porque encontró que éste programa era "
ponerla en la picota"
. Acordaron disponer de una doble fila de soldados para custodiar a la princesa, pero el futuro mariscal consiguio que lo dejaran ir solo con la duquesa en la barca que los conduciria.

¡El general habia cambiado su delantal de matrona por el de nodriza! de modo que el 8 de junio, la duquesa abandonó la ciudadela del brazo del general Bugeaud. Habia llegado a ella el 17 de noviembre. Diez pasos mas atras iba el bebé en brazos de su aya, Mme Potier. En el momento que ésta última salia de la fortaleza, una comision compuesta por el subprefecto, el alcalde, el presidente del tribunal, el juez de paz y muchos consejeros municipales, detuvo a la nodriza a fin de comprobar la identidad de la niña.

Maria Carolina tuvo que aguardar que llevara a cabo la humillante formalidad. El diario Inglés "
Albion"
estaba escandalizado

Lo que consideran el fin de las torturas infligidas a la madre de Enrique V, es uno de los procedimientos mas repugnantes conocidos hasta la fecha"
.



Chateaubriand

"
Lo que hay que condenar es la execración"
, exclamaba Chateaubriand, lo que no tiene ejemplo en la Historia, esel tormento infligido a una débil mujer, sola, privada de recursos, abrumada por todas las fuerzas de un gobierno conjurado contra ella, como si se tratara de vencer una potencia formidable. Sus parientes entregan ellos mismos su hija, para que sea la burla de los lacayos, que la sujetan de pies y manos para que tenga su hijo en público, llamando a los espías, a los carceleros y a las autoridades para que contemplen como sale el niño de las entrañas de su prisionera, tal como llamaron a Francia para que contemplara el nacimiento de su rey. ¡Y qué prisionera! ¡La nieta de Enrique IV! ¡Y que madre! ¡La madre del huerfano que ha sido despojado de su trono!.

¡Jamás pudo olvidarlo Maria Carolina!... siempre conservó rencor a su tia, la mujer de Luis Felipe.



Amelia mujer de Luis Felipe

Doce años más tarde le confió un dia al principe de Faucigny-Lucinge: Verdad es que Luis Felipe no vale gran cosa, pero si siguiera sus propias inspiraciones no podria ser tan vil como lo es al hacer caso a los infames consejos de mi tia tan indigna...