Letizia, Princesa de Asturias (Foro I)

El desafortunado 'pisotón real'

Jaime Peñafiel

Es otra de las anécdotas del verano real en Palma. Una pequeña anécdota sin mayor importancia pero que demuestra hasta que punto ya no se respeta el protocolo en la Casa. Si públicamente la consorte pisa a la Reina, ¿qué será en la intimidad? No hace mucho tiempo, algunos lectores de mi columna preguntaban con qué tratamiento se dirige Letizia a sus reales suegros. Consultada la Zarzuela, informaron a este columnista que no les llama Sofi o Juanito, ni Papá o Mamá, simple y sencillamente: señor y señora... Majestad sería excesivo.
El respeto a los Reyes se manifiesta, al menos públicamente, con la reverencia, las mujeres;
inclinación de cabeza, los hombres. Este protocolo lo respetan incluso las infantas Elena y Cristina cuando saludan a sus padres, los Reyes. Me parece excesivo. ¿También en la intimidad?

Otra de las normas protocolarias en las monarquías es la distancia a mantener con el Rey y con la Reina. ¡Nunca al mismo nivel! En la corte británica, el príncipe Carlos siempre aparece en los actos públicos y oficiales dos pasos detrás de su madre, la reina. Considero desfasado y más propio de otros tiempos este protocolo, pero mientras existan las monarquías, esa institución medieval que ha llegado al siglo XXI formará parte de su parafernalia antigua, rancia y arcaica. Cierto es que esta distancia física también es habitual en otros muchos estamentos de la sociedad como señal de respeto al cargo de quien lo ostenta.

Por distracción, o porque los fogonazos de los flashes de los fotógrafos la deslumbraron o porque es incapaz de mantenerse en el lugar que le corresponde cuando está presente la Reina, lo cierto es que Letizia pisó a Doña Sofía. ¡Tan encima ibas, hija mía! Sucedió a la llegada de la Familia Real al restaurante de Miguel Arias, en Puerto Portals. Fue esa noche en la que todos acudieron, menos Don Juan Carlos, quién decidió ejercer de abuelito «quedándose al cuidado de los nietos junto con la Infanta Elena». ¿Ustedes se creen tal chorrada? Ni que su majestad fuera Maria Angeles Alcázar, la periodista niñera real que pierde el trasero por tener en los brazos a una Infantita.

Los cronistas destacados en Palma y testigos del pisotón real -menos mal que la consorte no llevaba sus famosos tacones- se apresuraron a reseñar, en sus cortesanas crónicas, que la nuera «pidió inmediatamente disculpas a la Reina y ambas se lo tomaron con humor». Pero ¿cómo querían que se lo tomara, queridos míos? ¿Diciéndole que guardara la protocolaria distancia, al menos como los coches en la carretera? A lo peor lo pensó. El respeto no es cosa de cada uno según su gusto y fantasía. Y menos en las Casas Reales. El departir en biquini y en la intimidad del Fortuna, con la Reina en bañador, no le puede permitir colocarse al mismo nivel.

La princesa Letizia pone fin a los cuatro meses de lactancia de su hija Sofía y reinicia la actividad con agenda de actos normal

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La princesa de Asturias pondrá fin a últimos de agosto a la etapa de lactancia de su hija menor, la infanta Sofía, que le ha ocupado hasta ahora. A partir de entonces, retornará a la actividad normal de actos y agenda oficial, coordinada por los servicios de La Zarzuela.

En efecto, se van a cumplir lo cuatro meses desde que, el 29 de abril, diera a luz a su segunda hija, a la que, al igual que ocurriera con la infanta Leonor, se ha dedicado de forma preferente durante este tiempo, lo que ha motivado su casi total ausencia en celebraciones y actos oficiales, con alguna excepción aislada.

De hecho, ya el día 28 de agosto, martes, asistirá en Palma de Mallorca a la cena que tradicionalmente ofrecen los reyes a las autoridades de la isla, con motivo del final de sus vacaciones de verano.

Según fuentes cercanas a la Zarzuela consultadas por El Confidencial Digital, a partir de entonces la princesa de Asturias reiniciará con total normalidad su actividad oficial y de representación, en la que no faltarán, como ya empezó a ocurrir antes del verano, algunos actos a los que acuda ella sola, sin el príncipe Felipe.