La Dinastía Habsburgo Españoles.

Siendo yo, Juana I, la que se casa con un Habsburgo y la que trae al mundo al Emperador y Rey Carlos, me hace ilusión abrir este tema para hablar de Ellos.
Mi marido, hijos, nietos etc,,,, hablemos de ellos.

Un abrazo a todos, y que disfrutemos con el tema, que así será.

¿ tengo curiosidad por saber como os conocisteis?

Una vez lei que a Felipe IV solo se le vio sonreir 3 veces en su vida, ¿de donde vendrá esa leyenda?

Mis padres, de santa memoria, tenían como gran interés ´la política exterior de sus reinos.
En la misma, entraba la política matrimonial, en la que se enlazaba a mis hermanos con varias monarquías, para de ese modo ganar alianzas. Una de ellas fue la que se concierta con el Sacro Imperio, mediante mi matrimonio con Felipe, heredero del Ducado de Borgoña.
Fuí allí enviada nos casamos, y por el azar de la vida años después me convertiría en Reina de Castilla y Aragón.

La llegada al trono de las Españas de esta dinastía mediante mi alumbramiento del Emperador y Rey Carlos, fue de lo más casual.

Como todos sabéis, en España desde tiempos del Rey Alfonso X la sucesión se desarrolla por lo que dicen las Partidas. En ellas, hereda siempre el primer hijo varón, y en ausencia del mismo la hija primogénita. Si el Príncipe de Asturias muriese sin ser proclamado Rey (en España el Rey no se corona, se proclama) pasa la corona a su hijo mayor su lo tuviese, y en caso de no tenerlo al siguiente infante hermano del Príncipe.
Hago este preámbulo para que sepan como llega a mi cabeza las Coronas de San Fernando y de Jaime el Conquistador y las lego a la dinastía de los Habsburgo.

Yo era la tercera hija de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, tras mi hermana primogénita Isabel y mi amadísimo hermano el Príncipe de Asturias Juan.
Juan, por tanto era el heredero, destinado a perpetuar la Casa de los Trastámaras en tan glorioso trono, educado por los mejores maestros. Había nacido en el Alcázar de mi muy amada ciudad de Sevilla, y bautizado en la catedral metropolitana de esta ciudad tan amada por nosotros.
Se casó con mi cuñada, Margarita de Austria, esta boda fue pactada por mis padres, en su política matrimonial de alianzas, Juan se casaba con Margarita en 1497 y a cambio yo me casaba con Felipe, ello incluso de plasma en le elegía que Juan del Enzina hace por la muerte de mi hermano "
A la dolorosa muerte del Príncipe Juan"
.

A los seis meses, víctima de una tuberculosis, aunque la tradición dice que "
murió de amor"
mi muy amado hermano muere. Las esperanzas de todos están en Margarita, que estaba encinta, pero, da a luz un niño muerto.
Así pues, las Cortes de Castilla y Aragón proclaman heredera a mi amada hermana Isabel.
Ella, a los veinte años se había casado con el Príncipe Alfonso de Portuga, hijo de Juan II, del que estaba enamoradísima, sin embargo al poco tiempo queda viuda, vuelve a Castilla y decide hacerse monja clarisa, pero nuestros padres, que ansiaban la unión con Portugal, deciden casarla con Manuel I, y por ello parte de nuevo a Portugal donde contrae matrimonio y queda embarazada.
A la muerte de nuestro hermano Juan, Isabel recibe el Principado de Asturias y Gerona, pero muere de sobreparto al dar a luz a su hijo Miguel de Paz.
Mi pobre sobrino se convierte en el heredero de las Coronas de España y Portugal, pero muere en el año 1500, estando sepultado junto a mi en Granada.
Asi pues, la Corona llega a mi, que me encontraba entonces en los Países Bajos....

Con vuestro permiso, dejo un pequeño homenaje a mis hermanos, de nuestro querido compositor Juan del Enzina:

En primer lugar un enlace donde podréis escuchar el "
Triste España"
, y en segundo lugar unos fragmentos de la elegía que compone a la Flor de España, mi amado hermano, el Príncipe Juan, con el que murió lo que pudo ser otra manera de la hegemonía española.





Los cantos, las vozes y las melodías
tornáronse todas en triste llorar,
assí como el cisne que suele cantar
al tiempo que quiere dar fin a sus días;

siguieron dolores en pos de alegrías,
¡qué Día de Ramos!, ¡qué Viernes de Cruz!,
¡qué grandes tinieblas después de tal luz!,
¡O vida mortal!, ¿en qué te confías?

Murió nuestro Príncipe muy poderoso,
no que perdiesse jamás los sentidos,
los sacramentos muy bien recebidos,
partióse del mundo, no dél codicioso;

su muerte segura, con mucho reposo,
tan buena, tan santa, de tal maravilla
que, aunque nos pone muy mucha manzilla,
no siento quién della no sea embidioso.

[...]

La gran flor de España llevó Dios en flor,
en flor floreciente de mucha virtud,
su gran magestad, real celsitud,
nos dexa en España muy mucho dolor.
De aqueste dechado saquemos lavor,
que en su mocedad murió de tal suerte;

enxemplo nos dexa de vida y de muerte,
que muy bien biviendo murió muy mejor

¡Muy bella esa elegía Doña Juana, así como el vídeo. Gracias por compartirlos! Me postro a sus pies. :amo: :amo: :amo:

http://www.lavozlibre.com/noticias/ampliar/19178/maria-jose-rubio-la-historiadora-que-mas-sabe-sobre-las-reinas-de-espana


María José Rubio, la historiadora que más sabe sobre las reinas de España.

Autora de 'La Chata' y de 'Reinas de España. Siglos XVIII-XXI', ultima el volumen sobra las reinas de la Casa de Austria


martes, 17 de noviembre de 2009, 14:48


Madrid.- María José Rubio (Madrid, 1965), historiadora inquieta, se ha convertido en investigadora constante del archivo del Palacio Real, en espía de misivas de sus antiguos inquilinos y en transcriptora fiel de amores, enfados, enredos y asuntos de Estado de aquellos miembros de la Corona que dejaron por escrito sus impresiones y decisiones.

María José Rubio colaboró en el ‘Diccionario biográfico español’, de la Real Academia de Historia, y en 1993 recibió el Premio Campomanes de la Real Sociedad Económica Matritense por su investigación sobre la historia de Madrid.

En el año 2003 publicó ‘La Chata. La Infanta Isabel de Borbón y la Corona de España’ (La Esfera de los Libros) y en 2009 ‘Reinas de España. Siglos XVIII-XXI. De María Gabriela de Saboya a Letizia Ortiz’, de la misma editorial. Ahora está ultimando el volumen correspondiente a las monarcas del periodo de los Austrias, entre el siglo XV el XVII, que estará a la venta a principios de 2010. Y ya tiene en cartera otro proyecto, el enigmático ‘El cerrajero del rey’, una novela con argumento histórico extraído de la documentación que maneja y que apunta cinematográfica.

-. ¿En qué momento de su vida sintió la necesidad de investigar y escribir sobre las reinas de España y sobre las Casas Reales?
-. La historia de la Familia Real me interesa desde hace muchísimos años. Soy historiadora, pero el proyecto del libro surgió de la propia editorial… Todo comenzó de manera natural. Terminé la carrera y comencé a hacer una tesis doctoral con mucha relación con el Palacio y de la Familia Real. Pasé muchos años en el archivo del Palacio y se convirtió prácticamente en mi casa. Allí descubrí millones de documentos…

-. ¿En qué estado se encuentran los documentos en el Palacio Real?
-. Ese archivo es uno de los mejores del mundo y es bastante desconocido para el gran público. Mayoritariamente, quienes lo visitan son investigadores. Está magníficamente organizado, es posible encontrar desde las cartas más íntimas de los miembros de la Familia Real hasta peticiones de los Consejos de Estado.

-. ¿Alguna de las cartas le provocó sonrojo?
-. En ella descubres la intimidad de los personajes y en sus comunicaciones más íntimas son como cualquier otra persona. Se expresan con la misma libertad con la que nos expresamos el resto de la Humanidad. Por ejemplo, existen epístolas entre Fernando VII y cualquiera de sus esposas, incluso antes de que se conocieran. Muchas reinas se casaban por poderes en las propias cortes de origen, antes de llegar a España. Era una cuestión de “por si acaso”, para que no hubiera marcha atrás. Una vez que se las hacía salir de sus familias, ya no podían retroceder. Así que lo dejaban atado por poderes. En ese camino a la corte ya empezaban a cartearse. Es muy curioso cómo, según va acercándose la prometida, la futura esposa del Rey, cada vez hay más intimidad pese a que sólo van conociéndose por las cartas que van intercambiándose en la ruta al palacio. Fernando VII era un hombre muy mujeriego, picantón, y puede comprobarse cómo va subiendo el tono de las cartas.

-. ¿Puede relatarnos algún detalle?
-. En las cartas entre Fernando VII y María Josefa Amalia de Sajonia se dirigían entre ellos como “pichoncito mío”, “sal de mi vida”, “estoy decidido a hacer contigo el mariceo”. Ella era alemana y una mujer bastante inteligente. Empezó a aprender español durante el viaje. Además, venía espantada porque había sido educada en un convento. Era muy timorata, muy tímida, y creo que en España descubrió esa otra parte de la vida, es decir, el mariceo.

-. ¿Qué siente usted cuando llega al Palacio Real por primera vez?
-. Me quedé maravillada porque mi vocación desde jovencita era ser historiadora. Fue descubrir todo un mundo de documentos que están a tu disposición para que los leas, los manejes, los interpretes… se me abría un universo impresionante.

-. ¿Es cuando piensa que va a escribir, que va a dar a conocer algunos pasajes, sobre los que no se había profundizado suficientemente hasta la fecha?
-. Efectivamente, cuando manejas ese tipo de documentos te das cuenta de que no hay cosa más bonita que dar vida a esos papeles. Realmente son papeles muertos, pero una vez que los lees, los interpretas y compones la historia de la persona a través de toda la documentación, les estás dando vida. Para una historiadora de vocación como yo, como para cualquier científico, es una satisfacción enorme. Ahí hay un sustrato muy científico.

-. ¿Descubrió en las cartas y documentos alguna curiosidad en que le sorprendiera?
-. Las cartas están llenas de faltas. En general la educación de los miembros de la Familia Real era bastante básica, sobre todo en las mujeres. Se les enseñaba poco más que labores, artes, pintura y un poquito de nociones gramaticales. Asombra saber, por ejemplo, que las cartas de Isabel II, hasta que cumplió trece o catorce años, tenían unas faltas de ortografía que hoy no serían ni de niño de tres o cuatro años, con una carencia de educación básica sorprendente.

-. ¿Y la más refinada en la escritura?
-. He descubierto a María Josefa Amalia de Sajonia, la tercera esposa de Fernando VII, que era poeta. En la intimidad se dedicaba a la literatura. Escribía poesías políticas. Eran sorprendentes, con títulos como “Muera la Constitución”. Tratan los momentos revolucionarios que vivió, temiendo incluso por su vida. Desde que se imponen los liberales en el Gobierno, durante el llamado “Trienio Liberal” [1820-1823], ella esperaba el derrocamiento del trono. Creo que fue una mujer tan tímida en lo público que realmente mostró su personalidad y sus pensamientos políticos a través de la poesía y de la literatura. Tiene un conjunto bibliográfico muy importante de poesías dedicadas a la política, así que quiero dedicarle otra investigación.

-. ¿Los españoles conocemos a los reyes a través de los tópicos?
-. Así es. Generalmente la gente sabe lo que es la leyenda, pero lo que es la intimidad de cómo vivían y las circunstancias políticas que de verdad fundamentan sus opiniones y sus reacciones, creo que muy poca gente las conoce con una cierta seriedad.

-. ¿Descubren las cartas de los monarcas sus momentos de penurias?
-. Nunca llegaron a pasar hambre, pero sí vivieron penalidades. En sus respectivos destierros, Isabel II y Alfonso XIII lo pasaron mal, muy mal. Isabel II estuvo en París desde 1868. Tuvo que empeñar sus joyas en la banca Rothschild y su hijo, Alfonso XII, cuando logró restaurar el trono, aquí ,en España, entre 1873 y 1874, mandaba dinero a su madre porque, realmente, eran una gente que estaba acostumbrada a un determinado nivel de vida, y a tener una cantidad de servidumbre que no podían mantener en el destierro. Para ellos, aterrizar en la vida real y saber que hay que pagar todo de su bolsillo era un verdadero trauma.

-. ¿Y los aprietos de Alfonso XIII?
-. Sobre todo tenía escasez de dinero. Llegó primero a París y, a partir de ahí, la Familia Real estuvo emigrando por toda Europa, ya en plena Segunda Guerra Mundial. Fue un periodo muy difícil para ellos, tuvieron que despedir amablemente a muchísima gente que les había acompañado en el destierro y decirles que volvieran a sus casas porque no podían sostenerlos. Victoria Eugenia también tuvo que vender joyas… en fin, que a partir de ese momento no tenían el sustento de un Estado, de su presupuesto, así que comenzaron a vivir de su propio patrimonio, con lo que habían podido guardar. Y en algunos casos ese patrimonio personal no era tanto.

"
JULIA BONAPARTE, REINA DE ESPAÑA"



-. De qué monarcas aporta más novedades en su libro sobre las reinas Borbones”?
-.Todas ellas tienen algo interesante. A mí, particularmente, me han provocado una mayor curiosidad las más desconocidas. Por ejemplo, Julia Bonaparte, que nunca había estado incluida en un libro de Reinas de España porque no pisó nuestro país, pero sí fue Reina de España. Además, demuestro que su relación en todo el reinado de José Bonaparte fue más importante de lo que se cree.

-. ¿Julia Bonaparte seguía los acontecimientos desde París?
-. Sí. Ella estaba dispuesta a desplazarse a España, pero le sorprendió el levantamiento del 2 de mayo de 1808 y le aconsejaron que no viniera en ese momento. El reinado de su marido se complicó tanto que le dijeron ‘quédate en París, por si acaso’. Pero ella estuvo constantemente haciendo de mediadora entre José Bonaparte y Napoleón, que era un hombre muy crítico con su familia, pero que adoraba a Julia Bonaparte. Siempre dijo que era la mujer más inteligente de su familia. Tuvo un papel político muy intenso.

-. ¿De dónde procedía Julia Bonaparte, a qué familia pertenecía?
-. Realmente, ella fue la primera burguesa en el trono español. Era hija de un comerciante de Marsella. Muy rica, pero no era de familia noble.

-. ¿Qué otra reina le sorprendió en su investigación?
-. María Victoria del Pozzo [Princesa de la Cisterna], mujer de Amadeo de Saboya, dentro de la monarquía denominada burguesa o liberal que trajo el general Prim después de derrocar a Isabel II. Precisamente por ser la monarquía de los liberales fue completamente despreciada por la aristocracia. Tanto fue así que nadie quiso ser camarera mayor de la reina. En la prensa los insultaban impunemente a diario, y sin embargo, ella era una mujer con una gran formación, de las reinas más cultas que ha habido en España. En vista de que la alta sociedad le hizo el vacío, decidió dedicarse plenamente a la beneficencia. Se le deben muchísimas fundaciones para pobres. Fue colaboradora de Concepción Arenal, la primera mujer feminista de España, en asuntos como las cárceles para mujeres, su educación… Fue una reina francamente interesante y muy maltratada por la prensa y por la opinión pública española.

-. Fernando VII, Isabel II, Alfonso XIII… todos pasaron por situaciones terribles. Por lo que relata, lo excepcional es un reinado tan tranquilo como el actual. Al final ser rey o reina en España aparece como un castigo.
-. Es uno de los hilos conductores de mi libro. Una de las cosas más sorprendentes y que más me ha llamado la atención es que he recogiendo frases escritas de puño y letra por las reinas que expresaban sentimientos como “Hubiera preferido ser monja en Estiria, que ser reina de España”. Eso lo dice Margarita de Austria. O, por ejemplo, Julia Bonaparte escribe: “Yo no sé quién es más feliz, la que sube a un trono o la que desciende de él”.

"
EL PUEBLO ESPAÑOL, INGRATO Y TIRANO"


-. Porque en España te tiran bombas a al rey el día de su boda…
-. Claro, Victoria Eugenia, en una frase que yo reproduzco, después de repasar todo lo que ha hecho por el pueblo español, dice: “¿Qué han de hacer los reyes de España para que el pueblo los ame?”. Es que el pueblo español ha sido francamente muy ingrato y muy tirano con sus monarcas.

¿Qué título llevará el libro sobre las reinas de la casa de Austria?
-. “Reinas de España, siglos XV – XVII, de Isabel la Católica a Mariana de Neoburgo”. Lo entrego en diciembre de este año y estará en las librerías en enero o febrero de 2010.

-. Vamos a ver si las Austrias lo tuvieron más fácil…
-. La corte en esa época era muy estricta, con unas etiquetas durísimas. La española siempre ha tenido fama de ser de las cortes más rígidas de Europa. Acoplarse era muy difícil, especialmente para reinas que venían de cortes más liberales, como las francesas. Las Vallois y las Borbones siempre lo pasaron mucho peor en la corte de los Austrias que las propias Austrias, naturalmente. Las Habsburgo tienen una especial educación como mujeres de Estado, por lo que parece que ya tienen algo innato, en su genética, como el sentimiento de Estado. Son unas mujeres siempre muy austeras, con un instinto político muy profundo.

-. ¿En qué consistían esas etiquetas? ¿Cuáles eran las más difíciles de sobrellevar?
-. Las reinas no disponían de un minuto de intimidad. Los reyes también, pero las reinas, de las que estamos hablando en este caso, estaban siempre acompañadas, en cada minuto de su vida. Prácticamente no tenían vida privada. Además, toda su existencia estaba condicionada a los intereses del Estado. Tenían una vida propia muy relativa, todo lo hacían a la vista del público. Eso conlleva una sensación de falta de libertad que no todas saben asumir.

"
SER REINA DE ESPAÑA ES LO PEOR DE TODO"


-¿Quién se queja más?
-. En los casos de las mujeres de los Habsburgo, no tanto ellas como sus familiares. Isabel Carlota de Baviera, que fue una princesa de Baviera, casada con un francés, pero que fue madrastra de una reina de España y prima de otra, en definitiva, que tenía varias parientes reinas de España entre el siglo XVI y XVII, decía: “Ser reina es en cualquier país del mundo una cosa penosa pero ser reina de España es lo peor de todo”. Y eso lo manifestó en el siglo XVII.

-. ¿Qué va a escribir cuando entregue “Reinas de España, siglos XV – XVII, de Isabel la Católica a Mariana de Neoburgo”?
-. Estoy preparando una novela histórica que creo que va a ser muy interesante porque nace de la documentación que yo investigué en mi tesis doctoral. Va a tratar sobre espionaje industrial. Se titulará “El cerrajero del rey”. Era un oficio muy importante del que dependía buena parte de la seguridad de los palacios, ya que era el fabricante de las llaves que abría todos los aposentos reales.

-. ¿Puede contar algo de la trama?
-.Digamos que es sobre espionaje industrial en el Madrid del siglo XVIII.

-. ¿Cuál es la principal conclusión a la que ha llegado después de ahondar en la vida de las reinas, de las Familias y de las Casas Reales?
-. Haber seguido en profundidad la historia de todas estas mujeres ha sido muy aleccionador, porque esta investigación te enseña los fundamentos de la monarquía. Ahora mismo yo sabría determinar perfectamente qué actitudes de la Corona funcionan ante el pueblo y cuáles no.

"
A LA PRINCESA LETIZIA LE DARÍA UN AVISO PEQUEÑÍN"


-. ¿Si asesorara a la Reina Sofía y a la Princesa Letizia, qué les recomendaría?
-. Creo que una buena reina tiene que dominar dos factores fundamentales. Uno, el factor político e institucional, es decir, la imagen pública: tener sentido del deber, sentido ético, capacidad de sacrificio. Otro, importantísimo, es el factor humano: dar sensación de cercanía, tener conexión con la gente, el calor humano, la naturalidad. Ese es fundamental sobre todo en las mujeres, que para mí son la imagen popular de la Corona. Son, probablemente, las que la acercan al pueblo.

-. Pero en ese sentido los Borbones han tenido bastante capacidad, quizás más para lo segundo que para lo primero. Las reinas, en el caso de la Reina Sofía, ambas cosas. En el caso del Príncipe Felipe y de la Princesa Letizia, ¿dónde deberían incidir más?
-. Yo creo que, en el caso de ella, le daría un aviso pequeñín para que empezara a ocuparse más de que se la conociera por sus acciones y por su implicación en labores sociales y fundaciones, y que empezara a abandonar un poco el tema de la imagen. La excesiva frivolidad nunca la ha aguantado el pueblo. Todas las reinas que han sido excesivamente frívolas, como el caso de María Antonieta de Francia, o en España, que las hay, la excesiva frivolidad no la soporta el pueblo. La imagen está bien, pero llega un momento en el que, como hace la Reina Sofía, hay que ocuparse de que el pueblo te vea con los pobres, con las fundaciones, con las enfermedades… con toda esa parte de beneficencia que es lo que realmente le da profundidad.

-. ¿Cómo son de monárquicos los españoles?
-. Cuando se derrocó a Alfonso XIII fuimos capaces de acostarnos monárquicos y levantarnos republicanos. Pero lo más curioso es que yo, mirando la estadística de la historia de España, he visto que llevamos 487 años de monarquía frente a 6 de república. Es decir, que por mucho que en España haya un sustrato republicano, que está ahí, la estadística histórica nos demuestra que somos un pueblo eminentemente monárquico. Tenemos una monarquía que ha ido desarrollando la capacidad para ir amoldándose a la sociedad. Precisamente en los periodos en los que no se ha adaptado es cuando han sucedido los derrocamientos.

Hola a todos

Me a gustado mucho esta entrevista muy interesante gracias por compartirla hispanoaustriaco

Muy bueno los consejos que manda, ojalá que LEty pudiera escucharla.

A la muerte de mi hermano Juan, será mi hermana Isabel, la primogénita quien sea proclamada Princesa de Asturias, que morirá también así como su hijo, el pequeño Miguel.

La siguiente en la sucesión a la Corona era yo, la Infanta Juana, por aquél entonces por mi matrimonio con el Archiduque Felipe de Habsburgo Archiduquesa de Austria, Duquesa de Borgoña, Bravante y Condesa de Flandes.

¿Quien soy yo? ¿Qué sabe España de su Reina Loca a día de hoy? ¿Estaban tan loca o había interés en que lo estuviera? Como soy yo la que introduce la dinastía de los Habsburgo (Porque yo los parí, los di a luz y los guarde con amor en mi vientre y con el mismo amor a otro Habsburgo se concibieron) creo que es de justicia que hable de mi aqui.

Su Católica Majestad Juana I de Aragón y Castilla hija mayor por la muerte de sus hermanos, de los muy nobles y Católicos Reyes Fernando e Isabel Reina de Castilla, de León, de Aragón, de Mallorca, de las Dos Sicilias, de Sevilla, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de las Islas Canarias, de las Indias Orientales y Indias Occidentales, de las Islas y Tierra Firme del Mar Océano;
Archiduquesa de Austria;
Duquesa de Borgoña, de Brabante, de Milán, de Atenas y Neopatria;
Condesa de Habsburgo, de Flandes, del Tirol, del Rosellón, y de Barcelona;
Señora de Vizcaya y de Molina.


A pesar de todo ello, he pasado a la historia como Juana la Loca, puesto que dicem que yo muy buena no andaba.

Yo nací en Toledo, el 6 de Noviembre de 1479, y como todo el mundo pensaba, nunca sería Reina de España, puesto que delante mía iban mis hermanos, como ya he comentado anteriormente.
A pesar de todo, mis padres decidieron darnos a todas una magnífica educación, puesto que algún día, todas llegaríamos a reinas de algún país en el que los Católicos Reyes tuviesen interés en realizar alguna alianza, y así fue.
Aprendí latín y francés de manos de mi preceptora Beatriz Galindo (llamada la latina), así como literatura, teología, música... todo lo necesario para una futura Reina, por ello, las infantas de España teníamos una gran consideración en el resto de Europa.

Quise ser monja, no se lo niego, de hecho, siempre tuve una gran fe en Dios y amor a la Santísima Virgen María.
Pero mis padres decidieron que no, que debía casarme con el Archiduque Felipe de Habsburgo para de ese modo reforzar sus lazos con el Imperio ante cualquier posible amenaza de guerra con Francia. Pero ojo, más de uno quiso que yo fuera su Reina, el delfín de Francia y el Rey de Escocia se lo manifestaron a mis padres.
Partí a Flandes, y allí tras unos días de espera llegó Felipe.
Fue un flechazo, alto, bello rubio, y cuando el me vió a mi, nos derretimos literalmente, de tal modo que Felipe ordenó que se nos casase en ese mismo momento. El amor, la pasión y el deseo invadieron esos felices días, pero pronto todo se esfumó.
Felipe, tenía mil concubinas, algo que destrozaba mi corazón, el ambiente de la corte borgoñona no era de lo que más me gustase, yo estaba acostumbrada a la sobriedad de España, nunca terminé de sentirme bien allí.
Tuve a mis hijos Leonor, Carlos e Isabel allí.
En 1502 fui proclamada Heredera de los Reinos de mis padres y en 1503 embarazada de mi hijo Fernando, el primer Habsburgo que nace en España, vuelvo a Castilla por petición de mi pobre madre, que se encontraba ya bastante enferma.
Cuando de nuevo me encontraba en Bruselas recibo la muerte de mi amada madre, y por consiguiente, me convierto en Reina de Castilla y de las Indias. Sin embargo, en el funeral que celebramos en Santa Gúdula los nobles flamencos proclaman a Felipe Rey de Castilla ¿Quiénes eran esos extranjeros para proclamar al Rey de Castilla?
¿Cómo osaron entrar en algo que sólo a mi pueblo le pertenecía hacer? Ese fue el principio, el primer gesto de que los intereses de España, a partir de ahora se verían condenados a sustentar los del Imperio.
Mi padre, me proclama Reina de Castilla allí, y vuelvo a mi amado país donde fui acogida con todo afecto y jurada como tal.
Sin embargo, será mi padre el que dirija la política hasta Concordia de Salamanca, un acuerdo en el que Castilla sería gobernada por mi, mi padre y mi esposo. Felipe y mi padre llevaban cada vez peor sus relaciones, hasta tal punto que por medio de la Concordia de Villafáfila se retira a su Aragón natal y Felipe es proclamado Rey de Castilla como Felipe I, debido a mi "
estado mental que me hacía incapaz para reinar"
.
Fue entonces, cuendo comienzan los flamencos a apoderarse de la política castellana, y las rivalidades entre la noblesa del país con la extranjera. Yo me encontraba embarazada de mi hija Catalina, cuando Felipe muere en mis brazos víctima de unas fiebres, algo que hoy día me sigo preguntando si es real o no. Y decido llevarlo a Granada en una procesión nocturna, hasta que mi padre, se hace de nuevo cargo de Castilla y a mi me encierran en Tordesillas.
Con mi pequeña Catalina y unos loqueros que me maltrataron.
Cuando mi hijo llegue al Trono, tendrá un reinado "
conjunto conmigo"
y los comuneros vendrán a verme cuando se revolucinen contra él, fue cuando di mi único discurso conocido en el que decía que ante todo nadie me pusiese en contra de mi hijo.
A mi muerte en 1555, mis restos juntos con los de mi esposo se trasladaron a Granada, donde aún continúan. ya que mi hijo Carlos dispuso que sería el Panteón Real, pero mi nieto Felipe decide cambiarlo.

Juana, muchas gracias por hablarnos de Ud. y de su familia sin tapujos y llamando a las cosas por su nombre.
Cuanto debió sufrir Ud.!

glorisabel escribió:¡Su Alteza Imperial Franz Josef luce guapísimo en su nuevo avatar!

Además, de verdad!!!!!!!!!!!!!!!!!

Siempre fueron gente muy guapa, miren los retratos de Felipe II de Joven, me parece bellísimo.
Francisco José también lo fue en su día, incluso de mayor, conservaba eso de que "
el que tuvo retuvo y guardó para la vejez"
.

¿Y de Felipe, mi esposo, que podemos decir?

A veces pienso que nunca me tendría que haber casado con él, que tenía que haber profesado como monja clarisa o jerónima y orar por España. Otras veces pienso que valió la pena amar tanto a ese hombre, y otras.... no se qué pensar. Estoy abriéndoles mi corazón en estas intervenciones porque Felipe, es sin duda una importantísima parte de mi vida.

Felipe era un año mayor que yo, nació en 1478 en Brujas y ostentó los títulos de Duque de Borgoña, Brabante, Limburgo y Luxemburgo, Conde de Flandes, Habsburgo, Henao, Holanda, Zelanda, Tirol y Artois, y señor de Amberes y Malinas. Desde pequeño destacó por su belleza y a la hora de administrar sus propios territorios se mostró como un gobernante capaz y amado por sus súbditos.
Mis suegros fueron el Emperador Maximiliano I y la Emperatriz María de Borgoña.
Mis padres, como ya les he dicho antes, decidieron casarme con él en una alianza con el Imperio, para contrarrestar el avance francés. No voy a repetir el episodio de mi boda, ni otros que ya haya comentado. Imagínese lo que fue para mi una nueva corte, llena de fiestas, en las que el Archiduque sin ningún tipo de tapujo tenía sus amantes, acostumbrada yo a la seriedad y lo austero de la Corte española.
Mi ansiedad, y mi tristeza aumentaban al ver a este hombre que amaba y no respetaba el sagrado vínculo del matrimonio, allí, ante mis contínuos desplantes fue cuando empezó mi fama de loca.

Lo que jamás pudo Felipe esperarse es en convertirse en el esposo de la heredera de España, y después en Rey consorte en 1504.
El testamento de mi madre, lo dejaba todo bien claro, en el mismo se decía que la única Reina de Castilla y todos sus dominios era yo, su hija Juana, y que en el entretanto yo misma volvía a tomar posesión del mismo, o si por alguna razón yo no pudiese reinar, mi padre sería el regente.
Así llegamos a Castilla, y se me jura como reina, y a mi esposo sólo como consorte, nunca como Rey. Mi padre, ante mi supuesta locura continuó siendo regente, con lo cual el reinaban legalmente tres personas, todo un lío.
Una parte de la nobleza castellana, deseosa de librarse de mi padre, empieza a apoyar a Felipe, y éste a su vez a repartir privilegios entre los mismos.
En 1506, mi padre, decide retirarse del juego a regañadientes, y de ese modo las Cortes de Valladolid proclaman con aún no se qué criterio a Felipe como Rey de Castilla y Felipe I. Pero, ante su disgusto, las cortes se niegan a declararme incapacitada para reinar, y jamás, nunca jamás fuí desposeída de mi título de Reina propietaria de Castilla (y después de Aragón).

Es en este momento cuando Felipe empieza a rodearse de nobles flamencos que comenzarán a copar el poder en Castilla y los recelos de la nobleza del país aumenten cada vez más.
A Felipe no le da tiempo a hacer absolutamente casi nada como Rey, puesto que pocos meses después muere en Burgos, víctima de unas fiebres se dice, otros piensan que envenenado por mi padre o por los nobles castellanos, y otros que por la peste.
¿Hubiera sido un buen Rey? ¿Cómo hubiera administradio Castilla? Nunca lo sabremos.
Realmente, no hay por qué considerarlo el primer Habsburgo español, este sin duda fue mi hijo Carlos. Felipe fue proclamado Rey de Castilla en reinado conjunto conmigo y sólo fue Rey de esta parte de España.
Su muerte, lega a la Monarquía Católica los territorios europeos que tanto dolor de cabeza traerán, además de la Orden del Toisón de Oro que en la actualidad ostentan los Reyes de España como soberanos.

Desde la muerte de Felipe yo me convierto en un personaje y con el Romanticismo entraré en la Leyenda y el imaginario colectivo de la cultura española.
Para los más puritanos, mi amor me hizo retirarme a vivir castamente mi viudedad, vestida de negro y orando por el alma de mi esposo y por España.
Para los románticos me convierto en un espíritu libre e indomable que prefiere ser mujer y madre antes que reina.
He protagonizado cuadros memorables, esculturas y hasta tres películas (una de humor, por cierto). Sin duda, a día de hoy, soy un icono de la cultura española, como mis padres o como mi hijo y mi nieto.

glorisabel escribió:¡Su Alteza Imperial Franz Josef luce guapísimo en su nuevo avatar!

Siempre en ello nos hemos destacado los Habsburgo, aunque al natural le puedo asegurar, que gano más.

Atentamente

Franz Joseph

andromeda escribió:

glorisabel escribió:¡Su Alteza Imperial Franz Josef luce guapísimo en su nuevo avatar!

Además, de verdad!!!!!!!!!!!!!!!!!

Y si no me creen, pregúntenle a mi abuela Juana ya que ella, disfrutó tanto de mi abuelo Felipe que dicen, que hasta perdió el uso de la razón por lo que él le daba.

Atentamente

Franz Joseph

Felipe además de su belleza era un magnífico amante (perdón por contar secretos de alcoba) y tenía además de un gran corazón, una gran... capacidad para las artes amatorias.

Pero ojo, no sólo ellos, ellas también salieron muy monas, en algo se ha de notar los genes de la leona de Castilla....

SM. Doña Juana I:
magnífico nuevo hilo. Una cosita ¿la Leona de Castilla no era Doña María Pacheco, esposa de Juan de Padilla, e hija del primer Marqués de Mondejar? ¿Qué tiene que ver con sus genes familiares?
Pero me viene bien este tema para introducirle uno nuevo, precisamente relacionado por el movimiento comunero y su augusta persona. Ya que usted lo vivió en sus reales carnes, me gustaría saber sobre como fué realmente el intento por parte de los Comuneros de utilizarla para ponerla como Reina única de Castilla (cosa que ya era) confrontándola contra de su Hijo Carlos I. Y el "
asalto"
a su confinamiento en Tordesillas el 24 de septiembre de 1520.
Yo mañana le expondré mi opinión acerca del tema.

Señor Duque del Tamarguillo, es cierto lo que me comentan de la Leona, no obstante yo me lo he aplicado a mi misma, porque tampoco me viene mal.

Pensaba hablar de lo que me ocurrió con mi hijo el Emperador y Rey Carlos V y I durante los comuneros cuando hablase de su reinado. No obstante hablaré mañana de lo mismo.

Existe mi discurso ante los comuneros, y en el mismo siempre repito que no se me ponga en contra de mi hijo

Estimada Majestad Doña Juana I:
esperaré a que cuelgue su post. Mientras subo imágenes de su familia y de vos misma.

Retrato de la Juana de Castilla con motivo de su matrimonio, realizado por el Maestro de la Leyenda de la
Magdalena. Se encuentra en expuesto en Viena.



Retrato del Archiduque Felipe (su agusto esposo)

Verdes, como los campos del norte de mi mada España.

Murió Felipe. En ese momento sí que realmente creí que me volvía loca. El dolor fue inmenso, y decidí yo misma llevarlo a enterra a Granada junto con mi madre, en una procesión nocturna con los nobles del reino. Una locura, lo se, estaba poseída por la pena y el dolor. En ese traslado nació mi hija Catalina y allí fue donde paró todo.
A día de hoy, sigo sin entender a Felipe, a su desmedida ambición y a su falta de amor hacia mi.
Fui madre de dos emperadores y tres Reinas, algo que pocas mujeres pueden decir, pero nadie quiso saber nada de mi.

Se optó por seguir con el testamente de mi madre y mi padre asume la Corona de Castilla y a mi se me encerró en Tordesillas.

En 1516 muere mi señor padre, de lo que jamás fui informada y la regencia entre que llega mi hijo la realiza el Cardenal Cisneros, que no podrá hablar con él puesto que muere. Mi padre, había dispuesto en su testamento que el Príncipe Carlos fuese regente de mis reinos hasta mi muerte, pero esta decisión nunca jamás fue respetada por él. Sus consejeros flamencos le dicen que se proclame Rey, lo cual es visto en Castilla como un insulto a mi persona, pero Carlos, ajeno a todo lo español actúa y se intitula como Rey, de tal modo que ambos,mi hijo y yo figuraríamos en adelante como Reyes de España, yo como propietaria y él como gobernador.
El reinado del primer Habsburgo comienza en España, y con él, La Hegemonía de esta famila y el despilfarro de los recursos castellanos.

Cuando Carlos llega, la mayoría prefería la Corona para mi hijo Fernando, criado en España bajo la autoridad de mi padre, y buen conocedor de la realidad de los reinos. Sin embargo la lógica sucesión imponía a Carlos como heredero.
De ese modo llega a España, a Tarazona en 1517 y allí las cortes se reúnen para jurarlo Rey (en España el Rey no se corona, trae su realeza en la sangre, se proclama).
Asimismo le hacen las siguientes demandas:

Que hable castellano, puesto que desconoce esta lengua.
Que respete mi Real persona.
Que no saque más metales preciosos de Castilla, puesto que ya se le habían concedido 600.000 ducados.
Que no nombrase ministros flamencos.

Carlos I, hace caso omiso a todo ello y a la muerte de mi suegro, el Emperador Maximiliano convoca Cortes en Santiago, para pedir un subsidio que sufrague su viaje a Alemania para ser nombrado Emperador. En primer lugar se le niega, aunque tras presiones se concede, el Rey se va y nombra como regente a Adrian de Utrech, Cardenal flamenco, lo que provoca tal malestar que hace que estalle el movimiento de las comunidades en su contra, que en un rato relataré.

A Su Majestad la reina doña Juana de Castilla

Señora:
Atendiendo a vuestra petición de continuar en éste hilo, reitero a vuestra Majestad mis simpatías y os aseguro que será un honor para mí recibiros en Barcelona.

Vuestra abnegada súbdita

Pimpinela

Archiduquesa de Austria
Duquesa de Punta Europa

Isabel de Aragon y Castilla, primogénita de los RR.CC.



Juan de Aragón y Castilla,primer hijo varón de los RR.CC.


María de Aragón y Castilla


No hay imágenes del Infante Pedro de Embasaguas, pues murió con apenas 2 años.

Catalina de Aragón y Castilla

Este fin de semana sin falta continúo con mi Reinado, esta vez junto mi hijo Carlos, un saludo, gracias Dux por las fotos de mis amados hermanos.

Gracia la que tiene Vuestra Majestad. Sus videos son impagables.

De nada señor Duque, siempre me ha encantado la música, toda mi vida, recuerdo a Juan del Enzina en la corte y recuerdo como deleitaba yo a los visitantes cuando era pequeña con el clavicordio.
La música y el arte son lenguajes esenciales que llegan directamente al corazón del hombre.
Les dedico de Juan del Enzina esta bellísima canción "
Todos los bienes del mundo"

El hecho de las comunidades y las germanías está en contínua revisión, aunque, claro está, lo cierto y verdad es que hay hechos que son objetivos, que son los que ocurrieron y que son los que debemos analizar de esta misma manera, sin que nos muevan pasiones.

Me gustaría hacer una reseña de la España que encuentra Carlos I a su llegada, de cómo funcionaba la misma.

La Monarquía Católica, entonces asumida en mi persona, era un sistema que mis padres, los Reyes Católicos habían creado, siendo un modelo de lo que se llama el estado moderno.

En la misma, había varios Reinos, todos bajo una misma Corona: Castilla (dentro del que estaba el Señorío de Vizcaya con sus fueros propios que no pierde hasta 1876 y las posesiones americanas), Navarra (que conservó sus fueros y libertades propias hasta 1840 y aque aún hoy día recibe el nombre de Comunidad Foral), Aragón (con el Reino de Aragón, de Valencia, y el Principado de Cataluña, todos con sus privilegios y fueros propios que conservan hasta la Nueva Planta de Felipe V).
Todas tenían su correspondiente virrey, sus leyes, su moneda y sus privilegios y por lo tanto, a este mismo sistema se podían adherir más territorios, como fue el caso de los Países Bajos y Portugal ya en el reinado de Felipe II.
Basaban su unidad en la persona del Monarca pero en lo demás eran bastante independientes, pero, ya existía una idea de que todos formaban España (podemos verlo en Don Quijote por ejemplo).

Este modo de unión se toma de la Corona de Aragón, ya que en Castilla los territorios que se incorporaban nuevos se unen a la misma dándosele a cada uno un fuero para su autogobierno con más o menos privilegios, o algunas instituciones propias, como es el caso del Consejo de la Mesta de Andalucía que estaba separado del resto de Castilla.
Cuando Carlos I unía en su persona una bastísima cantidad de territorios a gobernar que formaron la Monarquía Católica de los Habsburgo y que hace que España se convierta en mucho más que Castilla y Aragón, ya que la Corona toma posesiones en Europa, despertando los recelos de Francia que se ve rodeada ahora de los Habsburgo.

Bien, ya he explicado la llegada de Carlos, que no fue bien acogido, y la preferencia de los Grandes por el Infante Fernando.
En 1519 y tras grandes sobornos a los príncipes electores, Carlos I se convierte en Emperador del Sacro Imperio, como Carlos V. En 1520 el Rey convoca cortes en Santiafo para que le aprueben un subsidio que pague su viaje al Imperio para su coronación (la capa que usó ese día la conservamos en Sevilla, para su información) y ante el clima de no aprobar el servicio, decide convocarlas en la Coruña, desde donde parte a Alemania, dejando a Adriano de Utrech como regente en su nombre y el mío. Adriano para colmo era flamenco, uno más de la lista de extrangeros que estaban copando los puestos de poder en Castilla.
Toledo se declara en rebeldía, así como muchas de las ciudades de la meseta. Debemos comentar que este movimiento sobre todo afectó a esta zona, en las ciudades de la periferia castellana, hubo más fidelidad al Rey, así en Andalucía apenas se dejó sentir.