La huida de Napoleón III

En el año 1846, solo dos años antes de alcanzar la presidencia de la Segunda República Francesa, Luis Napoleón Bonaparte se encontraba prisionero en la fortaleza de Ham, Reino Unido.
El motivo del arresto se debía a a un intento fallido de golpe de Estado a la monarquía burguesa de Luis Felipe I, con la intención de restaurar el Imperio que antaño había gobernado su tío: Napoleón Bonaparte.

Sin embargo, Luis Napoleón tuvo que recurrir a la vía electoral para lograr proclamarse Emperador de los franceses, y años antes permanecer arrestado en una prisión británica, acusado de golpista.

¿Pero cómo logro el futuro emperador escapar de la cárcel para luego presentarse a las elecciones presidenciales dos años más tarde?
Pues bien Luis Napoleón trazó un hábil plan: decidió cooperar con un carpintero de la fortaleza para que este le cediese su traje propio del oficio, y de estar forma, el que sería el último monarca francés, podría pasar desapercibido entre los guardias de la prisión.
Y dicho y hecho, en un momento de menor vigilancia, Luis Napoleón se disfrazó de carpintero y sigilosamente logró escapar y huir inmediatamente después a Southport.

Después de haber logrado la libertad debido a su ingenio, permaneció en Inglaterra hasta el año 1948, momento en el que tras la caída de la Monarquía de Julio, obtiene el indulto para poder regresar a Francia, e iniciar una brillante carrera política.