Carruajes, vehículos y veleros reales

Otro carruaje, aquí.

La ceremonia de presentación de cartas credenciales, propia de los países con monarquía y que aún se sigue, además de en España, en Inglaterra, Suecia y Países Bajos, es particularmente vistosa, ya que los embajadores llegan al Palacio en una carroza de gala tirada por seis caballos de raza holandesa, como marca el protocolo.

En España, la ceremonia de presentación de cartas credenciales, que siempre se hace en grupos de cinco o seis embajadores, comienza a primera hora de la mañana, con el desplazamiento de las carrozas desde el Palacio Real al Palacio de Santa Cruz, sede histórica del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, desde donde regresan al Palacio, ya con los embajadores, quienes son recibidos en la Plaza de Armas por un destacamento de unos 200 militares, 80 de ellos músicos que tocan el himno del país respectivo.

Fotografías: fuenterebollo.com

Entrega de credenciales del embajador de México al Rey Don Alfonso XIII:




Fotografías: Instituto Cervantes.

Carruaje usado en la Boda de la princesa heredera Juliana de Holanda y Bernard zur Lippe-Wiestefeld, 1937.


A su salida del ayuntamiento tras la Ceremonia Civil.


Los nuevos esposos abandonando la Iglesia en una carroza con la que recorrieron las calles de La Haya.

Fotografías originalmente colocadas por Pedro, en el Foro de Juliana I. Gracias.

El ex marido de mi hermana, trabajaba en el palacio real de madrid ( era uno de los que iban en el carruaje real ) y se encargaba del mantenimiento y cuidado de los caballos reales así como del carruaje.
Una vez me invitó al palacio real de Madrid y no solo pude ver uno de cerca fuera de los turistas sino que incluso monté dentro de uno de ellos y os puedo asegurar que es una sensación.............. como diria yo.
Como si te teletranspotaras al pasado y te imaginases a los reyes (principes y princesas del momento ) con sus largo y relucientes vestidos sentado en esos coches antiguos.
Además lo que más me impresionó fué el olor a antiguo que desprendia por dentro las hermosas telas que lo cubrian. La madera y los adornos que deslumbraban por doquier y esos espacios tan pequeños y cerrados te hacian (en mi caso porsupuesto) sentirte como uno mas de la realeza.