María Luisa Gabriela de Saboya y Borbón-Orleáns

María Luísa Gabriela de Saboya y Borbón-Orleáns
Reina de las Españas
Primera Reina de la Dinastía Borbón
Primera esposa de Felipe V
(1688-1714)


Carlos II el último de los Habsburgo ha fallecido sin descendencia. Su voluntad a la hora de sucederle será que su sobrino-nieto Felipe de Borbón y Austria, hijo del delfín de Francia y Ana de Baviera, nieto de Luís XIV y de la infanta María Teresa así como bisnieto de Felipe IV e Isabel de Borbón sea el nuevo rey de España. La noticia del fallecimiento de Carlos II llega a Versalles ocho días más tarde. Allí mismo el día 16 de noviembre de 1700 se asume
testamento de Carlos II y se presenta a Felipe V, como rey de España.


Felipe V

"
En el caso de faltar yo sin sucesión, ha de suceder el dicho Duque de Anjou en todos mis reinos y señoríos así los pertenecientes a la corona de Castilla, como a la de Aragón y Navarra ....
Esta designación sucesoria la hizo Carlos II de conformidad con las leyes dinásticas tradicionales que regían en Castilla. La hermana mayor de Carlos II, la infanta María Teresa, había casado en 1660 con el rey Luís XIV de Francia. Agotada la línea masculina de la Casa de España los descendientes de la citada eran los parientes más próximos del Hechizado. El motivo de que María Teresa hubiese renunciado al trono de España cuando contrajo matrimonio era el de evitar la unión de las dos coronas. Por esta misma causa la infanta doña Ana al capitular con Luís XIII y luego contraer matrimonio renunció "
para sí y sus sucesores perpetuamente"
. Estas renuncias fueron aceptadas por las Cortes españolas pero se obviaron en el testamento de Carlos II, ya que el llamado a reinar no era en ese momento rey de Francia.



Ante la corte reunida en la galería grande de Versalles, Luís XIV, acompañado de su nieto y el embajador español marqués de Castel dos Ríos, lo proclamó con las siguientes palabras: "
Monsieurs, voilà le roi d'Espagne"
.

Sin hablar castellano Felipe V llega a Madrid el 18 de Febrero de 1701. El pueblo recibe al nuevo monarca con mucha emoción. Su adaptación al principio es dificil la estiqueta de la corte española comparada con la de Versalles es mucho más rígida. El trato con la nobleza es distante y extremadamente protocolario. Un detalle a tener en cuenta: nada más llegar se niega a presenciar un auto de fe organizado en su honor y consistente en quemar a tres herejes, alegando que como soberano solo se presentará ante criminales cuando tenga que darles el indulto.

La tarea de reorganizar instituciones y su enorme responsabilidad unida a la angustia de una guerra que se avecina le hacen padecer periodos de desánimo. Ante esta situación deciden buscar esposa a Felipe, según el marques de Louville "
es preciso que se case rápidamente aunque sólo sea para extraerlo del tedio en el que se encuentra"
.

El testamento de Carlos propone que Felipe se case con una archiduquesa de Austria, hija de Leopoldo I. Sin embargo al no aceptar el Emperador el contenido del testamento el proyecto fracasa.

Queda patente que la nueva pretendiente habrá de pertenecer al entorno de los países aliados de los Borbones.

Se examina la candidatura de Mariana de Baviera, hija de Maximiliano de Baviera aunque queda automaticamente descartada por su cortisima edad: cuatro años.

El hermano menor de Felipe V, Luís "
el pequeño Defín"
está casado desde 1697 con María Adelaida de Saboya, lo que hará que Felipe V, elija a su hermana María Luísa Gabriela como la mejor posibilidad para la elección de su esposa.

María Luísa Gabriela, nacida en Turín el 17 de Octubre de 1688 es la tercera hija de Victor-Amadeo II de Saboya y de la princesa Ana de Borbón-Orleáns.

Victor Amadeo II ha estado desde su nacimiento bajo la tutela de su madre Juana-Bautista de Saboya-Nemours: mujer bella, culta e inteligente y con dotes para la política.

Fuente: F. García Mercadal (Los títulos y la heráldica de los reyes de España)
María José Rubio (Reinas de España)

Esta designación sucesoria la hizo Carlos II de conformidad con las leyes dinásticas tradicionales que regían en Castilla. La hermana mayor de Carlos II, la infanta María Teresa, había casado en 1660 con el rey Luís XIV de Francia. Agotada la línea masculina de la Casa de España los descendientes de la citada eran los parientes más próximos del Hechizado.

Laura, estás creando un muy buen hilo. Sólo permiteme un breve inciso. No estoy de acuerdo con la visión de María Rubio, excelente historiadora pero muy borbónica. Lo cierto es que Carlos II no lo hizo en conformidad con nada, sino manipulado por un complot internacional ya que todos quería quedarse con la tajada del trono español.

Esa “designación” dividió a España y la condujo a la Guerra de Sucesión, un conflicto internacional tanto como civil, pues eran distintas facciones políticas que apoyaban al candidato francés o al austriaco en suelo patrio. Austracistas no había solamente en Aragón y Cataluña sino en muchísimas partes del resto de España, incluyendo Castilla. El cambio de dinastías no fue lo mejor para el país, pasar de Austrias a Borbones supuso un nuevo modelo organizativo político totalmente diferente al anterior.

Si nos ponemos a pensar, cuando los Habsburgo fueron expulsados de sus dos tronos más importantes, España y Austria, tarde o temprano sobreviene una especie de Balcanes, todo se desestabiliza, puesto que al no ser tan centralistas los pueblos no perdían del todo su identidad y leyes propias, sería más medieval como alegan sus detractores, pero mucho más efectivo a la hora de agrupar distintos territorios bajo un mismo cetro.

Felipe V no fue recibido con tanto alborozo en territorio español, sino con sones de guerra.

Esta parte es de García Mercadal justamente, no es de María José, que es cierto que es borbónica. Saqué un poco de cada uno.

Pienso yo, puedo estar equivocada, que había que sacarse alguna ley de algún sitio para designar a Felipe como rey y que resultara creible y legal.
García Mercadal da hasta la referencia de las partidas de las leyes pero es mas academicista y se hace un poco tostón.

Lo del gran recibimiento si es de María José Rubio.

Estimada Laura:
Estoy totalmente de acuerdo con Helena, España en aquel momento no era una balsa de aceite como le gusta contar a María José Rubio, el testamento de Carlos II fue una manipulación de las potencias de entonces. Piensa que Cataluña acogió a cantidad de austriacistas, que se manifestaron en contra del absolutismo borbónico, venidos de diferentes rincones de la península, y que partieron a la tierra prometida por el archiduque Carlos, entonces emperador de Austria, que no era otra que un terreno pantanoso en un lugar perdido del Imperio, que correspondía a la actual Croacia, donde se construiría una ciudad que se tenía que llamar Barcinova. Gran parte de la aristocracia austriacista, que apoyó al Habsburgo, corrió mejor suerte y se marchó con los nuevos monarcas a Viena.
Ernest Lluch, el que fuera ministro del Gabinete de Felipe González asesinado por ETA en el año 2000, era un austriacista convencido y creó un archivo nada despreciable del tema. También en el Archivo de la Corona de Aragón en la calle Almogávares de Barcelona, encontrarás información relacionada con este asunto. Y en septiembre pasado, el profesor Agustín Alcoberro, director del Museo de Historia de Cataluña dio una espléndida conferencia, a la que tuve el privilegio de asistir, titulada: La Nueva Barcelona, la ciudad del exilio de la Guerra de Sucesión, e hizo hincapié en que los exilados venían de todas partes de España.
Un abrazo

Si es que aprendo más con vosotras que en ningún otro sitio.
Gracias.

De Ernest Lluch no conocía esta faceta.

Siempre me ha intrigado cual sería la suerte de los muchos españoles leales al archiduque Carlos, que se marcharon a Austria siguiéndole.

El conde Hoyos fue descendiente de españoles anteriores a la llegada de los austracistas, aunque es curioso que también hubiera nacido en Croacia. Su familia había emigrado a Austria en 1525 acompañando al archiduque Fernando, hijo menor de Juana la Loca y Felipe el Hermoso, y en quien recaería la rama austriaca, según decisión de su hermano Carlos V. La familia Hoyos procedía de El Hoyo del Pinares en Ávila y se puede rastrear su nobleza hasta el siglo IX. Juan de Hoyos se marchó con toda su familia para servirle fielmente al futuro Fernando I, emperador del Sacro Imperio.

Laura, no te interrumpo más, es que lo ligado que estamos a la Casa de Habsburgo es más de lo que suponemos.

No os voy a preguntar que si os hubiera gustado más que la dinastía hubiera continuado con los Austrias. A lo mejor es una tontería lo que digo pero yo a la dinastía Borbón por lo que voy leyendo la veo un poco caótica partir de Carlos IV, me párece ¿cómo lo diría?, me parece un cúmulo de despropósitos que van haciendo un efecto dominó, del que sólo se salvan Mª Cristina de Habsburgo y Juan Carlos y Sofía, cuyo heredero se ha encargado de tirar por tierra una gran parte del trabajo que han realizado sus progenitores. ¿Quién sabe como lo hubieran hecho los Austrias?. Eso es divagar. Pero los Borbon, desde Carlos IV en adelante, los veo desastrosos.

Laura, los Borbones no han sido una buena dinastía para España, y el siglo XIX ni se diga, un despropósito como bien has dicho.

De los Borbones para mi solo se salvan Carlos III y Alfonso XII, que desafortunadamente murió tan joven, pero todo indica que hubiera sido un buen rey.

Considero además que parte de los actuales problemas de España en cuanto a su organización territorial, parte de, no digo que todo, provienen del cambio de dinastía. Observar una cosa en los Borbones, han tenido muchas coronas y reinos sobre sus cabezas, pero de todos son echados por conflictos internos y no internacionales. No estoy hablando mal de las dinastía hago una observación. Las dos mayores dinastías europeas son Borbones y Habsburgo, lo demás pecata minuta a lado de estos dos gigantes.

Carlos V soñó con una intrincada relación entre las dos ramas, la española y la austriaca, para que siempre la familia tuviera en sus manos la hegemonía del mundo, lo que desconocía el César era que la endogamia era fatal para la estirpe y que esta daría al traste con sus planes. Sin embargo, España siempre tuvo mala suerte porque el pretendiente austriaco terminó convirtiéndose en Carlos VI, fue un excelente emperador y padre de la gran María Teresa ¡lo que nos perdimos! a cambio del depresivo Felipe V. Después del cambio de dinastía la rama austriaca siguió teniendo grandes monarcas y nosotros fuimos en declive.

No me gusta comparar a Juan Carlos I con los reyes anteriores porque no procede. Don Juan Carlos en un monarca constitucional y casi siempre los monarcas constitucionales son “buenos”, se puede dar el caso de lo contrario, pero es menor ya que estos no gobiernan, sólo reinan. Los monarcas absolutos tenían que tomar decisiones sobre sus pueblos y, como todo dirigente ostente el título que ostente, cargar con el peso histórico de sus decisiones políticas erróneas.

Creo que nuestros mayores monarcas han sido Carlos V y Felipe II. María Cristina fue regente, o sea reina consorte y una Habsburgo.

Estos hilos se prestan al debate histórico y por eso me gustan. Sigue con las mujeres de Felipe V que ya cortaremos buenos trajes a base de ellas ¡jajaja!

Helena dijo:

Sigue con las mujeres de Felipe V que ya cortaremos buenos trajes a base de ellas ¡jajaja!

Ahora nos toca Maria Luisa Gabriela, pero la que viene después , la Farnesio, no tiene desperdicio, me encanta. Vamos a ir por orden, a pesar de que la primera en saltarme el orden he sido yo con Isabel II, más que nada porque no me cabía en la cabeza que en este foro Isabel II no tuviera su hilo. Pero ahora intentaré seguir el orden cronológico.

Carlos V soñó con una intrincada relación entre las dos ramas, la española y la austriaca, para que siempre la familia tuviera en sus manos la hegemonía del mundo, lo que desconocía el César era que la endogamia era fatal para la estirpe y que esta daría al traste con sus planes. Sin embargo, España siempre tuvo mala suerte porque el pretendiente austriaco terminó convirtiéndose en Carlos VI, fue un excelente emperador y padre de la gran María Teresa ¡lo que nos perdimos! a cambio del depresivo Felipe V. Después del cambio de dinastía la rama austriaca siguió teniendo grandes monarcas y nosotros fuimos en declive.

Pues ya que hablamos de Carlos V podiamos también hacerle un huequecito a Isabel Cristina de Brunswick, tuvo un papel muy destacado aunque más directamente con Cataluña.

Helen:
¿Es cierto qué está enterrada en al Cripta de los Capuchinos y que en su epitafio esta esculpido el puerto de Barcelona?

En otro orden de cosas, he conseguido la biografia de María Teresa por Tschuppik (traducida al español, de segunda mano).

Estimada Laura:
En cuanto a la pregunta que nos hiciste en relación con los Austrias y los Borbones, como buena austriacista creo que con los Habsburgo nos habría ido mejor.
Tal como menciona Helena, Carlos III hijo de Felipe V y de Isabel de Farnesio, podría considerarse un monarca que reinó tal como se esperaba en la época del despotismo ilustrado que le tocó vivir. Cometió errores como su participación en la Guerra de los Siete Años, dónde no mesuró debidamente las fuerzas de sus enemigos, y España se vio obligada a ceder a Gran Bretaña La Florida y parte de Méjico.
En política interior tuvo que superar el Motín de Esquilache (asunto de capa y sombrero que me ocuparía demasiado tiempo relatar) pero por esta cuestión un real decreto de febero de 1767 llevó a la expulsión de los jesuitas de España. Globalmente fue un buen Rey.
A partir de entonces el único que se salva de la incapacidad de gobernar, en la rama de los Borbones, es Alfonso XII. Del hijo de Isabel II y...lo dejamos así para no herir susceptibilidades ¿Qué os voy a contar? Era de lo mejorcito que hemos tenido, y muchos ya sabéis que nunca he ocultado mis simpatías por él. Fue una verdadera lástima que muriera tan joven. Compararlo con Juan Carlos sería equiparar merinas a churras, ya sabéis que el refrán me gusta mucho y ya ha sido causa de conflictos dinásticos en el foro.
En otro orden de cosas de Isabel Cristina de Brunswick, os contaré hechos sorprendentes en una de mis próximas novelas.
Un abrazo

Glori, te refieres a José Fernando de Baviera que desafortunadamente falleció antes.

Sí, Laura, en el sarcófago de Isabel Cristina en la parte frontal, se haya un relieve en alegoría de su viaje de novia a Barcelona y se ve el puerto de la ciudad condal.

Pimpinela, espero lo de Isabel Cristina con ansías, se podría abrir un hilo para nuestra reina y emperatriz. Sin herir sensibilidades, solo comentaros de forma anecdótica que tengo un amigo muy austracista, que diría "
última reina de España"
jejejeje...

No estaría mal tampoco comentar sobre el Motín de Esquilache que lo dibujan como una revuelta popular espontánea, pero que tuvo una instrumentalización política por parte de dos facciones de la Corte que luchaban por el poder;
no solo se reducía a un motín por falta de subsistencias. Además la prohibición de llevar la capa larga para que nadie fuera embozado y la erradicación del chambego o sombrero de ala ancha, produjo todo un revuelo entre los madrileños que lo consideraron una medida extranjerizante, a pesar de que la capa larga había sido introducida en España por el general Schoenberg y popularizada por la guardia de la reina regente Mariana de Austria.

Lo que no sé y, agradezco si alguien puede decirme, si llegaron efectivamente a imponer después del motín el rendigot en detrimento de la capa larga. Creo que no, pero no estoy muy segura.

Laura, nos vas a matar pero es que al menos en tus hilos se puede hablar de historia de España antes del siglo XIX, tal parece que en estos foros el mundo comenzó a partir del daguerrotipo.

Seguimos con María Luísa Gabriela:

A pesar de las múltiples alianzas entre familias reales de Francia y Saboya desde que gobieran Victor-Amadeo II el ducado ha dejado de ser un colaborador fiable para Luís XIV porque Victor-Amadeo II ha cambiado varias veces de postura en ese sentido.


Victor-Amadeo II, duque de Saboya, padre de Maria Luísa

Por la posición estratégica de Saboya para la defensa del Norte de Italia los Borbones necesitan una alianza y María Luísa Gabriela se convierte en la mejor opción.

Tiene sólo doce años aunque parece mayor. Ha recibido una educación netamente francesa ya que su familia proviene mayormente de Francia: su abuela, la duquesa de Nemours, su madre Ana de Orlénas y su aya, Françoise de Lucinge, condesa de Noyers.
Seguimos con María Luísa Gabriela:

A pesar de las múltiples alianzas entre familias reales de Francia y Saboya desde que gobieran Victor-Amadeo II el ducado ha dejado de ser un colaborador fiable para Luís XIV porque Victor-Amadeo II ha cambiado varias veces de postura en ese sentido.

Por la posición estratégica de Saboya para la defensa del Norte de Italia los Borbones necesitan una alianza y María Luísa Gabriela se convierte en la mejor opción.

Tiene sólo doce años aunque parece mayor. Ha recibido una educación netamente francesa ya que su familia proviene mayormente de Francia: su abuela, la duquesa de Nemours, su madre Ana de Orlénas y su aya, Françoise de Lucinge, condesa de Noyers.




María Juana Bautista de nació en París el 11 de abril de 1644, hija de Carlos Amadeo de Saboya, sexto duque de Nemours e Isabel de Vendôme, ella misma nieta del rey Enrique IV, rey de Francia. Abuela de María Luisa

Su abuela Nemours desde la más tierna infancia de la niña tratará de inculcarle el interés por los estudios y por la lectura. La princesa demuestra más interés que su hermana mayor, Adelaida de Saboya, destinada a ser delfina de Francia. De María Luísa Gabriela llama la atención su capacidad de reflexión y sus principios. Tiene simpatía, comedimiento y coraje aptitudes muy valoradas por Luis XIV para una reina consorte.

Cuando Felipe V es informado de las negociaciones que está llevando a cabo su abuelo para concertar el matrimonio pone en conocimiento del Consejo de Estado su decisión de casarse a la mayor brevedad con María Luísa Gabriela. La noticia oficial de la próxima boda coincide con los festejos por la jura de los fueros de Castilla que Felipe V celebra en al Iglesia de San Jerónimo.

En junio de 1701 se publica en Turín el compromiso oficial de María Luísa Gabriela con Felipe V al tiempo que en Roma se tramita la dispensa papal por el parentesco de los novios.
El marqués de Castel-Rodrigo embajador extraordinario en Saboya encargado de ultimar la negociación negocia con el duque de Saboya las capitulaciones matrimoniales. La dote de María Luisa Gabriela ascenderá a trescientos mil escudos que Víctor-Amadeo conseguirá deducir de la deuda que España tiene contraída con Saboya desde el siglo XVI por otra dote impagada de la infanta Catalina Micaela, hija de Felipe II.

En la capilla del Santo Sudario de Turín se celebra el 11 de septiembre de 1701 la boda por poderes. Faltan seis días para que María Luísa cumpla los trece años. La única muestra de sentimiento infantil que da la futura reina es la tristeza al despedirse de sus padres y su abuela abandonando para siempre Saboya, cuatro días después de la celebración.

Laura, qué interesantes los hilos que estás creando sobre las reinas de España. No tengo nada que aportar, pero quiero que sepas que te leo con atención :-)





Retrato de María Luisa Gabriela de Saboya, pintado por L. Menéndez y que pertenece a la colección del Museo Lázaro Galdiano. (De todos sus retratos, este es el siempre me sirve de referencia de esta reina, ya que era el que contemplaba siendo yo muy pequeña en los libros de la Historia de España que tengo en casa)

Es inconfundible, a mi también me sirve de referencia, igual me pasa con Cristina Isabel. Gracias Luz.

Bueno, bueno, ya nos hemos enterado de toda la historia de María Luisa. Glori cariño, nos has contado el final de la película!!

Ay! entre todas le hemos chafado el hilo a Laura, con el mucho esfuerzo que cuesta poner este tipo de hilo en solfa.

Laura, si tienes a bien perdonarnos, continua cuando puedas. Entre Grecia y España iremos pasando la vida, jejeje

Laura, espero con impaciencia la continuación de este hilo.
Yo haré como si no me hubiese enterado del final de la historia :whistle: :whistle:

No Glori, no, no me molesta para nada. Es que no he tenido una semana con mucho ajetreo con una boda incluida, entre semana y ayer me pase toda la mañana enredada aprendiendo a configurar el portal del foro, para que tengamos las noticias actualizadas de M.C. cuando encuentre un rato sigo con Mª Luisa Gabriela.

Un abrazo.

En opinión de Luís XIV en una carta al embajador español, en relación al matrimonio de Felipe con María Luisa Gabriela:

"
Cuanto más examino las opiniones que tenemos, más convencido estoy de que esta princesa es la única que conviene en la situación actual. Sólo sería deseable que tuviera unos cuantos años más"
.

Por la posición estratégica de Saboya para la defensa del norte de Italia, los Borbones van a necesitar una alianza y quizá el ofrecimiento de un nuevo matrimonio sea una forma de asegurarla.

María Luisa tiene doce años aunque es muy madura para esa edad. La educación recibida por la niña ha sido totalmente francesa, no en vano todos sus parientes más cercanos provienen de ahí. Desde su abuela Nemours, su madre Ana de Orleanas y su aya Françoise de Lucinge, Condesa de Noyers. María Luisa destaca por sus aptitudes y demuestra tener mucha más voluntad que su hermana Adelaida para los estudios.

La despedida de sus padres y su abuela Saboya cuatro días después de su matrimonio por poderes en Turín, es muy triste. Las cartas de la reina siempre estarán llenas de añoranza.

María Luisa irá acompañada de un séquito piamontés hasta Niza, para embarcar hasta Barcelona. La acompañarán el aya, duquesa de Noyers, y la princesa de Masserano. Sus damas más cercanas.

En Madrid Felipe V prepara la organización de la "
casa de la reina"
que habrá de servir a María Luísa Gabriela nada más llegar a España. Como mayordomo mayor de la reina se nombra al conde de Montellano, José de Solís, caballerizo mayor, al marqués de Castel-Rodrigo, como damás a las hijas de algunos nobles (la del conde de los Arcos, marqués de Povar, duque de Alburquerque, conde de Fuensalida, y dos hijas del marqués de Villatorcas). Señoras de honor, guarda- menores, dueñas de retrete y de cámara forman toda la organción. Como camarera mayor recomiendan que el cargo no recaiga en una dama española para evitar que la reina sea manipulada por los viejos monopolios de la nobleza de castilla. Es preferible una extranjera sin compromisos.

Vamos a hacer un alto en el camino. Me gustaría hablar de estos cargos, y profundizar un poquito más. He buscado información al respecto:

Sobre la organización y funcionamiento de la "
casa de la reina"
no sobran precisamente aportaciones bibliográficas, al contrario de lo que ocurre con la "
casa del rey"
.
Al frente de la casa de la reina está el Mayordomo Mayor del que dependen todos los empleados de ambos sexos porque los cargos administrativos están ocupados por hombres:

-Contador(lleva las cuentas y la administración de la casa)
-Grefier (Oficio honorífico de la casa real de Borgoña, auxiliar y complementario del de contador)
-Caballerizo (lleva la superior dirección de las caballerizas y es el que ejerce la superior dirección de los empleados puestos más o menos a su servicio)
-Aposentador (tiene a su cargo la separación de los cuartos de las personas de la familia real)

De forma análoga se forma una sociedad de mujeres por estricto orden jerárquico desde el momento en que juran el cargo y pasan a formar parte de la planta. Se les fija un suelo, una ración de comida, casa de aposento y al llegar al Navidad y las onomásticas reales reciben gratificaciones.

Felipe II dictará las primeras órdenes en 1704 para constituir la casa de la reina y se irán manteniendo hasta bien entrado el siglo XVIII, con ligeras modificaciones.

Las obligaciones vienen definidas según el rango. Desde la camarera mayor a las enanas.
Unicamente la Camarera Mayor, equivalente a la versión masculina de Mayordomo Mayor, y el aya pueden acercarse a la reina.

El cargo de Camarera Mayor sólo puede recaer en un grande de España. Dependen de ella todas el resto de la organización y cuando la reina está sola duerme con ella en su habitación. Esta presente cuando se quitan las sábanas de la cama real y sale cuando los reposteros limpian las cortinas.
Tiene el privilegio de comer lo mismo que la reina. De todos los platos que se le ofrecen a la soberana la camarera mayor tiene preferencia para comer todo lo que la soberana no elige.
Es la encargada de vigilar el comportamiento de todas las damas. Siempre está presente en las lecciones de los infantes.
Confecciona la lista de ropa que precisan los infantes y la pasa al Mayordomo Mayor que es quien tiene la última palabra.
Las Dueñas de Honor: Acompañan y sirven a la Reina , y cuando falta el aya o la Camarera, la suplen por orden jerárquico para dormir junto a la Soberana.
Pueden entrar en la cámara de la Reina "
cuando ésta se viste o toque pero no en otras horas más secretas que estas"
.

La Guarda Mayor: tiene a su cuidado "
la doctrina y buenas costumbres del personal a sus hordenes"
:
Damas, Guardas, Portero, Maestresalas, los que sirven las mesas, Guardamenor, criadas de damas, etc. Es quien abre, cierra y condena puertas y ventanas de los aposentos y partes por donde pudieran andar
La Guarda Menor tiene como misión la de abrir y cerrar y tener siempre una lámpara encendida por la noche.
Las Dueñas de Retrete sólo entran cuando se las llama. No se han de sentar delante de la reina.
Las Mozas de Retrete, pertenecen a un escalón inferior, y cómen con las criadas asistiendo a su mesa la Guarda Menor.
Entre las mujeres de servicio, una sirve la comida a sus compañeras, barre y limpia los aposentos de la Reina, príncipe e infantes. Otras tres limpian los aposentos de las Damas, encienden las lámparas y suben el agua desde la portería.
Algunas mujeres formaban parte de la plantilla pero trabajaban en otras dependencias del palacio, como cocineras, panaderas y lavanderas.

La lavandera de la Reina, Príncipe e Infantes, se ocupa de "
limpiar con gran recato la ropa blanca de sus cuerpos"
. De ahi el apelativo "
de corps"
.

La cunadora: Encargada de cuidar a los infantes mientras estén en la cuna.

Las Damas tenían una etiqueta muy rigida. Su habitación se podía registrar en cualquier momento sin que ellas tuvieran derecho a oponerse. Vivían casi en clausura y se les permitía el galanteo con unas determinadas normas que al final casi ninguna cumplía.

Fuente: "
Notas sobre la vida de las mujeres en el Real Alcazar"

Maria del Carmen Simón Palmer
Universidad Complutense de Madrid

Laura, muchas gracias por la información que aportas. :-)

Me parece realmente interesante conocer al detalle la organización de las personas al servicio de las Reinas. Siempre oímos hablar de ello, lo leemos o lo vemos en películas pero sin que nos podamos hacer idea de la concreta organización. Ahora ya me queda todo más claro. :-)

Cuando Aine Marie de Trémoille, viuda del príncipe Flavio Orsini, título por el que se la conoce en Francia como "
princesa de los Ursinos"
, se entera del próximo matrimonio entre Felipe y Maria Luísa Gabriela empieza a urdir una trama para conseguir el cargo de camarera mayor de la Reina.
Es bella, culta, distinguida, y mundana. Con setenta años es una mujer muy atractiva. Ha viajado por media Europa y ha vivido en las cortes de París, Madrid y Roma. Conserva influencias en distintos ambientes, tiene interés por la política es ambiciosa y habilidosa en las relaciones sociales
Conoce la corte española a la perfección, no en vano vivió con su primer esposo el Conde de Chalais en la década de 1670, pero es en Roma donde tiene el privilegio de conocer, ya casada con el príncipe de Orsini, al cardenal Portocarrero con quien entabla una fuerte amistad.
En ese momento Aine Marie atraviesa por grandes dificultades, y ese nombamiento la sacaría de la ruína.
Empieza a escribir a dos de sus amigas buscando al mediación de ellas ante Luís XIV: madame de Maintenon, esposa del rey y la mariscala de Noailes. Le escribe a Portocarrero literalmente: "
Este nombramiento es lo que más puedo desear"
.
Luís XIV da su aprobación a esta elección que para no levantar protestas entre la nobleza castellana, no tendrá título oficial hasta más tarde.

El 18 de septiembre de 1701 María Luisa llega a Niza donde la esperan importantes ceremonias. Una de ellas es la entrega de la Rosa de Oro, regalo pontificio a las reinas de España, del enviado del Papa. En Niza se presenta la princesa de los Ursinos súmandose al comité de recepción. La reina queda encantada con ella. Unos días más tarde toda la corte que acompaña a la Reina se embarca en las galeras napolitanas comandadas por el conde de Lemos, pero el temporal y el mareo que sufre María Luísa Gabriela la hacen desembarcar en Marsella y continuar el viaje por tierra hasta llegar a Perpiñán, donde la soberana deberá despedirse de sus servidores piamonteses.

Maria Luísa se despide de todo el séquito, cuya partida ha sido sugerida por la Ursinos con el fin de desacerse de la condesa de Noyers, influyente aya, y evitar el afecto y la confianza que la soberana tiene con ella.

El rey de Francia, además, da instrucciones para que la Reina, no se entreviste a solas sin el embajador de Saboya sin que esté presente la Ursinos.



El 2 de noviembre de 1701, María Luísa Gabriela llega a Figueras donde deberá encontrarse por vez primera con su esposo Felipe V, quien ha salido de Madrid a principios de septiembre para recibirla en Barcelona.

El rey se adelanta de incognito para conocerla, y montado a caballo, alcanza la carroza real en el camino y se sitúa junto a la ventana fingiendo ser un caballero francés, enviado para recoger noticias sobre el viaje. Aunque la reina lo reconoce a causa del retrato en miniatura que le han regalado, disimula y conversa animadamente con él. A Felipe le encanta María Luísa. Al día siguiente en Figueras se celebra el encuentro oficial y la ratificación del enlace en la iglesia parroquial.

Cuatro días mas tarde los soberanos se trasladan a Barcelona con toda la corte.
María Luísa Gabriela se presenta en Barcelona vestida "
a la española"
. No es una mujer especialmente guapa y es pequeña de estatura, pero su simpatía y su alegría la hacen encantadora. Felipe aunque tímido en el trato empieza a enamorarse profundamente de su esposa.

Su estancia en Barcelona se alarga durante unos meses. Corre el año 1702 y Felipe jura los fueros catalanes y asiste al cierre de las Cortes de Cataluña. María Luísa empieza a interesarse por todos los asuntos de estado y a enviar información por carta de todo ello a Luís XIV. Le encanta Barcelona.

En septiembre de 1701, Austria, Inglaterra, Holanda y Dinamarca firman un tratado en La Haya, donde disponen declarar la guerra a Francia y España. El primer ataque se produce en Italia donde el ejército intenta arrebatar a la Corona de España sus dominios en Italia. Coincidiendo con todo esto en Nápoles estalla una revuelta secesionista. Felipe V manifiesta su intención de marchar a Italia con el fin de sofocarla. El rey quiere llevarse a María Luísa Gabriela pero los consejeros de Estado no ven con buenos ojos está misión. Tratan a toda costa de que cambie de opinión, o al menos que la Reina se quede en España. La reina acepta con resignación el deseo de los consejeros de que se quede en España y el 8 de marzo de 1701 Felipe V firma el decreto de nombramiento de María Luísa Gabriela como regente y gobernadora de España, para que gobierne el país durante su partida. La Reina tendrá "
voz de honor "
en el Consejo de Estado.

El mismo día de la marcha de Felipe V, María Luísa Gabriela abandona Barcelona para efectuar la solemne apertura de cortes y juramento de los fueros de Aragon. La reina pasará dos meses en Zaragoza para gestionar el subsidio de la campaña militar de Felipe en Nápoles. Alli desarrollará una gran cantidad de actividades. Pasados los dos meses tanto Felipe V como Luís XIV la presionan para que regrese a Madrid.

La Gran Alianza de potencias europeas declara la Guerra a Francia y España. María Luísa recibe buenas noticias de las hazañas de Felipe en Nápoles donde ha logrado pacificar la revuelta. Sin embargo pasados los primeros momentos de alegría el rey empezará a replantearse las dificultades que suponen gobernar el reino de Nápoles. Un punto a tener en cuenta es la hostilidad que manifiesta hacia él una parte importante del pueblo que permanece leal a la Casa de Austria. Felipe ante esta situación vuelve a recaer en su "
melancolía crónica"
, y empieza a añorar a Maria Luísa Gabriela de una forma obsesiva. Sólo la insistencia del rey Luis XIV le obliga a continuar el plan pactado, marchando al norte de Italia.

Maria Luisa entra en Madrid, el 30 de junio 1702. Antes de llegar a la capital hace parada en Alcalá de Henares donde recibe en audiencia al cardenal Acquaviva, que dirá más tarde de la soberana:



"
si Dios lo permite, esta princesa tiene cualidades para ser única en el mundo"
.

El Alcazar de Madrid es impresionante en cuestión de tapices, y pinturas pero a la soberana le parecen un tanto desconcertantes los cuartos privados: son pequeños, con puertas muy bajas y oscuros. Al Alcázar le faltan comodidades modernas como los "
retretes"
que había en otros palacios de Europa. Lo peor, el mal olor, debido a las humedades y a la falta de ventilación. Una de las cosas que peor lleva la reina es la presencia de enanos en la corte. Aun así y bien asesorada procurará no efectar cambios repentinos que puedan ofender a la corte.

María Luisa Gabriela se atreve a modificar la moda de la corte y empieza a prescindir del uso del "
tontillo"
, consistente en un faldellín armado con aros de acero para ahuecar la ropa, cuya misión es ocultar los zapatos al andar y al sentarse en el suelo.

Con la ayuda de la Ursinos conseguirá aligerar las normas de la corte sin romper excesivamente la tradición. La reina tiene un caracter mucho más sociable y flexible que Felipe y se acostumbra a pasear con los madrileños por las riberas del Manzanares, se deja ver en procesiones, y sale ella misma al balcón para leer de viva voz al pueblo las noticias que llegan desde el frente de la guerra donde lucha Felipe V.

Lo más llamativo de la reina es la responsabilidad con la que asume la regencia. Asiste a diario a la Junta de Gobierno dejando anonadados a los consejeros en su primer día de reunión con un discurso breve y discreto. Su labor es mucho más eficaz que los miembros de la Junta, a los que en sus cartas a Luís XIV describe como demasiado lentos al trabajar.

La reina pasa gran parte del día ocupada en las reuniones de la junta de Gobierno, y dedica horas a las audiencias y visitando instituciones religiosas..
Algunas veces aburrida de las discusiones de los consejeros abandona las reuniones y se lleva sus expedientes a otro aposento donde ella toma nota y efectúa resúmenes hasta media noche. Por su forma de implicarse en los asuntos de estado recuerda mucho a Mariana de Austria e Isabel de Borbón.

Lo más llamativo de todo esto es que María Luísa no se esfuerza por satisfacer su ambición política y personal, sino más bien por agradar a su esposo.

Mientras tanto Felipe V llega a Milán en 1702 para formar parte del ejercíto hispano-francés, y se siente enfermo y melancólico. Se obsesiona con la idea de la muerte y constantemente pide que le visiten su médico y su confesor. El marqués de Louville, su máximo confidente le manifesta por carta a Luís XIV que el soberano le ha comentado que "
le encantaría dejar de ser rey y que serlo le llena de ira"
. Ante esta situación Luís XIV encolerizado por las palabras de su nieto, le dirije una carta muy acusándole de demostar pereza en todo y llamándole al orden para que cambie de actitud.

Felipe V, impresionado por las palabras de su abuelo reacciona y defiende un escuadrón en las batallas de Santa Victoria y Luzzara, donde el ejercito hispano-francés conseguirá importantes victorias.
A la vez que en París y Madrid se celebran estas contiendas los Aliados de Austria preparan la conquista de la peninsula ibérica, donde Maria Luísa se halla sola y sin tropas para su defensa.

En septiembre de 1702 una flota de cincuenta buques anglo- holandeses al mando del duque de Osmond atraca en la bahía de Cádiz y saquea Rota y Puerto de Santa María.

María Luísa para alentar al pueblo propone viajar a Andalucia poniendo a disposición del país todas sus joyas para sufragarse el viaje.

Guiada por el Rey de Francia la Soberana intuye que la conservación de la corona depende únicamente de la voluntad del pueblo:

"
Desde Andalucía iré yo a campaña, e iré a exponer mi persona por mantener al rey lo que es suyo, y librar a sus vasallos de las hostilidades de los ingleses pues cuando el rey acabé allá y yo perezca acá por tan justa causa, habremos cumplido lo que ha estado de nuestra parte;
así mis joyas, oro, plata y cuanto tengo, ha de salir hoy conmigo de esta corte, para ir a la oposición de los enemigos"


Luís XIV le aconseja a María Luisa Gabriela que se vista "
a la española"
a pesar de lo mucho que ha criticado en un principio esta costumbre.

La escaramuza no tiene grandes consecuencias, y la flota decide retirarse en busca de otro objetivo: las costas de Galicia donde los galeones cargados con el oro de América depositan su mercancía.




Con la extensión de la guerra Maria Luísa no está segura en Madrid. Vive en el viejo Alcázar , en un extremo de la capital con escasa protección. Nadie tiene claro como reaccionarían los madrileños en caso de una revuelta de los partidarios del Archiduque Carlos de Austria o de una incursión del ejército enemigo.



Regresa Felipe V de Italia y trae consigo grandes trasnformaciones para el gobierno español que, lejos de solucionar los problemas de la administración causarán en la corte mayor confusión. El rey viene acompañado de el cardenal d'Estrées, consejero en Versalles y su sobrino el abad D'Estrées.

La forma despótica con la que D'Estreés‚ asume su cargo de Primer Ministro, pone en guardia a toda la corte. Trata a los reyes con exceso de confianza, llegando al extremo de exigir permancer en las habitaciones de la Soberana si respetar la etiqueta. La princesa de los Ursinos percibe a D'Estreés como un estorbo. El cardenal Portocarrero se niega a convocar juntas de gobierno o despachos en presencia del francés. Empieza de esta forma una guerra entre la Ursinos y D'Estreés en forma epistolar, en la que pondrán en conocimiento Lu¡s XIV una serie de quejas y graves acusaciones de uno contra el otro. Al final Lu¡s XIV, el 1 de frebrero de 1703 le pide a la Ursinos que abandone el cargo de Camarera Mayor.

Mar¡a Luisa Gabriela agraviada, encolerizada y dispuesta a oponerse a la decisión del Rey le escribe a Lu¡s XIV, defendiendo a la Princesa de los Ursinos y calificando a D'Estrés de "
indeseable"
.

D'Estreés solicita audiencia a la Soberana para pedirle explicaciones. La Reina en un enfrentamiento durísimo cara a a cara con D'Estreés, le acusa de haber convencido a Luís XIV del mal reinado de Felipe V, y de la negativa influencia que ejerce sobre éste último la Princesa de los Ursinos. A raíz de esta situación María Luísa llega a enfermar, teniendo incluso que guardar cama. Su sentida reaccion impacta a Luís XIV que llega a sentir el efecto contraproducente del cese de la Ursinos. Sopesa su decisión pensando en los probelmas que podrían llegar a provocar que una saboyana o una española asumieran el cargo de camarera mayor y decide instar a la Princesa de los Ursinos y al cardenal D'Estreés a que limen sus asperezas y continuen en sus cargos como hasta el momento.

En la primavera de 1703 los reyes pasan su primera Semana Santa en Madrid. La guerra parece estancada y a la vez que están cumpliendo al pie de la letra las tradiciones religiosas de los Austrias surge la ocasión de cumplir con una cuestión a la que María Luísa Gabriela se siente moralmente obligada: visitar a su antecesora, Maríana de Neoburgo que, viuda desde hace dos años de Carlos II, vive aislada en Toledo servida por una reducida corte. A pesar de que Felipe V ya visitó a doña Mariana en agosto de 1701, la reina aun no ha tenido ocasión de conocerla. Los soberanos invitan a la reina a visitarlos en Aranjuez en abril de 1703. El rey pasea por los jardines acompañado de María Luisa y Mariana. Los tres se sienten reconfortados por el encuentro y María Luísa opina que la Neoburgo, a tenor de las criticas que ha escuchado previamente sobre ella, ha sido injustamente calumniada.



El posicionamento de Mariana por archiduque Carlos pretendiente al trono español las enfrentará en la guerra de Sucesión.

Mientras tanto el Cardenal D'Estreés y el marqués de Louville y el confesor real, padre Daubenton urden una trama contra la camarera mayor, la Princesa de los Ursinos. Daubenton utiliza la cercanía con el soberano para hacerle saber que su esposa y la camarera mayor ejercen demasiada influencia sobre él. Felipe V incapaz de ocultar nada a Maria Gabriela le explica la trama que están urdiendo el trío de franceses. María Luísa Gabriela amenaza con abandonar el trono si el Cardenal permanece más tiempo allí. Luís XIV se ve en la obligación de reclamarle en París, marchando con él el marqués de Louville, despedido sin pena ni gloria, después de haber sido preceptor durante muchos años de Felipe V. En españa quedará el sobrino del cardenal, el abad D'Estrées, en aparente mejor disposición a trabajar con la Princesa de los Ursinos.



En 1703 el archiduque Carlos es proclamado en Viena como rey Carlos III de España, viajando de inmediato a Lisboa para iniciar desde allí la conquista del trono español. El rey de Portugal se ha sumado en mayo a la Gran Alianza contra los Borbones pero lo mas insoportable para María Luísa Gabriela, es que su propio padre Victor Amadeo II de Saboya anuncia en el mes siguiente su adhesión a la alianza austriaca. La posición del duque de Saboya sorprende ya que se coloca en guerra contra sus dos hijas María Adelaida duquesa de Borgoña y Maria Luísa Gabriela ambas casadas con Borbones. Algunos atribuyen esta actitud al encuentro que el Duque y Felipe V mantuvieron en Italia durante el que Victor-Amadeo se sintió humillado por el tratamiento glacial y distante que le dedicó su yerno. Esa acción marca profundamente a la soberana que reacciona con lealtad hacia su esposo y a pesar de adorar a su padre le escribe duras críticas.

A pesar del comportamiento de Victor Amadeo, María Luisa Gabriela toda su vida seguirá sintiendo nostalgia por Saboya. Hay una zona en las afueras de Madrid, por la que le gusta pasear, llamada coloquialmente "
Chambéry"
en honor a la localidad Saboyana que le recuerda a su tierra natal.

La causa austriaca paulatinamente va ganando adeptos. Pedro II de Portugal publica un manifiesto declarando a Feliè de Borbón "
usurpador de la corona"
. Se espera que el archiduque Carlos inicie su ataque sobre España por la frontera portuguesa. Dada la precariedad en que se encuentra el ejército español, Luís XIV decide enviar tropas a la Península al mando de los mejores generales: Puysegur y el duque de Berwick. Su misión consiste en preparar la próxima campaña militar en la frontera portuguesa, a la cual se sumará Felipe V. El breve paso de los militares por la corte provoca un inesperado golpe de efecto contra la Ursinos. Ambos se sorprenden de la precariedad de medios económicos con que vivien los soberanos, sin lujos y acostumbrados a reutilizar los objetos y accesorios que antaño pertenecieran a Carlos II y Mariana de Neoburgo, residiendo en Madrid sin ninguna protección.