Leopoldo III de Bélgica
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Mauricio
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Re: Leopoldo III de Bélgica
Gracias a todos por vuestros elogios.
Antes de nada deciros que suscribo las palbras de Helena:
"
¿Cuándo el antisemitismo o el sionismo no han sido motores de hecatombes totales? Ya hemos pasado los dos mil años en esto y no tenemos para cuando acabar"
.
Estimado marqués:
La frase: “Los judíos son los grandes responsables de todos nuestros enojos” que a mi modo de ver sería más correcto traducir como “Los judíos son los grandes responsables de todas nuestras preocupaciones” se la dijo el rey, el 27 de noviembre de 1940 a su secretario el conde Capelle.
El 17 de enero de 1942, después de un discurso en la BBC de Camille Gutt, de origen judío y ministro de finanzas del Gobierno de Pierlot, el rey comento:
“Es de esa clase de judíos (refiriéndose al ministro) que quieren guardar sus influencias y ser maestros de todo”.
La otra frase relacionada con el judaísmo no he encontrado el contexto dónde fue expresada
En cuanto al pensamiento del rey, Filippos, juzga tú mismo en qué sintonía se hallaba con lo que acabo de encontrar en la prensa belga. El artículo es mucho más largo, poro me he limitado a traducir éste párrafo que creo expresa su manera de pensar: “Se sabe por una nota sin fecha de Capelle, que Leopoldo III y la reina Elisabeth juzgaron que el general Tilkens, jefe de la Casa Militar del rey, comprometía la monarquía por ser miembro de la resistencia. También se ha encontrado una nota de otro consejero real, Van Overstraeten, con fecha de 12 de julio de 1943, que explica las discrepancias de Tilkens con Leopoldo III. Según Van Overstraeten, el general Tilkens, además de formar parte de la resistencia, estaba en contacto con los ministros de Londres. Por ello Leopoldo III lo apartó y Tilkens no quiso saber nada más del rey...
Rosy, has hecho una pregunta muy interesante, pues Alberto I levantó la neutralidad de Bélgica, impuesta por la Conferencia de Londres de 1930 para participar en la Gran Guerra, en cambió Leopoldo III la acató...lo que establecerá un buen debate.
Con estos temas pendientes, me espero a colgar otro fragmento del blog
Ya me diréis lo que pensáis.
Saludos
Antes de nada deciros que suscribo las palbras de Helena:
"
¿Cuándo el antisemitismo o el sionismo no han sido motores de hecatombes totales? Ya hemos pasado los dos mil años en esto y no tenemos para cuando acabar"
.
Estimado marqués:
La frase: “Los judíos son los grandes responsables de todos nuestros enojos” que a mi modo de ver sería más correcto traducir como “Los judíos son los grandes responsables de todas nuestras preocupaciones” se la dijo el rey, el 27 de noviembre de 1940 a su secretario el conde Capelle.
El 17 de enero de 1942, después de un discurso en la BBC de Camille Gutt, de origen judío y ministro de finanzas del Gobierno de Pierlot, el rey comento:
“Es de esa clase de judíos (refiriéndose al ministro) que quieren guardar sus influencias y ser maestros de todo”.
La otra frase relacionada con el judaísmo no he encontrado el contexto dónde fue expresada
En cuanto al pensamiento del rey, Filippos, juzga tú mismo en qué sintonía se hallaba con lo que acabo de encontrar en la prensa belga. El artículo es mucho más largo, poro me he limitado a traducir éste párrafo que creo expresa su manera de pensar: “Se sabe por una nota sin fecha de Capelle, que Leopoldo III y la reina Elisabeth juzgaron que el general Tilkens, jefe de la Casa Militar del rey, comprometía la monarquía por ser miembro de la resistencia. También se ha encontrado una nota de otro consejero real, Van Overstraeten, con fecha de 12 de julio de 1943, que explica las discrepancias de Tilkens con Leopoldo III. Según Van Overstraeten, el general Tilkens, además de formar parte de la resistencia, estaba en contacto con los ministros de Londres. Por ello Leopoldo III lo apartó y Tilkens no quiso saber nada más del rey...
Rosy, has hecho una pregunta muy interesante, pues Alberto I levantó la neutralidad de Bélgica, impuesta por la Conferencia de Londres de 1930 para participar en la Gran Guerra, en cambió Leopoldo III la acató...lo que establecerá un buen debate.
Con estos temas pendientes, me espero a colgar otro fragmento del blog
Ya me diréis lo que pensáis.
Saludos
Invitado- Invitado
Re: Leopoldo III de Bélgica
Como no sé qué me pasa últimamente, que a ciertas horas de la noche los ojos se me cierran y ya no puedo pensar, será que me estoy haciendo vieja, os pedí vuestras opiniones en relación a lo expuesto, pero fui incapaz de escribir la mía.
En estos momentos tengo la mente más despejada y más claras las ideas y creo, que si dejamos a un lado el supuesto antisemitismo de Leopoldo III, su manera de pensar era lógica en el contexto en que se encontraba, siendo el rey de un país ocupado no podía permitir que los alemanes sospecharan que la monarquía simpatizaba con la resistencia, de lo contrario habría significado su ejecución. Por tanto, mi querido marqués, el rey caminaba por arenas movedizas
Un saludo
En estos momentos tengo la mente más despejada y más claras las ideas y creo, que si dejamos a un lado el supuesto antisemitismo de Leopoldo III, su manera de pensar era lógica en el contexto en que se encontraba, siendo el rey de un país ocupado no podía permitir que los alemanes sospecharan que la monarquía simpatizaba con la resistencia, de lo contrario habría significado su ejecución. Por tanto, mi querido marqués, el rey caminaba por arenas movedizas
Un saludo
Invitado- Invitado
Re: Leopoldo III de Bélgica
No creo que Leopoldo fuera antisemita, la gran mayoría de la aristocracia europea no lo eran realmente. Fue la burguesía la que se empeñó en ese disparate.
Particularmente me parece muy bien que Leopoldo se opusiera a ciertos pactos secretos que no hubieran beneficiado a Bélgica para nada, pero esperemos a llegar a ello.
Particularmente me parece muy bien que Leopoldo se opusiera a ciertos pactos secretos que no hubieran beneficiado a Bélgica para nada, pero esperemos a llegar a ello.
Helena- Non
- Mensajes : 10770
Fecha de inscripción : 21/07/2007
Localización : Madrid
Re: Leopoldo III de Bélgica
Estaría bien que alguién más que Helena y yo diera su opinión sobre este punto. Os doy de tiempo hasta el viernes, si no colgaré otro fragmento del artículo del blog porque, tal como me habéis indicado, los amoríos de Leopoldo quedarán para el final.
Saludos.
Saludos.
Invitado- Invitado
Re: Leopoldo III de Bélgica
Pimpinela, perdón por haberme tomado este tiempo. No estaba inspirado, y hablar de antisemitismo, aún de terceros, requiere ir con pies de plomo...
Además, no cuento con fuentes como para debatir nada, salvo entrar en varios sitios de Internet para contrastar información. Sea indulgente conmigo, ya sabe que respeto mucho su trabajo como para tirarle con artículos de la Wiki ;
)
Obviamente, la posición de Leopoldo, habiendo optado por quedarse con su gente y con el enemigo en casa, es totalmente diferente de la que podía tomar su primer ministro. Destituir a un alto cargo por integrar la resistencia puede ser lógico para preservar el statu quo. Si el rey había dado su palabra y acordado una capitulación, cómo puede ratificar una resistencia, si ésta se hace evidente? Porque si lo supo él, probablemente también lo sabrían los alemanes. Sobre todo, en un país tan comprometido, lo que no puede haber es desconcierto entre los mandos. Si Tilkens y el rey están en desacuerdo, claramente uno se tendría que ir...
Respecto del antisemitismo, me parece que como ud. bien dice, Leopoldo era un bocazas, o por lo menos lo fue en este asunto... pero que también le tendieron una pequeña trampa. Cómo se hace pública una frase dicha a su secretario privado? El code Capelle tuvo alguna intencionalidad al dar a conocer esos dichos?
La frase acerca de los judíos, y su afán de no perder influencia "
y ser maestros de todo"
, en todo caso, no me parece antisemita.
En todo caso, las autoridades belgas (que dependían del gobierno exiliado en Londres, no del rey) fueron mucho más responsables que Leopoldo. Ayudaron conscientemente a censar a los judíos para que los nazis los identificaran más fácilmente (a diferencia de Alemania, en Bélgica las identificaciones personales no hacían constar la religión, lo que les complicaba el trabajo a los nazis).
Además, no cuento con fuentes como para debatir nada, salvo entrar en varios sitios de Internet para contrastar información. Sea indulgente conmigo, ya sabe que respeto mucho su trabajo como para tirarle con artículos de la Wiki ;
)
Obviamente, la posición de Leopoldo, habiendo optado por quedarse con su gente y con el enemigo en casa, es totalmente diferente de la que podía tomar su primer ministro. Destituir a un alto cargo por integrar la resistencia puede ser lógico para preservar el statu quo. Si el rey había dado su palabra y acordado una capitulación, cómo puede ratificar una resistencia, si ésta se hace evidente? Porque si lo supo él, probablemente también lo sabrían los alemanes. Sobre todo, en un país tan comprometido, lo que no puede haber es desconcierto entre los mandos. Si Tilkens y el rey están en desacuerdo, claramente uno se tendría que ir...
Respecto del antisemitismo, me parece que como ud. bien dice, Leopoldo era un bocazas, o por lo menos lo fue en este asunto... pero que también le tendieron una pequeña trampa. Cómo se hace pública una frase dicha a su secretario privado? El code Capelle tuvo alguna intencionalidad al dar a conocer esos dichos?
La frase acerca de los judíos, y su afán de no perder influencia "
y ser maestros de todo"
, en todo caso, no me parece antisemita.
En todo caso, las autoridades belgas (que dependían del gobierno exiliado en Londres, no del rey) fueron mucho más responsables que Leopoldo. Ayudaron conscientemente a censar a los judíos para que los nazis los identificaran más fácilmente (a diferencia de Alemania, en Bélgica las identificaciones personales no hacían constar la religión, lo que les complicaba el trabajo a los nazis).
Filippos- Su Alteza Imperial
- Mensajes : 2617
Fecha de inscripción : 13/04/2009
Re: Leopoldo III de Bélgica
Pimpinela, es estupendo el trabajo que haces con toda la información que aportas a este hilo. No soy experta en el tema, sólo conocía el asunto a grandes rasgos, por ello no me siento capacitada para opinar.
De todos modos, como tú bien dices y explicas, veo que la situación del rey era muy comprometida. ¿Hasta qué punto se puede afirmar rotundamente que era antisemita? Yo no lo veo claro. Tendría que andar con pies de plomo teniendo a los alemanes en casa. Y tal como apunta Filippos, opinar que su ministro Gutt, de origen judío, era de esos que quiere guardar sus influencias y ser maestro de todo, no tiene nada de antisemita.
Esto me trae a la memoria que muchos judíos están siempre a la defensiva, y cualquier crítica que se les haga, es motivo para acusarlo a uno de antisemita.
De todos modos, como tú bien dices y explicas, veo que la situación del rey era muy comprometida. ¿Hasta qué punto se puede afirmar rotundamente que era antisemita? Yo no lo veo claro. Tendría que andar con pies de plomo teniendo a los alemanes en casa. Y tal como apunta Filippos, opinar que su ministro Gutt, de origen judío, era de esos que quiere guardar sus influencias y ser maestro de todo, no tiene nada de antisemita.
Esto me trae a la memoria que muchos judíos están siempre a la defensiva, y cualquier crítica que se les haga, es motivo para acusarlo a uno de antisemita.
Invitado- Invitado
Re: Leopoldo III de Bélgica
Bien, creo que todos los que foreamos aquí tenemos opiniones similares en relación al antisemitismo de Leopoldo. Tal como cuenta Filippos, las autoridades regionales de Bélgica fueron responsables de las deportaciones de un gran número de judíos. Así las cosas, ahora os voy a colgar otro fragmento del artículo, y quedarán para el final los amoríos desconocidos de Leopoldo, así como una pregunta que sugirió Rosy relativa a si se pueden encontrar similitudes en la actitud de Alberto I en la Gran Guerra con la de su hijo Leopoldo III en la II Guerra Mundial.
Esto también nos podría llevarnos a tratar el holocausto belga, pero es un tema delicado que puede generar desacuerdos, además de herir sensibilidades, por lo que pido permiso a los administradores.
Un saludo
Esto también nos podría llevarnos a tratar el holocausto belga, pero es un tema delicado que puede generar desacuerdos, además de herir sensibilidades, por lo que pido permiso a los administradores.
Un saludo
Última edición por el Vie Nov 04, 2011 5:51 pm, editado 1 vez
Invitado- Invitado
Re: Leopoldo III de Bélgica
Amigos, aquí tenéis otro fragmento:
En un contexto político difícil, después de la derrota y en plena ocupación alemana, las críticas a la pareja real se multiplicaron. El amor podía ser una cuestión privada, el matrimonio de un rey era un asunto de Estado, y Bélgica estaba demasiado ligada al recuerdo de la difunta reina Astrid, para tolerar aquella boda morganática que no había sido aprobada ni por el Gobierno, ni por el Parlamento, condición necesaria para un casamiento real, aunque los partidarios del rey alegaron la desaparición de la Cámara para justificarlo. Y por si tal embrollo no era suficiente, venía acompañado de un embarazo dudoso, tal vez mademoiselle Baels todavía no era la esposa de Su Majestad cuando, voluntariamente, olvidó el pudor en brazos del rey. Sé que muchos de ustedes pensarán que tales premisas parecen surrealistas en nuestros tiempos, pero campañas de prensa, inimaginables hoy en día, por su increíble virulencia así como por la utilización de argumentos de marcado cariz sexual, fueron empleadas para vilipendiar a Leopoldo III. Era como si los belgas hubieran olvidado la relación entre mito, la desaparecida reina Astrid, y la razón propia del pensamiento lógico.
El 7 de junio de 1944 la pareja real y sus hijos fueron deportados a Hirschtein (Alemania) y después a Strobl (Austria), de donde fueron libertados el 7 de mayo de 1945 por el Ejército americano. Bélgica fue liberada en septiembre de 1944. Como su soberano seguía cautivo el Parlamento escogió de regente del reino al príncipe Carlos, hermano de Leopoldo.
Solo deciros que el regente estaba en desacuerdo con su hermano el rey. Si alguién de vosotros conoce este desencuentro histórico estaría bien que nos lo contara y no me sentiría tan sola explicando. Por cierto, andamos un poco mal de fotos, desde aquí hago un llamamiento a mis geniales reporteras.
Un abrazo.
En un contexto político difícil, después de la derrota y en plena ocupación alemana, las críticas a la pareja real se multiplicaron. El amor podía ser una cuestión privada, el matrimonio de un rey era un asunto de Estado, y Bélgica estaba demasiado ligada al recuerdo de la difunta reina Astrid, para tolerar aquella boda morganática que no había sido aprobada ni por el Gobierno, ni por el Parlamento, condición necesaria para un casamiento real, aunque los partidarios del rey alegaron la desaparición de la Cámara para justificarlo. Y por si tal embrollo no era suficiente, venía acompañado de un embarazo dudoso, tal vez mademoiselle Baels todavía no era la esposa de Su Majestad cuando, voluntariamente, olvidó el pudor en brazos del rey. Sé que muchos de ustedes pensarán que tales premisas parecen surrealistas en nuestros tiempos, pero campañas de prensa, inimaginables hoy en día, por su increíble virulencia así como por la utilización de argumentos de marcado cariz sexual, fueron empleadas para vilipendiar a Leopoldo III. Era como si los belgas hubieran olvidado la relación entre mito, la desaparecida reina Astrid, y la razón propia del pensamiento lógico.
El 7 de junio de 1944 la pareja real y sus hijos fueron deportados a Hirschtein (Alemania) y después a Strobl (Austria), de donde fueron libertados el 7 de mayo de 1945 por el Ejército americano. Bélgica fue liberada en septiembre de 1944. Como su soberano seguía cautivo el Parlamento escogió de regente del reino al príncipe Carlos, hermano de Leopoldo.
Solo deciros que el regente estaba en desacuerdo con su hermano el rey. Si alguién de vosotros conoce este desencuentro histórico estaría bien que nos lo contara y no me sentiría tan sola explicando. Por cierto, andamos un poco mal de fotos, desde aquí hago un llamamiento a mis geniales reporteras.
Un abrazo.
Invitado- Invitado
Re: Leopoldo III de Bélgica
Estimada Pimpinela, lo poco que sé del príncipe Carlos en este tema en particular, es que luego de su regencia y el regreso de Leopoldo al trono belga, los hermanos no volvieron a hablarse.
También que el príncipe Carlos tampoco estuvo muy de acuerdo, con el matrimonio de su hermano Leopoldo con Lilian.
Ambos son datos vagos y sin mucho que aportar, lo que hace que mi curiosidad aumente en este tema ;
)
También que el príncipe Carlos tampoco estuvo muy de acuerdo, con el matrimonio de su hermano Leopoldo con Lilian.
Ambos son datos vagos y sin mucho que aportar, lo que hace que mi curiosidad aumente en este tema ;
)
Re: Leopoldo III de Bélgica
Encuentro la historia cada vez más incompresible.
Visto está que el rencor de los belgas era tan grande que ni tan siquiera reconocieron la lealtad y apoyo de Lilian a su marido y familia, en momentos tan difíciles como el que debieron sufrir cuando fueran deportados.
Visto está que el rencor de los belgas era tan grande que ni tan siquiera reconocieron la lealtad y apoyo de Lilian a su marido y familia, en momentos tan difíciles como el que debieron sufrir cuando fueran deportados.
Helena- Non
- Mensajes : 10770
Fecha de inscripción : 21/07/2007
Localización : Madrid
Re: Leopoldo III de Bélgica
"
Los nazis pretenden conservar a su rehén impidiendo todo riesgo de evasión. Se aconseja al rey que condene toda forma de colaboración con el enemigo, que declare que Bélgica nunca ha dejado de estar en guerra contra Alemania,y que dimita a algunos miembros de su entorno "
mal informados o muy ignorantes de lo que pasa en el mundo"
y que "
han herido profundamente los sentimientos patrióticos de la población"
. El entorno, es el enemigo. Es tradición emprenderla con el entorno para no ir directamente contra el soberano. Se apunta directamente a cuatro personalidades: el conde Capelle, secretario del rey, encargardo de documentarle sobre toda cuestión de carácter económico, jurídico y literario. El general Van Overstraeten, consejero militar "
el genio malo"
, según dicen algunos, "
inteligente"
pero "
tremendista"
y poco apreciado por la jerarquía del ejército que le reprocha no haber ejercido nunca el mando, Henry de Man, consejero político que en su juventud se distinguió por sus escritos antimilitaristas y a quien el rey le encarga con frecuecuencia misiones secretas;
Louis Frederic, jefe del gabinete del rey ¿Han influído sobre el rey? . Constantemente al lado del soberano, todos estos años de guerra, es indudable que sus consejos han orientado las decisiones de Leopoldo III. Sin embargo nunca han formado un bloque compacto. Entre el socialista de Main, el masón Frederícq y el católico Capelle, es fácil imaginar que el entendimiento no ha sido siempre perfecto y que sus consejeros no son unánimes. A este respecto el rey, como hombre experimentado, siempre ha tenido cuidado de rodearse de personalidades de centros de interés y sensibilidad muy diferentes, lo cual le permite recoger un máximo de informaciones y conservar su independencia de criterio, actitud que será también la del rey Balduino. Leopoldo III se toma demasiado en serio el ejercicio de la función real como para comportarse como una marioneta manipulada por los hombres de la sombra. Influenciado, sí, como puede serlo cualquier jefe de Estado que escucha las opiniones antes de tomar una decisión;
manipulado, no. En cuano a los consejos que le daban los ministros en el exilio en Londres, el rey respondería con una negativa rotunda. No era cuestión de salir de la reserva que él mismo se había impuesto.
La guerra se acerca a su fin. El 6 de junio de 1944 Los Aliados toman pie en el continente y emprenden la reconquista. El mismo día, Himmler dá órdenes de transferir el rey a Alemania. Los nazis pretenden conservar a su rehén impidiendo todo riesgo de evasión. La precaución no es vana pues partidarios del rey le han aconsejado que burle la vigilancia de sus guardias y estudien planes de evasión. Pero la cosa no va más allá, pues para tener todas las posibilidades de su parte el rey tenía que escapar sólo sin su mujer y sus hijos, y temía que éstos fueran objeto de represalias.
El 7 de junio el soberano es enviado bajo fuerte escolta a Alemania. Al mismo tiempo su familia, que se encuentra en Ciergnon, es llevada a Laeken. Ambos convoyes tenían que cruzarse en el camino, pero Leopoldo, que estaba autorizado a despedirse de los suyos, llega demasiado tarde. Dos días después, el mayor SS Bunting, que ha sustituido a Kiewitz, considerado demasiado conciliador, avisa Lilian de Rethy que la llevan con los niños reales, pero no le dicen el destino del viaje. La princesa protesta. Con el fin de retrasar la partida, parece, según algunos, que apeló al cardenal Van Roey para que sea testigo de lo que está pasando y para que la autoricen a ser compañada por algunos íntimos. Consigue por fin que la acompañe du Park y de Wiley Weemaes, secretario privado del rey. Comienza un viaje extenuante, sobre todo para Balduino convaleciente de una escarlatina. Lilian y los príncipes pasan su primera noche ne Luxemburgo, en el hotel Brasseur, donde el mismo Leopoldo se ha detenido veinticuatro horas antes. Nueva etapa de Weimar, la ciudad de Goethe. Durante todo el camino los carceleros no paran de amenazarlos y de darles a entender que nunca volverán a ver a su padre y que van a ser separados. Todo parece posible en esas horas de abandono. Al tercer día llegan al castillo de Hirschtein, no lejos de Leipzig, donde son recluídos en el primer piso. No se puede decir que Hirschtein, sea un lugar para ir de vacaciones. Se trata de una fortaleza húmeda y fría muy apreciada por los murciélagos, que domina el Elba, rodeada de una triple barrera de alambre de espinos y custodiada por sesenta SS. "
Una verdadera jaula"
, según dice un oficial alemán. El gobernador un tal, Lürker, ha tenido buen cuidado de impedir que la familia real no reciba noticia alguna proveniente de Bélgica, solamente estaba autorizada la radio alemana. La única alegría, aunque inmensa;
el volver a estar con el rey. Aislados del mundo en Hirschtein, el "
clan"
por fin reunido permanecerá nueve meses. No tenían más remedio que vivir en esa cárcel y, desde el primer momento, para evitar cualquier depresión, Leopoldo monta la escuela de los príncipes. El mismo se constituye en profesor de matemáticas y de ciencias, mientras la princesa de Rethy enseña literatura y arte, du Parc, inglés, y Weemaes, latín y francés."
Balduino, el rey
Los nazis pretenden conservar a su rehén impidiendo todo riesgo de evasión. Se aconseja al rey que condene toda forma de colaboración con el enemigo, que declare que Bélgica nunca ha dejado de estar en guerra contra Alemania,y que dimita a algunos miembros de su entorno "
mal informados o muy ignorantes de lo que pasa en el mundo"
y que "
han herido profundamente los sentimientos patrióticos de la población"
. El entorno, es el enemigo. Es tradición emprenderla con el entorno para no ir directamente contra el soberano. Se apunta directamente a cuatro personalidades: el conde Capelle, secretario del rey, encargardo de documentarle sobre toda cuestión de carácter económico, jurídico y literario. El general Van Overstraeten, consejero militar "
el genio malo"
, según dicen algunos, "
inteligente"
pero "
tremendista"
y poco apreciado por la jerarquía del ejército que le reprocha no haber ejercido nunca el mando, Henry de Man, consejero político que en su juventud se distinguió por sus escritos antimilitaristas y a quien el rey le encarga con frecuecuencia misiones secretas;
Louis Frederic, jefe del gabinete del rey ¿Han influído sobre el rey? . Constantemente al lado del soberano, todos estos años de guerra, es indudable que sus consejos han orientado las decisiones de Leopoldo III. Sin embargo nunca han formado un bloque compacto. Entre el socialista de Main, el masón Frederícq y el católico Capelle, es fácil imaginar que el entendimiento no ha sido siempre perfecto y que sus consejeros no son unánimes. A este respecto el rey, como hombre experimentado, siempre ha tenido cuidado de rodearse de personalidades de centros de interés y sensibilidad muy diferentes, lo cual le permite recoger un máximo de informaciones y conservar su independencia de criterio, actitud que será también la del rey Balduino. Leopoldo III se toma demasiado en serio el ejercicio de la función real como para comportarse como una marioneta manipulada por los hombres de la sombra. Influenciado, sí, como puede serlo cualquier jefe de Estado que escucha las opiniones antes de tomar una decisión;
manipulado, no. En cuano a los consejos que le daban los ministros en el exilio en Londres, el rey respondería con una negativa rotunda. No era cuestión de salir de la reserva que él mismo se había impuesto.
La guerra se acerca a su fin. El 6 de junio de 1944 Los Aliados toman pie en el continente y emprenden la reconquista. El mismo día, Himmler dá órdenes de transferir el rey a Alemania. Los nazis pretenden conservar a su rehén impidiendo todo riesgo de evasión. La precaución no es vana pues partidarios del rey le han aconsejado que burle la vigilancia de sus guardias y estudien planes de evasión. Pero la cosa no va más allá, pues para tener todas las posibilidades de su parte el rey tenía que escapar sólo sin su mujer y sus hijos, y temía que éstos fueran objeto de represalias.
El 7 de junio el soberano es enviado bajo fuerte escolta a Alemania. Al mismo tiempo su familia, que se encuentra en Ciergnon, es llevada a Laeken. Ambos convoyes tenían que cruzarse en el camino, pero Leopoldo, que estaba autorizado a despedirse de los suyos, llega demasiado tarde. Dos días después, el mayor SS Bunting, que ha sustituido a Kiewitz, considerado demasiado conciliador, avisa Lilian de Rethy que la llevan con los niños reales, pero no le dicen el destino del viaje. La princesa protesta. Con el fin de retrasar la partida, parece, según algunos, que apeló al cardenal Van Roey para que sea testigo de lo que está pasando y para que la autoricen a ser compañada por algunos íntimos. Consigue por fin que la acompañe du Park y de Wiley Weemaes, secretario privado del rey. Comienza un viaje extenuante, sobre todo para Balduino convaleciente de una escarlatina. Lilian y los príncipes pasan su primera noche ne Luxemburgo, en el hotel Brasseur, donde el mismo Leopoldo se ha detenido veinticuatro horas antes. Nueva etapa de Weimar, la ciudad de Goethe. Durante todo el camino los carceleros no paran de amenazarlos y de darles a entender que nunca volverán a ver a su padre y que van a ser separados. Todo parece posible en esas horas de abandono. Al tercer día llegan al castillo de Hirschtein, no lejos de Leipzig, donde son recluídos en el primer piso. No se puede decir que Hirschtein, sea un lugar para ir de vacaciones. Se trata de una fortaleza húmeda y fría muy apreciada por los murciélagos, que domina el Elba, rodeada de una triple barrera de alambre de espinos y custodiada por sesenta SS. "
Una verdadera jaula"
, según dice un oficial alemán. El gobernador un tal, Lürker, ha tenido buen cuidado de impedir que la familia real no reciba noticia alguna proveniente de Bélgica, solamente estaba autorizada la radio alemana. La única alegría, aunque inmensa;
el volver a estar con el rey. Aislados del mundo en Hirschtein, el "
clan"
por fin reunido permanecerá nueve meses. No tenían más remedio que vivir en esa cárcel y, desde el primer momento, para evitar cualquier depresión, Leopoldo monta la escuela de los príncipes. El mismo se constituye en profesor de matemáticas y de ciencias, mientras la princesa de Rethy enseña literatura y arte, du Parc, inglés, y Weemaes, latín y francés."
Balduino, el rey
Última edición por el Dom Nov 06, 2011 10:13 pm, editado 1 vez
Invitado- Invitado
Re: Leopoldo III de Bélgica
Juraría que está con Jackie Kennedy pero no lo puedo asegurar
Invitado- Invitado
Re: Leopoldo III de Bélgica
Laura, qué fotos tan bonitas. :-) Lilian era pura elegancia.
La foto con el Sha no la conocía.
La foto con el Sha no la conocía.
Invitado- Invitado
Re: Leopoldo III de Bélgica
Buenas tardes a todos:
En primer lugar agradecer a Rosy y a Laura el magnífico reportaje fotográfico. Laura nos colocó un fragmento del libro de Robert Serrou titulado "
Balduino, el Rey"
que relata el cautiverio de la familia real en la fortaleza de Hirschtein a orillas del Elba y que estaría bien que comentarais.
En otro orden de cosas, en mi última intervención apuntaba los desacuerdos entre el rey y su hermano Carlos, conde de Flandes, y como veo que nadie, excepto Rosy, se ha animado a hablar del tema os diré que se dieron como consecuencia de las simpatías del regente con los Aliados, que tan mal se habían portado con Leopoldo, y por las medidas tomadas por el Gobierno de Pierlot que contaban con la aprobación del hermano del soberano. Tal como dice Rosy, después de aquello Leopoldo y Carlos nunca más volvieron a hablarse.
También Rosy hace referencia a la admiración del monarca por su padre Alberto I. Os traduzco lo que he podido encontrar en Léopold III ou le Choix Impossible de Robert Aron página 137, donde el rey dice:
"
No solo sentía por mi padre un afecto filial, sino también una admiración profunda, más bien diría una veneración. Hasta tal punto que me esfuerzo sin cesar para inspirarme en él, en los más diversos aspectos, no solo en los actos de mi vida pública, sino también en mi vida privada, incluso en algunas decisiones que he tomado para la educación de mis hijos. Cuantas veces, ante cualquier problema me pregunto: ¿Qué habría hecho mi padre?"
Así las cosas, creo que ya está todo dicho. Dentro de poco os colgaré otro fragmento de mi artículo, pero en este momento tenemos puntos pendientes de debate. Espero vuestras aportaciones
En breve, y para que todo quede claro, publicaré en mi blog una segunda parte de las tribulaciones de este desafortunado rey, que hizo lo que se espera de un monarca y fue mal querido por todos.
Un abrazo
En primer lugar agradecer a Rosy y a Laura el magnífico reportaje fotográfico. Laura nos colocó un fragmento del libro de Robert Serrou titulado "
Balduino, el Rey"
que relata el cautiverio de la familia real en la fortaleza de Hirschtein a orillas del Elba y que estaría bien que comentarais.
En otro orden de cosas, en mi última intervención apuntaba los desacuerdos entre el rey y su hermano Carlos, conde de Flandes, y como veo que nadie, excepto Rosy, se ha animado a hablar del tema os diré que se dieron como consecuencia de las simpatías del regente con los Aliados, que tan mal se habían portado con Leopoldo, y por las medidas tomadas por el Gobierno de Pierlot que contaban con la aprobación del hermano del soberano. Tal como dice Rosy, después de aquello Leopoldo y Carlos nunca más volvieron a hablarse.
También Rosy hace referencia a la admiración del monarca por su padre Alberto I. Os traduzco lo que he podido encontrar en Léopold III ou le Choix Impossible de Robert Aron página 137, donde el rey dice:
"
No solo sentía por mi padre un afecto filial, sino también una admiración profunda, más bien diría una veneración. Hasta tal punto que me esfuerzo sin cesar para inspirarme en él, en los más diversos aspectos, no solo en los actos de mi vida pública, sino también en mi vida privada, incluso en algunas decisiones que he tomado para la educación de mis hijos. Cuantas veces, ante cualquier problema me pregunto: ¿Qué habría hecho mi padre?"
Así las cosas, creo que ya está todo dicho. Dentro de poco os colgaré otro fragmento de mi artículo, pero en este momento tenemos puntos pendientes de debate. Espero vuestras aportaciones
En breve, y para que todo quede claro, publicaré en mi blog una segunda parte de las tribulaciones de este desafortunado rey, que hizo lo que se espera de un monarca y fue mal querido por todos.
Un abrazo
Invitado- Invitado
Re: Leopoldo III de Bélgica
Unos pocos datos más, sobre el Príncipe Carlos de Bélgica:
El príncipe Carlos comenzó su formación militar en la Marina Real Británica hasta 1926, cuando regresó a Bélgica. Por lo anterior, puedo suponer que tenía admiración a los ingleses, debido a su formación militar en filas británicas.
En septiembre de 1944, Bélgica fue liberada, pero el rey Leopoldo III sigue siendo un prisionero, por lo que el príncipe Carlos fue Regente juramentado el 20 septiembre 1944 y ejerce la prerrogativa real hasta el retorno del rey Leopoldo III, el 20 julio 1950. Es decir, casi 6 años en la regencia, lo cual hace que el periodo sea largo, y más tomando en cuenta, en un periodo de guerra.
Sin duda, muchas decisiones importantes debieron tomarse en ese tiempo, y muchas de ellas, obviamente, no eran del agrado de ambos hermanos. No creo tampoco que el príncipe Carlos haya actuado con maldad para con su hermano Leopoldo: simplemente hizo lo que creyó era lo correcto para Bélgica.
Murió el 1 de junio 1983 en el hospital de Ostende y tuvo una semana después, un funeral de Estado en Bruselas, marcado por la ausencia del rey Leopoldo III y su esposa, la princesa Lilian de Rethy, con quiénes nunca se había reconciliado. El príncipe Carlos es sepultado con sus antepasados
en la cripta real de la iglesia de Notre-Dame de Laeken, en Bruselas.
Es un poco triste la historia de dos hermanos que nu volverían a conversar en su vida... Esas "
bajas"
de guerra nunca se cuentan en la historia militar.
Príncipe Carlos, Conde de Flandes.
El príncipe Carlos comenzó su formación militar en la Marina Real Británica hasta 1926, cuando regresó a Bélgica. Por lo anterior, puedo suponer que tenía admiración a los ingleses, debido a su formación militar en filas británicas.
En septiembre de 1944, Bélgica fue liberada, pero el rey Leopoldo III sigue siendo un prisionero, por lo que el príncipe Carlos fue Regente juramentado el 20 septiembre 1944 y ejerce la prerrogativa real hasta el retorno del rey Leopoldo III, el 20 julio 1950. Es decir, casi 6 años en la regencia, lo cual hace que el periodo sea largo, y más tomando en cuenta, en un periodo de guerra.
Sin duda, muchas decisiones importantes debieron tomarse en ese tiempo, y muchas de ellas, obviamente, no eran del agrado de ambos hermanos. No creo tampoco que el príncipe Carlos haya actuado con maldad para con su hermano Leopoldo: simplemente hizo lo que creyó era lo correcto para Bélgica.
Murió el 1 de junio 1983 en el hospital de Ostende y tuvo una semana después, un funeral de Estado en Bruselas, marcado por la ausencia del rey Leopoldo III y su esposa, la princesa Lilian de Rethy, con quiénes nunca se había reconciliado. El príncipe Carlos es sepultado con sus antepasados
en la cripta real de la iglesia de Notre-Dame de Laeken, en Bruselas.
Es un poco triste la historia de dos hermanos que nu volverían a conversar en su vida... Esas "
bajas"
de guerra nunca se cuentan en la historia militar.
Príncipe Carlos, Conde de Flandes.
Re: Leopoldo III de Bélgica
Que curiosa la ultima imagen de la Rethy con el hermano de la primera esposa de Leopoldo, Carl Bernardotte!. Gracias por postearla!.
Ekaterina- Su Alteza Serenísima
- Mensajes : 408
Fecha de inscripción : 25/08/2008
Re: Leopoldo III de Bélgica
Ekaterina escribió:Que curiosa la ultima imagen de la Rethy con el hermano de la primera esposa de Leopoldo, Carl Bernardotte!. Gracias por postearla!.
Pues a los tiempos que te veo, un gusto.
Muy buen dato el que nos compartes. Gracias
Re: Leopoldo III de Bélgica
Podría tener sus visos shakespeareanos la historia entre los hermanos Leopoldo y Carlos...
Helena- Non
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Fecha de inscripción : 21/07/2007
Localización : Madrid
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