Dinastía Pahlavi de Irán.

1979: la revolución islámica se impone en Irán.
Se registró la caída del Sha y el establecimiento de una teocracia en lo que fuera la antigua Persia. Fue un paso polémico, así como el preludio de la peor guerra de ese país.

La revolución iraní de 1979 fue la movilización que derrocó al Sha Mohammed Reza Pahlevi e inmediatamente instauró la República islámica, actualmente vigente en Irán. La revolución, en sus inicios, fue un movimiento ideológicamente más amplio que, progresivamente, fue dominado por el clero chiita, bajo el liderazgo del ayatolá Ruhollah Jomeini.

El 16 de enero de 1979, el Sha se exilió en Egipto, y el 1 de febrero regresó Jomeini. Bajo su dirección, los islamistas consiguen enseguida tomar el control de la revolución y reprimir a los demás grupos. El 31 de marzo se hace un referendo sobre la proclamación de la república islámica, la opción del clero es respaldada, según los datos oficiales, por el 99,9% de la población.

La iraní fue la primera revolución contemporánea que no tuvo sus raíces en la Ilustración europea, como fue el caso de las revoluciones nacionalistas, liberales o socialistas, herederas de la tradición inaugurada por la Revolución Francesa.

El éxito de la revolución iraní inspiraría y patrocinaría la formación de organizaciones yihadistas como Hezbolá en el Líbano.

En el aspecto económico, la revolución iraní fue el detonante de la crisis del petróleo que se produjo entre 1979 y 1981.

Fue el preludio de la peor pesadilla para Irán. Al año siguiente, se inició una guerra con Iraq. El ayatolá Jomeini no olvidaba la afrenta del Gobierno de Bagdad, cuando lo expulsó a él, estando desterrado en el sur de Iraq y tuvo que irse a vivir en Francia. Los siguientes ocho años hubo guerra entre Irán e Iraq, con más de un millón de muertos, incluyendo los quemados con gases.

El sistema político actual de Irán se basa en la constitución de 1979. El líder Supremo de Irán (un ayatolá) es el único que decide la política de la República, es comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y controla las operaciones de inteligencia y la seguridad . Él solo puede declarar la guerra y nombrar jueces. En la práctica, el sistema ha llevado a una represión violenta en el país.

La caída de la monarquía.

A finales de los años 70 despierta el deseo en Irán de cambiar el régimen autoritario del Sha (rey en persa, de donde proviene el término Jaque del ajedrez). Manifestaciones multitudinarias y la represión se suceden.

El Sha, entonces, promete emprender reformas políticas, pero el descontento es tan grande que exige su renuncia.

Un hombre capitalizará este descontento: se trata del ayatolá (clérigo chiita) Ruhollah Jomeini. Exiliado en el vecino Iraq desde 1964, las tensiones políticas en Irán hacen que el Régimen de Bagdad se deshaga de él. Se instala entonces en Francia, donde los medios de comunicación europeos le convierten en un portavoz y en un líder de la oposición iraní.