Familia Hannover

Paloma Barrientos

¿Dónde se esconde el marido de la princesa de Carolina de Mónaco?

Este podría ser el titular de una película de intriga, con un guión de Amenábar, que daría mucho de sí. La historia tendría como eje principal a un príncipe alemán con querencia a la cerveza y a utilizar los paraguas como arma de destrucción masiva contra todos aquellos que se encuentra en su camino y no le caen bien. El protagonista se casa con la más bella del baile, con un currículum amoroso del tipo aspirante a Hombres, mujeres y viceversa. Todo parece ir bien hasta que, un buen día, después de haber tenido una hija en común, desaparece del mapa sin dejar rastro. Esta sería más o menos la sinopsis argumental de la vida de Ernesto de Hannover, marido de Carolina de Mónaco, que dejó de existir para la que fuera su familia política cuando se separó de su esposa.

No volvió a pisar el principado donde reina su cuñado Alberto, “monseñor”, que ese es su tratamiento protocolario, y donde ya no es bien recibido. Hace tiempo que dejaron de convocarle en las BBC (bodas, bautizos y comuniones) de los Grimaldi y tampoco participa en actos relacionados con su título como cabeza visible de los Hannover. Para los españoles quedará en la memoria histórica el recuerdo de esa Carolina mal peinada haciendo el paseíllo en solitario en la boda del heredero y la periodista Letizia. El marido fiestero había llegado al hotel a la hora del desayuno en unas condiciones que le impedían la verticalidad.

Lo llamativo de esta historia es que la que fuera la princesa más bella (y más jaranera) de Europa y abuela por partida doble sigue casada con Hannover a pesar de que no mantienen ninguna relación. Las cuestiones referidas a la hija común, Alejandra, las organizan los abogados de ambos y, por lo tanto, no hay necesidad de verse ni de tratarse. Ante este panorama, la pregunta del millón es por qué Carolina no da cerrojazo definitivo a ese matrimonio que duró lo que duran varias temporadas de caza, afición compartida por ambos. La respuesta es ajena a la economía conyugal o a la necesidad de aguantar por el que dirán. La explicación es pura vanidad y tiene que ver con el protocolo que funciona en las Casa Reales.

Carolina, como princesa de Mónaco, tiene un lugar poco destacado en el escalafón del Almanaque de Gotha. En cambio, como princesa de Hannover es Alteza Real y con unos privilegios y ceremoniales muy superiores a los de su nacimiento. Y, por lo tanto, una vez que consiguió que desapareciera de su vida el príncipe de los trompazos no tuvo necesidad de perder el oropel. ¿Hasta cuándo? Hasta que se vuelva a enamorar.
___________________
Si Carolina se divorcia de Ernesto, creo que volvería a ser Alteza Serenísima, que es un título inferior al de Alteza Real, que ahora ostenta. Por otro lado, Mónaco es un estado confesionalmente católico y, me parece a mí que Carolina, siendo divorciada, no podría convertirse en la sucesora de su hermano Alberto y pasarle el título a uno de sus hijos. Digo, todo esto son elucubraciones mías. :? :? :?

Yo creo que es pura vanidad. Sobre el estatus de Mónaco como Principado católico apostolico romano... uuufffffff, toda esta familia se lo saltado olimpicamente, no olvides los hijos fuera del matrimonio, divorcios, los no matrimonios... etc. Como dice mi abuela "
católicos de domingo"
. :?

Matteo, yo hoy por hoy los prefiero, casi, a otras monarquías católicas.

Participan de la peregrinación a Lourdes y de muchas fiestas religiosas del principado. También y lo he dicho otras veces, Alberto en su banquete nupcial rezó (dejo video: https://www.youtube.com/watch?v=AQXl2_jc8xs ). Ellos saben que cuentan con un Dios misericordioso y no escrupuloso. También dan muestras de saber lo que representan (aunque no incluyo a las siguientes generaciones, pues no estoy claro en ello).

A Carolina ser princesa le costó lo suyo a la hora de obtener la nulidad eclesiástica con Casiraghi, pues a las dos instancias normales que hay en estos caso, a ella, sabiéndose la repercusión que ello tendría, le agregaron una tercera. No gozó de ningún priviliegio sino que muy al contrario.

Si tengo un monarca santo, yo feliz, pero si no lo es, al menos que no sea hostil a mi religión, como está pasando en otro país y respete, además, una tradición que ya no es sólo religiosa sino también cultural.

Quien esté libre, que lance la primera piedra.

Juan.
No seré yo quien juzgue a esta familia, faltaría mas. Pero si después de irse de "
fiestas"
con bastardos (varios) como resultado, con matrimonios que no son, con hijos con un vidas muy poco católicas... etc...Basta con una oración ante cámaras o pegarse el viaja donde una Santa te libra de todo... pues bien, concuerdo con tigo en que son el ejemplo a seguir como católicos. Después de todo en el arrepentimiento esta la salvación.

Ni idea si se arrepienten o se confiesan... No creo que las cámaras les importe mucho como pasan de muchas cosas ¿Qué necesidad tenía de persignarse discretamente y sin actitudes teatrales, en su banquete de bodas, si hacía unas horas que se había casado por el rito católico y visitado la capilla de Santa Devota?

Por lo demás nunca he dicho que son católicos ejemplares. Eso se lo dejo a Dios en primera instancia.

Por último hoy estamos a la víspera del nacimiento del Salvador y ojalá ésta sea para todos los hombres de buena voluntad (pecadores como yo, incluídos). ;
)

Bueno, cambiando de tema, yo prefiero que Ernestito de Hangover siga "
escondido"
. Así no hay que verlo orinándose por las esquinas o peleándose a las afueras de una discoteca. :smt075

Ernesto de Hannover: "
Wild King"


Ni su familia se atreve a preguntar si aún sigue casado con Carolina. Ernesto de Hannover cumple 60 años y sigue haciendo lo que le da la gana

Por VERA BERCOVITZ | 6 de febrero de 2014

[url=https://servimg.com/image_preview.php?i=234&
u=18583313][/url]


Tiene un gusto estupendo y es un tipo muy creativo. Su sentido del humor es espectacular y es muy amigo de sus amigos”, comenta una mujer que lo conoce muy bien. Ella sabe lo mucho que Ernesto de Hannover (Alemania, 1954) valora su privacidad y por eso, tras dudarlo, prefiere no seguir colaborando con el reportaje y pide que no se la nombre. Lo mismo ocurre con las personas que frecuenta el aristócrata cuando visita las Islas Baleares. Ni la princesa Loretta Zu Sayn-Witgensttein, propietaria del hotel La Reserva Rotana, donde a veces recala el príncipe;
ni la duquesa Sylvia Serra di Cassano ni su marido el duque Leopoldo, amigos del aristócrata y con quienes comparte veladas en Ibiza quieren hablar para Vanity Fair. Tampoco Jorge Montojo, periodista, escritor y vividor y compañero inseparable del alemán cuando visita la isla pitiusa. Lo único en lo que todos coinciden antes de colgar el teléfono es “que Ernst es simpatiquisímo”, “encantador”, “muy educado”.

El próximo 26 de febrero el príncipe Ernesto V de Hannover cumplirá 60 años y su imagen pública sigue siendo cuestionable. “Es verdad. Pero trabaja duro para controlar sus demonios y ha probado la meditación y la medicina ayurvédica. Puede ser colérico pero es generoso, leal y muy divertido”, explica uno de sus amigos. Piénselo bien. ¿Cómo no volverse un poco excéntrico cuando uno ha hecho desde la cuna lo que le da la real gana?”.

Su vida cambió tras contraer matrimonio con Carolina de Mónaco en 1999. La prensa se le echó literalmente encima. “Yo he estado con Ernst por Ibiza en los ochenta y nadie sabía quien era. Venía con su mujer Chantal Hochuli (hija de un multimillonario arquitecto suizo) y se movían libremente por la isla”, recuerda uno de los históricos de Ibiza. Entonces ningún periodista reparaba en Hannover, a pesar de tener título de alteza real y una fortuna estimada en cerca cien millones de euros.

[url=https://servimg.com/image_preview.php?i=235&
u=18583313][/url]
La princesa Carolina de Mónaco y el príncipe Ernesto de Hannover de vacaciones en Zurs, 2001


Durante su matrimonio, Carolina hizo un gran esfuerzo por convertirse en una verdadera princesa alemana. “Su idioma mejoró muchísimo y llegó a hablar alemán de castillo, un argot que utiliza la nobleza, perfecto”, recuerda una aristócrata germana. Y continúa: “Ernesto tiene absolutamente prohibido a sus amistades que hablen de él. Es más, nadie sabe si siguen casados o no, ni siquiera su familia más directa se atreve a preguntar. Su hijo mayor (Ernesto Augusto, de 30 años) ha heredado las propiedades familiares y Ernesto solo se ocupa de su fortuna personal, por lo que no tiene que dar explicaciones a nadie”.

Entre las aficiones del alemán se encuentra la alta relojería —llegó a tener una colección de 50 piezas y abrió una exclusiva boutique de relojes en Londres y otra en Barcelona— y el destornillador (vodka con zumo de naranja). Un gusto que le llevó a sufrir una pancreatitis en 2005 que casi le cuesta la vida. “Mi problema es que no sé decir ‘no’. Cuando alguien me llama y quiere que tome unas copas con él, lo hago”, aseguraba el propio Ernesto en una entrevista oficial tras su recuperación. Los buenos propósitos duraron un tiempo. Luego sus amigos descubrieron que ese sanísimo líquido no solo llevaba naranjas. Prost!


http://www.revistavanityfair.es/articulos/wild-king/18449

Qué mancha, otra más, en la vida de Carolina. Grace Kelly debe estar revolviéndose en su tumba

A pesar de que, según siempre se comentó, éste era el candidato que Grace quería para su primogénita.
O sea que si Carolina accedía a las intenciones de su madre, tarde o temprano el resultado hubiera sido el mismo, tanto para el matrimonio de Carolina como para las lamentaciones de su madre...

¡Qué emoción! Los amigos describen a Ernesto como "
muy educado"
. . .

¡Eso se llama "
amistad incondicional"
! :badgrin:

Se puede ser MUY EDUCADO aunque se esté MUY LLENO DE ALCOHOL???????

Querida Vivi: Me has hecho reir en cantidad ! ! !

JOY7 escribió:Querida Vivi: Me has hecho reir en cantidad ! ! !

[url=https://servimg.com/image_preview.php?i=281&
u=18583313][/url]

CUMPLE AÑOS TODAVÍA CASADO CON CAROLINA

El príncipe Ernesto de Hannover "
se bebe"
sus 60 años a grandes sorbos

[url=https://servimg.com/image_preview.php?i=396&
u=18583313][/url]


Sara de Diego - 24/02/2014 (18:44)


“De pocos matrimonios se habla tanto”. Con esta frase, y hace ya tres meses, describía la revista alemana Bunte la relación entre Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover, que este lunes cumple 60 años.

Casado con la princesa en enero de 1999, el matrimonio tuvo a su primera y única hija, Alejandra, en julio de ese mismo año. Sin embargo, aquello de a la tercera va la vencida no terminó de ‘cuajar’ en la vida de la mayor de los Grimaldi. Diez años después, el matrimonio comenzaría a alimentar los rumores sobre una crisis que, finalmente, ha terminado por confirmarse. Ya en 2012, Carolina comenzó a ejercer de soltera acudiendo en solitario a los enlaces y celebraciones de diferente índole de la aristocracia no sólo monegasca sino también del resto de Europa.

El motivo de su separación -física, porque la Casa Real monegasca aún no ha confirmado el fin de su matrimonio por la vía legal- vino por la pérdida de aquel anonimato del que gozaba el príncipe de Hannover en los años 70 y 80, cuando él y su por aquel entonces esposa, Chantal Hochuli, hija de un multimillonario arquitecto suizo, campaban a sus anchas por Ibiza y el resto del continente sin ser apenas conocidos. Con la mosca detrás de la oreja desde hace ya varios años, Chantal decidió divorciarse en 1997 tras publicarse unas fotografías de ambos viajando por Londres, Tailandia y Nueva York.

El amor entre ellos fue tan fuerte que, incluso, el príncipe de Hannover renunció a sus derechos dinásticos en Inglaterra, donde ocupaba el puesto 445 en la línea de sucesión, al casarse con una católica. Sin embargo, los excesos y los drásticos cambios de humor de Ernesto por su querencia a la bebida comenzaron a desquebrajar al matrimonio. Tanto es así, que su gusto por beberse la vida a grandes tragos le pasó factura en 2005 cuando tuvo que ser ingresado por una pancreatitis aguda que le llevó a permanecer en coma profundo unas horas antes de la muerte del padre de la princesa Carolina, Rainiero de Mónaco. Lejos de aprender de los errores Ernesto volvió a las andadas y en julio de 2011, mientras se encontraba de vacaciones en Ibiza, tuvo que ser hospitalizado de urgencia aquejado de una fuerte pancreatitis que a punto estuvo de costarle la vida.

A esta mezcla explosiva también habría que añadir su más que constatada mala educación y su agresividad, que va en aumento cuando también aumentan las copas. Sólo un año antes de casarse ya mantuvo varios rifirrafes con la prensa aunque cabe destacar la agresión a un fotógrafo, al que tuvo que pagar una indemnización de 50.000 euros. Otros 250.000 le costó la patada que propinó a la fotógrafa que le captó orinando en el pabellón de Turquía en la Expo de Hannover en el año 2000 y 175.000 la paliza que le propinó al propietario de una discoteca de una exótica isla de Kenia, a quien le rompió varias costillas y le provocó heridas en la cara, el cuello y el pecho.

Ante este bochorno público, la princesa Carolina decidió no volver a dejarse ver con su marido a partir del verano de 2009, cuando celebraron juntos el décimo cumpleaños de su hija Alejandra en la isla de Córcega, y dejar la residencia en la que el matrimonio vivía cerca de París para instalarse en Mónaco con su hija.

Desde aquella fecha, el foco mediático se ha ido alejando de Ernesto, que ha decidido disfruta de su vida hasta el último segundo. Así, Alemania e Ibiza son sus dos grandes bastiones. De hecho, es en la isla pitusa donde el príncipe de Hannover vive como un auténtico 'hippie'. Se levanta a las once porque, tal y como publicó Bunte, “sus vecinos son noctámbulos” y acude a fiestas en las que, curiosamente, se encuentra con el exprimer marido de su todavía mujer, Philippe Junot, que el próximo mes de abril cumplirá 74 años.

Con una fortuna que parece infinita y sin ninguna necesidad de trabajar, sus únicos quehaceres en la actualidad son gestionar sus bienes, continuar adelante con sus dos exclusivas boutiques dedicadas al mundo de los relojes -su gran pasión y lo más cerca que ha estado de trabajar-, y conocer a mujeres que bien podrían ser sus hijas. De hecho, si la separación ‘oficial’ fue en 2009, ese mismo año Ernesto hizo gala de la máxima ‘el tiempo es oro’ y fue visto en las playas de Tailandia con la publicista y relaciones públicas marroquí, Myriam Aboussahden, que trabajaba en varias inmobiliarias de Mónaco. Poco le duró el romance ya que en octubre de ese año se dejó acompañar por Simona, una joven rumana que apenas cumplía los 30 que estuvo a su lado antes y después de su segunda pancreatitis.

Lejos de sentar cabeza con el paso de los años, el marido de Carolina volvió a cambiar de pareja a finales del año pasado dejándose ver en el puerto deportivo de Ibiza con una morena de pelo rizado evidenciando, una vez más, lo poco que le importa la imagen pública que ofrece.

Cada nueva conquista no sólo ha sido para Ernesto de Hannover una ‘medalla’ más en su currículo sentimental, sino un desaire a su todavía mujer, a quien hiere su dignidad con su nueva vida.

Ahora, y con seis décadas a sus espaldas, el estilo principesco poco tiene que ver con Ernesto de Hannover. Con dos matrimonios, una cuenta corriente de lo más abultada y tres hijos, la fama de la que ha gozado no siempre la ha sabido gestionar. De hecho, lejos de ser reconocido por algún que otro mérito prácticamente inexistente, la prensa apenas se refiere a él con su nombre y apellido, sino con los apodos que se ha ido ganando a lo largo de estos años como el príncipe de las palizas o el príncipe de la resaca (por el símil de hangover –resaca en inglés- con Hannover).



http://www.vanitatis.com/casas-reales/2014-02-24/el-principe-ernesto-de-hannover-se-bebe-sus-60-anos-a-grandes-sorbos_93320/

Yo pensaba que ya se había muerto de cirrosis . . .

Mi esposo es alemán y me dice que se especula que muchos miembros de esta familia son un poquito loquillos porque se casan entre ellos

Se casa Ernesto Augusto Jr., con una rusa . . .

Christian, el hijo segundo, es novio de una peruana de alta sociedad.

Casi todas las casas reales se casaban entre si, primos etc, la endogamia uffff

A mi en lo personal, prefiero los matrimonios actuales, creo que un matrimonio verdadero representa mas lo que es la realeza, en cambio esos concertados, mas me da la impresión de que todo es una pantomima por ende lo que ellos representan también.

Bueno, Pedroro, eso puede ser, siempre que no te cases con una plebeya impresentable,
como hizo uno . . .

Plebeyos o principes, lo de impresentable no discrimina je je je

El problema estriba en que, si eres rey, tu consorte tiene mucha exposición mediática, y sus fallas se vuelven bien evidentes . . .

Si eres príncipe de una pequeña casa alemana, nadie lo nota.

Pero tenemos a Carlos de Suecia, Juan Carlos de España, en su momento Carol II de Rumania, Pedro I de Serbia, el Karageorgevic que antes de ser rey y cuando estaba casado golpeaba a su mujer sin asco aun estando embarazada.

Sin contar actitudes de soberbia y poco interés en quienes gobiernas, que eso me parece mas terrible e impresentable que actitudes que pueden ser solo en un marco de saber estar.

Leyendo sobre los monarcas, estos se vestían, casaban, caminaban, actuaban majestuosos, pero sus pueblos les importaban un comino, cuando el zar Nicolas II se corona y hay toda esa cantidad de muertos, sigue asistiendo a un baile como si nada.

Prefiero tal vez actitudes que pueden ser consideradas vulgares, pero si una real preocupación por su oficio y por quienes son su pueblo.

No cabe duda que hubo monarcas que de ejemplar tuvieron poco.

Hubo monarcas deficientes tanto en la vida publica como privada, mientras que otros sólo en la primera o segunda y ¿por qué no? soberbios en ambas esferas.

Ahora, como monarca se les pide más por la parte pública pero también es tan relativo. Cuando me arman un drama por lo del elefante del Rey Juan Carlos me pregunto lo mismo que se preguntaba Helena ¿Qué es peor? ¿Matar un elefante o un hijo en camino? De acuerdo lo segundo será privado pero si el monarca en cuestión es abortista o pedófilo ya hablamos de otra cosa.

Lo del elefante, para mi gusto no es la muerte del animal en si, sino el acto y su costo.

La monarquía española esta en una crisis, cosas que van sumando una tras otra, lo de Urdangarin fue no la gota sino el chaparrón que ha dejado a todos en muy mal pie.

A esto le sumamos la crisis económica, donde España aparece con uno de los mas altos indices de cesantia, es decir las cosas estaban calentitas.

Y aparece el monarca, jefe de estado, viviendo la buena vida, cazando con su amante, algo que no costaba poco, sino de un costo elevadisimo, es como una bofetada, porque en momentos de crisis debió ser discreto, sobre todo austeridad (algo que siempre los monarcas españoles han tenido con respecto a otras) pero ahora no fue así.

Cuando los gobiernos caen, o se producen acontecimientos que pueden ser catastróficos, no los provoca un hecho puntual, sino un cumulo de situaciones, y no falta la gota que rebalsa el vaso, creo que lo de la caza fue una de esas tantas gotas que colmo la paciencia.

Las monarquías no son lo mismo que antes, ya no se piensa lo mismo que hace 20 años, debe ir cambiando acorde a los tiempos, lo que años antes podía ser normal, hoy en día no sucede así, un ejemplo seria el uso de pieles, en los años 70 y 80 una mujer con un abrigo de pieles, quizás no provocaba tanta problemática, hoy en día se cuestiona, que quizás sean pocos o muchos los que lo hacen, pero así como transcurre el tiempo se van sumando, y para ello lo mejor es la discreción y no buscarle la quinta pata al gato

¡Pero si fue discreto! La caída (valga la palabra) con consecuencia de operación, fue la que reveló lo que estaba pasando realmente.

La amante, de acuerdo que sale cara (aunque para eso "trabajaba" con sus "contactos"   ), pero la cacería hasta donde sé, fue por invitación, aunque igual comprendo lo que quieres decir.

También el acto y su costo es reprochable (y para mí mucho más aún) en Letizia, porque además mintieron tratando de ocultar todo. Con el rey Juan Carlos por último sí se supo todo y pidió disculpas.

No me referí a la ocaso del rey en el primer post que hablo del tema. Por supuesto que hubo una serie de factores que sumaron y a veces hechos eventuales terminan por decidir gran parte (aunque no exclusivamente) el destino de una nación... cosa de preguntarle al extinto General Prats.

Francamente lo del elefante lo veo de un populismo puro y duro. No irán a pretender que Cristina después de que Iñaki vaya a la cárcel, se vaya a vivir a una vivienda social. Obviamente seguirá viviendo mejor que la mayoría de los españoles y aunque bajara muy fuertemente su nivel de vida no beneficiará en lo más mínimo a un sólo español siquiera.

Volviendo a los actuales matrimonios pues el tiempo dirá ya que las monarquías dependen de la exclusividad de la sangre. No les niego el casarse por amor, pero eso no está reñido con casarse con personas más... ¿adecuadas?

Juan - estoy de acuerdo contigo. En cuanto a plebeyas que se han casado con príncipes herederos, ahí tienes a Máxima de Holanda y a Mary de Dinamarca las cuales, a mi entender, están cumpliendo a cabalidad sus papeles. La de España, ni cumple ni le interesa. Es una persona inadecuada.

Lo de depender de la exclusividad de la sangre tengo una opinión distinta, pues los casamientos eran impuestos en la mayoría de los casos por tratados con sus vecinos, no por preservar sangre regia.

Así, en la Rusia zarista y hablo la verdadera no con la llegada de los arribistas Holstein, los zares casaban o negociaban un matrimonio con quien les conviniera, Pedro I, casa con una noble que le proporciona una alianza con las familias poderosas rusas, y luego casa con una mujer sin sangre aristócrata siquiera que inclusive le hereda en el trono, una viuda de militar me parece, casa al hijo por conveniencia con una princesa alemana.

En España no había ley sálica y menos  una pragmática, esta se impone con los borbones, primero tras la guerra de sucesión aparece la sálica, típica de la casa Capeto y la pragmática, por Carlos III, quien viendo la ley sucesoria, que obligaba que el futuro rey español debía haber nacido en ese pais, en cambio los hijos de este soberano, todos eran de nacimiento italianos, y el hermano menor de Carlos, don Luis, quien era cardenal planeaba dejar los hábitos y casarse, el rey ni tonto ni perezoso lo casa con una aristócrata e impone la ley, así los hijos habidos del infante, jamas podrían reclamar derechos a un trono, pues ya con esto quedaban excluidos y los hijos italianos del rey eran los únicos herederos.

Solo pongo estos dos como ejemplo, para ver si se entiende

En Inglaterra, solo existía un veto, impuesto por un Brunswick, me parece que Jorge II, hay que recordar que estos llegan al trono por ser descendientes de Jacobo II y su mujer Ana Hyde, hija de un ministro, no de un matrimonio con princesas.

Sobre las indadecuadas, eso va por la persona, hay muchas princesas reales que fueron verdaderos desastres y muy inadecuadas, basta solo recordar a la mujer de Jorge IV  de Inglaterra y otras tantas mas

Letizia, considero que trata de hacerlo bien, no he encontrado nada que pudiese decir sea extremo de malo, o que haya hecho escandalizar o dejar mal puesta la corona, como lo hacia Felipe de Edimburgo con comentarios que debian después tener dolores de cabeza las embajadas y relaciones exteriores, ese tipo si que fue inadecuado en muchísimas ocasiones, comentarios en su visita a China fueron escandalosos y se les trato de bajar el perfil, el tipo un verdadero desastre, como todos los Holstein supongo, arribistas snobs

Jajajaja, bueno Felipe tiene un sentido del humor bastante peculiar. En algunos casos ha habido sobrerreacción y es verdad que en otros debió ser más cauteloso.

Pero decirle a los estudiantes ingleses que iban a quedar con los ojos rasgados, pues no lo veo para tanta alharaca. Si les dijo "¿y ustedes se lanzan flechas todavía?", pues hasta los aborígenes (que estaban vestidos como tal) se habrían reído antes de la era de lo políticamente correcto.

Yo también a Letizia la veo indiferente, puede que me equivoque, pero en plenas crisis recibir tiaras del marido, cambiarse el rostro, viajando al Caribe con Felipe y amigos en una despedida de solteros cuando España estaba de duelo por el 11-M y un cuanto hay.... pues qué quieres que te diga prefiero a los snob Holstein (pues al menos sí pueden presumir de algo) o al rey Juan Carlos con su elefante.

Ahora, coincido contigo que por definición el que sea de sangre real o noble no garantiza un "activo" para la institución, pero la verdad que si va a ser reina la que trabaja en la oficina de al lado mío, pues para eso prefiero elegirlos ya que lo de ahora es una especie de falsa democracia. Que cumple sí con los sueños cenicentiescos, pero los sueños son eso y hasta ahí llegan.

Los matrimonios entre realeza tiene su origen en el absolutismo (no confundir con derecho divino) en que cuando se dice "sólo le rindo cuentas a Dios" era porque con ello se evitaba que las 25 familias de la alta nobleza dijera "estás en el trono por nosotros y te podemos sacar sino cumples con nuestros requerimientos". Con ello el rey los mantenía en su lugar y se ponía por sobre ellos en defensa de su pueblo pues había alguien por sobre el señor feudal y se controlaban los abusos de los mismos.

De ahí que surgía el problema de con quienes se casaban (pues si lo hacían con una de la nobleza las otras familias podían complotar ya que quedaban más relegadas sobre la familia de la elegida) y terminan creando una casta especial que en su caso más extremo lo tenemos en los Habsburgo y los que menos (por no decir nada casi) en Inglaterra (que por cierto la reina Victoria de snob no tenía nada y era tan Holstein como Felipe). Cada país lo solucionó como mejor pudo.

La monarquía al tiempo de hoy es tradición y si no se atienen a ella pues el tiempo dirá pero, ya se la van cargando....

¿Pero cual tradición?

La monarquía burguesa y snob o la monarquía real, que se mantuvo durante siglos a la cabeza del estado.

Yo prefiero la primera, lo de matrimonios es una cuestión política, que hoy en día no es necesaria.

Prefiero monarcas que representen a un estado, sin meteduras de patas, porque aunque para algunos puede resultar gracioso a otros molesta y bastante, sino basta recordar los comentarios de Jacques Chirac en una cumbre en Inglaterra sobre la comida de británica, tal vez para algunos no les moleste, pero hay quienes si, y lamentablemente si eres visita debes tener el buen gusto y tino de no meter la pata, pues de esa visita dependen relaciones comerciales que van directamente unidas a la economía de tu país.

No soy muy tolerante con esas cosas, cuando vinieron a Chile años atrás los Guns Roses, se comentaba que decían que después de visitar sudamerica había que quemar las botas, para quienes no son sudamericanos les resulte gracioso, pero a los que vivimos acá no, bueno a mi no.

La monarquía se la cargan no por matrimonios que no sean entre miembros de la realeza, sino por actitudes que estos han tenido, es como la política, acá en Chile un ex senador o diputado dijo que la política había llegado a su punto mas bajo al aparecer candidatos de farándula, el tipo no se en que mundo vive, pero la política se la cargaron los políticos con sus abusos, y cuando la gente ve la realidad, lo mismo con la monarquía, fueron las testas coronadas inútiles y preocupados mas de matrimonios, tiaras y condecoraciones quienes sepultaron la monarquía.

Bueno a lo que hice referencia fue a la monarquía tradicional, que no tiene aplicación en estos días. Pero a veces creo que han llegado muy lejos y lo dicho: Si mi reina o rey va a ser el personal trainer, la niña que tengo de secretaria, etc.... sinceramente prefiero elegirlos ya que en teoría estarán representando al estado por méritos y no por enamoramientos que pueden ser circunstanciales.

Si es por meteduras de pata, grandes o pequeñas o fallos al protocolo si se quiere de parte de Letizia, en España la monarquía habría caído hace rato.

Han habido princesas reinas o grandes duquesas muy muy buenas siendo plebeyas como también siendo de cuna noble o real. Difícil generalizar aunque sí las monarquías de la segunda mitad dell s. XIX salvo excepciones no me gustan mucho.

Ah! y los mareos de "altura" le puede dar a cualquiera. Noble o no.

¿Tanto te importa lo que los Gun's and Roses digan de nosotros? Para mi problema de ellos si apenas fueron del hotel al estadio y de vuelta.

Lamento no poder responderte. Es un debate interesante pero es que salgo de vacaciones.....

Que lo pases supere bien en las vacaciones dieciocheras

¿Qué tal Pedroro? Ya de vuelta.

Por PALOMA SIMÓN 25 de julio de 2017




Llevaba años desaparecido, refugiado en su castillo de Austria o su residencia de la isla de Lamu, en Kenia. Ni siquiera ha acudido a la reciente boda de su primogénito, Ernesto, con Ekateryna Malysheva, contra la que había mostrado su desacuerdo vía comunicado. El aún esposo de Carolina de Mónaco –aunque se separaron en 2009, nunca han oficializado su ruptura; Carolina sigue recibiendo el tratamiento de Alteza Real por su matrimonio con Hannover– está bien, y se dispone a pasar el verano en la isla Pitiusa.

Bronceado, con el pelo canoso y revuelto y vestido de sport. La última –y esperada– aparición pública de Ernesto de Hannover, en Ibiza hace unos días, despeja cualquier duda o especulación sobre su estado de salud. El pasado 21 de abril los medios publicaron que el príncipe acababa de ser operado de urgencia por un accidente vascular del que parece completamente repuesto. “Ernesto está bien, muy bien”, asegura su amigo Carlos Martorell.

Ernesto escogió el estreno del documental de Martorell para reaparecer ante los medios. Ernesto, padre de tres vástagos, Ernesto y Christian de su primer matrimonio con la suiza Chantal Hochuli y Alexandra de su unión con Carolina, pasará el verano en Ibiza, donde reside uno de sus mejores amigos, el periodista Jorge Montojo. “En mi documental sale Ernesto en mi casa de verano que le alquilaba a un payés, cuando no había ni luz, y en una cena con la duquesa Sylvia Serra di Cassano. Durante el rodaje, al revolver entre papeles y cintas de vídeos, encontré un montón de felicitaciones de Navidad firmadas por él y por Carolina”, cuenta Martorell.

El príncipe güelfo es uno de los protagonistas del documental de 60 minutos que repasa la vida y obra del conocido relaciones públicas por cuya casa ibicenca han pasado “los Bofill, padre e hijo; la princesa Loretta Wittgenstein, la princesa Lee Radziwill, hermana de Jackie Kennedy, la princesa Maria Gabriela de Saboya o la vizcondesa de Ribes”, enumera. Su sofá, con capacidad “para 20 personas” y sus veladas “que empezaban con una cena a eso de las 8 de la tarde y acababan a las 3 de la madrugada sin desmadres, eso sí”, fueron durante años las más célebres de Ibiza. Fiestas en las que la actriz Giannina Facio, antes de convertirse en la tercera mujer del cineasta Ridley Scott, bailaba hasta que se acababan las pilas del casette.

Martorell ha dedicado siete meses al rodaje del filme, que reúne, dice, “428 caras conocidas”, y que repasa la historia reciente de un pequeño enclave en mitad del Mediterráneo que se convirtió en los años 60 en el destino favorito de aristócratas, actores de Hollywood, modelos de renombre y, por supuesto, hippys. Él lo fue, y recuerda cómo en su primera casa en la Isla, que le alquiló a un payés y donde no había agua ni luz, podía reunir a Naty Abascal o Vittorio Gassman con una facilidad pasmosa, o, ya por la mañana, acompañar de compras a Naomi Campbell o Isabel Preysler a las afamadas boutiques de la isla, como la de Vicente Ganesha. Hoy, las cosas han cambiado. “A Ibiza solo se llega en avión privado o en Ryanair. No hay término medio, lo que ha acabado con la personalidad de la isla”, arguye.

El relaciones públicas está inmerso en los preparativos de la fiesta por antonomasia del verano balear: la Flower Power “VIP”, puntualiza, que se celebrará el 21 de agosto en Pachá. La mítica discoteca es ahora propiedad del fondo de inversión Trilantic. “Anoche estuve con Ricardo Urgell, su fundador, y me confesó que se arrepiente de haberla vendido”, desvela Martorell. La Flower power “VIP”, insiste, reunirá un año más a “gente importante para la isla de esa que no ves en ningún sitio. No celebridades, sino personas de todas las edades y condiciones sociales. Cuando hay un Valentino, una Elle McPherson o una Anne Hathaway es por casualidad. Nunca puedes saber con antelación si va a venir un famoso o no, depende si está de paso o de si quiere o no que se entere la prensa. Algunos no quieren que luego les fotografíen en los barcos, con esos objetivos de cien metros de alcance. La gente no quiere dejarse ver, quiere que les dejen en paz”, zanja. El dress code volverá a seguir los preceptos de la princesa Smilja, precursora de la moda adlib: “Vístete como quieras, pero con gusto”.
Y si Ernesto de Hannover acude o no constituye un misterio. Al menos, hasta el próximo 21 de agosto.


http://www.revistavanityfair.es/realeza/articulos/ernesto-hannover-regreso-ibiza-carlos-martorell/25233