Alberto y Paola...Una historia de amor

En dos días se cumplen 50 años desde que una bella princesa italiana, dió el sí quiero a un guapo y joven príncipe belga.

Una historia que se empieza a escribir en el Vaticano, en la entronización de Juan XXIII, en ese sacro momento la mirada de Alberto se posa sobre Paola, rapidamente y como si de una película hollywoodense se tratara el apuesto príncipe inquiere de quien se trata, dos días más tarde la joven es invitada a una recepción en la embajada del reino de Bélgica, a partir de ese momento la Prinicpessa Paola Ruffo di Calabria, pisa el suelo de su futuro Reino.


A su regreso a Bélgica, algo había cambiado en el príncipe, Alberto no dejaba de nombrarla, de modo discreto, su hermano el rey encargó a su embajada en Roma se realizarán discretas averiguaciones sobre la princesa.

La familia de Paola resultó impecable en todos sus aspectos, no sólo un glorioso arbol genealógico, como debe de ser a una de las siete familias más importantes de Napoles, señores de Calabria, de donde proviene su apellido, sino que su padre el Prinicpe Fulco, Septimo duque de Guardia Lombarda y decimooctavo conde de Sinopoli era recordado como un heroe de la Segunda Guerra Mundial, un gran aviador.

Su madre la Condesa Luiza Gazzelli de los condes de Rossana era todo aquello que se esperaba en esa época, madre de siete hijos,perfecta esposa y señora de su casa.


Alberto regresa el 24 de enero para asistir al baile ofrecido por la princesa Borghese, lo jóvenes que ya se escribían se reencuentran, más tarde esquiarían juntos en Saanen-Moser, en Suiza, lugar donde lo haría también la flia. real belga.

La bella campiña de la Toscana, se encargaría del resto, durante ese tiempo Paola residía en casa de uno de sus cuñados, el conde Bellino Ricasoli, todos los días con el pretexto de enseñarle a conducir se perdían en los bellos parajes de Florencia.

Cupido había dicho SI.

Un apacible domingo de abril de 1959, las emisoras de radio ven interrumpida su programación musical para dar paso al comunicado oficial que daría el gran mariscal de la corte:


"
Sus Majestades el rey Balduino y el rey Leopoldo tienen la alegría de comunicar a toda la nación el compromiso oficial de S.A.R. el príncipe Alberto, príncipe de Bélgica, príncipe de Lieja, con Donna Paola Ruffo di Calabria"



Ese día paola y su madre ya estaban en bélgica, era el doce de abril de 1959, y las primeras fotos no tardarían en dar la vuelta al mundo.

En los jardines de Laeken, los novios posaron para los fotógrafos acompañados de sus familiares mas cercanos.

En la tranquilidad de palacio, ya más relajados

Pues el noviazgo no hace más que comenzar oficialmente, los viajes de Paola a bruselas se hicieron frecuentes, en mayo antes de viajar a su futura patria la princesa compra a su prometido un presente en Gucci




Los paparazzi los encuentran en el cine, la película Giggi, con Leslie Caron.

Al igual que en todas las épocas, la prensa hace de las suyas, y porque no decirlo, para nuestro deleite.







Sobre lo que no nos queda duda es que las clases de manejo dieron sus frutos

Junio se nos presenta lleno de eventos, ya que el príncipe celebrará su vigesimoquinto cumpleaños, y con ese motivo Paola será presentada oficialmente al pueblo de Bruselas.

Paola sale de Roma el día 4 de Junio siendo acompañada por su madre al aeropuerto.

Un inquieto y emocionado Alberto la espera al pié del la escalerilla, el hecho de tenerla junto a el en tan señalada fecha le provoca una alegría indescriptible.







Bueno, Alberto y unos cuantos más se encuentra una ruborizada Paola al descender del avión

Por fín una vez más juntos, la alegría no se puede disimular

Esta vez, es el príncipe de Lieja, quien caballerosamente la conducirá a palacio.

El día 6 de junio fecha del natalicio de su príncipe, el y paola pasearon por los jardines, mostrándose más enamorados e ilusionados que nunca.

Imposible que faltase la foto con papá, Liliana y los hermanos.

La Joyeusse Entrée.

Son las 16 y 35 hs. de la tarde cuando el coche con los príncipes atraviesa las verjas de laeken en dirección a la ciudad.









La primera parada una corona de flores para la Reina Astrid, aquella madre política que Paola conocerá solo por relatos y fotos.

La princesa luce un vestido blanco de falda plisada y manga corta, cinturón ancho de piel, guantes en cabritilla y zapatos también blancos.Un tocado de flores, adornaba sus rubios cabellos, formado por azaleas rojas.

Un collar de perlas de una fila y los labio ligeramente retocados con carmín rojo completaban la imagen de la idílica princesa de cuentos de hadas.

Junto a ella un gallardo y apuesto príncipe llevaba con denostado orgullo su uniforme de gala de alferez de navío.

El alcalde de la comuna espera la llegada de los príncipes.

Y sigue el camino a la Grand Place donde diversos grupos folclóricos entretienen a la multitud allí agolpada.

Llegada al Palacio Real




El momento mas esperado por los ciudadanos, el de recibir el homenaje de los ciudadanos, agolpados durante tantas horas.

También visitaron Lieja y ostende a donde corresponden estas imágenes.

Paola regresaría a casa



y sus fotos seguirían siendo la imagen misma de la felicidad.

EL VESTIDO


A pesar de que la princesa de Rethy desplegase ante Paola un abanico con los mas granados nombres de la alta costura francesa, la sencilla princesa italiana optó porque el vestido que luciría no solo sería diseñado por ella misma sino, hecho por su septuagenaria modista Concenttina Bounanno, quien cose también para la reina María José, futura tía política de la novia.

Además fue Concenttina quien realizó su primer vestido de baile en seda azul.

La lencera es la señora Cirri de florencia, los modelos son en color blanco, rosa y verde pálido.

El vestido, en linea romántica se realizó integramente es satén blanco que se recogía en un lazo,bajo el pecho marcando un corte imperio.

Una cola de cinco metros, completaba el modelo, cuya sencillez permitía resaltar la magnificencia del antiquísimo velo de encaje de bruselas, propiedad de la familia de la noviasostenido por una guirnalda de flores de azahar.

Paola posó con el traje días antes de la boda en los jardines de laeken.

El día 1 de Julio se ofrece un Garden Party en palacio, en el vemos a unos sonrientes y emocionados novios, en menos de veinticuatro horas se conertirían en marido y mujer, por lo civil y ante Dios, para lo mejor y lo peor, pero que así y todo el hombre nunca separaría lo que Dios hab ía unido.

la feliz pareja estuvo en todo momento acompañada por los reyes Leopoldo y Balduino

A pesar de la gran cantidad de invitados los novios hallaron un lmomento para sentirse solos ante el resto del mundo.

Pablo, que lindo trabajo. Los relatos y las fotografías se complementan muy bien. Las fotografías antiguas son un placer a los ojos. Gracias. Espero que mañana que se cumple otro aniversario de su Boda, nos tengas una sorpresa como ésta.

Saludos.

Paola de joven era toda una belleza, era la época de las bellezas naturales tantos en la damas de la realeza y nobleza como en las actrices, modelos y misses ¡Nada de cirujanos plásticos ,ni botox ,ni cosas por el estilo! ¡que tiempos!...Bellas las fotografías, gracias Pablomilstein por compartirlas. Saludos.

Glorisabel, Paola es una soberana admirable, én quien el tiempo y la madurez dieron sus frutos, las arrugas lo bueno y lo malo vivido, la melancolía le sigue imprimiendo belleza a su mirada.

LA BODA

El día 2 de Julio había llegado, el gran día no solo para los novios, sino para los Belgas que desde hacía varias décadas no tenían un día de verdadera felicidad.

Desde la muerte de Alberto I los hechos amargos y luctuosos se fueron encandenando y 25 años más tarde, los mismos que tenía el novio, el sol se volvía a ver en el horizonte.

Ese jueves día 2 a las 10 hs. en punto las puertas del salón imperio del palacio real se abren para dar paso a los futuros esposos, escoltados por la princesa María Cristina, hermana menor del novio.


El secreto mejor guardado queda al descubierto, Paola impecable en su vestido de novia, es la imagen misma de una novia de cuentos, aunque sea la mas bella realidad, la que se vive en ese momento, brillante como el broche de diamantes con el que se adorna

Les siguen el Rey, acompañdo de la Reina Elisabeth, de color beige claro, adornada con perlas y diamantes y vestido abrigo en color oro.

Inmediatamente les siguen el rey Leopoldo y la madre de Paola, Doña Luisa viste en encaje color marrón, llevando como complemento una estola de visón.

El cortejo toma asiento y comienza la ceremonia presidida por el burgomaestre y dos escribanos.

Luego de los síes , delante de la ley, el burgomaestre comienza su mensaje, seguidamente del cual los novios firman las hojas del estado civil, seguidos de los padres de ambos, los testigos, los testigos de cortesía, presidentes de cámaras, ministros y demás haciendo un total de 116 personas, como para que después digan que de esta boda no hay testimonios.

Ahora veremos distintas imágenes tomadas durante la ceremonia del matrimonio civil.

Todos de pie, seguramente diría aquella mañana el burgomaestre.

Mientras los testigos firman, los novios saludan a su familia mas cercana.

La reina Elisabeth se acerca a Paola










Paola también busca la atención de su madre.

La ceremonia finaliza, los novios y sus invitados dejan palacio, camino de la catedral, la ceremonia más emotiva está por comenzar.

Como se puede observar María Gabriela fue de las más fotografiadas.

El cortejo atraviesa las calles de Bruselas en olor de multitud, los novios saludan felices a los miles de personas que no dejan de vitorearles.