Diana Vreeland
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Diana Vreeland
DIANA VREELAND
Su arma fue la fantasía, y su reino, la moda estadounidense de todo un siglo: así lo ve el Metropolitan Siempre bebo una copa de "
champagne"
antes de tomar una decisión seria. O incluso antes de ir al dentista». Con ese singular modo de ver la vida, Diana Vreeland (1903-1989), la editora de moda y asesora del Instituto del Vestido del Metropolitan Museum de Nueva York, reinó hasta sus 86 años en el mundo de la costura estadounidense.
Desde su trabajo editorial en las revistas Harper s Bazaar y Vogue estimuló con su creativo talento a numerosos fotógrafos, actrices, modelos y diseñadores, y más tarde, desde su comisariado en el Metropolitan, revolucionó el concepto del montaje de exposiciones historicistas dedicadas a la indumentaria. Sus grandes exposiciones sobre el trabajo de Balenciaga, el atavío de los años 20 y 30, los ropajes de la Rusia zarista, la vestimenta de la China o de la «Belle epoque», entre otras, reforzaron la idea moderna de que la moda es un conjunto de comportamientos significativos que muestran los valores característicos de una época, y por tanto, digna de atención como expresión cultural.
La exposición que el Metropolitan Museum dedica ahora a la trayectoria de Diana Vreeland, bajo el sugerente título «Diana Vreeland: Inmoderate Style», es a todas luces un merecido reconocimiento a una larga pasión puesta al servicio de una inusitada visión del fenómeno de la moda.
Diana Vreeland fue, por encima de todo, una estimuladora de imaginaciones ajenas, forjada bajo la idea de que «uno puede tener fantasía incluso cuando no se tiene nada más». Desde esa óptica sedujo a las lectoras del Harper s Bazaar de los años treinta con una columna que publicaba bajo el título de «Why don t you...?», y que se debatía entre el esnobismo, la ironía, la genialidad y el absurdo. «¿Por qué no pones mermelada de frambuesa en tu té helado?» «¿Por qué no pintas un mapa del mundo en la habitación de tus hijos para que no crezcan con un punto de vista provinciano?» Llegó a decir que el bikini era lo más importante que había pasado en el mundo desde la bomba atómica y aseguraba que no había que tener miedo a ser vulgar, lo verdaderamente terrible, según ella, era ser aburrido y adocenado. Popularizó expresiones como «Beautiful people» y «Youthquake», este último término referido a los agitados años sesenta. En aquella década, desde su puesto de directora del Vogue, se afanó en crear las bases de un tipo de belleza más libre, y fue la descubridora de modelos como Twiggy, Edie, Marisa Berenson y Veruschka. Casi todos los inventos del mundo de la moda presentes hoy en el mundo editorial, tuvieron algo que ver con su portentoso ingenio.
Inmoderada, vestida a menudo con túnicas negras con una plétora de joyas de oro, caminó por la moda con «aspecto de grulla autoritaria», tal como la definió el fotógrafo Beaton, pero dejó a su paso el permanente halo de perfume de aquellos que saben convertir sus extravagancias y obsesiones privadas en generosa creatividad y fecundo trabajo.
Su arma fue la fantasía, y su reino, la moda estadounidense de todo un siglo: así lo ve el Metropolitan Siempre bebo una copa de "
champagne"
antes de tomar una decisión seria. O incluso antes de ir al dentista». Con ese singular modo de ver la vida, Diana Vreeland (1903-1989), la editora de moda y asesora del Instituto del Vestido del Metropolitan Museum de Nueva York, reinó hasta sus 86 años en el mundo de la costura estadounidense.
Desde su trabajo editorial en las revistas Harper s Bazaar y Vogue estimuló con su creativo talento a numerosos fotógrafos, actrices, modelos y diseñadores, y más tarde, desde su comisariado en el Metropolitan, revolucionó el concepto del montaje de exposiciones historicistas dedicadas a la indumentaria. Sus grandes exposiciones sobre el trabajo de Balenciaga, el atavío de los años 20 y 30, los ropajes de la Rusia zarista, la vestimenta de la China o de la «Belle epoque», entre otras, reforzaron la idea moderna de que la moda es un conjunto de comportamientos significativos que muestran los valores característicos de una época, y por tanto, digna de atención como expresión cultural.
La exposición que el Metropolitan Museum dedica ahora a la trayectoria de Diana Vreeland, bajo el sugerente título «Diana Vreeland: Inmoderate Style», es a todas luces un merecido reconocimiento a una larga pasión puesta al servicio de una inusitada visión del fenómeno de la moda.
Diana Vreeland fue, por encima de todo, una estimuladora de imaginaciones ajenas, forjada bajo la idea de que «uno puede tener fantasía incluso cuando no se tiene nada más». Desde esa óptica sedujo a las lectoras del Harper s Bazaar de los años treinta con una columna que publicaba bajo el título de «Why don t you...?», y que se debatía entre el esnobismo, la ironía, la genialidad y el absurdo. «¿Por qué no pones mermelada de frambuesa en tu té helado?» «¿Por qué no pintas un mapa del mundo en la habitación de tus hijos para que no crezcan con un punto de vista provinciano?» Llegó a decir que el bikini era lo más importante que había pasado en el mundo desde la bomba atómica y aseguraba que no había que tener miedo a ser vulgar, lo verdaderamente terrible, según ella, era ser aburrido y adocenado. Popularizó expresiones como «Beautiful people» y «Youthquake», este último término referido a los agitados años sesenta. En aquella década, desde su puesto de directora del Vogue, se afanó en crear las bases de un tipo de belleza más libre, y fue la descubridora de modelos como Twiggy, Edie, Marisa Berenson y Veruschka. Casi todos los inventos del mundo de la moda presentes hoy en el mundo editorial, tuvieron algo que ver con su portentoso ingenio.
Inmoderada, vestida a menudo con túnicas negras con una plétora de joyas de oro, caminó por la moda con «aspecto de grulla autoritaria», tal como la definió el fotógrafo Beaton, pero dejó a su paso el permanente halo de perfume de aquellos que saben convertir sus extravagancias y obsesiones privadas en generosa creatividad y fecundo trabajo.
andromeda- Administrador
- Mensajes : 12291
Fecha de inscripción : 18/10/2007
Re: Diana Vreeland
SALON DE SU APARTAMENTO EN PARK AVENUE
andromeda- Administrador
- Mensajes : 12291
Fecha de inscripción : 18/10/2007
Re: Diana Vreeland
PERFIL: NECROLÓGICAS.
Diana Vreeland, editora de moda.
Diana Vreeland, editora de moda de las revistas Harpers Bazaar y Vogue y creadora de los espectaculares desfiles de modelos en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, falleció en un hospital neoyorkino de un ataque cardiaco. La sacerdotista de la moda durante 40 años siempre ocultó su edad, aunque se calcula que nació con el siglo.Fue editora de Harpers Bazaar desde 1937 hasta 1952, publicación que abandonó para ocupar el puesto de redactora jefe en Vogue hasta 1971. Durante estos años estableció una estrecha relación profesional con el fotógrafo Richard Avendon, relación que inspiró la película Funny face, interpretada por Fred Astaire y Audrey Hepburn.
A partir de 1973, Vreeland organizó los desfiles de moda anuales en el Metropolitan, que atrajeron a más de un millón de visitantes al año y que hicieron del museo un centro internacional de moda.
24/08/1989.
http://www.elpais.com/articulo/agenda/Diana/Vreeland/editora/moda/elpepigen/19890824elpepiage_2/Tes/
Re: Diana Vreeland
¿Por Qué No Más Diana Vreeland?
Hace años que Diana Vreeland, la moda en sí misma y diva con letras mayúsculas, escribía una columna que se titulaba ¿Por qué no? dónde proponía estrafalarias, satíricas, irónicas y descabelladas propuestas en las que conjugaba actualidad, encanto y moda con ironía y sarcasmo. ¿Por qué no le pones mermelada de frambuesa a tú té helado?, ¿Por qué no pintas un mapamundi en la habitación de tus hijos para que no tengan un punto de vista provinciano?, ¿Por qué no forras el cabecero de tu cama de seda amarilla para que vuelen mariposas en él?, ¿Por qué no llevar mitones violetas con todo tu ropero?, ¿Por qué no pedir a Elsa Schiaparelli un cinturón de celofán con tu nombre y teléfono?, ¿Por qué no una alfombra de piel de leopardo en el baño y otra beige en tu silla?, ¿Por qué no? Ésa era la mujer. Ése es el mito. Esto es moda.
Diana Vreeland es conocida por tener un color en su haber, el navy pink que, en palabras de su definitoria es el azul marino de la india, brillante, exquisito, femenino. También por estar retratada en el personaje de la directora tiránica que “Ve en rosa” de Funny Face que, encuentra su contrapunto en el Avedon del film y con la modelo por excelencia, en todos sus tópicos, Dovima. Además de por ser, una de las pocas mujeres que, dirían frases para la posteridad. Ella dijo: “No temas ser vulgar” y, “Demasiado buen gusto, aburre”.
Re: Diana Vreeland
Al principio, estas sentencias pueden resultar, como poco, curiosas. Lo cierto es que son acertadísimas. ¿Cuándo fue Chanel elegante o lo suficientemente reconocida? Cuando todo el mundo vestía igual que ella porque, antes, ella reconoció que, tuvo que soportar muchas carcajadas. Diana Vreeland no era la más elegante, tampoco la más sofisticada y distaba, mucho, de ser la más bella pero era como Elsa Schiaparelli o como Coco Chanel, mujeres que a pesar de no haber sido verdaderas bellezas, tenían algo, el je ne sais quoi francés, allure, encanto y un poder fatal. Como diría Poiret a Schiaparelli “Una mujer como usted no se preocupa por esas cosas (…)” O, en el otro extremo del mundo, ¿Cuándo cansa una casa pulcramente arreglada, con ramos de rosas de té y una dama y señora -o no- con collar de perlas, bolso Chanel y que sigue el esquema de “soy una mamá muy sencilla con mis pantalones deportivos pero imponente con unos zapatos de cuatrocientos dólares? Al minuto y, eso es porque es perfecto. Quizás sea por eso por lo que Diana Vreeland dijo “Pinta cada una de las puertas de tu casa de los colores de una flor. ¿Qué te vas a cansar de ellas? De eso se trata”.
Ahora se echa mucho, muchísimo, de menos a Diana Vreeland y a Carmel Snow. A Diana más, por ser una diva de esas que hay que escribir con mayúsculas, con tinta dorada que no se borra con el paso del tiempo. Diana Vreeland era una verdadera dama, de la generación de mujeres que vieron trabajar como algo divertido pero, una dama fascinante.
http://coolandchic.blogspot.com/2008/03/por-qu-no-ms-diana-vreeland.html
Re: Diana Vreeland
Desde la izquierda: Juliet Stevenson es Diana Vreeland, Toby Jones es Truman Capote y Hope Davis es Slim Keith en la película “Infamous.”
Re: Diana Vreeland
Diana Vreeland y Pierre Cardin, en la Fiesta "
La Belle Epoque"
, celebrada el 12/06/1982 en el Metropolitan Museum of Art de la ciudad de New York.
Última edición por el Sáb Ago 22, 2009 12:59 am, editado 1 vez
Re: Diana Vreeland
De la galería de Life:
Octubre 20 de 1981.
La editora en jefe Carmel Snow y la Editora de Moda Diana Vreeland revisan las pre impresiones de la revista HARPER BAZAAR en New York. Diciembre de 1952.
Diana Vreeland (izquierda) y la editora en jefe Carmel Snow (centro). Noviembre de 1952.
Octubre 20 de 1981.
La editora en jefe Carmel Snow y la Editora de Moda Diana Vreeland revisan las pre impresiones de la revista HARPER BAZAAR en New York. Diciembre de 1952.
Diana Vreeland (izquierda) y la editora en jefe Carmel Snow (centro). Noviembre de 1952.
docs
Ella fue la que aconsejó (y empujó a hacerlo, también le presentó mucha gente adinerada de Nueva York para que invirtieran en el proyecto de moda-CH) a la disenadora venezola Carolina Herrera a que creara una casa de modas. Esta mujer tenía un ojo clínico. QEPD
felipe- Su Alteza Serenísima
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Fecha de inscripción : 30/04/2010
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