La Casa de Orange: Willem III, Wilhelmina I y Juliana I.
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carliyluciy- Su Alteza Imperial
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Re: La Casa de Orange: Willem III, Wilhelmina I y Juliana I.
Principe Bernard
carliyluciy- Su Alteza Imperial
- Mensajes : 2269
Fecha de inscripción : 20/09/2010
Re: La Casa de Orange: Willem III, Wilhelmina I y Juliana I.
Reina guillermina
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carliyluciy- Su Alteza Imperial
- Mensajes : 2269
Fecha de inscripción : 20/09/2010
Re: La Casa de Orange: Willem III, Wilhelmina I y Juliana I.
Cuando quería, Stravinsky podía ser muy malo
Ciertas normas de la más estricta diplomacia hacen que los reyes, los presidentes, los dignatarios y las grandes personalidades deban sonreír y actuar en consecuencia, incluso, en situaciones en las cuales no tienen mayor interés y en las que se ven involucrados, simplemente, por ser quienes son.
En la apertura del Festival de Holanda de 1952, Stravinsky, que había llegado para presenciar la puesta de su ópera Edipo rey , fue presentado a la reina Juliana. La soberana, que poco sabía de música, apeló a lo que la rutina indicaba y le dijo, muy amistosamente, que era una gran admiradora suya.
Tal vez porque estaba en un mal día o porque algún resentimiento se le atravesó en ese instante, le agradeció el cumplido y le preguntó cuál de sus obras era la que más le gustaba. Desconcertada, la reina miró a ese individuo mientras un silencio ominoso se extendía interminable.
Perverso, Stravinsky comenzó a enumerar obras que jamás había escrito. Por suerte para la reina, el director del Festival, Peter Diamand, estaba parado detrás de Stravinsky y le hacía gestos a la señora para que pudiera responderle.
Cada vez que Igor nombraba una obra ficticia, Diamand, con frenesí creciente , negaba con su cabeza. El diálogo, un tanto estrambótico y presenciado por varias personas, se desenvolvía entre "
Tal vez usted disfrutó de?"
, "
No, ésa no la recuerdo"
y "
Puede ser que haya escuchado?"
, "
Me temo que no la conozco"
. Por fin, Stravinsky dijo Petrushka .
Diamand, ansioso, casi desesperado, sacudió su cabeza verticalmente. Cortés y segura de sí misma, Juliana exclamó: "
¡Sí, claro, ésa es!"
. Sin aguardar ni siquiera un segundo, Diamand lo tomó de un brazo y lo sacó de la vista de la reina. Con una risita de chico travieso, Stravinsky se sentía extrañamente feliz..
http://www.lanacion.com.ar/1418025-allegro
Ciertas normas de la más estricta diplomacia hacen que los reyes, los presidentes, los dignatarios y las grandes personalidades deban sonreír y actuar en consecuencia, incluso, en situaciones en las cuales no tienen mayor interés y en las que se ven involucrados, simplemente, por ser quienes son.
En la apertura del Festival de Holanda de 1952, Stravinsky, que había llegado para presenciar la puesta de su ópera Edipo rey , fue presentado a la reina Juliana. La soberana, que poco sabía de música, apeló a lo que la rutina indicaba y le dijo, muy amistosamente, que era una gran admiradora suya.
Tal vez porque estaba en un mal día o porque algún resentimiento se le atravesó en ese instante, le agradeció el cumplido y le preguntó cuál de sus obras era la que más le gustaba. Desconcertada, la reina miró a ese individuo mientras un silencio ominoso se extendía interminable.
Perverso, Stravinsky comenzó a enumerar obras que jamás había escrito. Por suerte para la reina, el director del Festival, Peter Diamand, estaba parado detrás de Stravinsky y le hacía gestos a la señora para que pudiera responderle.
Cada vez que Igor nombraba una obra ficticia, Diamand, con frenesí creciente , negaba con su cabeza. El diálogo, un tanto estrambótico y presenciado por varias personas, se desenvolvía entre "
Tal vez usted disfrutó de?"
, "
No, ésa no la recuerdo"
y "
Puede ser que haya escuchado?"
, "
Me temo que no la conozco"
. Por fin, Stravinsky dijo Petrushka .
Diamand, ansioso, casi desesperado, sacudió su cabeza verticalmente. Cortés y segura de sí misma, Juliana exclamó: "
¡Sí, claro, ésa es!"
. Sin aguardar ni siquiera un segundo, Diamand lo tomó de un brazo y lo sacó de la vista de la reina. Con una risita de chico travieso, Stravinsky se sentía extrañamente feliz..
http://www.lanacion.com.ar/1418025-allegro
mica- Su Alteza Imperial
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Re: La Casa de Orange: Willem III, Wilhelmina I y Juliana I.
:clap3: :clap3: :clap3: :clap3: :clap3: :clap3: :clap3: :clap3: :clap3:
Mica genial!!!
Mica genial!!!
Invitado- Invitado
Re: La Casa de Orange: Willem III, Wilhelmina I y Juliana I.
La soberana Juliana I de los Paises siempre rodeada por sus hijas impecablemente vestidas.
La Reina y las Princesas de los Paises Bajos entrando en su residencia oficial.
pedro- Su Alteza Imperial
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mica- Su Alteza Imperial
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Localización : Buenos Aires
Re: La Casa de Orange: Willem III, Wilhelmina I y Juliana I.
Las Princesas de los Paises Bajos participando en actos militares.
pedro- Su Alteza Imperial
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Re: La Casa de Orange: Willem III, Wilhelmina I y Juliana I.
Las hijas de la Reina Juliana de Holanda, Beatrix, Margriet, Irene y Christina.
pedro- Su Alteza Imperial
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Fecha de inscripción : 22/02/2008
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