DUQESA DE VILLAFRANCA DE LOS CABALLEROS

María Cristina de Borbón y Dos Sicilias, alias La Infanta Boba, nació en el Palacio Real de Madrid en 1833. Era hija de Francisco de Paula , el hijo menor de Carlos IV de España, que se casó con Luisa Carlota de Parma. Y hermana de Francisco de Paula, el rey consorte de Isabel II. María Crístina se casó en 1860 con Sebastián de Borbón y Braganza, que falleció en el exilio de París en 1875.

Su primogénito, el conde de Marchena, Francisco María de Borbón y Borbón, se casó con Mª Pilar de Muguiro Berruete,, hija del acaudalado empresario y político navarro Fermín de Muguiro y Azcárate, primer conde de Muguiro, diputado a Cortes y senador, y de María de los Ángeles de Beruete y Moret, su segunda mujer, condesa de Barciles (título pontificio)


La boda se celebró con real licencia en Madrid el 7 de enero de 1886. Francisco y Pilar se instalaron en París, donde nacieron sus tres hijas, pero la convivencia fue desde el principio desavenida y tormentosa - dicen que él tenía problemas mentales y con frecuencia dado a la violencia física. A los pocos años se separaron.

(continuará)

María del Pilar se casó  en 1886 , a la edad de 17 años,  con un señor de 36  años y de estabilidad mental precaria y movimiento  manual pródigo. En 1887, el matrimonio hace un viaje a Zurich y al regreso a París, en el Orient Express, conocen a Basil Zaharoff, uno de los más destacados miembros de la vida social parisina de aquel entonces. María del Pilar y Basilio quedarán prendados el uno del otro, a pesar de ambos estar casados.



Ambos van a subir a un tren particular en sus vidas. Pero antes se van a sumergir en una historia con un submarino.

Para resumirlo en pocas palabras: un personaje. Sus orígenes y su  pasado estuvieron,  en su tiempo,  envueltos en una densa niebla, pero hoy sabemos muchas más cosas a ciencia cierta:

Nació en Constantinopla el 6 de octubre de 1849. El registro civil del Imperio Otomano le presenta como Vasil Zaharyas, lo cual le haría hijo de uno de los descendientes de aquellos  judíos sefardíes -españoles- expulsados en 1492 y refugiados bajo el amparo del sultán otomano. El apellido, Zacarías, se lo había cambiado la familia en 1821, cuando tras los pogromos de la época se establecieron en el Imperio Ruso. Cuando volvieron a Constantinopla, en 1855,  arruinados, Basilio se convirtió en un chico de la calle, y de hecho su primer trabajo era llevar  clientes hasta los prostíbulos del barrio de Galata. Luego se hizo cambista, pero tuvo problemas  con la Justicia porque pasaba billetes falsos a los turistas cuando requerían sus servicios.

No sería la única vez que acumularía antecedentes penales.  Basilio abandonó Constantinopla para radicarse en Londres, donde comenzó a desempeñarse como importador de bienes otomanos. Sus irregularidades le llevaron frente a la Justicia de nuevo y, tras pagar la nada pequeña fianza de 100 libras esterlinas, fue puesto en libertad. Entonces, se fue a Atenas. Sólo tenía 24 años.

En Atenas fue acogido bajo la protección del periodista político Etienne Skouloudis, a quien Zaharoff, dueño de una gran elocuencia y poder de persuasuón, convenció  de su inocencia en el  litigio londinense. En ese mismo momento,  gracias a un golpe de fortuna, otro amigo de Skouloudis, un capitán sueco, dejó  su puesto como representante de la empresa fabricante de armas  del sueco Thorsten Nordenfelt. (Junto con su cuñado, Nordenfelt había fundado una pequeña empresa que comerciaba con acero sueco para los ferrocarriles británicos en 1887. Más tarde,  fundó la Nordenfelt Guns and Ammunition Company,  para desarrollar una ametralladora diseñada por Helge Palmcrantz que se denominó ametralladora Nordenfelt. Su compañía también diseñó una amplia gama de armas en calibres de 37 a 57 mm, que se produjeron en Erith, Kent, Estocolmo y España.

Skouloudis tenía cierta influencia y pudo recomendar a Zaharoff para el puesto vacane. Y fue
contratado el 14 de octubre de 1877.  Las circunstancias políticas y militares de la Península Balcánica, el Imperio Ruso y el Imperio Otomano hacían de Zaharoff un gran agente de la compañia.  Todos los estados estaban más que dispuestos a gastar en armamento para hacer frente a las intenciones agresivas que percibían en sus vecinos, incluso tras el Acuerdo de Berlín de 1878.

Una de las ventas más destacadas de Zaharoff fue la del Nordenfelt I, un ensayo muy defectuoso de nave submarina con motor de vapor basado en un diseño del reverendo anglicano George W. Garrett. Realizó una demostración internacional de su buque, presenciada por las más distinguidas personalidades, entre ellas el príncipe de Gales y la zarina de Rusia. También estuvieron presentes oficiales de la Marina y militares de casi toda Europa, de Japón y de Brasil, pero las grandes potencias no se interesaron por el mismo; sin embargo, las naciones menores, deseosas de aumentar su prestigio, presentaban posibilidades comerciales. De este modo, y con la promesa de facilidades de pago, el "hombre de negocios" Basil Zaharoff logró vender el primer sumergible a los griegos y fue entregado en la Base Naval de Salamina en 1886.

Durante los años de 1886 a 1889, coincidiendo con las maniobras para hacerse con la ametralladora Maxim, también tuvieron lugar acciones de Zaharoff para conseguir hacerse con el submarino de Isaac Peral.

Y esos son los años en los que conoció a María del Pilar, que le abrió las puertas infranqueables de ciertos círculos en España.