Nicolás y Alejandra

Especialmente, me encanta esta imagen de la Gran Duquesa Elisabeth, podemos creer que la nota esta escrita de su puño y letra…

Estado en el que quedo el coche del Gran Duque Serge tras el atentado que le costo la vida.
17 de febrero de 1905, Moscú.

El pequeño monumento funerario que mando erigir la Gran Duquesa Elisabeth en el lugar exacto de la tragedia.
Estaba situado frente al edificio del Senado, en el recinto del Kremlin junto a la puerta Nicolaevska, una de las 19 torres que tiene el recinto.

Con las brutales reformas que el Kremlin sufrió durante la época soviética, ya Lenin en 1918 mando destruir el pequeño monumento.
Hace pocos años, durante unas obras, se descubrieron los restos del Gran Duque. En una pequeña ceremonia fueron trasladados al Monasterio del Nuevo Salvador, a unos tres km del Kremlin.
Podemos ver en la imagen que se ha hecho una réplica casi exacta a como fue en su origen.
El monasterio alberga la Cripta de la familia Sheremetyev. Es curioso que en ningún foro se hable de esta casa, de este apellido que tanto poder y tradición tuvo en Rusia. Solo se les recuerda porque la hija de Félix e Irina Yousoupov se caso con uno de sus descendientes.

La imaginación no tiene límites, miren que encontré en una página rusa…
Curioso ¿verdad?
La transformación fotografica del Presidente ruso Dmitry Medvédev en Nicolás Romanov.

Glorisabel, debí explicarme mal, veras.
Tras el atentado que costó la vida al Gran Duque Serge, fue enterrado por deseo de su esposa en el monasterio Chudov (hoy desaparecido) que estaba dentro del recinto del Kremlin.
¿Motivos?
Si recuerdas, por temor a la situación política existente en 1905, la Familia Romanov no asistió a sus funerales. Se permitió que el Gran Duque Paul, hermano del fallecido, volviera de su exilio en Paris para dicha ceremonia. El, presidio el duelo en compañía de su hijo Dmitry Pavlovich.
El trasladar el funeral a San Petersburgo, a la fortaleza de San Pedro y San Pablo, consideraron que el atravesar medio país, podía resultar peligroso. Recordemos que el Gran Duque Serge no se había ganado precisamente las simpatías del pueblo, y los problemas eran evidentes.
Hace pocos años, no recuerdo con precisión, es cuando se trasladaron sus restos al Monasterio cercano, pero no está enterrado en la Cripta de los Cheremetev. Es solo que en dicho Monasterio, también está la cripta de esa antigua familia.

Hace pocos años, durante unas obras, se descubrieron los restos del Gran Duque. En una pequeña ceremonia fueron trasladados al Monasterio del Nuevo Salvador, a unos tres km del Kremlin.

Vuelvo a mi pregunta original: ¿Por qué (hace pocos años) se trasladaron sus restos a ese Monasterio, y no a la Fortaleza de Pedro y Pablo?

….pues, Glorisabel, querida, esa pregunta es para nota.
No tengo idea de cuál fue el motivo para dicha decisión.
Pienso, que con el actual acercamiento entre la Iglesia y el Estado en Rusia, entre ambos poderes decidirían que ese era el mejor lugar para recordar al Gran Duque.
Lo importante es que esta en lugar Sagrado y no bajo el asfalto de una calle como en los últimos setenta años. El Monasterio Chudov, fue destruido en 1930.
Tratare de encontrar imágenes en páginas rusas.

Como la curiosidad histórica, no tiene límites, rebusque y rebusque hasta encontrar esto, imagino que será suficiente para contestar a tu pregunta…
Transcribo literalmente un texto que encontré en la página del Monasterio Novospassky.


<
<
En 1986, durante unos trabajos realizados en el Kremlin, fue milagrosamente encontrada la cripta con el féretro que contenía los restos del Gran Duque Serge Alexandrovich.
Después de un largo debate a nivel estatal, se decidió su traslado al Monasterio Novospassky, lugar donde en un tiempo estuvieron enterrados los Romanov Boyardos.
Se eligió expresamente este lugar ya que muy a menudo había sido visitado por el Gran Duque y su esposa. Y, a sabiendas de que fue deseo especial del Gran Duque ser enterrado en Moscu, ciudad que amaba profundamente.
El 28 de diciembre de 1902 estuvieron presentes en la Consagración de la Iglesia a San Román Sladkopevtsva.
En 1998 se levanto la Cruz, réplica exacta de la que marco el lugar en que fue muerto el Gran Duque y que fue destruida en 1918 por orden expresa de Lenin.
En 2005, se celebro una ceremonia en conmemoración del 100 aniversario del vil asesinato. Asistió una amplia representación del Patriarcado de Moscú, y se le rindieron Honores Militares.
Ahora, todo el que guarde recuerdo de los hechos acecidos en 1905, puede inclinarse ante la Cruz y rezar una oración por el Gran Duque Serge Alexandrovich, excepcional estadista, hombre de profunda fe y espíritu firme >
>

cristina rosario escribió:
Lo importante es que esta en lugar Sagrado y no bajo el asfalto de una calle como en los últimos setenta años.

¿Pero en que quedamos ? No me estoy enterando de donde lo enterraron. ¿ Debajo de una calle ? El Monasterio Chudov sería destruido pero seguro que los comunistas construyeron algo encima del Monasterio. En el recinto del Kremlin hay un montón de edificaciones, está el parlamento ruso y otros edificios gubernamentales.
¿Por qué no hablais del gran duque Sergei en el subforo dedicado a los grandes duques de Rusia, esté es el subforo de Nicholas y Alexandra ?
Con tanto hablar del Padre Gapón, de Stolipyn y su familia y del Gran duque Sergei, de donde y y donde no lo enterraron le estais quitando protagonismo al zar Nicholas y a la zarina Alexandra, que son las personas a las que está dedicado el subforo.

Perdon, siento haber interrumpido.

cristina rosario escribió:Perdon, siento haber interrumpido.

Tampoco pidas perdón, lo digo de buen rollo

No me molesta, aquí nadie se molesta. Pero sigo pensando que la revolución de 1905 y posterior caída del zarismo es un tema bastante amplio y bien podría estar en un subforo especial para él dado que hay bastante información.

Perdón por la confusión, el Manifiesto de Nicolás II se hizo público el 17 (c.j) de octubre de 1905, y no en febrero, tal como les había dicho. Pero existe tal embrollo de fechas en la documentación que estoy manejando, debido a que en aquella época en Rusia se utilizaba el calendario juliano en lugar del georgiano, que a veces me resulta difícil de precisar y de ahora en adelante, cuando me refiera a días en éste calendario lo especificaré con las iniciales (c.j) al lado.
Como hemos visto, el imperio estaba envuelto en una huelga general, la llamada “Gran Huelga Panrusa” , y como atestiguarían los consejeros más próximas al emperador en aquellos días de octubre, Nicolás II tenía que afrontar una difícil situación. Según las palabras del príncipe N.D Obolenski: “Debía investir de ilimitado poder dictatorial a alguien de confianza para aplastar enérgicamente cualquier indicio de resistencia al Gobierno a costa del derramamiento de sangre”. Esta proposición era la más conveniente para el zar y su entorno, pero también la que más peligro entrañaba, la represión militar directa requería una indudable solidez del ejército. Sus generales y ministros le advirtieron de que no existía ninguna garantía de que los soldados obedecieran, y en caso de hacerlo, era imposible aplastar a millones de personas en rebelión. Pero el emperador insistía en controlar la insurrección a través de los métodos tradicionales, y ni el gobernador de San Petersburgo, general D.F Trépov, ni el gran duque Nikolai Nikoláevich, aceptaron convertirse en dictadores militares para luchar en contra de la revolución. El gran duque, incluso amenazaba con pegarse un tiro en la sien si se le llamaba a encabezar una represión totalitaria. Por otra parte, según S.Yu. Vitte, recién llegado de Portsmouth, donde representó a Rusia en las negociaciones de paz con Japón, era preciso:”Hacer concesiones a la opinión pública, y dar instrucciones al futuro gabinete, para que gobierne de manera constitucional. No existe otra salida para salvar al Estado. Las ejecuciones y el derramamiento de sangre, precipitaran el estallido”
El emperador sentía una profunda desconfianza por Vitte y su programa. Pero el príncipe Obolenski, el duque Nikolai Nikoláevich y su primo el kaiser Guillermo II de Alemania, le instaban a ceder y predecían que en caso contrario la catástrofe era inevitable.
Y el 14 (c.j) de octubre se entregó a Nicolás II el Manifiesto, escrito por Vitte y Obolenski donde se prometía una amplia concesión de derechos civiles, tales como la libertad de expresión y de reunión, la legalización de todos los partidos políticos, el sufragio universal y el establecimiento de la Duma como órgano legislativo central.
El 16 (c.j) el emperador escribía al general D.F Trépov: “Sí damos la constitución a Rusia, los que luchamos contra ella no somos muchos, y cada día más y más gente se aparta de nosotros, y al fin y al cabo ocurrirá lo inevitable. No obstante, la verdad sea dicha, prefiero hacerlo todo enseguida, que verme obligado, en un futuro próximo, a ceder a futilidades para llegar de cualquier modo a lo mismo”.
V.I. Gurkó escribiría más tarde sobre la actuación del zar en aquellos trágicos días:”Durante todo su reinado la única vez que tomó una decisión importante en contra de sus deseos, y bajo la presión de uno de sus ministros fue el 17 (c.j) de octubre de 1905, cuando se fundó la representación popular”
Finalmente el 17 (c.j) de octubre firmó el documento a fin de evitar un baño de sangre, aunque más tarde se arrepintió de haberlo hecho. Y cuando se proclamó hubo manifestaciones de apoyó en todas las grandes ciudades. Las huelgas fueron oficialmente desconvocadas, y se propuso una amnistía para los presos políticos.
Después se vería que las promesas del zar eran falsas, pero el Manifiesto permitió que la autocrácia aguantara unos años más.
Continuaré en breve…

Bibliografía idem.

Y en otro orden de cosas, quisiera invitar a los participantes en éste foro, si les parece bien, a ilustrarlo, con reducidos reportajes fotográficos de los protagonistas que vayan apareciendo en la historia. Sé que unos serán más fáciles de encontrar que otros, pero en éste momento estaría bien recibida una fotografía del zar, del gran duque Nicolai Nikoláevich y del príncipe Obolenski. Y si ustedes disponen de alguna de los otros personajes aquí citados, mejor que mejor.
Por otra parte, felicito a la duquesa de Atenas por sus aportaciones sobre el gran duque Sergei Alexandrovich y su santa esposa. Buenas tardes.

Señores, en éstos momentos y salvando las diferencias, me siento como Catalina la Grande cuando hablaba con Voltaire ¿Sabían lo que le decía? Y no pretendo importunar con la pregunta, solo les propongo un juego que está directamente relacionada con este foro, y que yo sepa esta emperatriz de Rusia no tiene ningún subforo abierto. Buenos días

Querida Pimpinela, nos has dejado, como suele decirse, con la miel en los labios.
Este subforo Nicolás y Alexandra, ya contiene mucha información sobre cómo fue la vida personal de los Tsares, pero desconocemos como fue su trayectoria política, un aspecto sin el cual nuestros conocimientos…se quedan cojos.
Nos adelantaste que harías aportaciones sobre los momentos previos a la Revolución de 1917, e incluso sobre la misma revolución.
La caída de la monarquía, el triunfo de la revolución, me parece apasionante y, debo confesar que es una de las etapas del país que menos conozco.
No podemos pedirte que hagas un trabajo exhaustivo, ahora, moderando Austria, comprendemos que tienes otros objetivos, pero “no nos abandones”
¿Podemos gritar aquellos de <
<
<
contamos contigo>
>
>
?

Por cierto, apoyando a Mantua, seria genial abrir una página sobre Catalina la Grande.
Me apasiona la vida de esta mujer que, siendo alemana llego a ser, junto al Tsar Pedro l, la mayor gloria de Rusia.

En primer lugar pido disculpas por la demora pero, por más que lo deseaba, y por culpa de la falta de tiempo, no podía postear en éste foro.
Si hay etapas en las que los habitantes de un país tienen consciencia de vivir un momento histórico, en Rusia estos episodios se iniciaron en 1905… Y cuando pasado un tiempo se vuelve la vista atrás y se habla de perspectiva histórica;
los rusos deben tener la sensación de que no han dejado de vivirla, debido a que los cambios se han prolongado hasta nuestros días.
Tal como les decía con anterioridad el manifiesto del 17 de octubre de 1905 (c.j) tuvo como resultado un cambio radical en la historia política del imperio de los zares. En diciembre de 1905 se legislaban las primeras leyes electorales, que llamaban a las urnas a la población mayor de 25 años. En marzo se celebraban las primeras elecciones a la Duma, que fueron boicoteadas por los socialistas y los bolcheviques. En abril de 1906, el gobierno promulgó la constitución, que confirmaba al zar como lider absoluto para controlar al ejecutivo, a la política exterior, a la Iglesia y a las fuerzas armadas. La Duma Estatal se transformó en una cámara de menor rango que el Consejo de Estado, cuyos miembros eran elegidos directamente por el soberano. Las leyes tenían que ser aprobadas por la Duma, el Consejo y el zar , pero en "
circunstancias excepcionales"
el gobierno podía sortear a la Duma durante el proceso. En abril, y tras previa negociación de un préstamo de 900 millones de rublos para reparar la economía rusa, el hasta entonces primer ministro Sergéi Witte dimitió, debido a que el zar había perdido la confianza puesta en él, y fue sustituido por un sabueso del monarca llamado Ivan Goremkyin.
La primera Duma, tras exigir una liberalización más profunda, fue disuelta por el zar en julio de 1906. La experiencia autocrática con tintes parlamentarios, tampoco se afianzó con la aparición de la segunda Duma, que corrió la misma suerte que la anterior al predominar en ella partidos de la oposición, llamados "
agitadores"
que surgieron durante los meses de revolución.
La tercera Duma, nacería en 1907, gracias a la nueva ley Electoral, y estaba encabezada por Piotr. A Stolypin, que se convirtió en primer ministro y del que, con anterioridad, ya nos había informado Cristina Rosario.
Stolypin consideraba que para adaptar el imperio ruso a la era moderna solo hacían falta: “Veinte años de tranquilidad interior y exterior” lo que daba a entender su esperanza de poder iniciar reformas graduales en todo el país, y gracias a la instauración de medidas enérgicas consiguió restablecer el orden en un territorio dominado por la sedición. Pero Nicolás II se sentía molesto por la fuerte personalidad de su primer ministro, que a menudo borraba la suya, y el círculo cortesano más próximo al emperador también estaba dispuesto, en su mayoría, en contra de Stolypin.
El 1 de septiembre de 1911, durante una gala lírica en Kiev, con motivo de la inauguración de un monumento a Alejandro II, a la que asistía el zar y altos funcionarios del gobierno, Stolypin fue herido mortalmente.
El deceso del primer ministro desató una cacería de terroristas, que durante los ocho meses siguientes se saldaría con mil ahorcados, pero en realidad Stolypin murió en manos de un agente de la policía secreta llamado D. Bogrov
Las circunstancias de éste asesinato todavía hoy no están aclaradas, aunque muchos culpabilizaron a la “camarilla cortesana del emperador”, y su ausencia en los funerales, también se interpretó como un gesto de absoluta indiferencia del zar hacia su primer ministro.
Esta vez voy a ser sarcástica: Me parece una soberana desfachatez que la Iglesia Ortodoxa haya elevado a un personaje de semejante calaña a la categoría de santo, con considerarle mártir habría sido suficiente.
Continuaré en breve….
Bibliografía idem.
En respuesta a Cristina Rosario y Mantua tengo que decir, que lamentándolo mucho el foro de Catalina la Grande tendrá que esperar, pues no dispongo de tiempo. Gracias

Me olvidé de recomendarles, como contrapunto a lo que les estoy explicando, la lectura de La Noche Roja de V. Speranski, que es la narración de un monárquico de los episodios del alzamiento, del periplo de la familia imperial y de los acontecimientos de Ekaterinburg.

Esta vez voy a ser sarcástica: Me parece una soberana desfachatez que la Iglesia Ortodoxa haya elevado a un personaje de semejante calaña a la categoría de santo, con considerarle mártir habría sido suficiente.

Es que los rusos son particularmente muy propios: elevan a un zar a mártir, veneran la momia de un dirigente totalitarista durante años en un mausoleo en medio de un sistema totalmente imperialista, con cierto beneplácito de Europa occidental que no tuvo que sufrir 60 años de dictadura comunista, y encima ahora el resto del mundo se recrea mórbidamente en la histórica de una familia con tan trágico fin, que por más errores que cometieran y vidas que se cargaran, tampoco difieren de otros gobernantes en la historia pasada o reciente, fueran reyes o presidentes. Cargarse a los emperadores todavía lo entiendo, pero a sus cinco hijos ya era indicio del régimen que se avecinaba, no de mejor calaña que el de los zares.

Cierto que en Rusia se produjeron movimientos sociales muy interesantes, sin embargo, ¿en qué terminó todo? en la dictadura del proletariado, en una nueva élite de dirigentes no electos, en el archipiélago GULAG. Es la segunda parte de ésta historia, ¡pero tan terrible! Yo reconozco que con Rusia me cuesta, me cuesta…

¿De no haber tenido los Romanov tan trágico fin alguien se acordaría del indeciso Nicolás y la adusta zarina? ¿No serían unos reyes más? Como personalidades muy complejas no los veo, los encuentro en medio de una coyuntura histórica que los lanzó a la historia en grande. Considero a los padres de Nicolás mucho más interesantes, pero muy bien puedo estar equivocada.

Ay, Pimpinela, que si sigues en Rusia el Emperador te va a retirar condecoraciones y nada de cartitas en alemán…

Bueno, esperemos otras aportaciones a este capítulo tan decisivo en nuestra reciente historia.

Gracias Helena. Prometo enmendarme y regresar cuanto antes al imperio Austrohúngaro, no vaya a ser que pierda el favor de Su Majestad. Hasta pronto.

Sería interesante que alguien comentará los hechos rusos a partir de tu mensaje y según sus visiones, en este caso carezco de los elementos históricos para ello.

Es díficil Helena, tú y yo ya nos entendemos. Sería preferible para ciertos foristas que colgara una foto de la zarina Alejandra lloriqueando;
entonces contestarían: "
Bonita foto, Pimpinela, gracias por compartirla. Te felicito por tu rigor histórico"
.

[quote="
Helena"
]

Esta vez voy a ser sarcástica: Me parece una soberana desfachatez que la Iglesia Ortodoxa haya elevado a un personaje de semejante calaña a la categoría de santo, con considerarle mártir habría sido suficiente.

Es que los rusos son particularmente muy propios: elevan a un zar a mártir, veneran la momia de un dirigente totalitarista durante años en un mausoleo en medio de un sistema totalmente imperialista, con cierto beneplácito de Europa occidental que no tuvo que sufrir 60 años de dictadura comunista, y encima ahora el resto del mundo se recrea mórbidamente en la histórica de una familia con tan trágico fin, que por más errores que cometieran y vidas que se cargaran, tampoco difieren de otros gobernantes en la historia pasada o reciente, fueran reyes o presidentes. Cargarse a los emperadores todavía lo entiendo, pero a sus cinco hijos ya era indicio del régimen que se avecinaba, no de mejor calaña que el de los zares.
__________________________

Es lo mismo, mi distinguida archiduquesa, que se pretende hacer con el último emperador de Austria-Hungría. Reconozco que fue buena persona, y que probablemente amó mucho a su familia, pero ¿por qué lo tiene que elevar la Iglesia Católica a la santidad? ¿Es que ahora la santidad se está otorgando a tutili mundi, como las anulaciones de los matrimonios ecleciásticos?

Yo tampoco entiendo porque criterios Carlos ha sido elevado a beato, no lo veo para nada.

Pimpinela, en estos foros uno aprende que la monaquía interesa desgajada de todo contexto histórico real, tal parece que hay que acercase a ellos como si de personajes literarios se trataran, y los juzgamos desde nuestra inmediatez.

Ok. Glori, el domingo, si puedo, lo seguiremos discutiendo. Hasta pronto.

Glori, los rumores sobre las “sombrías influencias” hostiles a Stolipyn en la corte imperial, no carecían de fundamento. Por aquel entonces se conocía la aparición de Gregori Rasputin cerca del trono, que solo se explicaba porque Nicolás y Alejandra eran dos seres extremadamente supersticiosos, y la animadversión del Primer Ministro hacia el monje no pasaba desapercibida.
Maurice Paléologue, embajador de Francia en Rusia desde 1914 hasta 1917, escribía en su diario: “Es un hombre de talla alta, vestido con un caftán negro, como el que llevan en los días festivos los campesinos acomodados, con botas de piel áspera…El cabello moreno, largo y mal peinado, barba negra y espesa, frente alta;
nariz ancha y respingona, boca carnosa. La expresión de la cara se concentra en los ojos, azules como el lino, de un brillo extraño, de una profundidad y fuerza atractiva. La mirada es al mismo tiempo aguda y cariñosa, abierta y astuta, derecha y lejana. Cuando su habla se anima sus ojos irradian una fuerza magnética”. Y las memorias de V.D Bonch-Bruevich, político e historiador ruso, nos brindan ésta descripción: “Sus ojos captaron toda mi atención. Siempre miraban concentrada y directamente, irradiando una especie de luz fosfórica, mientras tanteaban a los oyentes. De improvisto su habla se demoraba, alargaba las palabras como si estuviera pensando en cualquier otra cosa, y clavaba con insistencia su mirada en alguno de los presentes. Luego advertía: “¿Qué es lo que me pasa?”Y confuso trataba de cambiar de tema. Pude constatar que sus ojos ejercían una impresión grave en los presentes, en especial en las mujeres que se turbaban terriblemente”.
Así las cosas, Piotr Stolipyn gobernaba al frente de la tercera duma, más conservadora que las anteriores, y compuesta por cuarenta y cinco sacerdotes ortodoxos. En poco tiempo redujo el terrorismo, puso fin al sistema de trabajo comunitario de la tierra e introdujo el concepto de propiedad privada, recordaremos que en tiempos del zar Alejandro II se promulgó el manifiesto de liberación de los campesinos pero no se les dieron medios de subsistencia. Mejoró la red ferroviaria y aumentó la producción de carbón y hierro.
Pese a todo fue víctima de un intentó frustrado de asesinato, una bomba explotó en su casa de San Petersburgo e hirió gravemente a su mujer y a su hija.
Mientras tanto, el poder que ejercía Rasputin sobre la pareja imperial, se ponía de manifiesto cuando ambos se inclinaban ante el monje y le besaban las manos. Nicolás creía que era Cristo Resucitado y permitía que abrazara frecuentemente a la zarina en presencia de sus propios hijos. En la capital imperial crecía el rumor de que el monje y Alejandra eran amantes, y Stolipyn intentaba poner fin a aquella relación, ya que consideraba que la presencia de Rasputin en la corte hacía un daño irreparable al prestigio de la dinastía. En la primavera de 1911 mantuvo una larga conversación con el zar, y le informó que hechos documentalmente confirmados, deslustraban la imagen del “hombre de Dios”.
De la respuesta de Nicolás II, se deduce hasta que punto se convirtió en rehén del destino en aquella situación tan delicada: “Sé Piotr Arkádievich, que usted es sincero conmigo. Y puede que todo lo que me está diciendo sea verdad, pero le ruego que no vuelva a hablarme nunca más de Rasputin. No está en mis manos hacer nada para resolverlo.”
El asunto alcanzó su punto álgido cuando por un desliz del monje, (si alguien está interesado en saber como fue ya se lo aclararé) se hizo pública la correspondencia entre la zarina y Rasputin. Una de las cartas decía así:

“Mi buen amigo, inolvidable profesor y mentor:
Que enojoso resulta prescindir de vuestra compañía. Mi alma no alcanza la paz, bien sabéis que solo consigo relajarme cuando vos, profesor, estáis sentado a mi lado y puedo abrazaros y descansar mi cabeza sobre vuestro hombro. ¡No deseo otra cosa que dormirme en vuestros brazos!
Imploro vuestra bendición, y en la distancia, beso vuestras sagradas manos.
Mamá”

Después de aquel escándalo Stolipyn buscó la ayuda del zar para obligar a Rasputin a abandonar San Petersburgo;
Alejandra protestó pero Nicolás II apoyó a su Primer Ministro. El monje partió. La zarina odió para siempre a Stolipyn, por haberle privado del único hombre capaz de aliviar el sufrimiento de su hijo.
En septiembre de 1911 el emperador, Stolipyn y el ministro de finanzas Kukostov viajaron a Kiev para descubrir un monumento a Alejandro III. Por casualidad Rasputin se encontraba en aquella ciudad, y cuando vio al Primer Ministro no se abstuvo de manifestar: “La muerte sigue su rastro, ya hace tiempo que cabalga en su espalda”. Al día siguiente, en la ópera, Piotr Stolipyn, fue asesinado por un agente de la policía secreta llamado Bogrov, ante la mirada inalterable de Nicolás II.
Siento haber destrozado el aura de santidad del zar y la zarina.
Continuaré en breve.
Bibliografía idem.

¿Y no hay debatito de los expertos en Rusia? ¿Me quedaré con las ganas? ¿Seguirá hablando sola Pimpinela? Te acompaño en el sentimiento, pasa a menudo en el foro cuando nos ponemos serios.